As¨ª son las casas espa?olas m¨¢s ecol¨®gicas
Hay decenas de viviendas que ya tienen un consumo de energ¨ªa casi nulo, como exige Europa de cara a finales de 2020
Construir mejor ha pasado de ser una opci¨®n a una obligaci¨®n. Pero, a un mes del cambio de a?o, Espa?a est¨¢ muy lejos de cumplir la normativa europea que exige que todos los edificios de nueva construcci¨®n, y tambi¨¦n los rehabilitados, tengan un consumo energ¨¦tico casi nulo antes del 31 de diciembre de 2020. Para los inmuebles p¨²blicos es obligatorio desde comienzos de 2019.
¡°Aunque se est¨¢n dando algunos pasos para cumplir con esta directiva, como es la inminente aprobaci¨®n del nuevo C¨®digo T¨¦cnico de la Edificaci¨®n (CTE), las administraciones p¨²blicas se deben implicar m¨¢s en el compromiso de promover estos edificios de consumo casi nulo, que se podr¨ªan conseguir aplicando el est¨¢ndar de edificaci¨®n passivhaus¡±, afirma Bruno Guti¨¦rrez, presidente de la Plataforma de Edificaci¨®n Passivhaus (PEP). Este certificado, de origen alem¨¢n y voluntario para promotores o particulares que autoconstruyan su casa, tiene muy en cuenta los criterios pasivos (aislamiento, hermeticidad, ventilaci¨®n¡) para reducir al m¨¢ximo la demanda energ¨¦tica, y prioriza el confort y la salubridad de los edificios. No es el ¨²nico ¡ªhay otros como leed o breeam¡ª, pero s¨ª uno de los que m¨¢s crecen.
Las casas pasivas o sostenibles se han reproducido por cientos de lugares en Espa?a en los ¨²ltimos a?os. Y ahora dan un paso adelante: ya no solo se construyen viviendas aisladas, sino edificios de pisos, oficinas, hoteles, escuelas e incluso centros de salud. Hasta la fecha, y seg¨²n datos de PEP, existen 92.401 metros cuadrados certificados con este sello para uso residencial y 27.490 metros de uso terciario. De los 115 proyectos registrados, 86 son de viviendas unifamiliares, 12 viviendas en altura y 17 terciarios. La mayor superficie (70.440 metros cuadrados) corresponde a los bloques de viviendas.
En la ¨²ltima d¨¦cada, tres casas en Navarra, Asturias y Pa¨ªs Vasco han sido el mejor ejemplo de que es posible adaptar las viviendas passivhaus, originariamente proyectadas para climas centroeuropeos, a la climatolog¨ªa de Espa?a. Carmen Delgado, due?a de la casa EntreEncinas, en Villanueva de Pr¨ªa (Asturias), a¨²n recuerda c¨®mo gan¨® en comodidad cuando en 2012 se mud¨® desde un piso del centro de Gij¨®n a esta casa bioclim¨¢tica: ¡°Adem¨¢s de mejorar la calidad del aire interior, sin la sensaci¨®n de humedad del norte, los gastos en calefacci¨®n se han reducido considerablemente; he pasado de pagar en invierno 200 euros al mes de comunidad ¡ªincluyendo calefacci¨®n central y agua caliente¡ª a solo 170 euros anuales¡±.
La caracter¨ªstica m¨¢s destacable de esta ¡°casa monitorizada es que integra en su dise?o los conceptos de eficiencia energ¨¦tica del est¨¢ndar passivhaus, que garantiza que se trata de un edificio de energ¨ªa casi nulo, y los principios de bioconstrucci¨®n, que exigen el uso de materiales y sistemas constructivos de bajo impacto ambiental¡±, explica Iv¨¢n Duque, socio de Duqueyzamora Arquitectos, encargado de proyectar esta vivienda asturiana.
El uso del sello marca unas exigencias para conseguir unos niveles de consumo energ¨¦tico para calefacci¨®n y refrigeraci¨®n, pero no el camino para alcanzarlos. Est¨¢ abierto a la utilizaci¨®n de distintos materiales y sistemas constructivos. Pero, dice Duque, ¡°la relaci¨®n entre el sello passivhaus y el uso de materiales biodegradables es m¨¢s una cuesti¨®n de coherencia, de convencimiento personal¡±.
Este certificado ha desmontado el mantra de que solo es aplicable en climas fr¨ªos. No solo hay edificios en Dub¨¢i, M¨¦xico, Singapur o California, sino que Espa?a es el pa¨ªs europeo con m¨¢s casos de ¨¦xito en enclaves c¨¢lidos.
La casa Herrera, en el municipio sevillano del mismo nombre, ha sido el primer ejemplo en este tipo de clima. ¡°Est¨¢ levantada con un sistema tradicional, de estructura de hormig¨®n y cerramiento de ladrillo visto, algo poco habitual en este tipo de construcci¨®n¡±, constata Juan Manuel Casta?o, dise?ador del certificado de esta casa, situada en la zona conocida como ¡°la sart¨¦n de Andaluc¨ªa¡± por sus altas temperaturas. Seg¨²n su propietario, Juan Manuel Arag¨®n, ¡°durante este verano, con 42 grados en el exterior, el interior de la vivienda se ha mantenido con una temperatura constante de 25 grados y solo un peque?o aporte de climatizaci¨®n a trav¨¦s de un suelo refrescante¡±.
Otro proyecto es Airlab, un unifamiliar que se est¨¢ ejecutando en Gran Canaria y que tambi¨¦n se adelantar¨¢ a la normativa europea de finales de 2020. Servir¨¢, asimismo, como proyecto piloto para estudiar la adaptaci¨®n y mitigaci¨®n del cambio clim¨¢tico en las islas.
Construir de esta forma supone un sobrecoste de entre un 3% y un 8%, aunque la inversi¨®n se amortiza en un plazo que va de cinco a diez a?os gracias al ahorro en la factura energ¨¦tica. Ese sobreprecio no ha amilanado a los promotores, que han hecho uso del certificado en grandes urbanizaciones. Es el caso de Grupo Lobe, que ya ha entregado 196 viviendas y prev¨¦ llegar a las 2.000 a fines de 2022. En este camino destaca el residencial Basa de la Mora, con 81 pisos en Zaragoza, donde reside Mar¨ªa ?ngeles Portero desde el pasado mes de abril. ¡°Aunque todav¨ªa es pronto para hablar de ahorros econ¨®micos, se aprecia poder acostarte y despertarte con una misma temperatura, no tener que ventilar las habitaciones¡¡±, constata.
Proyectos p¨²blicos
Por el momento, solo algunas administraciones p¨²blicas, como las comunidades de Navarra, Pa¨ªs Vasco, Asturias y Arag¨®n, han empezado a regular la vivienda p¨²blica utilizando este est¨¢ndar. Tambi¨¦n lo har¨¢ Castilla-La Mancha. Con todo, solo el 7% de la obra que usa este protocolo es p¨²blica. Para el arquitecto alem¨¢n Micheel Wassouf, cuya empresa Energiehaus ha desarrollado los primeros edificios de este tipo en Espa?a y ha formado a arquitectos espa?oles en el tema, ¡°la actualizaci¨®n del CTE ir¨¢ en el camino que marca este est¨¢ndar, y aunque no llegar¨¢ a sus exigencias, abrir¨¢ el mercado para este tipo de edificios¡±.
El ahorro energ¨¦tico de un edificio pasivo frente a otro convencional es de hasta un 90%, seg¨²n la PEP. El Instituto de la Construcci¨®n de Castilla y Le¨®n acaba de publicar una comparativa de dos casas id¨¦nticas levantadas en Valladolid, una conforme al CTE
¡ªcon clase energ¨¦tica B¡ª y la otra certificada por la empresa Energiehaus con passivhaus, donde se aprecia un ahorro de 260 euros anuales en calefacci¨®n a favor de la segunda casa. La primera registra un consumo energ¨¦tico entre un 60% y un 72% m¨¢s alto.
Otro estudio del Laboratorio de Control de Calidad en la Edificaci¨®n del Gobierno Vasco, y promovido, entre otras empresas, por Knauf Insulation, analiza el riesgo de sobrecalentamiento y el confort t¨¦rmico en un edificio residencial por el cambio clim¨¢tico, demostrando que una fachada ligera certificada genera ahorros de hasta un 38% en calefacci¨®n y un 54% en refrigeraci¨®n, y, en consecuencia, una menor emisi¨®n de CO2 a la atm¨®sfera.
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