¡°No sab¨ªa lo que era el eur¨ªbor y mucho menos el IRPH¡±
Tras m¨¢s de una d¨¦cada de litigios, los hipotecados miran con esperanza al Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea
Ni Inmaculada C¨¢rdenas ni sus padres, que la avalaron, sab¨ªan lo que era el IRPH cuando firmaron la hipoteca. Tanto la banca como el mill¨®n de personas que, seg¨²n c¨¢lculos de una organizaci¨®n de consumidores, se han visto afectadas por el ¨ªndice de referencia de pr¨¦stamos hipotecarios (IRPH), esperan que el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea resuelva si esta cl¨¢usula es transparente o si tiene un car¨¢cter abusivo. Una sentencia que se espera para el primer semestre de 2020.
C¨¢rdenas, vigilante de seguridad de 41 a?os, tom¨® una hipoteca a 30 a?os en 2005. Desde entonces ha pagado una cuota mensual que variaba entre los 300 euros y los 600 euros a Caja Madrid (una de las cajas de ahorro que se integraron en la actual Bankia), por un modesto piso en Ja¨¦n, su ciudad natal. Se tas¨® en 90.000 euros y catorce a?os despu¨¦s a¨²n debe al banco 70.000 euros. ¡°Casi todo lo que he pagado son intereses¡±, se?ala.
¡°Se aprovecharon de que no ten¨ªa ni idea de finanzas. Yo no sab¨ªa lo que era el eur¨ªbor y mucho menos el IRPH. Nos fiamos de nuestro banco de toda la vida. Mis padres, que eran casi analfabetos, firmaron adem¨¢s como avalistas¡±, recuerda C¨¢rdenas, a quien a los dos a?os se le mezcl¨® el paro con los elevados tipos de inter¨¦s. ¡°No pod¨ªa dejar de pagar porque embargaban a mis padres, as¨ª que tuve que irme a Madrid para trabajar¡±.
C¨¢rdenas descubri¨® entonces lo que eran esas siglas, en un momento en que el precio del eur¨ªbor bajaba junto a las hipotecas que depend¨ªan de ¨¦l. Pero los intereses de su contrato siempre fueron mucho mayores, a veces, incluso 200 euros m¨¢s. Fue cuando empez¨® a hablar con abogados y a buscar por Internet, hasta que en 2009 puso una demanda con la plataforma de afectados Asufin para reclamar los sobrecostes de una casa en la que ni siquiera puede vivir.
En 2016, el juez de 1? Instancia n¨²mero 71 de Madrid le dio la raz¨®n y declar¨® la nulidad de la cl¨¢usula por falta de transparencia y car¨¢cter abusivo. El banco recurri¨®, pero C¨¢rdenas volvi¨® a ganar en la Audiencia Provincial. Su caso est¨¢ ahora pendiente del Tribunal Supremo y de los jueces de Luxemburgo, que decidir¨¢n si el ¨ªndice, pese a estar regulado por el Banco de Espa?a, puede someterse a tutela judicial. ¡°A veces todo esto me superaba. Soy mileurista y me cost¨® mucho reunir dinero para la demanda mientras segu¨ªa pagando un piso en el que no s¨¦ si llegar¨¦ a vivir¡±, lamenta.
Para Marcos Guerreiro, gallego de 39 a?os, la lucha contra su hipoteca ha condicionado su vida. En la cruzada contra el IRPH, el cual considera ¡°un absoluto enga?o¡±, visit¨® Ayuntamientos, se reuni¨® con grupos pol¨ªticos, apareci¨® en televisi¨®n y organiz¨® manifestaciones por toda Galicia. ¡°No quiero meterme en pol¨ªtica, solo salvar mi casa¡±, decide aclarar.
Este trabajador de una empresa auxiliar del astillero ferrolano, pidi¨® un cr¨¦dito a 40 a?os para una casa en Nar¨®n, al norte de A Coru?a, hace 13 a?os. ¡°El piso costaba 116.000 euros. A¨²n debo 113.000¡±, se lamenta. ¡°Tengo dos hijas, una de 10 meses. Llevo cinco a?os como activista y son horas que he perdido con mi familia por esto¡±.
No obstante, Guerreiro cree que la luz empieza a verse al final del t¨²nel tras el informe que public¨® el martes el abogado general del tribunal europeo y que tach¨® al ¨ªndice de ¡°complejo y poco transparente para el consumidor medio¡±. El activista, explica que ¡°la opini¨®n del letrado no es vinculante, pero apunta a que van a dejar la sentencia abierta para que los jueces estudien caso por caso, como debe ser¡±.
La comunidad de activistas, repartida por toda Espa?a, ha estrechado lazos tras a?os, en algunos casos d¨¦cadas, de lucha. Mil kil¨®metros separaban a Rebeca Basoa, activista y esposa de Guerreiro, de To?i Tirado, tambi¨¦n afectada por el ¨ªndice y residente de Arcos de la Frontera (C¨¢diz). Ambas posaron juntas sin ropa en una portada de Intervi¨² en 2017 para denunciar su tipo de hipotecas. Tirado, profesora de 56 a?os, critica que su contrato no explicara con claridad el IRPH y en su lugar pusiera una referencia a una circular del Banco de Espa?a donde, ah¨ª s¨ª, se defin¨ªa con m¨¢s detalle. Esa pr¨¢ctica era bastante habitual, seg¨²n muchos afectados.
Tras leer docenas de sentencias y contactar con abogados, Tirado se convirti¨® en una ac¨¦rrima activista. No ha denunciado a¨²n, a la espera de la sentencia europea, que sigue al detalle. ¡°Yo he tenido suerte y he podido pagar mi hipoteca todo este tiempo¡±, explica, ¡°pero ese dinero es m¨ªo y no lo han disfrutado mis tres hijos. Esto ya no es solo personal, es un tema de justicia social¡±.
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