Las exportaciones espa?olas crean menos empleo de calidad que en los principales pa¨ªses europeos
Un tercio de lo que exporta Espa?a se ha generado fuera, se?ala un informe de la Fundaci¨®n BBVA y el IVIE
No basta con aumentar las exportaciones para mejorar la riqueza nacional. En una econom¨ªa globalizada, puede ocurrir que un pa¨ªs como Espa?a tenga un papel intermedio en la producci¨®n y necesite importar muchos bienes para poder vender fuera. Tal es el caso del autom¨®vil: el dise?o se hace all¨¢ donde est¨¦ la matriz, y las piezas proceden de lugares m¨¢s baratos. De modo que aqu¨ª solo se ensamblan los componentes, algo que reviste menos valor. Y, por tanto, lo que realmente se queda en la econom¨ªa espa?ola al final es menor. Eso denuncia un informe de la Fundaci¨®n BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (IVIE): las exportaciones espa?olas generan menos empleo cualificado que en los principales pa¨ªses europeos, sostiene.
Gracias a la apertura comercial, la tecnolog¨ªa y el transporte, muchas veces hoy los bienes se producen a trav¨¦s de cadenas de producci¨®n o redes de colaboraci¨®n en las que el trabajo se divide entre empresas y ubicaciones muy distintas. Son las llamadas cadenas de valor globales. Y la clave del ¨¦xito para un pa¨ªs consiste en retener las actividades que brindan un mayor valor a?adido. El ejemplo cl¨¢sico es el de un iPhone fabricado en China. Aunque se haya manufacturado en el gigante asi¨¢tico, el grueso de los beneficios y salarios se dirige a Estados Unidos, que es donde se ha desarrollado el dise?o y la tecnolog¨ªa. En China se queda muy poco.
La Fundaci¨®n BBVA y el IVIE han elaborado un estudio sobre la competividad espa?ola en las cadenas de producci¨®n global. Y pese a la mejora de las exportaciones registrada durante la ¨²ltima d¨¦cada, Espa?a no figura muy bien en el reparto: "Genera menos empleo de alta cualificaci¨®n a partir de sus exportaciones que los principales pa¨ªses europeos", afirma el documento publicado este viernes. Y el motivo reside en que "participa menos en las tareas de mayor valor dentro de las cadenas de producci¨®n globales".?
"La econom¨ªa espa?ola tiene m¨¢s dificultades que otras europeas para desarrollar actividades m¨¢s generadoras de valor a?adido", explican los autores. Y ello se debe a la escasa inversi¨®n empresarial en I+D, innovaci¨®n, tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, formaci¨®n de los trabajadores o marketing. En Espa?a, los trabajos cualificados, y por tanto los mejor remunerados, tienen un peso menor en la producci¨®n para exportar: un 26%. La cifra se sit¨²a por debajo de lo que supone en Reino Unido, Francia o Alemania: entre un 33,8% y un 35,1%. Lo que, seg¨²n el estudio, evidencia el "d¨¦bil posicionamiento de la econom¨ªa espa?ola" en las cadenas de valor. El Banco de Espa?a y Funcas han concluido que las exportaciones espa?olas est¨¢n sufriendo m¨¢s el reciente par¨®n exterior debido a su bajo contenido tecnol¨®gico, que las hace m¨¢s sensibles a la competencia en precio.
Mientras que en Espa?a solo el 26% del empleo creado por las exportaciones de autom¨®vil es de alta cualificaci¨®n, en Alemania alcanza el 36,4%. En el textil, el trabajo cualificado supone en Espa?a el 16%, frente al 35% de Francia y el 33% de Reino Unido. En el sector agroalimentario espa?ol est¨¢ en el 10%, lejos del 21% de Reino Unido, dice el documento. Y a?ade que aunque Espa?a haya avanzado en su integraci¨®n dentro de las cadenas globales, el empleo en la industria manufacturera se reduce porque se ha estado deslocalizando hacia pa¨ªses emergentes. Ya solo representa un 11,1 % del total, hecho que sucede igual en las grandes econom¨ªas occidentales y que est¨¢ detr¨¢s de las actuales tensiones proteccionistas.
"Los expertos hablan de la sonrisa del valor. Hay m¨¢s valor en las fases de preproducci¨®n y postproducci¨®n de la cadena, es decir, la concepci¨®n, la investigaci¨®n, el dise?o, el marketing y los servicios. En cambio, hay menos valor en las actividades rutinarias de producci¨®n. La posici¨®n de los pa¨ªses es mucho mejor cuantas m¨¢s tareas consiguen del principio o del final", explica Francisco P¨¦rez, director de investigaci¨®n del IVIE y uno de los autores del estudio. Un ejemplo positivo ser¨ªa Zara, que externaliza la confecci¨®n pero que dise?a y distribuye.??
As¨ª que ahora se vende m¨¢s en el exterior, pero tambi¨¦n se participa m¨¢s en las cadenas de producci¨®n internacional. Lo cual significa que ha aumentado lo que se importa para luego comerciarlo fuera. El 30,9% del valor de las exportaciones espa?olas se genera en otras econom¨ªas, diez puntos m¨¢s que en 1995, subraya el estudio. En consecuencia, el porcentaje de valor que se mantiene en Espa?a, ¡ªes decir, de sueldos y beneficios¡ª?apenas toca el 70%, un nivel inferior al de los principales pa¨ªses europeos. A saber: Alemania, Francia, Reino Unido e Italia.
Y este fen¨®meno es m¨¢s acusado en la industria que en los servicios. Mientras que en la producci¨®n de bienes se importa el 40% de los insumos que se precisan, en los servicios solo se importa un 10%. De forma que aunque las ventas de manufacturas son mayores en euros, los servicios dejan un mayor valor a?adido: aportan el 50% de los sueldos y beneficios que dejan las exportaciones frente al 37% que se queda de las manufacturas. En 1995 representaban el 39% y el 48%, respectivamente.?
En un contexto de digitalizaci¨®n y robotizaci¨®n, el informe alerta de que la econom¨ªa espa?ola se enfrenta a "mayores desaf¨ªos por su elevada concentraci¨®n de ocupados en puestos de producci¨®n o fabricaci¨®n, frente a los de creaci¨®n o preproducci¨®n y, en general, los m¨¢s basados en el conocimiento". "Los puestos relacionados con las actividades de fabricaci¨®n son los m¨¢s expuestos a la automatizaci¨®n y robotizaci¨®n. Afrontar esos retos pasa por mejorar el posicionamiento en las cadenas de valor, reorientando la especializaci¨®n hacia las actividades y tareas m¨¢s creativas, que generen m¨¢s valor a?adido", concluye.
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