La crisis de la cebolla india hace llorar a medio mundo
El pa¨ªs asi¨¢tico proh¨ªbe la exportaci¨®n de la hortaliza tras la reducci¨®n de un 35% en la cosecha y dispara los precios
Las inundaciones y las fuertes lluvias del monz¨®n en la India han destrozado la cosecha de cebollas, da?ando un 35% de sus existencias y multiplicando por tres el precio de esta hortaliza, principal ingrediente de la dieta nacional. Para reducir la inflaci¨®n y su impacto en el bolsillo de la mayor parte de la poblaci¨®n, el Gobierno ha prohibido su exportaci¨®n y limitado su almacenaje. La medida ha tenido efecto y ha contentado a los consumidores, no as¨ª a sus agricultores ni a naciones vecinas, que dependen del segundo mayor productor mundial de cebollas y exportador de dos millones de toneladas en 2018.
¡°No entendemos por qu¨¦ han prohibido exportar cebollas. Le he tenido que decir a mi cocinero que no use¡±, confesaba a la prensa a principios de octubre Sheikh Hasina, primera ministra de Banglad¨¦s, principal pa¨ªs golpeado por la medida, impuesta el 29 de septiembre. Con un 75% de sus importaciones anuales ¡ª1,1 millones de toneladas¡ª procedente de la India, muchos habitantes del superpoblado Banglad¨¦s sufren el veto. ¡°Cocinar biryani sin cebolla es imposible¡±, se quejaba a The New York Times Mohammad Bilash, gerente de un restaurante de la capital, Dacca, en referencia al plato de arroz b¨¢sico del subcontinente. En verano, los precios subieron un 700% y el doble en la ¨²ltima semana de septiembre. ¡°La casi importaci¨®n cero de la India es la principal raz¨®n de la fluctuaci¨®n de precios¡±, explicaba Abu Hasan, secretario general de la Asociaci¨®n de Importadores-Exportadores de Bhomra, puerto terrestre que conecta la India y Banglad¨¦s.
El efecto domin¨® indio no acaba con el impacto en el vecino del este. Al norte, Nepal, que solo en 2018 import¨® 170 millones de kilos de cebollas de la India, tambi¨¦n se ha visto afectado. Emparedada entre los dos mayores productores mundiales, la diminuta naci¨®n del Himalaya recibe cebollas chinas para compensar la carest¨ªa . Lo mismo sucede en Sri Lanka, donde los precios han subido un 50% y ¡ªcomo en Banglad¨¦s¡ª los negocios buscan suministros alternativos en Egipto o Turqu¨ªa, aunque estos env¨ªos tardan un mes en llegar, a diferencia de las remesas diarias indias bloqueadas desde el final del verano.
La dureza del clima estival indio dispar¨® el precio de las cebollas, que a finales de septiembre lleg¨® a 80 rupias por kilo (m¨¢s de un euro) frente a las 25 rupias (0,31 euros) que costaba en agosto. Tras las medidas tomadas por el Gobierno, el kilo de este bulbo se sit¨²a ahora en 30 rupias en Lasalgaon, ciudad cercana a Bombay y el mercado de cebollas m¨¢s grande del sur de Asia. Las prohibiciones han sido agradecidas por los consumidores. ¡°La gente come kanda bhakari [pan con cebolla] si no hay otra cosa¡±, explic¨® a BBC el historiador Mohseena Mukadam sobre los habitantes de Maharashtra, Estado donde est¨¢ Lasalgaon y que concentra el 50% de la producci¨®n nacional.
Con la excepci¨®n de su capital, Bombay, centro financiero de la India, el Estado de Maharashtra depende de las pol¨ªticas del sector agr¨ªcola, que apenas contribuye el 12% al PIB regional, pero que domina el electorado, con m¨¢s del 65% de la poblaci¨®n empleada en actividades relacionadas, lo que hac¨ªa temer que impactase en los resultados de las elecciones regionales celebradas la semana pasada. De hecho, justo antes, sindicalistas agr¨ªcolas como Sandeep Jagtap amenazaban: ¡°Estas elecciones son acerca de los problemas de granjeros y j¨®venes. El Gobierno nos ha fallado y caer¨¢¡±. Desde el mercado de Lasalgaon el descontento contin¨²a por lo que consideran una desatenci¨®n del Gobierno. As¨ª lo resum¨ªa el granjero Madhukar Bagh: ¡°La situaci¨®n es insostenible y por eso protestamos. Hemos tenido problemas con el Gobierno en estos cinco a?os. Los cr¨¦ditos no han sido perdonados. Es todo una mentira¡±. Pero el Ejecutivo de Maharashtra fue reelegido, aunque la oposici¨®n consigui¨® acercarse gracias al voto del descontento de, entre otros, el sector agr¨ªcola.
Una crisis hist¨®rica
No hab¨ªa sido la primera vez que la cebolla altera la pol¨ªtica del gigante asi¨¢tico. En diciembre del a?o pasado, el partido del primer ministro, Narendra Modi, el Bharatiya Janata Party (BJP), perdi¨® tres de los principales Estados del pa¨ªs en favor del hist¨®rico y opositor Partido del Congreso, de la dinast¨ªa Nehru-Gandhi, que centr¨® su campa?a en la sempiterna crisis agr¨ªcola. En las elecciones regionales de 1998, otra fuerte subida en el precio de la cebolla llev¨® al derrumbe del Gobierno del BJP en la capital, Nueva Delhi. En el ¨¢mbito nacional, los astron¨®micos precios de esta hortaliza ayudaron a Indira Gandhi a desalojar al Ejecutivo de coalici¨®n en los comicios de 1980.
Las demandas del sector agr¨ªco?la se repiten desde hace a?os. Junto a la exenci¨®n del pago de pr¨¦stamos, los sindicatos exigen que se cumpla el precio m¨ªnimo que obliga a los distribuidores a comprar la producci¨®n por encima de un importe base. Actualmente, venden sus cebollas en Lasalgaon por precios que se multiplican por 10 al llegar a Bombay. La falta de almacenaje hace que algunos granjeros dejen pudrir cultivos antes de arriesgarse a perder m¨¢s dinero en transporte. ¡°Los campesinos deber¨ªan obtener un 50% m¨¢s que el coste de su producci¨®n y sus ingresos deber¨ªan ser, al menos, iguales al salario m¨ªnimo de un funcionario¡±, a?ade Anil Kilor, presidente del sindicato Foro del Pueblo, resumiendo las demandas de la Comisi¨®n Swaminathan, que lleva m¨¢s de una d¨¦cada insistiendo en proteger el sector agr¨ªcola con pol¨ªticas de largo recorrido.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.