La cruzada contra los impuestos a la riqueza
La derecha fiscal aplica bonificaciones de m¨¢s del 99% que favorecen a las grandes fortunas
Una herencia en Madrid de 10 millones para cada hijo tiene hoy la misma carga tributaria que una herencia de 1,4 millones por hijo en Asturias. Esta es la medida real del desorden que aqueja al sistema tributario espa?ol. La causa es la competencia desleal a la baja desencadenada por los Gobiernos aut¨®nomos del PP; ejecutan sin complejos, o sea, sin escr¨²pulos, una pol¨ªtica de destrucci¨®n fiscal de los tributos m¨¢s progresivos, cuyo ¨²ltimo episodio es la pretensi¨®n de suprimir el impuesto de sucesiones y donaciones (ISD) o el del patrimonio (IP).
La derecha fiscal aplica de forma sistem¨¢tica bonificaciones superiores al 99% que simplemente favorecen a las grandes fortunas y a los grandes patrimonios en situaci¨®n de transmisi¨®n hereditaria. Con bonificaciones del 99% en sucesiones, como las vigentes en Andaluc¨ªa, Murcia o Madrid, quien herede un mill¨®n, despu¨¦s de las bonificaciones y l¨ªmites exentos, declarar¨ªa sobre una cuota ¨ªntegra de 100.000 euros; con un tipo impositivo marginal del ¨²ltimo tramo de las tarifas del 36,5% y en Madrid del 34%, cada heredero del mill¨®n pagar¨ªa 2.811 euros, y en Madrid 2.680 euros, es decir, el 0,3% de cada mill¨®n heredado en cualquiera de las tres comunidades.
Esta pol¨ªtica produce efectos destructivos sobre el equilibrio tributario espa?ol. El horizonte de la supresi¨®n del ISD e IP, hacia el que camina la estrategia tributaria de los Gobiernos populares, significa que la comunidad aut¨®noma ya no es corresponsable fiscal con el Estado. Los ingresos que aportan a los presupuestos auton¨®micos los impuestos de sucesiones o patrimonio tendr¨ªan que ser aportados, en la parte correspondiente, por las comunidades que no los han suprimido y mantienen la corresponsabilidad fiscal. Es decir, regiones ricas como Madrid extraen para s¨ª parte de la financiaci¨®n de otras menos ricas.
Para justificar la eliminaci¨®n planificada de los impuestos, los ide¨®logos del PP o Ciudadanos arguyen que son tributos confiscatorios o que gravan dos veces el mismo capital. Las famosas renuncias a las herencias ¡°por no poder pagar sucesiones¡± que esgrimen los impuesticidas se explican mejor por las elevadas cargas hipotecarias de los inmuebles heredados. La supuesta doble imposici¨®n es un chantaje quejumbroso; la exenci¨®n en patrimonio y sucesiones es casi total cuando el negocio o las acciones heredadas se mantienen, pero se pierde la exenci¨®n cuando ese patrimonio se vende.
Tiene raz¨®n la ministra de Hacienda en funciones, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, cuando reclama una armonizaci¨®n fiscal auton¨®mica como una pieza clave en la reforma de la financiaci¨®n auton¨®mica; porque imponer un m¨ªnimo com¨²n impedir¨ªa la eliminaci¨®n de tributos progresivos e imprescindibles para la equidad fiscal. ?A qui¨¦n beneficiar¨ªa la eliminaci¨®n de sucesiones o patrimonio? Pues concretamente al 0,6% de los declarantes en Renta, es decir, a los 202.000 declarantes que poseen un patrimonio conjunto de 669.000 millones, que de esta forma se librar¨ªan de pagar por ISD e IP. Que quede claro.
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