Las turbulencias pol¨ªticas ensombrecen el futuro de la econom¨ªa chilena
El banco central acomete una hist¨®rica intervenci¨®n para amortiguar el descalabro del peso y Hacienda no descarta una recesi¨®n a corto plazo
P¨¦rdidas por destrozos a¨²n por cuantificar; par¨®n en la actividad comercial y en el empleo; peque?as y medianas empresas en problemas. E incertidumbre, mucha incertidumbre. Chile, por d¨¦cadas el alumno aventajado de la econom¨ªa latinoamericana, se ha convertido en menos de un mes y medio en uno de los grandes quebraderos de cabeza a la hora de dibujar el horizonte econ¨®mico de una regi¨®n que no pasa por su mejor momento. Las protestas, iniciadas a mediados de octubre, y el pistoletazo de salida de una todav¨ªa vacilante negociaci¨®n pol¨ªtica para tratar de restablecer el orden p¨²blico y consensuar medidas que pongan freno a la desigualdad ¡ªel 1% m¨¢s acaudalado acapara m¨¢s del 26% de la riqueza¡ª, a?aden un grado adicional de zozobra sobre las constantes vitales de la econom¨ªa chilena.
En un mes y medio, desde que comenzaron las revueltas en las calles, el pa¨ªs sudamericano ha pasado de debatir si el crecimiento anual estar¨¢ en el entorno o por encima del 2,5%, dando por hecho crecimientos trimestrales en positivo, a hacerlo sobre si el pa¨ªs entrar¨¢ o no en recesi¨®n en 2020. Seis semanas son pocas para tener datos concluyentes, pero todas las se?ales apuntan a una clara ralentizaci¨®n de la actividad a lo largo y ancho del pa¨ªs. El ?ndice Mensual de Actividad Econ¨®mica (IMACEC) de octubre, difundido el lunes, cay¨® un 3,4%.¡°Se trata de la mayor baja desde julio de 2009 [con la Gran Recesi¨®n]¡±, advirti¨® el ministro de Haciendia, Ignacio Briones.
¡°La expectativa de que la incertidumbre pol¨ªtica se mantenga alta durante un tiempo m¨¢s crea vientos de cara adicionales para la econom¨ªa¡±, refrendaba el equipo de an¨¢lisis de Goldman Sachs, uno de los mayores bancos de inversi¨®n con mayor predicamento en Wall Street. Su conclusi¨®n es clara: el barco de la econom¨ªa chilena navega ya en aguas sin cartografiar.
Los avisos resultan atronadores en una de las econom¨ªas m¨¢s estables de la regi¨®n y que se hab¨ªa ganado la preferencia de los inversores en sus carteras emergentes. El diagn¨®stico coincide con el de JPMorgan, otro de los grandes de la inversi¨®n, que presagia ¡°un prolongado per¨ªodo de baja actividad econ¨®mica empresarial¡± en el que se cruzar¨¢n las elecciones parlamentarias y presidenciales de 2021. ¡°Tenemos un evidente cambio de escenario¡±, dispara Rodrigo Aravena, economista jefe del Banco de Chile, una entidad comercial, que apunta a un horizonte a¨²n m¨¢s sombr¨ªo que muchos otros analistas privados. ¡°Lo que nos anticipan los problemas de transporte, la ca¨ªda del comercio y turismo es que Chile probablemente va a tener una recesi¨®n en el corto plazo. Y cuando hablo de recesi¨®n, hablo de una ca¨ªda por dos trimestres consecutivos de la actividad: no se trata solo de una ca¨ªda en la oferta, por menor demanda, sino de oferta, por menor capacidad productiva¡±. El horizonte recesivo no ha sido descartado por el Gobierno:?las dudas al respecto, de hecho, se mantienen m¨¢s vivas que nunca desde la Gran Crisis.
El impacto productivo de la explosi¨®n social es doble, explica ?scar Landerretche, acad¨¦mico de la Facultad de Econom¨ªa y Negocios de la Universidad de Chile. El primero, inmediato: destrucci¨®n de infraestructura empresarial, en algunos casos en sectores generadores de mucho empleo, como los supermercados; disrupci¨®n log¨ªstica severa; limitaciones a la cantidad de horas de trabajo diarias ¡ª¡°desde hace 40 d¨ªas¡±, ilustra, ¡°se est¨¢ trabajando a media m¨¢quina¡±¡ª; y ca¨ªdas en el ingreso de quienes trabajan por comisiones de venta. El segundo, el de medio y largo plazo, es el que m¨¢s preocupa por su capacidad de atenazar el crecimiento y est¨¢ dominado una palabra: incertidumbre. ¡°Todo el mundo est¨¢ m¨¢s adverso al riesgo y a invertir en el pa¨ªs. La gente trata de tener sus recursos l¨ªquidos¡±, agrega el tambi¨¦n expresidente de la cupr¨ªfera estatal Codelco.
La foto de los da?os sobre las infraestructuras a¨²n es parcial, pero arroja ya una cifra lo suficientemente gruesa como para hacer saltar las alarmas: al menos 4.500 millones de d¨®lares, seg¨²n la C¨¢mara Chilena de la Construcci¨®n, solo considerando los espacios p¨²blicos. En la capital, las ventas del comercio al por menor cayeron a una tasa de doble d¨ªgito en los d¨ªas m¨¢s ¨¢lgidos de las protestas, la confianza del consumidor ha ca¨ªdo hasta su nivel m¨¢s bajo en tres a?os y tenido un efecto cascada sobre la recaudaci¨®n. Con el comercio a medio gas, sobre todo en la capital, las compa?¨ªas ¡ªy muy especialmente, las de menor tama?o y m¨²sculo comercial y financiero¡ª empiezan a pasarlo ¡°realmente mal¡±, en palabras de Francisco Casta?eda, profesor de la Universidad de Santiago. La confederaci¨®n de la micro, peque?a y mediana empresa (Conapyme) cifra en unas 20.000 las pymes que podr¨ªan declararse en quiebra por la ¡°ca¨ªda sustantiva¡± de las ventas y la producci¨®n. ¡°A eso hay que a?adir datos como la ca¨ªda que tuvo la recaudaci¨®n del IVA¡±, apunta Aravena. Disminuy¨® un 25%.
La dentellada tambi¨¦n ha alcanzado al empleo, la variable macroecon¨®mica m¨¢s conectada con el d¨ªa a d¨ªa de la calle: el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, calcula en unas 300.000 personas el aumento del desempleo de aqu¨ª a final de a?o. ¡°El mercado laboral sigue sometido, con indicadores conflictivos¡±, reconoce la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®mico (OCDE), que avisa de que sus previsiones ¡ª2,2% de crecimiento este a?o, casi la mitad que el pasado, y 2,4% en 2020¡ª est¨¢n necesariamente en cuarentena, ¡°sujetas a la considerable incertidumbre¡± provocada por el estallido social. Y la balanza comercial tambi¨¦n ha empezado a resentirse, con una ca¨ªda del 35% en las exportaciones e importaciones, con una parte no menor de la actividad portuaria pr¨¢cticamente paralizada en el pa¨ªs de los 6.400 kil¨®metros de costa. La ca¨ªda del peso es otro reflejo de las dudas de los inversores, con se?ales nada favorables para los intereses chilenos: desde el inicio de los choques en la calle, el descalabro de la divisa arroja n¨²meros gruesos, del 20%.
El banco central chileno, luego de una nueva subida del d¨®lar frente a la moneda local ¡ªque se lleg¨® a cambiar el jueves pasado 828 pesos por cada divisa estadounidense, marcando nuevos r¨¦cords¡ª, anunci¨® una hist¨®rica intervenci¨®n en el mercado cambiario de hasta 20.000 millones de d¨®lares. Desde el 18 de octubre, el d¨ªa que se iniciaron las protestas, el d¨®lar hab¨ªa subido 116 pesos (un alza de 16,7%).
Un golpe sobre la marca Chile
¡°Hay margen para seguir creciendo, s¨ª, pero todo depende de que el proceso de negociaci¨®n acabe pronto: cada d¨ªa que pase, ser¨¢ un d¨ªa m¨¢s de da?o econ¨®mico. La incertidumbre es grande, inimaginable desde fuera del pa¨ªs¡±, completa Casta?eda. En ese medio y largo plazo, el proceso de reforma constitucional, que arrancar¨¢ en abril con un plebiscito en el que los chilenos decidir¨¢ si se debe o no cambiar la carta fundamental de 1980, a¨²n bajo la dictadura de Augusto Pinochet, juega un papel esencial. Si como todo hace presagiar gana el s¨ª ¡ªlas encuestas apuntan a un respaldo del 85%¡ª, se elegir¨ªa en paralelo el mecanismo: si una asamblea 100% compuesta por ciudadanos o una mixta integrada por un 50% ciudadanos y la otra mitad de parlamentarios. Luego habr¨ªa otra elecci¨®n en octubre de 2020 para elegir a quienes redactar¨ªan la Constituci¨®n, quienes tendr¨¢n entre nueve meses y un a?o para realizar su trabajo.
En el ¨ªnterin, los riesgos son altos. ¡°La marca Chile ha sido severamente afectada, algo que se refleja en el valor de los activos de nuestro pa¨ªs¡±, se?alaba recientemente el expresidente del Rodrigo Vergara, expresidente del banco central. Walmart, uno de los gigantes globales de a distribuci¨®n, present¨® a mediados de noviembre seis recursos contra el Estado chileno por 1.200 episodios de saqueos en un centenar de establecimientos. ¡°Desafortunadamente, el Estado ha incumplido con su deber de garantizar el orden p¨²blico y la seguridad p¨²blica interior (...)¡± apuntaba la empresa estadounidense. A rebufo, se han ido sumando otros actores locales: un grupo de casi 40 comerciantes de Concepci¨®n (sur) ya ha presentado un escrito de protecci¨®n ante los tribunales. M¨¢s incertidumbre.
Ante la congoja en lo macro, buenas son las certezas. La ya hist¨®rica?dependencia del cobre ¡ªsobre sus hombros descansan el 60% de las exportaciones y algo m¨¢s de la d¨¦cima parte del PIB chileno, un factor eternamente se?alado por economistas de todo pelaje como factor de riesgo ante cualquier cambio en la cotizaci¨®n internacional¡ª se convierte en un potente freno de seguridad si el tren de la econom¨ªa termina finalmente por descarrilar del todo, un extremo que pr¨¢cticamente ning¨²n analista tiene en su eje de coordenadas. El mundo necesita este metal noble, requerido en multitud de procesos industriales, y Chile supone m¨¢s de la cuarta parte de la oferta.
M¨¢s margen fiscal que monetario
Las turbulencias sacan lo peor, pero tambi¨¦n lo mejor de una econom¨ªa. Chile est¨¢ mucho m¨¢s s¨®lidamente posicionado que otros pa¨ªses de la regi¨®n, en los que una turbulencia pol¨ªtica similar habr¨ªa provocado una entrada casi inmediata en recesi¨®n. Y goza de un margen de maniobra fiscal ¡ªtanto para que el Gobierno pueda poner en marcha medidas sociales como para apostar por pol¨ªticas contrac¨ªclicas en caso de que el resfriado pasase a gripe¡ª notablemente mayor que en el resto de grandes pa¨ªses latinoamericanos, con la deuda p¨²blica ligeramente por encima del 25% del PIB ¡ªaunque habi¨¦ndose quintuplicado en una d¨¦cada¡ª casi 15 puntos por debajo de la media regional. Algo menos de margen hay en pol¨ªtica monetaria: en lo que va de a?o, el banco central ha rebajado los tipos de inter¨¦s del 3% al 1,75%, un nivel que ¡ªpese a que la inflaci¨®n est¨¢ bajo control¡ª no invita a pensar en muchos m¨¢s recortes en el precio del dinero.
¡°Durante unos 10 a?os, el Estado deber¨ªa tener d¨¦ficits fiscales importantes, apostando a una mejor¨ªa significativa de las condiciones sociales, con un costo de unos cinco puntos del PIB¡±, apunta Landerretche. Ser¨ªa, dice, una suerte de Plan Marshall adaptado a las condiciones del Chile del siglo XXI. Pero, para evitar caer ¡°en el cl¨¢sico ciclo latinoamericano, donde los pa¨ªses crean gastos porque hay mucha desigualdad y luego los pa¨ªses quiebran y viene una ola neoliberal restauradora, como tantas veces en Argentina¡±, el proceso deber¨ªa ir acompa?ado de una estrategia de desarrollo que relance el crecimiento e incorpore toda la poblaci¨®n a un crecimiento del que solo disfrutan algunos. ¡°Pero todo este plan¡±, sentencia el economista de la Universidad de Chile, ¡°tiene un prerrequisito: solucionar el tema de la violencia. Porque con desorden social, nada va a funcionar¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.