Juncker sale en defensa de Draghi y critica los ataques de Trump
El presidente de la Comisi¨®n Europea ha tachado de "deshonesta" la cr¨ªtica del mandatario estadounidense a los bancos centrales
El presidente de la Comisi¨®n Europea, Jean-Claude Juncker, sali¨® el mi¨¦rcoles en defensa de Mario Draghi, cabeza del Banco Central Europeo (BCE), frente a los ataques del presidente norteamericano, Donald Trump. Fue en su conferencia ante el sexto F¨®rum anual de esta instituci¨®n, que concluy¨® el mi¨¦rcoles en Sintra, junto a Lisboa. ¡°Es muy deshonesto atacar a los bancos centrales¡±, dijo Juncker en evidente referencia a la r¨¢faga de tuits de Trump contra el preanuncio formulado por Draghi de nuevas medidas de est¨ªmulo monetario.
Trump (que desea estos est¨ªmulos monetarios para su pa¨ªs) considera que en Europa supondr¨ªan una competencia desleal, al abaratar el euro y por tanto las exportaciones a EE?UU.
?¡°Yo tengo la suerte de que se me da mejor ser pol¨ªtico y puedo decir lo que me parezca¡±, se compar¨® Juncker con los banqueros centrales para justificar su cr¨ªtica a Trump. ¡°Bueno, al menos de vez en cuando¡±, apostill¨®, en su modo ir¨®nico.
Por si eso fuera poco, el veterano routier de la pol¨ªtica europea realiz¨® una loa del oficio de los banqueros centrales, y destac¨® los riesgos que conlleva: ¡°Uno de los grandes poderes y responsabilidades¡± que desempe?an viene del hecho, les dijo, de que pueden mover los mercados ¡°con una sola l¨ªnea en un discurso¡±. ¡°Cada palabra cuenta como un bill¨®n¡±, a?adi¨®. ¡°Siempre admiro los discursos de Mario, que son impagables obras de arte¡±, remat¨®.
Al grueso de los banqueros centrales congregados en Sintra este apoyo le son¨® dulce. No en vano consideran ¡°muy inadecuada¡± y ¡°descort¨¦s¡± la cr¨ªtica de Trump y defienden la total autonom¨ªa del presidente del BCE.
Pero una minor¨ªa significativa, que tambi¨¦n lo es en el Consejo de Gobierno del BCE, lamenta que Draghi se adelantara en perfilar unas medidas (como tipos de inter¨¦s negativos o un aumento de la expansi¨®n cuantitativa) que no han sido discutidas en detalle por el consejo. ¡°No habr¨¢ otro remedio que afrontarlas, y est¨¢ claro que las pondremos en marcha¡±, coment¨® una alta fuente a este diario. Aunque habr¨ªan agradecido disfrutar de la primicia. A este grupo le incomoda la situaci¨®n de cuasi vac¨ªo actual: ¡°?Qu¨¦ le dejamos al sucesor?¡±, apuntaron.
Juncker hizo tambi¨¦n una excursi¨®n (optimista) por toda su trayectoria en las instituciones europeas, desde que en Maastricht invent¨® la cl¨¢usula opcional de salida (opt out) de la moneda ¨²nica para los brit¨¢nicos. Luego, ante la tormenta monetaria de 1993 propuso la soluci¨®n de ampliar las bandas de oscilaci¨®n del sistema monetario europeo: ¡°los comentaristas dijeron que eso era su defunci¨®n, cuando en realidad fue su rescate¡±.
Ese arranque hist¨®rico le proyect¨® al futuro: los organismos intergubernamentales creados desde la crisis griega de 2010, como el fondo de rescate o los mecanismos del Tratado fiscal, ¡°deben incorporarse al marco legal de la Uni¨®n¡±, sostuvo. Esta es la forma de que lleguen al grado de ¡°responsabilidad p¨²blica y transparencia¡± indispensables si quieren convertirse en ¡°las instituciones fuertes¡± que necesitan ¡°nuestros intereses comunes¡±, reivindic¨®. Y pidi¨® a los jefes de Estado y de Gobierno que se re¨²nen hoy en una cumbre ¡°un impulso y una llamada a concluir el trabajo legislativo¡± del presupuesto para la eurozona.
Tareas pendientes
Y como pedir no te convierte en pobre, record¨® las otras tareas pendientes que deben completar la arquitectura de la uni¨®n monetaria: el fondo de garant¨ªa bancaria; una normativa fiscal m¨¢s sencilla; una funci¨®n de estabilizaci¨®n para la eurozona, ¡°un Tesoro com¨²n europeo¡± que emita un activo seguro continental para ampliar el mercado financiero.
Otros oradores se apuntaron a esta visi¨®n satisfecha por lo logrado en 20 a?os de moneda ¨²nica, pero sin complacencia sobre la falta de instrumentos para consolidarla ante cualquier ataque.
Resulta sorprendente que asuntos muy divisivos para los gobernantes europeos conciten sin embargo una unanimidad tan rotunda de otros actores. En efecto, aqu¨ª en Sintra, la totalidad de acad¨¦micos, banqueros centrales, expertos en pol¨ªtica monetaria o en geograf¨ªa del desarrollo, directivos de organizaciones internacionales (FMI, OCDE) e ide¨®logos y economistas de la construcci¨®n comunitaria que han intervenido, a¨²n siendo en algunos aspectos muy cr¨ªticos, han cerrado filas sobre un asunto central.
A saber, la necesidad de dotar a la eurozona de una capacidad fiscal, de una funci¨®n estabilizadora, de un presupuesto significativo, incluso de un ministro de Finanzas que coordine lo monetario con lo presupuestario.
Ocurre que ambos se entrecruzan. Pues el prestamista de ¨²ltima instancia (el banco central) ¡°empieza prestando a bancos il¨ªquidos pero solventes; a veces los il¨ªquidos se convierten en insolventes; y en ese momento hay que llamar al Tesoro¡±, resume el portugu¨¦s Ricardo Reis, de la London School of Economics. El Tesoro es nacional, contin¨²a el profesor de la LSE, pero el que prest¨® fue europeo, de modo que las barras de ¡°liquidez tienen dimensi¨®n fiscal [presupuestaria] si se desata una crisis severa¡±.
El caso es que el clamor por una pol¨ªtica presupuestaria supranacional dej¨® chiquitas a las anteriores ediciones del F¨®rum de Sintra. La reivindicaron Olivier Blanchard (completada ¡°con alguna forma de ministro de Hacienda¡±); Mario Draghi (¡°a la eurozona le falt¨® un instrumento fiscal central, como el que dispone EE?UU a nivel federal¡±); la economista jefa de la OCDE, Laurence Bone (¡°la pol¨ªtica macro est¨¢ limitada por la falta de una funci¨®n fiscal estabilizadora¡±); la del FMI, Gita Gopinath (¡°la eurozona necesita un instrumento fiscal¡±); y la profesora Hel¨¨ne Rey (LSE): ¡°si no creamos nuevas herramientas¡±, llegar¨¢n inevitablemente ¡°los ajustes¡± dolorosos, alert¨®.
Jens Weidmann, la deslealtad y la carambola
Los Veintiocho inician esta noche el reparto de cargos. Si empiezan por el m¨¢s ¡°t¨¦cnico¡±, el del BCE, podr¨ªa prosperar el candidato de continuidad de Draghi, el finland¨¦s Erkki Liikanen. Es el preferido en la casa, y una tercera v¨ªa entre franceses y alemanes.
El jefe del Bundesbank, el halc¨®n Jens Weidmann, solo tiene opci¨®n si fracasa su paisano Manfred Weber para la Comisi¨®n. La suya es cuesti¨®n de carambola. Weidmann se ha opuesto a casi todas las nuevas pol¨ªticas expansivas del BCE. Incluso acudiendo a apoyar en los tribunales a quienes las recurr¨ªan.
Ayer mismo formul¨® a Die Zeit un tard¨ªo mea culpa de lo que la mayor¨ªa de sus colegas consideran "graves deslealtades": la de atacar ante los jueces el plan OMT, acordado por el BCE ?en 2012! para proteger a los vulnerables. Se hizo "todo lo necesario", en la famosa frase de Draghi, para salvar al euro. Y se salv¨®. Si el voto de Weidmann se hubiera impuesto, se habr¨ªa derrumbado.
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