Espa?a juega a bajar impuestos
La propuesta de D¨ªaz Ayuso en Madrid puede encadenar nuevos anuncios, pero la capacidad fiscal de la capital es dif¨ªcil de igualar
El economista estadounidense Arthur Laffer, asesor de Ronald Reagan, describi¨® gr¨¢ficamente la relaci¨®n entre los impuestos y la recaudaci¨®n para concluir que una menor tributaci¨®n puede aumentar los ingresos de un territorio. Su teor¨ªa tiene numerosos detractores y algunos fans, como la presidenta de la comunidad madrile?a, Isabel D¨ªaz Ayuso, que ¡ªparafraseando al l¨ªder de Vox Santiago Abascal¡ª ha invitado a combatir el ¡°infierno fiscal¡± que seg¨²n ella se vive en otras autonom¨ªas gobernadas por la izquierda. Con la ¡°mayor bajada de impuestos de la historia¡± anunciada en la regi¨®n quiere abrir la puerta a que otras comunidades gobernadas por el PP sigan sus pasos. Pero ni otros lugares tienen el poder que da la capitalidad ni el momento es precisamente oportuno: la desaceleraci¨®n de la econom¨ªa y la falta de Gobierno central pueden comprometer seriamente las cuentas. Su anuncio, a la vez, ha despertado airadas cr¨ªticas desde la izquierda, que acusa a la madrile?a de ¡°competencia desleal¡± y ¡°dumping fiscal¡±. Algo que la media docena de expertos en econom¨ªa p¨²blica consultados tambi¨¦n desmontan.
Como opina ?ngel de la Fuente, director de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (Fedea), ¡°la capacidad de subir o bajar impuestos es parte fundamental de la autonom¨ªa. Bajar tipos y apa?arse con servicios algo peores es una opci¨®n tan leg¨ªtima como la contraria. Los votantes ya dir¨¢n si les parece bien¡±. Juzga las cr¨ªticas que se hacen a medidas como la de Madrid como ¡°un pel¨ªn demag¨®gicas. Uno puede estar de acuerdo o no en cada caso, pero no cabe hablar de dumping o de insolidaridad por un lado, o de infiernos fiscales por otro¡±. Jorge Onrubia, profesor de Hacienda P¨²blica de la Complutense e investigador asociado de Fedea, recuerda que si Madrid recorta tributos no por ello deja de poner su parte en el sistema de financiaci¨®n, ¡°y es aportante neta¡±, ni financia esa medida con impuestos del resto de comunidades.
Santiago Lago, catedr¨¢tico de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Vigo y director del grupo de investigaci¨®n GEN, tambi¨¦n insiste en que se da cierta incoherencia: ¡°Si en este pa¨ªs optamos por la descentralizaci¨®n, que significa tener competencias en gastos y tributos, lo l¨®gico es que se ejerzan. En el deseo de autogobierno est¨¢ la adecuaci¨®n de las preferencias de cada territorio. Esa incoherencia tiene que ver con falta de cultura federal en la diversidad¡±. Dicho esto, dice que ¡°defender la autonom¨ªa implica aceptar o asumir que, en algunos casos, decisiones de un territorio afectan a otros, como por ejemplo con una fuga de contribuyentes. Esto se produce cuando con los impuestos gravan bases muy m¨®viles, como la riqueza, y es lo que est¨¢ pasando. El problema est¨¢ en descentralizar ciertos tributos sin poner un suelo a los mismos¡±.
Por ejemplo, un extreme?o con 15 millones de euros de patrimonio (excluidos 300.000 de vivienda habitual) paga, seg¨²n un c¨¢lculo de Reaf, 418.000 euros al a?o. Un madrile?o igualmente acaudalado no paga nada, porque en esta comunidad el impuesto de patrimonio est¨¢ bonificado en su totalidad. En el impuesto de donaciones ocurre otro tanto: en Castilla y Le¨®n una persona de 30 a?os que reciba 800.000 euros de sus padres abonar¨¢ unos 200.000 euros, y en Cantabria no pagar¨¢ nada. Es relativamente f¨¢cil trasladar la residencia fiscal de un lugar a otro, aunque no hay ning¨²n estudio emp¨ªrico que ponga n¨²meros a esas supuestas fugas. M¨¢s dif¨ªcil es cambiarse de trabajo para aterrizar en otra autonom¨ªa donde se abonan menos impuestos. A un catal¨¢n soltero, sin hijos, que ingrese 16.000 euros al a?o Hacienda le retiene 1.004 euros en su comunidad por IRPF, mientras que a un madrile?o o un canario en su misma situaci¨®n solo 864 euros.
?Pero hasta qu¨¦ punto la iniciativa de Ayuso va a desencadenar una cascada de reacciones de 'qui¨¦n da m¨¢s'? En Andaluc¨ªa, gobernada por el popular Juan Manuel Moreno Bonilla echan el freno. ¡°Ya hemos tomado medidas, como la bonificaci¨®n en sucesiones y donaciones; transmisiones patrimoniales o una bajada del IRPF progresiva de manera que dentro de cuatro a?os se reduzcan a cinco los actuales siete tramos. Pero esto no es ninguna competici¨®n, no queremos que Andaluc¨ªa sea la autonom¨ªa con menos impuestos, sino que est¨¦ entre las zonas con una fiscalidad menor¡±, trasladan desde la Consejer¨ªa de Hacienda. Y no hay ninguna medida nueva al hilo de la declaraci¨®n de Ayuso, como err¨®neamente se especul¨®. Porque otras comunidades lo tienen m¨¢s dif¨ªcil para anunciar alegremente recortes m¨¢s all¨¢ de que pol¨ªticamente lo vean m¨¢s o menos atractivo. ¡°Madrid es muy singular, tiene unas rentas personales y societarias derivadas de la capitalidad muy importantes, hasta el punto de tener el nivel de renta m¨¢s alto de Espa?a. Eso se ha construido durante d¨¦cadas de aportaciones de todo el territorio espa?ol¡±, recuerda Jos¨¦ Antonio P¨¦rez, economista que fue miembro de la Comisi¨®n de Expertos para un nuevo sistema de financiaci¨®n auton¨®mica de las Corts Valencianes. ?Es f¨¢cil entonces as¨ª ser adalid de los recortes? ¡°Partiendo de cierto nivel, es m¨¢s sencillo¡±, contin¨²a, y reclama que el resto de los territorios participen de las rentas personales y societarias que se derivan de la capitalidad.
Menos protecci¨®n social
M¨¢s all¨¢ de eso, cree que la presidenta Ayuso deber¨ªa ser especialmente cuidadosa. ¡°Madrid es una comunidad donde el gasto de sanidad y educaci¨®n est¨¢ por debajo de la media, (en unos 1.300 millones) y eso es algo que no se puede justificar en t¨¦rminos de una mayor eficiencia. Solo es explicable por una reducida protecci¨®n de los ciudadanos en situaci¨®n de mayor necesidad y porque una parte de la poblaci¨®n, gracias a unas rentas elevadas, acuden a servicios privados¡±. Al final, como apoya Jorge Onrubia, ¡°cuando uno pretente tener unos objetivos de bienestar como pa¨ªs no puede tener una presi¨®n fiscal m¨¢s baja que la media de los pa¨ªses con los que intenta compararse. En la medida que tenemos una descentralizaci¨®n de gasto alta, con la educaci¨®n y la sanidad en manos de Gobiernos auton¨®micos, estos tienen obligaciones importantes¡±. Y entonces hacer planteamientos maximalistas se complica. ¡°Todo depende de lo que quieras ofertar en gasto p¨²blico. Creo que no hay recorrido para m¨¢s rebajas, m¨¢s all¨¢ de que est¨¦s jugando una baza de captar inversi¨®n y empleo, y ah¨ª a Madrid no le ha ido mal¡±.
Lo mismo opina Juan Rubio-Ram¨ªrez, catedr¨¢tico de Econom¨ªa en la Universidad de Emory (EE UU): ¡°La situaci¨®n fiscal espa?ola hay que analizarla globalmente, Espa?a no se puede permitir bajar impuestos, tiene una presi¨®n fiscal baja y un d¨¦ficit relativamente alto incluso creando empleo. Me parece un error bajar impuestos sin pensar en la globalidad del sistema¡±. Porque el peso de los ingresos impositivos sobre el PIB est¨¢ en el 34%, siete puntos menos que la media europea, equivalentes a 80.000 millones anuales menos de recaudaci¨®n. ¡°Se paga poco, y eso es irrefutable. Desde punto de vista normativo habr¨ªa que repensar todo el sistema. Y en segundo lugar, las autonom¨ªas tienen relativamente poco margen para modificar impuestos. Por mucho que se habla de una bajada masiva, en realidad es muy poco. Y en el fondo, lo que impacta en el bolsillo medio es irrisorio¡±, dice Rubio-Ram¨ªrez. Por ejemplo, se ha cifrado que la capital dejar¨¢ de ingresar 300 millones sobre un presupuesto de 20.072 millones, un 1,4% del total.
En este sudoku la inestabilidad pol¨ªtica general a?ade otro obst¨¢culo. El pa¨ªs lleva dos a?os con unos presupuestos generales prorrogados (los ¨²ltimos que confeccion¨® el gobierno de Mariano Rajoy). Y sin visos de que este a?o d¨¦ tiempo a preparar unos nuevos. Eso significa que las entregas a cuenta del sistema de financiaci¨®n auton¨®mica que reciben los distintos territorios peri¨®dicamente se realizan con una previsi¨®n muy desfasada. Este mi¨¦rcoles, la Generalitat pon¨ªa el grito en el cielo a trav¨¦s de su vicepresidente econ¨®mico, Pere Aragon¨¨s, amenazando con llevar al Estado a los tribunales por el impago de anticipos. El Govern sostiene que le faltan 1.300 millones. Antes, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, el presidente gallego, hab¨ªa denunciado lo mismo avisando desde Santiago de que el pago de n¨®minas y a proveedores est¨¢ en peligro. Guillem L¨®pez Casasnovas, que hasta 2017 estuvo en el consejo de gobierno del Banco de Espa?a, habla del caso balear: ¡°No solo est¨¢ el tema de los anticipos, hay muchos convenios firmados que no se pueden liquidar¡±. Y es que un problema t¨¦cnico puede convertirse en un problema real. ¡°No estamos hablando de que vaya a desaparecer ese dinero¡±, recuerda De la Fuente, ¡°sino que tarda un poco m¨¢s en llegar. No deber¨ªa ser tan complicado conseguir una financiaci¨®n puente¡±.
Santiago Lago propone alg¨²n tipo de acuerdo para que la falta de Gobierno no se convierta en un arma pol¨ªtica y esos ingresos ¡°que est¨¢n entrando en la caja de la Agencia Tributaria¡±, se repartan. ¡°Lo que no puede ser es que un problema de estabilidad contamine la estabilidad de otros 15 Gobiernos ¡ªexcluidos Navarra y Pa¨ªs Vasco por su concierto especial¡ª¡±. Adem¨¢s, sin previsiones de lo que van a recibir el ejercicio pr¨®ximo es dif¨ªcil cuadrar los presupuestos regionales. En especial en un escenario de marejada econ¨®mica. Porque nadie se cree la famosa curva de Laffer. ¡°Con la bajada de impuestos lo que sueles tener a corto y medio plazo son ca¨ªdas de recaudaci¨®n¡±, dice Onrubia. ¡°Y en una situaci¨®n de desaceleraci¨®n, el efecto arrastre en econom¨ªas muy dependientes, como la espa?ola, es evidente. Solo hay que echar un vistazo a los datos de recaudaci¨®n de los dos primeros trimestres para ver c¨®mo se ha ralentizado¡±.
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