Un avatar para asistir a cursos y reuniones
La "start-up" asturiana Virtway crea escenarios en 3D que permiten interactuar a 500 personas en tiempo real
Puede quedarse sentado en su silla mientras su avatar recorre una feria de empleo, participa en una reuni¨®n interna o realiza un curso de habilidades personales o riesgos laborales. Los escenarios virtuales creados por la start-up asturiana Virtway lo hacen posible. No solo eso, la tecnolog¨ªa en 3D que ha desarrollado permite que su doble interact¨²e con otros 499 avatares simult¨¢neamente y en tiempo real, presume Jos¨¦ Antonio Tejedor, consejero delegado de la empresa, ¡°algo que ninguna otra compa?¨ªa del mundo ha logrado hasta ahora¡±.
Virtway empez¨® a desarrollar mundos virtuales, como los que aparecen en los videojuegos, para visitas tur¨ªsticas guiadas. Luego pens¨® en utilizarlos para formaci¨®n, ¡°un sector muy dif¨ªcil porque se espera que los contenidos sean gratis¡±. Despu¨¦s se centr¨® en el mundo empresarial, donde grandes compa?¨ªas como Astra Zeneca, Roche, FCC, Naturgy, Everis y Accenture entre otras, contratan su plataforma para hacer reuniones y formaci¨®n interna interactiva y as¨ª ahorrar costes de desplazamiento. Pero es el negocio de eventos y ferias donde Virtway ha encontrado su nicho m¨¢s rentable, indica Tejedor. ¡°Vendemos la plataforma por uso durante el tiempo que dure el evento. Tenemos uno o dos cada semana desde lugares como Oriente Pr¨®ximo, M¨²nich o Estados Unidos a trav¨¦s de los 20 acuerdos que hemos firmado con organizadores de eventos¡±, a?ade.
¡°Empezamos seis socios con 600.000 euros de capital propio¡±, recuerda. A esa cantidad se fueron sumando las cifras obtenidas en varios premios, y los cr¨¦ditos de 100.000 euros que aportaron antiguos directivos de Dupont o de 500.000 que les otorg¨® la Empresa Nacional de Innovaci¨®n (Enisa), que fueron con los que la firma fue cambiando de mentalidad (de Asturias a Espa?a y de Espa?a al mundo) y dio el salto para desarrollar la tecnolog¨ªa propia que ahora vende, que funciona en m¨®viles y PC e incorpora a mucha gente interactuando en tiempo real y de forma divertida.
El fondo de inversi¨®n sueco Virtway Invest, que recibe el nombre de la start-up asturiana pues fue en la primera tecnol¨®gica en la que entr¨® en 2014, tuvo mucho que ver en su desarrollo. Con el 50% del capital de la firma con sede en Oviedo y 25 empleados, el fondo ha desembolsado cuatro millones de euros desde entonces en financiar su crecimiento despu¨¦s de hacer un ¡°reinicio¡±, es decir, abandonar a los clientes no rentables y centrarse en la tecnolog¨ªa. Virtway afronta ahora su expansi¨®n internacional. El Reino Unido, Alemania y Europa central son los primeros destinos a los que pretende llegar para despu¨¦s montar oficina en Estados Unidos, se?ala Ignacio Dieste, responsable de operaciones de Virtway.
Comunidad de usuarios
Por el momento la start-up no obtiene beneficios, pero lleva dos a?os multiplicando su facturaci¨®n. En 2017 super¨® los 200.000 euros, el a?o pasado los 400.000 y este prev¨¦ alcanzar 800.000 euros. ¡°Todav¨ªa es poco¡±, aprecia Tejedor, ¡°pero ya hemos recibido una oferta de compra, cuyo multiplicador queremos ampliar para que nuestro inversor pueda salir rentabilizando su capital¡±. Algo que podr¨ªa ocurrir el a?o pr¨®ximo, prev¨¦. Cuando Virtway haya lanzado su siguiente mundo virtual, una comunidad de usuarios que gire en torno al ocio y el entretenimiento y donde se pueda comprar online, explica.
En el primer trimestre de 2020 estar¨¢ operativa la primera versi¨®n experimental de su nueva plataforma. Pero lo importante para que las marcas se lancen a vender productos en ella es que tenga multitud de usuarios a los que poder enganchar a trav¨¦s de contenidos. Aqu¨ª los videojuegos van a ser muy ¨²tiles, o los scape rooms que ofrece a las empresas en sus formaciones de equipos. La idea es atraer con el juego a los usuarios directamente. Seg¨²n Tejedor, les faltaba capital para desarrollar la red social en la que est¨¢n trabajando ahora para ¡°dejar de ser una start-up prometedora para convertirnos en una empresa rentable¡±, afirma Dieste.
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