Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, el guardi¨¢n de la independencia de la Autoridad Fiscal
El presidente de la Airef amenaz¨® con dimitir hasta en cinco ocasiones para asegurar la autonom¨ªa de la instituci¨®n que cre¨® y que abandonar¨¢ en ocho meses
La Autoridad Fiscal ha mantenido una actividad fren¨¦tica en las ¨²ltimas semanas. Quienes no conocieran hasta ahora esta instituci¨®n han tenido la oportunidad de descubrir en el ¨²ltimo mes un organismo que ha sacado los colores a varias Administraciones p¨²blicas por gestionar mal las subvenciones, las becas, las pol¨ªticas activas de empleo, el gasto farmac¨¦utico, Correos, las ayudas industriales o las destinadas a la I+D.
La Airef, acr¨®nimo de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, es en realidad una instituci¨®n p¨²blica creada en 2014 por exigencia de la Comisi¨®n Europea. Fue una de las condiciones que impuso la troika a Espa?a tras el dram¨¢tico rescate financiero de 2012. Bruselas buscaba que el Estado contara con un organismo independiente que velara por la sostenibilidad de las cuentas p¨²blicas y emitiera alertas tempranas sobre los desequilibrios de los presupuestos. La idea era que el pa¨ªs recuperara la credibilidad perdida en los a?os en los que era incapaz de controlar sus cuentas y de embridar el d¨¦ficit.
Desde su creaci¨®n, la Airef se ha convertido en el pepito grillo de los ministros de Hacienda y los consejeros regionales de Finanzas. El principal art¨ªfice de que la Airef se haya convertido en una de las instituciones con m¨¢s prestigio y mejor reputaci¨®n del sistema p¨²blico espa?ol ha sido Jos¨¦ Luis Escriv¨¢ Belmonte (Albacete, 58 a?os). Cre¨® el ¨®rgano de la nada, lo organiz¨®, le confiri¨® de una estructura y lo ha dirigido en los ¨²ltimos a?os blindando su independencia. Su gesti¨®n ha sido muy presidencialista y, por tanto, marcada por su fuerte car¨¢cter. Por eso, cuando est¨¢ a punto de terminar su mandato (en febrero de 2020), hay quien se pregunta qu¨¦ ser¨¢ del organismo cuando ¨¦l no est¨¦.
Se le reconoce haber creado el organismo de la nada y prestigiarlo
Su paso por la Airef no ha resultado indiferente. Cuando a finales de 2013, Crist¨®bal Montoro, el ministro de Hacienda de aquella ¨¦poca, le telefone¨® para proponerle que dirigiera el nuevo supervisor presupuestario, Escriv¨¢ s¨ª se lo pens¨® dos veces. Era el responsable del Banco Internacional de Pagos de Basilea (BIS) para las Am¨¦ricas y apenas conoc¨ªa el papel de estas instituciones. Lo primero que hizo fue viajar a Washington para ver c¨®mo funcionaba el Congressional Budget Office (CBO), el equivalente estadounidense de la Airef. Recab¨® la opini¨®n de expertos y solo acept¨® el cargo tras hacerse una idea precisa del cometido del organismo.
Su nombramiento despert¨® alg¨²n recelo porque, aunque tiene plaza en el Banco de Espa?a, donde comenz¨® su carrera, trabaj¨® como jefe de estudios del BBVA, desde donde emiti¨® duros informes contra la gesti¨®n de la crisis del Gobierno de Zapatero.
La nueva instituci¨®n fue creada por una Ley Org¨¢nica del 14 de noviembre de 2013. Y establec¨ªa que el nombramiento del presidente deb¨ªa ser aprobado por el Congreso. Como le hab¨ªa propuesto el Gobierno del PP, que en aquella ¨¦poca gozaba de mayor¨ªa absoluta, Montoro le garantiz¨® el puesto con el rodillo parlamentario de los populares. Pero Escriv¨¢ negoci¨® con el PSOE y el resto de grupos pol¨ªticos en busca de un respaldo m¨¢s amplio.
Una vez al frente de la Airef, comenzaron los problemas. Hab¨ªa que construir una nueva instituci¨®n en medio de la peor crisis financiera desde la Guerra Civil. Rajoy hab¨ªa aprobado profundos recortes y, por entonces, los aumentos de gastos estaban mal vistos. Adem¨¢s, el nuevo organismo suplantar¨ªa el papel que hasta entonces desempe?aban otras Administraciones, lo que creaba suspicacias. As¨ª que su labor principal en aquellos primeros a?os fue marcar las l¨ªneas rojas para asegurar su independencia y garantizar los medios para ejercerla.
El inicio fue complejo. Antes de ganarse la reputaci¨®n actual, Escriv¨¢ present¨® la dimisi¨®n o amenaz¨® con hacerlo hasta en cinco ocasiones para preservar la autonom¨ªa del organismo. Fueron cinco batallas en las que se jug¨® el futuro de la instituci¨®n. Un nuevo organismo que, por primera vez, reduc¨ªa la discrecionalidad de los poderes pol¨ªticos y que, a su vez, entraba en un terreno difuso compartido por el Tribunal de Cuentas y la Intervenci¨®n General del Estado.
La instituci¨®n se ha convertido en el 'pepito grillo' de la Administraci¨®n
El primer pulso fue nada m¨¢s llegar, cuando se aprob¨® el Estatuto org¨¢nico del organismo, que desarrollaba la ley donde se definen sus objetivos, competencias y se regula su funcionamiento. Durante la tramitaci¨®n, el Gobierno del PP trat¨® de afeitar su autonom¨ªa. Pero Escriv¨¢ se plant¨®. Al final se aprob¨® un estatuto parecido al que tienen otros supervisores similares como la CNMC, el Tribunal de Cuentas o la CNMV.
El siguiente envite lleg¨® muy poco despu¨¦s. Cuando Hacienda le neg¨® los recursos necesarios para poner en marcha el organismo que Escriv¨¢ hab¨ªa dise?ado tras consultarlo con expertos del Banco de Espa?a. A mediados de 2014 apenas contaba con media docena de trabajadores. Algo insuficiente si se compara con la autoridad holandesa, la de referencia y m¨¢s prestigio, que dispone de alrededor de 250 empleados. El ministerio presion¨® de tal forma que lleg¨® a congelar los pagos de las n¨®minas si no se aceptaban sus condiciones. Escriv¨¢ contraatac¨® con un segundo intento de dimisi¨®n. Algo que Bruselas, que vigilaba de cerca, no tolerar¨ªa.
El tercer obst¨¢culo se present¨® a principios de 2015, cuando Patrimonio del Estado, dependiente de Hacienda, quiso desalojarlos de las oficinas donde se hab¨ªan instalado, unas dependencias de la calle de Jos¨¦ Abascal, en Madrid. Patrimonio lleg¨® a cerrar con llave todos los despachos. La presi¨®n en ese caso tambi¨¦n fue m¨¢xima.
Mientras tanto, la Airef ya comenzaba a emitir informes que hac¨ªan revolverse a algunos en sus sillones. Los ajustes prometidos a Bruselas ya no llegaban con la misma intensidad, los presupuestos no se cumpl¨ªan y las Administraciones apenas bajaban el d¨¦ficit. Y todo eso era plasmado en los informes de la Airef. Unos trabajos donde se explicaba con detalle qu¨¦ metodolog¨ªa hab¨ªan usado para llegar a sus conclusiones, algo ins¨®lito entre las Administraciones espa?olas.
El cuarto encontronazo se produjo a finales de 2015, cuando Hacienda neg¨® un complemento de productividad salarial a los trabajadores de la Airef. Por aquella ¨¦poca, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, actual alcalde de Madrid, era uno de los tres directores generales del organismo. Y fue quien negoci¨® a cara de perro con Hacienda para conseguir m¨¢s funcionarios y mejoras salariales. El ministerio aduc¨ªa que no pod¨ªa permitirlo mientras recortaba el sueldo a los funcionarios y reduc¨ªa partidas del Presupuesto. La tensi¨®n fue tal que la c¨²pula de la Airef envi¨® una carta a Montoro amenaz¨¢ndole con la dimisi¨®n en bloque si no atend¨ªa sus peticiones.
Quinto asalto
Y el quinto enfrentamiento entre el ministerio y la Airef se produjo a finales de 2015, cuando Hacienda trat¨® de restringir el acceso a la informaci¨®n del organismo. Escriv¨¢ puso una demanda ante la Audiencia porque consideraba que la actitud de ministerio socavaba sus competencias. Un a?o despu¨¦s, la instituci¨®n, que cuenta con 55 trabajadores, se hab¨ªa desprendido de las correas con las que intentaban limitarla.
Uno de los episodios m¨¢s pol¨¦micos los vivi¨® con el Tribunal de Cuentas. El fiscalizador evidenci¨® incumplimientos en contrataci¨®n y gesti¨®n de personal: trabajadores con sueldos superiores a lo permitido, nombramientos sin publicidad ni concurrencia, fraccionamiento de contratos.?Se produjo en agrio pulso entre ambas entidades porque al supervisor presidido por Escriv¨¢ no le sentaron bien las conclusiones del Tribunal de Cuentas.
Fuentes de La Moncloa destacan el valor del trabajo de Escriv¨¢ por construir la instituci¨®n desde la nada, pero se?alan el controvertido car¨¢cter del presidente de la Airef, con una fuerte personalidad. A¨²n as¨ª, aseguran que se ha ganado el respeto por su trabajo y remarcan el perfil de elevada profesionalidad que le ha conferido a la instituci¨®n. A¨²n as¨ª en los ¨²ltimos meses han arreciado las voces de aquellos que critican que se excede en sus opiniones. La Airef aduce que sus competencias son muy amplias y que el Gobierno le ha encargado estudios para que opine sobre las becas, Correos o el gasto sanitario.
¡°La Airef es un soplo de aire fresco, impulsado por Bruselas, en el panorama institucional espa?ol en un doble sentido: por su forma de trabajar [neutralidad y falta de politizaci¨®n] y por su actividad en una Espa?a con tan poca tradici¨®n de evaluaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas¡±, explica V¨ªctor Lapuente, profesor de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Gotemburgo. Este experto en calidad democr¨¢tica y de las instituciones, remarca: ¡°El gran reto es su consolidaci¨®n una vez se haya ido el equipo directivo actual. ?Seremos capaces de mantenerla o acabar¨¢ subsumida en el magma de instituciones politizadas al servicio del Gobierno de turno?¡±.
Cinco informes antes de concluir el mandato en febrero
La Ley Org¨¢nica que regula el funcionamiento de la Airef es muy clara. El mandato es por seis a?os no renovables. Por tanto, la presidencia de Jos¨¦ Luis Escriv¨¢ finaliza en febrero del pr¨®ximo a?o. Del perfil de su sucesor depender¨¢ que la instituci¨®n se consolide o su independencia se diluya como un azucarillo y su papel quede relegado a la irrelevancia. Para evitar eso, el organismo dispone de varias palancas, como su estatuto org¨¢nico o el perfil que Escriv¨¢ ha escogido para los trabajadores de la Airef.
Para reforzarlo, Escriv¨¢ trabaja en varios informes que quiere publicar antes de su marcha. Uno versa sobre el futuro de la propia Airef, la necesidad de reforzar su independencia y de que cuente con mayor blindaje financiero. La idea es que el que supervisa no est¨¦ en manos del supervisado, explican fuentes del organismo.
Otro de los estudios que prepara tiene que ver con la reforma de la Ley de Estabilidad, la norma aprobada en 2012, que fija cors¨¦s presupuestarios a las administraciones p¨²blicas. Y propondr¨¢ un marco alternativo al que existe.
Tambi¨¦n pretende dejar otro documento de trabajo sobre c¨®mo deben ser los procesos de evaluaci¨®n de pol¨ªticas p¨²blicas ex ante. Es decir, que los estudios previos a la aprobaci¨®n de determinadas pol¨ªticas de gasto incluyan los siempre los costes asociados.
Otro de los proyectos que tiene en marcha es sobre los pasivos contingentes de las administraciones p¨²blicas a medio y largo plazo. En este cap¨ªtulo se analizar¨¢n los riesgos financieros de la Sareb, el Frob, la morosidad de los pr¨¦stamos concedidos por las administraciones y los riesgos asociados al gasto sanitario.
Por ¨²ltimo, trabaja en una bater¨ªa de indicadores de transparencia fiscal de distintas administraciones, Estado, comunidades y ayuntamientos m¨¢s grandes.
M¨¢s all¨¢ de estos trabajos, la Autoridad Fiscal tambi¨¦n prepara los encargos que ha recibido del actual Ejecutivo socialista.
Probablemente el sucesor de Escriv¨¢ sea el encargado de presentar el estudio sobre los 60.000 millones de euros en beneficios fiscales (deducciones, bonificaciones, exenciones) del sistema tributario espa?ol. Tambi¨¦n analizar¨¢ los procesos que se siguen cuando se decide aprobar proyectos ferroviarios con an¨¢lisis coste-beneficio. Y por ¨²ltimo, examinar¨¢ con m¨¢s detalle el gasto farmac¨¦utico de los hospitales p¨²blicos.
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