Un blindaje d¨¦bil para el euro
Las medidas aprobadas esta semana por los l¨ªderes comunitarios son todav¨ªa insuficientes para proteger a la moneda ¨²nica frente a futuras crisis
El marco, el franco o la peseta dejaron de ser hace dos d¨¦cadas las monedas oficiales de sus pa¨ªses. 11 Estados decid¨ªan el 1 de enero de 1999 embarcarse en el proyecto del euro. Ha sido un recorrido todav¨ªa breve, pero tambi¨¦n suficiente para que se hayan encontrado al borde del precipicio. La Gran Recesi¨®n, que casi hizo estallar sus costuras, oblig¨® a idear una arquitectura bancaria y fiscal para el euro. Pero una vez cerrada la crisis econ¨®mica, los pa¨ªses dejaron el edificio sin apuntalar. Las diferencias entre los actuales 19 socios del euro mantienen ese edificio en obras. Y a pesar de haber dado un paso adelante con la decisi¨®n de dise?ar un presupuesto conjunto, esta semana en la Cumbre del Euro han adoptado un paquete de medidas que sigue lejos de cerrar la estructura que necesita la moneda ¨²nica.
Ya sea por la batalla de las ideas o de los intereses, como escribe el economista Jean Pisani-Ferry, la reforma del euro sigue avanzando con pies de barro. En junio de 2012, plena crisis de la deuda soberana, Europa decidi¨® dar un salto adelante. El entonces presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, present¨® una ambiciosa hoja de ruta para integrar los sistemas financieros y fiscales nacionales que comprend¨ªa desde un fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos o emisiones de deuda comunes hasta un presupuesto integrado basado en la ¡°solidaridad¡±. Seis a?os despu¨¦s, algunas ideas han quedado aparcadas, como los eurobonos o la figura del ministro de Econom¨ªa de la zona euro. Otras est¨¢n atascadas, como el seguro comunitario para los ahorros de los ciudadanos. El eje francoalem¨¢n ha podido rescatar una m¨ªnima integraci¨®n fiscal de los pa¨ªses de la moneda ¨²nica, aunque los pa¨ªses del norte quieren despojarlo de cualquier funci¨®n de ayuda antic¨ªclica.
Los l¨ªderes europeos acordaron en la Cumbre del Euro de esta semana reforzar dos patas de la Uni¨®n Bancaria, la arquitectura financiera que debe servir para absorber futuros shocks y que, como se?al¨® Van Rompuy en 2012, est¨¢ llamada a ser el cascanueces que parta el nexo entre los balances bancarios y los bonos soberanos de su pa¨ªs. ¡°Sin duda, la zona euro est¨¢ mejor equipada que hace unos a?os, pero todav¨ªa espero ver m¨¢s progresos¡±, sostiene el economista y director del think tank Bruegel Guntram Wolff. Sin embargo, echando la vista atr¨¢s, Wolff vaticina que ¡°el progreso real probablemente solo se producir¨¢ en la pr¨®xima crisis¡±. ¡°Esa es la forma de hacer de la zona euro, pero es una estrategia de alto riesgo¡±, advierte Paul De Grauwe, profesor de Pol¨ªtica Econ¨®mica Europea de la London School of Economics.
El presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel firmaron en Meseberg una ambiciosa declaraci¨®n que deb¨ªa relanzar el proyecto de la integraci¨®n econ¨®mica y monetaria. A la hora de la verdad, Merkel ha vuelto a echar el freno ¡ªcuando no se ha bajado del veh¨ªculo¡ª en varios de esos acuerdos. En la Cumbre del Euro de esta semana los pa¨ªses miembros decidieron reforzar los pilares de la supervisi¨®n y la resoluci¨®n bancaria mediante la reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede). De este organismo, que va dando pasos para convertirse en una suerte de FMI comunitario, depender¨¢ la red de seguridad (o backstop) para el fondo de resoluci¨®n para bancos en crisis.
Este mecanismo de ¨²ltima instancia, dotado con 55.000 millones de euros, debe servir para cubrir las necesidades de solvencia y liquidez que tengan entidades al borde de la quiebra para evitar que se emplee dinero p¨²blico. El documento deja flecos por cerrar, como algunas salvaguardas o la fecha de entrada en funcionamiento, que se fijar¨¢ cuando se eval¨²en los riesgos del sistema financiero en 2020. ¡°La resoluci¨®n bancaria a¨²n tiene un marco poco claro para proporcionar liquidez¡±, advierte Wolff.
La reforma del Mede incluye un acuerdo con la Comisi¨®n Europea para fijar los mecanismos de cooperaci¨®n entre ambas instituciones. Y a su caja de herramientas se han a?adido las l¨ªneas de cr¨¦dito precautorias (sujetas a condiciones que deber¨¢n ser ¡°clarificadas¡±), que deben servir a pa¨ªses cuyos fundamentos son s¨®lidos pero que en un momento determinado pueden ser v¨ªctimas de la inestabilidad de los mercados financieros o de un efecto contagio. El Eurogrupo introdujo tambi¨¦n las cl¨¢usulas de acci¨®n colectiva (CAC), que consisten en que una mayor¨ªa de acreedores pueda imponer al resto reestructuraciones de deuda. Este mecanismo semiautom¨¢tico, que entrar¨¢ en vigor en 2022, provoc¨® el rechazo de Italia, que teme que pueda espantar a los inversores que compran deuda del pa¨ªs.
En las conclusiones de la Cumbre del Euro, sin embargo, en esta ocasi¨®n no hay ni rastro del fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos. S¨ª est¨¢ en el documento final del Eurogrupo, que vuelve a aplazar su discusi¨®n seis meses y, en esta ocasi¨®n, pone el debate en manos de un grupo de alto nivel que deber¨¢ marcar los pr¨®ximos pasos. ¡°Est¨¢ con respiraci¨®n asistida¡±, ironizan fuentes comunitarias. ¡°Es un elemento clave para una aut¨¦ntica Uni¨®n Bancaria. No est¨¢ ah¨ª, y en una pr¨®xima crisis van a tener que volver a intervenir los gobiernos¡±, lamenta De Grauwe.
Aunque fuentes diplom¨¢ticas no niegan la complejidad de crear ese fondo, aseguran que el problema es ¡°pol¨ªtico¡±. ¡°T¨¦cnicamente, todas las opciones est¨¢n m¨¢s que exploradas¡±, sostienen. En el ¨²ltimo consejo de ministros de Finanzas de la UE (Ecofin), la presidencia austriaca present¨® un nuevo modelo, en esta ocasi¨®n ¡°h¨ªbrido¡±. Este consistir¨ªa en que la banca aportara a los fondos nacionales la cantidad equivalente al 0,4% de los dep¨®sitos garantizados y otro 0,4% a un bote comunitario. Pero esa propuesta tampoco logr¨® consenso.
Reticencias italianas
Alemania, seg¨²n fuentes comunitarias, sigue resisti¨¦ndose a su creaci¨®n por las reticencias italianas a limitar la deuda soberana en los balances bancarios. El ministro alem¨¢n de Finanzas, Olaf Scholz, afirm¨® recientemente que ese instrumento ¡°est¨¢ al final del camino hacia una uni¨®n econ¨®mica y monetaria¡±. ¡°Y el camino hacia esa meta es largo y lleno de condiciones¡±, a?adi¨®. El gobierno de Angela Merkel sigue condicionando ese fondo a continuar reduciendo riesgos, a pesar de que el Banco Central Europeo (BCE) considera que el saneamiento de los bancos ya es suficiente para ponerlo en marcha y de que los ministros de Finanzas aceleraron la aprobaci¨®n del llamado ¡°paquete bancario¡± de reducci¨®n de riesgos bancarios. ¡°Hemos reducido suficientemente el riesgo para que se ponga en marcha el fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos. Ahora es el momento adecuado para configurarlo¡±, afirm¨® Dani¨¨le Nouy, presidenta del Consejo de Supervisi¨®n del BCE.
La Comisi¨®n Europea tambi¨¦n presiona para que salga adelante. El comisario de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios, Pierre Moscovici, dijo antes del Eurogrupo que ser¨ªa ¡°una decepci¨®n¡± si no hab¨ªa decisiones al respecto. Solo unos d¨ªas antes, el ejecutivo comunitario hab¨ªa presentado un informe sobre la rebaja de activos dudosos en manos de la banca. En el conjunto de la Uni¨®n Europea, esas carteras t¨®xicas bajaron en un a?o del 4,6% al 3,4% de todos los cr¨¦ditos concedidos. Espa?a sigue estando algo por encima de esa media, pero con un 4,1% ya est¨¢ pr¨¢cticamente fuera del radar de los pa¨ªses problem¨¢ticos. Sobre todo en comparaci¨®n con Grecia (44,9%), Chipre (28,1%), Portugal (11,7%), Italia (10%) o Irlanda (8,5%).
¡°Todav¨ªa no hemos logrado romper el nexo entre bancos y deuda soberana, es decir, la estrecha interconexi¨®n entre las entidades financieras y la deuda p¨²blica de su pa¨ªs¡±, sostiene Isabel Schnabel, profesora de Econom¨ªa Financiera en la Universidad de Bonn y miembro del Consejo Alem¨¢n de Expertos Econ¨®micos, conocido tambi¨¦n como ¡°los cinco sabios¡±. Schnabel se refiere a ese ¡°c¨ªrculo vicioso¡± que se propon¨ªa romper la Europa de 2012, que acaba afectando tambi¨¦n al cr¨¦dito a empresas y familias. Para acabar con ¨¦l, Schnabel propone dos soluciones: limitar la concentraci¨®n de deuda p¨²blica interna en los balances bancarios y un fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos que act¨²e en caso de una crisis ¡°grave¡±. ¡°El fondo solo debe introducirse junto a nuevas reglas sobre exposiciones soberanas¡±, sostiene la economista.
La Uni¨®n Bancaria debe permitir, al fin, que un ciudadano espa?ol pueda realizar su actividad financiera con un banco dan¨¦s sin problemas y con las mismas garant¨ªas. Y al rev¨¦s. Y de que las fronteras vayan desdibuj¨¢ndose para que las entidades adquieran un car¨¢cter transfronterizo. ¡°Los bancos deben poder operar en una zona euro concebida como jurisdicci¨®n ¨²nica¡±, resume Nicolas V¨¦ron, economista de Bruegel y del Peterson Institute for International Economics. A su juicio, la reducci¨®n de riesgos no puede ser el argumento tras el que esconderse para afrontar una mayor integraci¨®n. Y coincide con Schnabel en la receta: suprimir restricciones para que los bancos puedan operar en otros pa¨ªses, armonizar legislaciones, limitar las concentraciones de deuda de los balances y un fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos. ¡°No deben buscarse f¨®rmulas h¨ªbridas. Tiene que ser un sistema de seguro que todos los ciudadanos puedan entender. Que sepan que su dinero est¨¢ garantizado de la misma forma en un pa¨ªs u otro¡±, a?ade. ¡°Las actividades bancarias transfronterizas han disminuido sustancialmente tras la crisis, lo que significa que nos hemos ido alejando de un mercado bancario integrado¡±, a?ade Schnabel.
La necesidad de un avance en la Uni¨®n Bancaria y de los mercados de capitales es un¨ªsona en las diecinueve capitales de la zona euro. Otra cosa son los tiempos, las sendas y los l¨ªmites. Y algunos debates, como la mutualizaci¨®n de la deuda, parecen aparcados ya sine die.
La unanimidad, sin embargo, no existe en los mecanismos fiscales. Francia y Alemania relanzaron el mes pasado la propuesta de un presupuesto para los pa¨ªses de la moneda ¨²nica, centrado en las inversiones, que permitiera la convergencia, competitividad y tambi¨¦n estabilizaci¨®n econ¨®mica. Por su parte, Espa?a present¨® en la Cumbre del Euro de octubre un documento para un seguro comunitario de desempleo que cuenta con el apoyo de los titulares de Finanzas de Francia, Portugal y Alemania, aunque no de la canciller.
Estabilidad
La propuesta francoalemana de presupuesto, centrada en la financiaci¨®n de inversiones, se engarza dentro del Marco Financiero Plurianual (MFP) de la UE. Ese instrumento perseguir¨ªa, de acuerdo con el documento, la ¡°competitividad¡± y ¡°convergencia¡± de los pa¨ªses del euro, pero tambi¨¦n su ¡°estabilizaci¨®n¡± frente a una crisis. Esa funci¨®n anticrisis resid¨ªa en que, en tiempos de recesi¨®n, los gobiernos o bien las recortan para controlar sus presupuestos o bien las aumentan para contener el desempleo a costa de que se desangren sus d¨¦ficits. El papel no puso n¨²meros, aunque la Comisi¨®n Europea ide¨® un mecanismo similar dotado con 30.000 millones de euros.
La dotaci¨®n de una capacidad fiscal a la zona euro, sin embargo, divide profundamente a sus socios. El ¨²ltimo Eurogrupo fue una muestra de ese enfrentamiento. Francia, Alemania y Espa?a tuvieron que batallar hasta el ¨²ltimo momento ante el rechazo los pa¨ªses n¨®rdicos, capitaneados por Holanda. Los pa¨ªses acordaron finalmente un instrumento para la convergencia y la competitividad y dejaron por escrito el desacuerdo sobre esa funci¨®n estabilizadora con la que algunos pa¨ªses quieren introducir mecanismos de solidaridad en la UE tras una recesi¨®n que ha dejado profundas desigualdades en las sociedades que m¨¢s se aplicaron en los recortes. ¡°Va en la buena direcci¨®n, pero es miseria si no hay funci¨®n de estabilizaci¨®n. Necesitamos algo mucho m¨¢s sustancial, no solo simb¨®lico, para dar estabilidad a las econom¨ªas¡±, se?ala De Grauwe.
Esa ¨¢spera noche que vivi¨® Eurogrupo precisamente da valor a las conclusiones finales de la Cumbre del Euro. No aparece esa funci¨®n estabilizadora a la que no quiere renunciar Macron, aunque desde su ejecutivo afirman que seguir¨¢n batallando por ella. Y adem¨¢s, tambi¨¦n podr¨¢n participar en ¨¦l los pa¨ªses que est¨¢n en la antesala del euro. Pero los jefes de Estado y gobierno dan el mandato a sus ministros de trabajar en el ¡°dise?o, las modalidades de implementaci¨®n, el calendario¡± y el tama?o de un presupuesto para la convergencia y la competitividad que debe ponerse en marcha en el pr¨®ximo MFP, que arranca en 2021. Y a la Comisi¨®n le piden una propuesta legislativa. Y todo ello debe estar a punto en junio.
Tambi¨¦n el seguro de desempleo fue un punto de desacuerdo en el ¨²ltimo Eurogrupo. Y en este caso, no encontrado cabida en el documento final de la Cumbre del Euro. La Uni¨®n Bancaria va dando peque?os pasos con acuerdos t¨¦cnicos o redes de seguridad casi imposibles de explicar. Y en ese contexto, la ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o, ha querido vender dentro del Eurogrupo la idea del ¡°backstop ciudadano¡±. Fuentes oficiales explican que el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, present¨® en la Cumbre del Euro una propuesta con un dise?o sencillo: est¨¢ anclada dentro del MFP y parte de la proposici¨®n de presupuestos anticrisis que hizo la Comisi¨®n Europea, por lo que ser¨ªa tambi¨¦n aplicable al instrumento que acabe acord¨¢ndose. No sustituir¨ªa al subsidio de paro nacional, pero servir¨ªa para complementarlo y evitar que, en tiempos de recesi¨®n, los estabilizadores autom¨¢ticos acaben fundiendo los d¨¦ficits p¨²blicos.
Otras opciones
Otras formulaciones van m¨¢s all¨¢, como el planteamiento hispanoalem¨¢n en el que participan, entre otros, los eurodiputados Jon¨¢s Fern¨¢ndez y Jakob von Weizs?cker. La idea pasa por crear una bolsa con aportaciones nacionales y europeas que ayude a los gobiernos a afrontar los gastos de paro con aportaciones gubernamentales y la posibilidad de emitir bonos. El rechazo de los pa¨ªses n¨®rdicos a cualquier mecanismo estabilizador augura un arduo camino a ese seguro de paro comunitario. Pero el ministro franc¨¦s Bruno Le Maire y Calvi?o cuentan con el apoyo, entre otros, del titular alem¨¢n de Finanzas, Olaf Scholz, que reivindic¨® ese instrumento en el ¨²ltimo Eurogrupo Su departamento hab¨ªa preparado tambi¨¦n un documento no oficial que public¨® el peri¨®dico Handelsblatt. En ¨¦l se trazaba un fondo con aportaciones de todos los miembros de la UE que prestar¨ªa dinero a los pa¨ªses con mayor desempleo mediante cr¨¦ditos a cinco a?os. Pero igual que le ocurri¨® a S¨¢nchez cuando expuso sus planes ante el resto de l¨ªderes europeos, la respuesta de Angela Merkel fue un sonoro nein.
Isabel Schabel, miembro del grupo de economistas elegidos por el presidente federal alem¨¢n a propuesta del gobierno, coincide en la utilidad de ¡°establecer un mecanismo de estabilizaci¨®n macroecon¨®mica¡±, por ejemplo, ¡°a trav¨¦s de un plan europeo de reaseguro de desempleo, que ayudar¨ªa a amortiguar los choques econ¨®micos graves en un Estado miembro¡±. ¡°El norte piensa que va a contribuir m¨¢s que el resto, pero ?d¨®nde han ido a parar los recursos humanos altamente formados de Espa?a o Portugal? En el momento en el que hay este movimiento de trabajadores dentro de la UE, es l¨®gico que los grandes paraguas sean europeos, tambi¨¦n para ayudar a pa¨ªses que puedan sufrir m¨¢s shocks asim¨¦tricos porque tienen a m¨¢s ciudadanos empleados en el sector servicios¡±, coincide Santiago Carb¨®, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de Cunef y director de Estudios Financieros de Funcas.
El debate se prev¨¦ intenso en los pr¨®ximos meses con un presupuesto de la zona euro sobre la mesa y ante unas elecciones comunitarias en las que todos los grupos querr¨¢n marcar perfil. En las reuniones del Eurogrupo tal vez vuelvan a producirse discusiones de m¨¢s de 18 horas y a librarse esas batallas ideol¨®gicas o de intereses. No solo entre los pa¨ªses del norte, amantes de la disciplina fiscal, y los que empujan hacia una mayor integraci¨®n fiscal. Tambi¨¦n en el seno de los propios gobiernos de coalici¨®n, como el de Angela Merkel. Sin embargo, tambi¨¦n deber¨¢n afrontar la disyuntiva de seguir diluyendo o postergando decisiones o abrir la mano a medidas que den un mayor barniz social a la zona euro y permitan hacer frente al ascenso del populismo y la extrema derecha. La ventana de oportunidad se va cerrando, pero a¨²n quedan rendijas abiertas.
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