Los socios comunitarios afrontan divididos el dise?o del presupuesto del euro, clave contra futuras crisis

Europa enfila su s¨¦ptimo a?o de crecimiento. Sin embargo, las pol¨ªticas proteccionistas de Donald Trump, el Brexit e Italia siguen antoj¨¢ndose como posibles catalizadores del proceso de desaceleraci¨®n. El BCE ya tom¨® cartas sobre el asunto al retrasar la subida de tipos hasta 2020. Este jueves es el turno de los Diecinueve, que deben decidir si dotan a la zona euro de un presupuesto para hacer frente a nuevas crisis econ¨®micas o financieras. Los socios de la moneda ¨²nica llegan a esta ¨²ltima reuni¨®n arrastrando la divisi¨®n de los ¨²ltimos meses: Holanda mantiene sus recelos ante ese instrumento y quiere condicionarlo a reformas, mientras que Espa?a rechaza de llano esa posibilidad.

Algunos funcionarios suger¨ªan antes del Eurogrupo de este jueves en Luxemburgo que ser¨ªa necesario llevar dos camisas en la bolsa. Las delegaciones dan por hecho de que el acuerdo, de alcanzarse, se sellar¨¢ a altas horas de la madrugada o incluso el viernes por la ma?ana.Los ministros vuelven a tener sobre la mesa varias cuestiones cruciales para construir la arquitectura de la Uni¨®n Bancaria. Entre ellos, seguir con la reforma del fondo de rescate (MEDE), fijar un cortafuegos para crisis bancarias o crear l¨ªneas para evitar la propagaci¨®n de crisis puntuales. Adem¨¢s, deben fijar las l¨ªneas maestras para alumbrar al menos un embri¨®n de presupuesto para el euro.

La incertidumbre sobre ese pacto obedece a la multitud de cuestiones que siguen abiertas. Y entre ellas, hay ¡°algunos desacuerdos¡±, admitieron fuentes comunitarias. De momento, se est¨¢ barajando una dotaci¨®n muy limitada, de alrededor de 17.000 millones de euros. ¡°Este no va a ser el bazuka que algunos pensaban¡±, se?al¨® un alto funcionario de la UE, aunque admiti¨® que puede ir creciendo. La primera discrepancia entre pa¨ªses surge, sin embargo, en c¨®mo nutrirlo de recursos. Algunos pa¨ªses, como Francia y Alemania, proponen que la dotaci¨®n comunitaria pueda complementarse con aportaciones nacionales, pero esa posici¨®n de momento no ha hallado el consenso necesario.

El segundo gran debate abierto en el seno del Eurogrupo es el uso de esos fondos. Holanda, reacia a ese instrumento, quiere sirva para sufragar reformas estructurales y que su recepci¨®n se vincule a su ejecuci¨®n. En el otro extremo, Espa?a reclama que sirva para reformas e inversiones y que la ¨²nica condici¨®n sea la culminaci¨®n de los proyectos financiados. La ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, advirti¨® antes de la reuni¨®n que se mantendr¨¢ ¡°firme¡± en que el presupuesto aporte ¡°valor a?adido¡±. Es decir, que no sea una nueva versi¨®n de instrumentos ya existentes como los fondos estructurales.

Calvi?o viene defendiendo en cada una de las citas que el presupuesto debe ser un instrumento para hacer frente a las crisis e incorporar alg¨²n tipo de mecanismo que estabilice la econom¨ªa durante los shocks econ¨®micos. De nuevo, todo lo contrario que los Pa¨ªses Bajos. La ministra espa?ola evit¨® amagar con un bloqueo al presupuesto en caso de que vaya en direcci¨®n contraria a las expectativas espa?olas, pero se reserv¨® esa opci¨®n. ¡°Antes de hablar de vetos vamos a hacer todo lo posible para que haya un acuerdo¡±, agreg¨®.

Crisis italiana

A la tensi¨®n que genera el presupuesto se a?ade la situaci¨®n de Italia, sobre quien pesa la amenaza de un procedimiento infractor por su exceso de deuda. A pesar de no estar en la agenda del Eurogrupo, fuentes comunitarias afirmaron que dif¨ªcilmente no se abordar¨¢ la cuesti¨®n. A su entrada, varios ministros cerraron filas con la Comisi¨®n Europea. El titular de Finanzas italiano, Giovanni Tria, rechaz¨® que Italia necesite "medidas correctivas". "Estamos negociando los objetivos de d¨¦ficit y demostraremos que los alcanzaremos", indic¨®. Aun as¨ª, el comisario de Asuntos Econ¨®micos, Pierre Moscovici, record¨® que, tras el acuerdo de los pa¨ªses miembros, la Comisi¨®n est¨¢ "lista" para poner a Roma bajo su tutela

Fuentes comunitarias sostuvieron que la nueva crisis con Italia no influir¨¢ en los resultados de la reuni¨®n. Sin embargo, Roma ha sido reticente a limitar la exposici¨®n de deuda soberana en manos de la banca, lo cual alimenta el argumento de Berl¨ªn de que antes de compartir riesgos, cabe reducirlos. Las mismas fuentes no esperan avances, pues, en el fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos, otra de las piezas claves de la arquitectura financiera de la UE. Como vienen haciendo hace ya siete a?os, los ministros dar¨¢n otra patada adelante de seis meses a esa capeta.