Jack Ma: el perseverante profesor de ingl¨¦s
El fundador de Alibaba se retira de la compa?¨ªa que le dio el ¨¦xito y le convirti¨® en el hombre m¨¢s rico de China tras una larga lista de fracasos
Lleg¨® el ¨²ltimo d¨ªa de Jack Ma al frente de Alibaba. El pasado mi¨¦rcoles dej¨® de dirigir la empresa que hace veinte a?os fund¨® en su apartamento y ahora es la s¨¦ptima m¨¢s valiosa del mundo. ¡°No quiero morir en la oficina, quiero morir en la playa¡± afirm¨® el a?o pasado al anunciar su decisi¨®n de dedicarse por completo a la filantrop¨ªa. Pese a sus or¨ªgenes humildes, Ma ha conseguido elevarse hasta convertirse en un icono global sin emplear otra arma que la persistencia frente al fracaso al que parec¨ªa condenado.
Ma vino al mundo en Hangzhou, China, en 1964 y desde el primer momento pareci¨® empe?ado en demostrar que, si el ¨¦xito era cuesti¨®n de voluntad, por ¨¦l no iba a quedar. De ni?o empez¨® a estudiar ingl¨¦s. Por aquel entonces sol¨ªa recorrer en bicicleta la distancia entre su casa y uno de los hoteles internacionales de la ciudad, donde ofrec¨ªa visitas guiadas gratuitas a los turistas para poder practicar el idioma. Uno de ellos encontr¨® su nombre chino, Ma Yun, demasiado dif¨ªcil de pronunciar y opt¨® por darle uno en ingl¨¦s: Jack.
Pero el joven Ma todav¨ªa tendr¨ªa que fracasar antes de que su nombre se hiciera famoso. Y mucho. Tard¨® cuatro a?os en aprobar el examen de acceso a la universidad, el exigente gaokao. Cuando comenz¨® a buscar empleo, fue rechazado una y otra vez en todos los procesos de selecci¨®n a los que se present¨®. Lleg¨® a probar suerte en la polic¨ªa local: de los cinco candidatos de su promoci¨®n, solo ¨¦l qued¨® fuera. ¡°Cuando KFC vino a mi ciudad tambi¨¦n lo intent¨¦. 24 personas fueron entrevistadas para el trabajo. 23 fueron aceptadas. Yo no¡±, recordaba al ser entrevistado durante la cumbre anual del Foro Econ¨®mico Mundial en Davos en 2016. ¡°Me acostumbr¨¦ a ser rechazado, pero segu¨ª peleando¡±.
Jack Ma opt¨®, por fin, por el emprendimiento. En 1994 fund¨® su primera empresa, Hangzhou Haibo Translation Agency, en la que se desempe?¨® con poco ¨¦xito como traductor y profesor de ingl¨¦s. Un a?o m¨¢s tarde, durante una visita a Estados Unidos, todo cambi¨®: descubri¨® Internet. Fascinado, su primer contacto con la red le llev¨® a realizar una b¨²squeda de cervezas del mundo. Le sorprendi¨® no encontrar ninguna china. Sigui¨® indagando y se dio cuenta de que apenas hab¨ªa informaci¨®n sobre su pa¨ªs. Ah¨ª surgi¨® su segunda tentativa, China Pages. Unas pocas horas despu¨¦s de crear su p¨¢gina web comenz¨® a recibir correos electr¨®nicos de parte de varios inversores chinos: supo entonces que hab¨ªa encontrado su camino. En cinco a?os la empresa amas¨® 5 millones de yuanes ¡ªunos 725.000 euros de la ¨¦poca¡ª. A los 33 a?os, el hombre que revolucionar¨ªa el mundo digital chino se compr¨® su primer ordenador.
Los inicios de Alibaba
En 1999, tras un a?o trabajando en el ¨¢mbito de la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n para una empresa p¨²blica, volvi¨® a probar suerte por su cuenta. Se mud¨® de vuelta a Hangzhou y junto a un grupo de amigos puso en marcha su nuevo proyecto. Tal y como rememoraba en una entrevista con CNN en 2006, estaba en un caf¨¦ de San Francisco cuando se le ocurri¨® el nombre: Alibaba. Le pregunt¨® a la camarera qu¨¦ le ven¨ªa a la mente al escuchar esa palabra. ¡°?brete, S¨¦samo¡±, contest¨® ella. Una puerta secreta que conduce a un tesoro. ¡°?Exacto!¡±, replic¨® Ma. El resto es historia.
Alibaba comenz¨® como un punto de encuentro para proveedores chinos y empresas extranjeras interesadas en hacer negocio en China, la perfecta puerta de entrada ¡ª?brete, S¨¦samo¡ª para un mercado en el que todo el mundo quer¨ªa participar pero nadie sab¨ªa c¨®mo hacerlo. A partir de ah¨ª, la compa?¨ªa fue expandi¨¦ndose hace convertirse en un gigante del comercio electr¨®nico con ramas que cubren todo tipo de proyectos tecnol¨®gicos, desde servicios financieros hasta inteligencia artificial.
Por el camino, el tesoro que Alibaba guarda ha ido multiplic¨¢ndose. La empresa que Jack Ma fund¨® hace veinte a?os en su apartamento es hoy la s¨¦ptima m¨¢s valiosa del mundo. Su capitalizaci¨®n burs¨¢til alcanza los 416.000 millones de euros, una cifra superior al PIB de Tailandia, la 25? econom¨ªa mundial. Esto ha hecho de Ma la persona m¨¢s rica de China y la 19? del planeta, seg¨²n la lista Forbes, con un patrimonio valorado en 34.000 millones de euros. Seg¨²n los c¨¢lculos de la publicaci¨®n, se embols¨® 26,5 millones de euros al d¨ªa en 2018.
Por ello, el anuncio de su retirada el a?o pasado fue recibido con desconcierto. Jack Ma ha negado los rumores que apuntan a que la decisi¨®n responda a exigencias del Partido Comunista chino, del que es miembro ¡ªlo que est¨¢ m¨¢s cerca de ser un imperativo social que un hecho excepcional¡ª. Parte de la fuerza de su historia radica, precisamente, en el hecho de que no logr¨® su fortuna gracias a sus v¨ªnculos con el gobierno. Su retirada, en cualquier caso, no ser¨¢ total: aunque estar¨¢ desconectado de la actividad diaria de Alibaba, formar¨¢ parte de un ¨®rgano consultivo asociado a la junta directiva.
El d¨ªa de su despedida, el pasado martes, tambi¨¦n fue especial para Jack Ma por ser su 55? cumplea?os. En unas famosas declaraciones en las que dividi¨® la carrera de todo profesional en diferentes etapas por cada d¨¦cada, afirm¨® que ¡°de los 50 a los 60 hay que dedicarse a formar a la siguiente generaci¨®n¡±. Eso es lo que pretende hacer: consagrarse a la filantrop¨ªa, centrado en la protecci¨®n medioambiental y la educaci¨®n, en particular la de j¨®venes emprendedores. ¡°Podr¨ªa dedicar el 90% de mi tiempo a eso¡±, asegur¨® en una entrevista reciente. ¡°Cuando ¨¦ramos j¨®venes nadie nos dio una oportunidad. Ahora que somos poderosos, ha llegado nuestro momento de hacerlo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.