Mario Draghi promete nuevos est¨ªmulos monetarios si persiste el riesgo de deflaci¨®n
Donald Trump critica las palabras del presidente del BCE por considerar que hacen caer al euro y perjudican a EE UU
La econom¨ªa europea corre el riesgo de acercarse al rigor mortis de la deflaci¨®n. Por eso el presidente del BCE, Mario Draghi, asegur¨® el martes que ¡°ser¨¢n necesarios est¨ªmulos monetarios adicionales¡± si no hay ¡°progresos¡± que empujen la inflaci¨®n hacia arriba. Esta promesa (condicional) provoc¨® mejoras en los mercados europeos. Y arremetidas del presidente de EE?UU, Donald Trump. Si bien ¨¦l solicita est¨ªmulos a su Reserva Federal, culp¨® al BCE de impulsarlos para depreciar al euro y favorecer deshonestamente las exportaciones europeas. Draghi no se arredr¨®. Le replic¨® reiterando sus propios planes.
El anuncio del BCE y el rifirrafe cruzado con Trump se produjeron en el encuentro anual de debate de la instituci¨®n, en la localidad de Sintra, vecina a Lisboa. El fin declarado es aupar la inflaci¨®n hacia su objetivo oficial, fijado en 2003: que es en el entorno, pero por debajo, del 2%.
Draghi se mostr¨® convencido de que, en el inmediato futuro, el riesgo deflacionario (aunque no us¨® esa terrible expresi¨®n, sino la de ¡°inflaci¨®n demasiado baja¡±), y con ¨¦l, el estancamiento, seguir¨¢ acechando.
De hecho, el pron¨®stico del aumento de precios a cinco a?os visto capot¨® el martes a un fatal r¨¦cord: ser¨¢, dentro de un quinquenio, del 1,1%, seg¨²n las cifras que manejan los banqueros centrales y que no salen de encuestas, sino de aquellos que se juegan el dinero en las condiciones medias incorporadas a los contratos swap: estos prev¨¦n pagos diferidos, por lo que incluyen el deterioro de la capacidad adquisitiva a causa del aumento de precios augurado. Es el mayor mercado del mundo.
Mario Draghi just announced more stimulus could come, which immediately dropped the Euro against the Dollar, making it unfairly easier for them to compete against the USA. They have been getting away with this for years, along with China and others.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) June 18, 2019
El razonamiento del BCE parte de que los riesgos ya han sido graves en 2018. Draghi se?al¨® los desfavorables ¡°factores geopol¨ªticos¡±, al ¡°creciente riesgo de proteccionismo¡± y a ¡°las vulnerabilidades de los mercados emergentes¡±. Ninguno de esos nubarrones se ha ¡°disipado¡±, certific¨®. Con lo que abri¨® la veda a inminentes medidas de expansi¨®n monetaria.
No solo la abri¨®, sino que adem¨¢s se apoy¨® en la propia historia reciente para acumular fuerzas en esta posible reedici¨®n de un paquete de est¨ªmulos: ¡°Al igual que nuestro marco de pol¨ªticas ha evolucionado para afrontar nuevos desaf¨ªos, puede hacerlo de nuevo¡±, razon¨®. Y avanz¨® que en las pr¨®ximas semanas el consejo del BCE ¡°deliberar¨¢ sobre c¨®mo adaptar nuestros instrumentos a la severidad del riesgo contra la estabilidad de precios¡±.
?Cu¨¢les? Simplemente, todos. Draghi se refiri¨® en concreto a nuevos recortes de los tipos de inter¨¦s (supondr¨ªa ahondar en terreno negativo), a medidas que mitiguen los efectos colaterales desfavorables de los mismos y al programa estrella de la expansi¨®n cuantitativa, la compra de activos p¨²blicos y empresariales.
El presidente de EE?UU, Donald Trump, replic¨® las palabras del presidente del BCE: ¡°Mario Draghi acaba de anunciar que podr¨ªa aumentar los est¨ªmulos, lo que inmediatamente ha hecho caer al euro frente al d¨®lar, haciendo que sea injustamente m¨¢s f¨¢cil para ellos competir contra EE?UU¡±, escribi¨® el mandatario en su cuenta de Twitter. ¡°Se han estado saliendo con la suya en este aspecto durante a?os, junto a China y otros¡±, a?adi¨®.
El discurso de Draghi tambi¨¦n tuvo un impacto en el rendimiento del bono espa?ol con vencimiento a 10 a?os, que ca¨ªa hasta un nuevo m¨ªnimo hist¨®rico del 0,443% desde el 0,523% del comienzo de la sesi¨®n.
Entre los banqueros centrales, acad¨¦micos y economistas reunidos en Sintra, las cr¨ªticas al mensaje de Trump proliferaron. Unos lo interpretaban como una ¡°nueva presi¨®n¡± sobre la reuni¨®n que este mi¨¦rcoles debe mantener la c¨²pula de la Reserva Federal. A la que, por cierto, parad¨®jicamente, Trump siempre le ha pedido ¡ªa veces con malos modales, irrespetuosos con la independencia de su banco central¡ª medidas que favorecieran la ya recalentada econom¨ªa norteamericana, como las bajadas de tipos.
Otros detectaban un preanuncio de que el mandatario ¡°endurecer¨¢ su posici¨®n antieuropea¡± cuando culmine este verano su discusi¨®n arancelaria con China.
En todo caso, Trump critic¨® a Draghi por adelantar para la eurozona lo que ¨¦l desea que haga Jerome Powell para EE?UU. Podr¨ªa haber hallado carburante para su destemplada reacci¨®n en otro pasaje del discurso del italiano.
Aquel en que comparaba la gran apertura comercial del ¨¢rea euro (51% del PIB) con el relativo aislacionismo norteamericano (27%): ¡°Eso significa que el impacto de los tipos? negativos sobre la inflaci¨®n o las condiciones financieras a trav¨¦s del tipo de cambio es m¨¢s potente¡±. Atenci¨®n: aludi¨® al tipo de cambio (la bestia negra, interpretable como un deseo de desleal depreciaci¨®n competitiva); y no lo hizo con un t¨¦rmino despectivo, sino m¨¢s bien favorable o, al menos, neutral: ¡°Potente¡±.
Pero claro, quiz¨¢ esa radiograf¨ªa era una asignatura demasiado sofisticada para que la afrontase el actual inquilino de la Casa Blanca. As¨ª que propin¨® al italiano una r¨¢faga de tuits. De este tenor: ¡°?Los mercados europeos suben por los comentarios (injustos respecto a EE?UU) hechos hoy por Mario D.!¡±. ¡°?El Dax alem¨¢n sube por los comentarios sobre los est¨ªmulos de Mario Draghi. Muy injusto con EE?UU!¡±. O ¡°los funcionarios del BCE ven el recorte de tipos como herramienta esencial de cualquier nuevo est¨ªmulo¡±.
Draghi no se amilan¨® ante estos ataques singulares. En un debate, por la tarde, con otros banqueros centrales, rechaz¨® las insinuaciones sobre una supuesta manipulaci¨®n de los tipos de cambio en beneficio de la zona euro. ¡°Nuestro mandato es la estabilidad de los precios (...), no tenemos objetivo de tipo de cambio¡±, explic¨®. Reafirm¨® su predisposici¨®n a nuevos est¨ªmulos. Y precis¨® que estos no se plantean ¡°si las cosas contin¨²an as¨ª¡±, sino por algo m¨¢s exigente: ¡°En ausencia de progresos¡± que nos alejen de la deflaci¨®n. Cuesti¨®n de grado y de intensidad: pero cuesti¨®n al fin y al cabo.
No contento con ello, reiter¨® que la revisi¨®n es aplicable a ¡°todos los instrumentos disponibles¡±, sean bajadas de tipos de inter¨¦s o incrementos de los programas de compras. Eso s¨ª ¡ªprecis¨® por dos veces¡ª: ¡°No apuntamos al tipo de cambio¡±. Nada de proteccionismos europeos (devaluaciones, depreciaciones) contra el proteccionismo trumpista.
Sali¨® en tromba, en su apoyo y contra Trump, el veterano exvicepresidente de la Reserva Federal Stanley Fischer: ¡°Si este hombre consigue un segundo mandato, convertir¨¢ a EE?UU en un pa¨ªs tercermundista¡±, alert¨®.
Un legado expansivo frente a la guerrilla de los ¡®halcones¡¯
A punto de cumplir los ocho a?os de presidente ¡ªen octubre¡ª, Mario Draghi lanz¨® el martes su testamento en favor de una pol¨ªtica monetaria expansiva futura que se inspire en sus dos mandatos.
Porque ha sido efectiva, sostuvo, gracias a los nuevos instrumentos desplegados, para salvar la crisis del euro y pautar la recuperaci¨®n posterior.
Lo hizo con una elegante pero inequ¨ªvoca rega?ina a los halcones, representados en la sala por el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, su probable sucesor si Berl¨ªn no logra imponer para la Comisi¨®n a su eurodiputado Manfred Weber.
Draghi reivindic¨® el programa OMT de compra de bonos a los vulnerables lanzado en 2012 en aplicaci¨®n de sus famosas palabras (¡°Har¨¦ todo lo que sea necesario para salvar al euro¡±). No fue siquiera necesario ejecutarlo para evitar el desplome a Italia y Espa?a.
Pero ¡°algunos lo cuestionaron¡±, record¨® el banquero central ¡°incluso por la v¨ªa legal¡±. Se refer¨ªa a que el representante del Bundesbank obstaculiz¨® ese programa desde el consejo del BCE, y luego apoy¨® el recurso a los tribunales que plantearon otros actores.
El Tribunal de Justicia de la UE valid¨® el programa. Y as¨ª contribuy¨® a ensanchar el escaso instrumental del que dispon¨ªa Fr¨¢ncfort, limitado al manejo de los tipos de inter¨¦s y a las rondas de liquidez bancaria.
El mismo tribunal valid¨® recientemente la expansi¨®n cuantitativa, tambi¨¦n cuestionada en Alemania. Lo que ¡°no solo afirm¨® que el programa de compra de activos era un instrumento legal de la pol¨ªtica monetaria¡± (susceptible de multiplicarse ahora), sino que reconoci¨® al BCE la ¡°flexibilidad incorporada a nuestro mandato¡± en el Tratado, sentenci¨®.
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