Del dentista a las pizzas, el capital riesgo se instala a lo grande en Espa?a
El crecimiento econ¨®mico, los tipos de inter¨¦s y la capacidad exportadora provoca que la adquisici¨®n de empresas por fondos de ¡®private equity¡¯ alcance su r¨¦cord hist¨®rico
Usted quiz¨¢ no lo sepa, pero su vida gira en torno al capital riesgo. Repase su agenda de un d¨ªa cualquiera. Es posible que durante esa jornada elegida al azar aproveche las primeras horas para ir al gimnasio (AltaFit) antes de coger el coche que acaba de pasar la revisi¨®n (Aurgi), echar gasolina (Cepsa) y buscar un parking (Eysa) pr¨®ximo a su trabajo. A la hora de comer opta por algo r¨¢pido (Telepizza) y mientras almuerza adquiere entradas de un parque de atracciones (PortAventura) y encarga pienso para su perro (TiendAni?mal); tras finalizar la jornada laboral tiene cita con el dentista (Dentix) y luego visita la residencia de la tercera edad (Vitalia) en la que est¨¢n sus padres, a los que les lleva algunos art¨ªculos de perfumer¨ªa (Bodybell). De vuelta a casa, prueba suerte en una sala de apuestas (Sportium). A la hora de cenar comprueba que la nevera est¨¢ vac¨ªa y activa el plan B: pedir algo de picar y que se lo traiga un raider (Glovo). ?Qu¨¦ tienen en com¨²n todas esas actividades? Que son productos y servicios facilitados por compa?¨ªas propiedad de grandes inversores miembros de una industria que mueve cientos de miles de millones en todo el mundo y que responde al nombre de private equity.
Estos fondos llegaron a Espa?a con cierto retraso, pero en los ¨²ltimos a?os est¨¢n calando hondo en el tejido empresarial. No hay semana que no se firme un acuerdo. Advent, por ejemplo, se acaba de hacer con la red de servicios dentales Vitaldent. Es el ¨²ltimo deal de un sector que en 2018 pulveriz¨® su r¨¦cord con 740 movimientos y una inversi¨®n conjunta de 6.013 millones, un 21% m¨¢s que el a?o anterior. ¡°A la hora de explicar este crecimiento confluyen varios factores¡±, explica Miguel Zurita, presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Capital, Crecimiento e Inversi¨®n (Ascri). ¡°En primer lugar, es una actividad que est¨¢ en pleno auge a nivel mundial y Espa?a, que part¨ªa de niveles de penetraci¨®n inferiores, se est¨¢ beneficiando de ello. Adem¨¢s, el pa¨ªs es visto como un buen destino por parte de los inversores internacionales gracias al dinamismo econ¨®mico y al talento e innovaci¨®n de las empresas¡±, a?ade el responsable de la patronal del sector.
Llegan los ¡®b¨¢rbaros¡¯
El origen de la industria del private equity se remonta a los a?os cuarenta del siglo pasado, pero estos fondos empezaron a hacer ruido mucho m¨¢s tarde. Para ser m¨¢s precisos, en 1988, cuando se produjo la encarnizada pelea por el control de RJR Nabisco. El pulso finalmente lo gan¨® KKR. Debido al libro que inmortaliz¨® la batalla y que luego sirvi¨® para una serie de televisi¨®n de HBO ¡ªBarbarians At The Gate¡ª, a estos inversores se los conoce en la jerga financiera como ¡°los b¨¢rbaros¡±. Su cuna est¨¢ en los mercados anglosajones, aunque poco a poco las huestes de los fondos est¨¢n desplaz¨¢ndose a otras latitudes. Espa?a est¨¢ lejos a¨²n de pa¨ªses como Francia (en 2018 se realizaron operaciones por 16.180 millones), aunque desde que estall¨® la crisis la inversi¨®n anual se ha triplicado, alcanzado cifras similares a las de Italia (6.915 millones).
El 76% de la inversi¨®n que se hizo en el mercado espa?ol en 2018 lo aportaron gestoras internacionales como Blackstone. Este gigante se ha especializado sobre todo en comprar activos inmobiliarios, aunque tambi¨¦n ha protagonizado sonoras operaciones industriales como la toma de Cirsa. ¡°Las reformas estructurales que se han aplicado est¨¢n dando sus frutos. A la vista del potencial econ¨®mico del pa¨ªs, existe una sana competici¨®n por invertir tanto en compa?¨ªas establecidas y que funcionan bien como en empresas en fases menos desarrolladas y muy innovadoras¡±, comenta Lionel Assant, responsable de private equity para Europa de Blackstone.
El negocio del capital riesgo responde, a grandes rasgos, a las siguientes pautas de actuaci¨®n: una gestora lanza un fondo y toca a la puerta de potenciales inversores para que participen (fondos de pensiones, aseguradoras, grandes fortunas¡); cuando la firma capta el dinero que se hab¨ªa fijado, cierra el fondo y comienza a buscar empresas para comprar; normalmente adquiere participaciones de control y est¨¢ entre cuatro y seis a?os en el capital; durante este tiempo, trata de que la sociedad crezca o la reestructura ¡ªbien con el equipo gestor que encontr¨® o con gente de su confianza¡ª para as¨ª venderla a un precio mayor y repartirse las plusval¨ªas, si las hubiese, con sus socios. El rosario de adquisiciones de empresas en los ¨²ltimos a?os eleva el saldo de activos bajo gesti¨®n en Espa?a a 22.990 millones de euros. Entre los movimientos recientes destacan las operaciones en Naturgy (antigua Gas Natural), Codorniu, Imagina (Mediapro), Ufinet, Aernnova o Goiko Gourmet, adem¨¢s de las ya citadas Cepsa y Cirsa.
Para Jorge Riop¨¦rez, socio responsable de corporate finance de KPMG Espa?a, la clave del momento dulce del capital riesgo tiene nombre propio: liquidez. ¡°Con tipos pr¨®ximos a cero, la gente no sabe qu¨¦ hacer con su dinero. Es dif¨ªcil encontrar activos tradicionales como la Bolsa y la deuda que den rentabilidades razonables. Muchos han visto en el private equity una alternativa. Es cierto que asumen m¨¢s riesgo porque el plazo que deben tener congelado el dinero en el fondo es largo y entre las operaciones que realiza la gestora puede haber alguna fallida, pero hoy por hoy pocas opciones te pueden dar una rentabilidad acumulada del 20% en cinco a?os¡±, subraya Riop¨¦rez.
Uno de los motores del capital riesgo en Espa?a es el Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO). En 2013 el Gobierno aprob¨® la creaci¨®n de un fondo de fondos de private equity, Fond-ICO Global, administrado por la gestora de este propio organismo (Axis). El modus operandi de este veh¨ªculo es el siguiente: convoca un concurso p¨²blico al que se pueden presentar gestoras nacionales y extranjeras. A aquellos proyectos m¨¢s atractivos les inyecta capital. Eso s¨ª, una parte de ese dinero debe de ser invertido en compa?¨ªas espa?olas. Hasta ahora, Fond-ICO Global ha distribuido 1.734 millones de euros en 11 convocatorias, que han contribuido a levantar fondos por valor de 22.000 millones, de los cuales 6.750 se han destinado a empresas locales. ¡°Lo m¨¢s probable es que a finales de 2019 lleguemos a los 2.000 millones comprometidos cuando se cre¨® Fond-ICO, pero nuestra intenci¨®n es seguir aportando fondos en el futuro¡±, se?ala Jos¨¦ Carlos Garc¨ªa de Quevedo, presidente del ICO.
Plusval¨ªas
No se trata de una subvenci¨®n, ya que las gestoras deber¨¢n devolver ese dinero al organismo p¨²blico y, a ser posible, con plusval¨ªas. Hasta el momento, la tasa de rendimiento (TIR) media acumulada es del 17%. ¡°El dinero no sale de los presupuestos, sino que lo captamos en los mercados internacionales. Creo que es un proyecto importante para el pa¨ªs porque es clave, y m¨¢s con una estructura empresarial dominada por peque?as y medianas empresas, que ¨¦stas cuenten con v¨ªas de financiaci¨®n alternativa a la bancaria¡±, defiende Garc¨ªa de Quevedo.
Otro aspecto clave para el auge del private equity est¨¢ en la mayor facilidad para hacer desinversiones. Esta industria requiere de una especie de c¨ªrcu?lo virtuoso que cebe la m¨¢quina: para que se puedan levantar nuevos fondos con los que realizar inversiones, primero es necesario devolver el capital que pusieron los socios del fondo anterior; y eso significa vender las empresas participadas que hay en las carteras. Muchas fueron las gestoras que durante la crisis tuvieron que aguantar inversiones m¨¢s de lo comprometido en el folleto del fondo porque no hab¨ªa compradores o, si los hab¨ªa, era a precios de derribo.
En 2018 se produjeron ventas de compa?¨ªas por valor de 2.039 millones y, lo que es m¨¢s importante, el valor de las salidas con minusval¨ªas (63 millones) fue el m¨¢s bajo desde el inicio de la crisis. Entre las salidas m¨¢s destacadas del ¨²ltimo a?o est¨¢n las protagonizadas por Eurazeo en Desigual, Torreal en Imagina, Corpin en Volotea, ProA Capital en Saba y Vips o Springwater en Aernnova. Si bien es cierto que la desinversi¨®n mediante la salida a Bolsa de la participada est¨¢ de capa ca¨ªda, la abundante liquidez que hay en el mercado permite que la rotaci¨®n en las carteras de los fondos fluya con normalidad. ¡°El mejor momento para salir, siempre que no se incumplan los plazos establecidos en el reglamento del fondo, es cuando el gestor determina que ha creado valor suficiente para los inversores. La mayor¨ªa de las desinversiones en Espa?a se hace a trav¨¦s de compradores industriales, aunque cada vez es m¨¢s com¨²n ver operaciones secundarias donde un fondo de capital riesgo le compra a otro fondo¡±, indica Jorge Viera, managing partner de Rainforest-Dunas Capital.
Proyectos incipientes
El dinamismo que est¨¢ teniendo la compra de empresas de tama?o medio y grande tambi¨¦n se est¨¢ dando en el segmento del capital riesgo especializado en financiar proyectos empresariales m¨¢s incipientes y que se conoce como venture capital. En 2018 este tipo de inversi¨®n sum¨® 505 millones de euros y, por quinto a?o consecutivo, se bati¨® el r¨¦cord hist¨®rico de start-ups espa?olas financiadas por el venture capital (459 empresas). ¡°Hay una creciente internacionalizaci¨®n de los emprendedores y de sus equipos, que adem¨¢s muestran mayores ambiciones. El ecosistema se ha hecho m¨¢s maduro debido a los ¨¦xitos de primera generaci¨®n de empresas como Social Point, Stat-Diagnostica o PopUp Immo, entre otras¡±, comenta Matthieu Baret, socio de Idinvest. La inversi¨®n en nuevos proyectos se centra en el ¨¢rea tecnol¨®gica, pero no es el ¨²nico polo de atracci¨®n. ¡°Hay otros sectores con oportunidades interesantes como la transici¨®n energ¨¦tica. Seguimos invirtiendo en la recuperaci¨®n de suelos y en infraestructuras de transporte y sociales¡±, asegura Johnny El Hachem, director de private equity de Edmond de Rothschild.
Tras el fuerte crecimiento de los ¨²ltimos a?os, la pregunta es si la industria del capital riesgo seguir¨¢ comprando empresas espa?olas con el mismo vigor. Todos los expertos consultados coinciden en su respuesta afirmativa. Un buen term¨®metro para medir la salud del sector es la captaci¨®n de nuevos fondos, y los datos siguen hablando de un mercado en ebullici¨®n: en 2018 se recaudaron 2.178 millones por parte de las gestoras espa?olas. Parte de esos nuevos recursos ya se han puesto en movimiento como demuestra el hecho de que en el primer trimestre de 2019 se invirtieron 1.512 millones de euros, un 49% m¨¢s que en el mismo periodo del a?o anterior.
Eduardo Navarro es socio y fundador de Sherpa Capital, una de las principales gestoras espa?olas, que tiene en cartera inversiones en compa?¨ªas como Dogi, Indo o Hedonai. ¡°No hay nada que indique que el ritmo inversor se va a frenar en seco. Por mi despacho pasan todas las semanas cuatro o cinco inversores internacionales. Todos est¨¢n interesados en tener exposici¨®n a Espa?a. Los vaivenes pol¨ªticos no les influyen y lo que les atrae de nuestro mercado es el crecimiento econ¨®mico¡±, explica Navarro. ¡°Es cierto que los precios que se est¨¢n pagando ya no son tan baratos como hace unos a?os, pero la valoraci¨®n de las empresas espa?olas sigue siendo inferior a la de sus hom¨®logas en Europa y EE UU¡±, a?ade.
En el abanico de sectores que atraen el inter¨¦s del capital riesgo se han sumado en los ¨²ltimos a?os actividades como la agricultura y los negocios vinculados al envejecimiento de la poblaci¨®n (salud, residencias de ancianos, seguros¡). ¡°Hist¨®ricamente, las compa?¨ªas de consumo y servicios, as¨ª como las vinculadas a tecnolog¨ªa y telecomunicaciones, han sido las que han recibido m¨¢s atenci¨®n de los fondos. En los ¨²ltimos cinco a?os estos sectores han captado un tercio de la inversi¨®n total del private equity en Espa?a y en el mercado se espera que sigan siendo los que m¨¢s inversiones atraigan¡±, dice Markus Biesinger, investigador del IESE.
La forma de actuar de los fondos de capital riesgo ha suscitado cr¨ªticas por parte de algunos expertos. Ven en ellos a inversores ¡°sin rostro¡± debido a la variedad de socios que participan en los fondos, que buscan rentabilizar r¨¢pido su dinero, en muchas ocasiones desprendi¨¦ndose de los mejores activos de las empresas y ajustando costes, sobre todo laborales. ¡°Son inversores muy cortoplacistas, quieren recaudar la mayor plusval¨ªa posible en el menor tiempo¡±, destaca Gonzalo Pino, secretario de pol¨ªtica sindical de UGT. Esta opini¨®n es compartida por Carlos Mart¨ªn, responsable del gabinete econ¨®mico de CC OO: ¡°Si el private equity tiene como objetivo financiar buenas ideas y alinear los intereses entre la propiedad y la gesti¨®n, ese tipo de inversi¨®n siempre ser¨¢ positiva. En cambio, hay otros fondos que solo buscar extraer valor al entrar en una compa?¨ªa con una gran cartera de clientes y una cuota de mercado importante para luego despiezarla. Desgraciadamente, de ese capital riesgo extractivo tenemos muchas ejemplos¡±.
En la industria niegan la mayor y atribuyen las cr¨ªticas a la falta de cultura financiera. Adem¨¢s, destacan su aportaci¨®n a la econom¨ªa nacional (tienen inversiones en 2.432 empresas que dan empleo a 400.000 personas) y se quejan de lo que denominan el mal de Pretty Woman (el personaje interpretado por Richard Gere era un gestor de private equity que defin¨ªa su trabajo como comprar empresas para ¡°trocearlas y venderlas¡±). ¡°No exprimimos las compa?¨ªas porque cuando salimos debe quedar el suficiente potencial de mejora para atraer compradores. All¨ª donde el capital privado est¨¢ presente, las empresas crecen m¨¢s y crean m¨¢s puestos de trabajo. Adem¨¢s, profesionalizamos la gesti¨®n y contribuimos a la apertura de nuevos mercados¡±, enfatiza Miguel Zurita, presidente de Ascri. ¡°Hay veces que hay que hacer recortes cuando vienen mal dadas, pero solo con ajustes no se puede lograr el crecimiento a largo plazo que es lo que buscan los gestores de private equity¡±, a?ade.
Los b¨¢rbaros han traspasado la frontera y, por lo que parece, no est¨¢n dispuestos a marcharse.
?
?Vuelta a las andadas?
Las favorables condiciones de financiaci¨®n han hecho que el n¨²mero de operaciones apalancadas (con deuda) protagonizadas por el capital riesgo crezca con fuerza. Este tipo de adquisiciones, conocidas como LBO, se han triplicado en los ¨²ltimos cuatro a?os en Espa?a y solo en 2018 concentraron un volumen de 900 millones de euros. Cuando estall¨® la crisis en 2008 hubo sonadas maniobras de LBO que terminaron en fracaso.
?Hay que temer lo peor si el escenario econ¨®mico y financiero empeora? ¡°Creo que en el sector se ha aprendido la lecci¨®n, los gestores de los fondos son bastante responsables a la hora de valorar las compa?¨ªas y adem¨¢s los financiadores te prestan para acometer las operaciones, pero solo hasta determinados niveles¡±, explica Jorge Riop¨¦rez, responsable de corporate finance de KPMG en Espa?a.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.