Las cuentas de la lechera de Boris el optimista
Johnson quiere bajar impuestos para incentivar la econom¨ªa y lanzar un gran programa de inversi¨®n p¨²blica
El nuevo primer ministro brit¨¢nico, Boris Johnson, ha lanzado un rompedor programa de recorte de impuestos con la esperanza de reactivar la econom¨ªa y financiar as¨ª un ambicioso programa de inversiones p¨²blicas que, de entrada, costar¨ªa m¨¢s de 30.000 millones de libras, unos 33.200 millones de euros. Y much¨ªsimo m¨¢s si se ponen en marcha todas las propuestas que lanz¨® durante su campa?a por el liderazgo de los conservadores brit¨¢nicos.
Johnson?ha anunciado que bajar¨¢ el IRPF a las clases medias-altas (con ingresos de entre 50.000 y 80.000 libras al a?o, entre 55.500 euros y 88.500 euros), reducir¨¢ las cotizaciones sociales y recortar¨¢ el impuesto que grava las transacciones inmobiliarias. Quiere tambi¨¦n bajar la llamada business tax que est¨¢ ahogando el comercio en las grandes ciudades, universalizar la banda ancha antes de 2025, crear seis nuevos puertos francos al estilo de Singapur, extender el tendido ferroviario de alta velocidad, tener un aeropuerto abierto 24 horas, aumentar los polic¨ªas, m¨¢s dinero por alumno en las escuelas primarias y secundarias, m¨¢s carreteras, m¨¢s centrales el¨¦ctricas limpias y hasta un puente que una Escocia con Irlanda del Norte.
?C¨®mo se va a financiar todo? Boris el optimista, que ha alcanzado la cima pol¨ªtica de Reino Unido con el populista mensaje de que el verdadero problema del pa¨ªs no es el Brexit sino el pesimismo que han difundido los enemigos de la ruptura con Europa, cree ciegamente en la pol¨ªtica impulsada en su d¨ªa por Ronald Reagan en Estados Unidos en los a?os ochenta del siglo pasado. Siguiendo los consejos de su asesor Arthur Laffer, Reagan recort¨® impuestos para aumentar las recaudaciones fiscales, una f¨®rmula considerada quim¨¦rica por una gran mayor¨ªa de expertos.
¡°Deber¨ªamos recordar el fen¨®meno identificado antes que nadie por el gran erudito musulm¨¢n Ibn Jald¨²n en el siglo XIV en T¨²nez, adscrito ahora a Arthur Laffer: si recortas los impuestos adecuados, puedes incrementar los ingresos fiscales para el Gobierno. Y con eso en la mente, deber¨ªamos mirar no a una subida de impuestos sino a un recorte del IRPF, de las ganancias del capital y de las transacciones inmobiliarias¡±, escribi¨® Johnson en septiembre del a?o pasado en su columna semanal en The Daily Telegraph, el diario conservador y furibundamente pro-Brexit.
Y dicho y hecho. Aunque Reagan acab¨® disparando el d¨¦ficit y la deuda p¨²blica de Estados Unidos para lograr su objetivo de inyectar miles de millones de d¨®lares en la econom¨ªa, gastados en gran parte en contratos multimillonarios para las empresas de defensa, no en programas que permitieran la incorporaci¨®n a la econom¨ªa de las clases m¨¢s desfavorecidas del pa¨ªs.
Johnson ha puesto en marcha su versi¨®n particular del cuento de la lechera. Ha anunciado ya diversas medidas concretas de recortes de impuestos. Y, a la espera de que esos recortes empiecen a dar fruto de acuerdo con las tesis de Ibn Jal¨²n, prev¨¦ poder financiar el aumento del gasto p¨²blico con un dinero que hasta ahora se consideraba intocable: la bolsa de 26.600 millones de libras ahorradas por el canciller del Exchequer saliente, Philip Hammond (que salt¨® del barco gubernamental antes de que el nuevo primer ministro le echara a patadas por su tibieza en materia de Brexit), y que este quer¨ªa reservar para un eventual presupuesto de urgencia en el caso de que Reino Unido acabara abandonando la Uni¨®n Europea sin acuerdo.
La factura del divorcio
Johnson, que se ha comprometido a materializar el Brexit no m¨¢s tarde de la actual fecha l¨ªmite del 31 de octubre, haya o no haya acuerdo, cuenta tambi¨¦n con el paquete de 39.000 millones de libras (43.000 millones de euros) que Reino Unido deber¨ªa pagar a la UE al marcharse para cumplir con los compromisos presupuestarios pendientes o ya en marcha. La llamada ¡°factura del divorcio¡±. Boris el optimista ha asegurado a las bases conservadoras que Londres no pagar¨¢ ese dinero si se va sin acuerdo. Y quiere utilizarlo para suavizar el impacto de un Brexit a las bravas.
Sin embargo, esa posici¨®n tiene dos puntos d¨¦biles. El primero es que no hay acuerdo sobre la tesis de Boris de que el pago de la factura del divorcio (que incluye, por ejemplo, las pensiones de los funcionarios brit¨¢nicos en Bruselas) no es una obligaci¨®n legal. El segundo punto d¨¦bil es que Bruselas considera que, al margen de la cuesti¨®n legal, esa es una obligaci¨®n moral de Reino Unido y es imposible aceptar ning¨²n futuro acuerdo comercial que no incluya el pago de esa factura. Y no es descartable que Europa se niegue incluso a empezar siquiera unas negociaciones sobre el futuro sin que Londres acepte antes pagar ese dinero.
A pesar de sus apelaciones al erudito tunecino y al asesor econ¨®mico de Reagan, Johnson parece intuir que sus cuentas se parecen m¨¢s a las de la lechera que a las del mundo real y ha dado ¨®rdenes al nuevo responsable de las finanzas p¨²blicas, Sajid Javid, para que se salte las r¨ªgidas normas de disciplina fiscal impuestas por los conservadores en 2010. Aplicadas tanto por el canciller George Osborne en tiempos de David Cameron como por Philip Hammond con Theresa May, esa austeridad ha permitido reducir el d¨¦ficit presupuestario desde el 10% del PIB en 2010 a poco m¨¢s del 1% ahora.
El nuevo primer ministro ha detallado algunas de las nuevas medidas, pero muchas son meras declaraciones de intenciones. El anuncio m¨¢s concreto es el recorte del IRPF para las clases medias m¨¢s acomodadas, uno de los principales graneros de votos para el Partido Conservador. Johnson quiere que el nivel m¨ªnimo del IRPF (20%) se aplique a los ingresos superiores a 80.000 libras anuales, en lugar del nivel actual de 50.000 libras al a?o. Hasta ahora, los ingresos por debajo de 12.500 libras est¨¢n exentos, hasta 50.000 libras pagan el 20%, hasta 150.000 el 40% y el resto el 45%.
Esa bajada de impuestos beneficiar¨ªa a 3,2 millones de contribuyentes con empleo activo, 400.000 pensionistas y un n¨²mero menor de aut¨®nomos, generando una reducci¨®n media de 2.500 libras al a?o por familia. Sin embargo, el respetado Instituto de Estudios Fiscales (IFS por sus siglas en ingl¨¦s) estima que el 75% de esa reducci¨®n ir¨ªa al 10% de hogares con m¨¢s ingresos (dentro de ese grupo de contribuyentes) y el 97% beneficiar¨ªa a un 30% de esos hogares. Es decir, solo un 3% del ahorro fiscal total quedar¨ªa repartido entre el 70% de los contribuyentes con ingresos entre 50.000 y 80.000 libras. El IFS estima, adem¨¢s, que el recorte beneficia mucho m¨¢s a los hombres que a las mujeres.
Johnson ha anunciado tambi¨¦n un aumento del techo que afecta a las contribuciones sociales, que en la actualidad deben pagarse por salarios que superan las 8.632 libras al a?o. Pero el nuevo primer ministro no ha aclarado ni cu¨¢l ser¨¢ el nuevo m¨ªnimo exento ni si la reducci¨®n afecta a la parte que pagan los empleados o a la que cubren las empresas, o ambas.
El Instituto de Estudios Fiscales calcula que, si la medida afectara solo a empleados (y aut¨®nomos), un aumento de 1.000 libras al a?o en el techo beneficiar¨ªa a 600.000 trabajadores con un coste de 3.000 millones de libras para las arcas p¨²blicas. Si beneficiara tambi¨¦n a las empresas, el coste subir¨ªa a 4.500 millones de libras anuales. Si el nuevo m¨ªnimo exento alcanzara las 12.500 libras (como en el IRPF), el coste ser¨ªa de 11.000 millones al a?o y superar¨ªa los 17.000 millones si tambi¨¦n beneficiara a las empresas, eximiendo del pago de cuotas a 2,4 millones de trabajadores.
Otra de las propuestas de Johnson, elevar el gasto educativo a 5.000 libras al a?o por alumno de secundaria y 4.000 por alumno de primaria, costar¨ªa 4.600 millones de libras. Crear 20.000 nuevas plazas para polic¨ªas costar¨ªa 1.100 millones de libras al a?o. Eximir del pago de la licencia de TV a los mayores de 75 a?os obligar¨ªa a subvencionar a la BBC con 250 millones el a?o. Aumentar a 500.000 libras el m¨ªnimo exento del pago de la tasa de transacciones inmobiliarias y actos documentados (la llamada stamp duty) costar¨ªa 3.800 millones de libras.
Se ignora el coste de los proyectos de gasto en infraestructuras. Ni c¨®mo se van a pagar. Solo la lechera y Boris el optimista parecen saberlo¡
Un pobre que se hizo rico, el nuevo responsable del Tesoro
Los ambiciosos planes de gasto p¨²blico de Boris Johnson llegan en un momento de gran incertidumbre sobre el futuro de la econom¨ªa. En parte por las inc¨®gnitas que conlleva el Brexit ¡ªya sea blando, duro, o en suspenso¡ª, y en parte por el deterioro de la actividad mundial, en especial de la zona euro. Con la libra esterlina por los suelos, la bolsa brit¨¢nica infravalorada un 10%, los proyectos de inversores extranjeras a la baja ¡ªdurante el ¨²ltimo a?o fiscal se registr¨® una contracci¨®n del 14% en el n¨²mero de proyectos y del 29% en los empleos creados¡ª, y con la inversi¨®n financiera extranjera apostando por operaciones a corto plazo y siempre con v¨ªas de escape, irse de la UE sin acuerdo parece algo descabellado.
El Banco de Inglaterra estim¨® en su d¨ªa que provocar¨ªa la p¨¦rdida de dos puntos de PIB de entrada y hasta ocho puntos a medio plazo. Algunos analistas creen que la libra podr¨ªa caer hasta la paridad con el d¨®lar; se tambalear¨ªa el mercado de la vivienda y todav¨ªa m¨¢s la industria del autom¨®vil; aumentar¨ªa el paro; se disparar¨ªa la deuda p¨²blica¡ Incluso un Brexit con acuerdo exigir¨ªa un endeudamiento anual adicional de 30.000 millones de libras, seg¨²n la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria. Todo eso en un contexto de posible recesi¨®n que, a juicio de centros de estudios como el NIESR, se podr¨ªa estar produciendo ya en estos momentos.
Boris Johnson cree que esos malos augurios forman parte de la conspiraci¨®n de los despectivamente llamados remoaners, un juego de palabras entre remain (quedarse) y moaner (quejica). Y ha puesto la econom¨ªa en manos de un hombre que representa el optimismo y la superaci¨®n de las adversidades: Sajid Javid (Rochdale, Norte de Inglaterra, 49 a?os), el primer miembro de una minor¨ªa ¨¦tnica que se convierte en canciller del Exchequer.
Nacido en una modesta familia de inmigrantes paquistan¨ªes, su padre era conductor de autobuses y su madre iletrada porque las ni?as no estudiaban en su aldea paquistan¨ª. ?l s¨ª pudo hacerlo y, aunque en la escuela le ve¨ªan gran potencial instalando parab¨®licas, Javid acab¨® en el Deutsche Bank con un sueldo de tres millones de libras al a?o. Sin embargo, en 2010 renunci¨® a esa remuneraci¨®n para convertirse en diputado del Partido Conservador. Uno de esos milagros en los que tanto conf¨ªa Boris el optimista.
Javid se rod¨® en el Gobierno a la sombra del entonces canciller George Osborne, un firme defensor de la sobriedad en el gasto. Pero su fogueo en el Tesoro no le hizo adicto a la austeridad: como responsable de Comunidades, defendi¨® el lanzamiento de un plan de vivienda por valor de 50.000 millones de libras a financiar con nueva deuda p¨²blica. En el puesto de ministro del Interior, su cargo hasta la semana pasada, pidi¨® un fondo de 100.000 millones para infraestructuras y reclam¨® tambi¨¦n m¨¢s polic¨ªas. La laxitud de Javid en el gasto es un factor clave para el futuro entendimiento con Johnson, ya que el primer ministro no podr¨ªa romper con la pol¨ªtica de austeridad sin la complicidad del responsable del Tesoro.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.