La desigualdad enturbia el t¨ªmido avance de Am¨¦rica Latina en desarrollo humano
Argentina, Venezuela y Nicaragua registran retrocesos en el indicador de la ONU. En el resto de la regi¨®n las mejoras son escasas, con la inequidad penalizando sistem¨¢ticamente
El desarrollo humano avanza en Am¨¦rica Latina, aunque a un ritmo notablemente m¨¢s bajo que en el resto del mundo y menor al de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Todos los pa¨ªses de la regi¨®n salvo tres ¡ªArgentina, Venezuela y Nicaragua, todas ellas econom¨ªas inmersas en crisis econ¨®micas y pol¨ªticas¡ª mejoraron el a?o pasado en el ¨ªndice de desarrollo humano (IDH que aglutina un buen n¨²mero de variables en todos los ¨¢mbitos) publicado este lunes por Naciones Unidas. La inequidad se ceba muy especialmente con el subcontinente ¡ªla regi¨®n m¨¢s desigual del mundo¡ª, corrigiendo a la baja sistem¨¢ticamente las mediciones de pr¨¢cticamente todos los pa¨ªses del ¨¢rea. El IDH es una f¨®rmula de medici¨®n del bienestar de la poblaci¨®n mucho m¨¢s completa que la renta per c¨¢pita: no se queda en los factores econ¨®micos e incluye variables como la esperanza de vida o la calidad educativa.
"Aunque las medidas de desigualdad han mejorado en muchos pa¨ªses de la regi¨®n, los niveles siguen siendo muy altos", analiza Pedro?Concenci?o, director del informe. "Ha habido, tambi¨¦n, progresos en salud y en educaci¨®n. Pero el ingreso tampoco ha acompa?ado, en especial desde 2014".?Brasil, M¨¦xico, Colombia, Chile, Paraguay o Panam¨¢ son algunos de los casos m¨¢s paradigm¨¢ticos de c¨®mo las amplias diferencias de ingresos merman el progreso social. El primero, responsable de la mayor parte del incremento de la pobreza extrema en la regi¨®n durante el ¨²ltimo lustro, se deja 23 puestos en la clasificaci¨®n de Naciones Unidas cuando se incorpora el factor inequidad; Chile, durante d¨¦cadas tomado como ejemplo de las pol¨ªticas de liberalizaci¨®n econ¨®mica en la regi¨®n e inmerso ahora en el periodo social m¨¢s convulso desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet, con un alzamiento social contra la injusticia social y la ausencia de un Estado verdaderamente protector, retrocede hasta 14 lugares; M¨¦xico cae 17 puestos; Colombia, 16; y Paraguay y Panam¨¢, 14 y 13 respectivamente. En todos estos pa¨ªses, la m¨¦trica m¨¢s com¨²n de dispersi¨®n de rentas, el coeficiente de Gini, supera ¡ªcon creces, en el caso de Brasil¡ª la media mundial y del resto de pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo.
En el caso latinoamericano, el administrador del PNUD y presidente del Grupo de Naciones Unidas para el Desarrollo, Achim Steiner vincula sin ambages la reciente oleada de protestas sociales en varios pa¨ªses de la regi¨®n ¡ªChile, Ecuador y Colombia, entre otros¡ª con una "sensaci¨®n generalizada de descontento en la poblaci¨®n" y con la desigualdad misma. El caso chileno es, quiz¨¢, el m¨¢s claro cuando se cruzan los datos de la ONU con las reclamaciones de los manifestantes que han tomado Santiago y el resto de grandes ciudades chilenas:?en un pa¨ªs en el que las demandas sociales apuntan claramente a la ausencia (o mala calidad) de los servicios p¨²blicos, la prosperidad ¡ªes uno de los m¨¢s ricos de la regi¨®n¡ª no lo es todo y las diferencias de renta y la discriminaci¨®n social?pesan ¡ªy mucho¡ª sobre el bienestar general.
Monogr¨¢fico sobre inequidad
El PNUD suele centrar una parte importante de su an¨¢lisis anual en la influencia de la inequidad sobre el ¨ªndice en todas las regiones del mundo. Esta vez, sin embargo, el ¨¦nfasis es mucho mayor. Los datos justifican claramente el porqu¨¦ de esta mayor preocupaci¨®n del organismo: mientras el avance global en pobreza extrema es indudable, apuntan los t¨¦cnicos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ¡ªun punto en el que Am¨¦rica Latina tambi¨¦n ha pinchado en hueso en los ¨²ltimos cinco a?os¡ª, "las brechas de desigualdad siguen en niveles inaceptables". En un pa¨ªs de desarrollo humano muy alto, una persona de 40 a?os que pertenece al 1% m¨¢s rico tendr¨¢ una esperanza de vida de entre 10 y 15 a?os m¨¢s que alguien que pertenezca al 1% m¨¢s pobre. Y mientras un ni?o nacido en el a?o 2000 tiene un 50% de probabilidades de estar hoy en la universidad, otro nacido el mismo a?o en un pa¨ªs de desarrollo humano bajo (como Hait¨ª, por citar un caso de la regi¨®n) tiene un 83% de probabilidad de haber sobrevivido y solo un 3% de estar cursando hoy estudios superiores.
M¨¢s datos del PNUD que sustentan por qu¨¦ en los ¨²ltimos a?os el problema de la desigualdad no ha dejado de ganar peso en la escala de preocupaciones de los principales organismos internacionales: si el crecimiento econ¨®mico sigue la pauta fijada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su cuadro de proyecciones, el n¨²mero de personas en situaci¨®n de extrema pobreza en todo el mundo se mantendr¨¢ por encima de los 550 millones ¡ªm¨¢s que la suma de las poblaciones de EE UU y Brasil¡ª; si, por el contrario, cada a?o se lograse reducir el ¨ªndice de Gini en un 1%, 100 millones de personas m¨¢s saldr¨ªan de la carest¨ªa extrema. En el caso de los pa¨ªses emergentes, el problema de desigualdad est¨¢, en gran medida, en la incapacidad redistributiva del Estado: la posici¨®n de partida es pr¨¢cticamente la misma que la de las econom¨ªas avanzadas, pero a diferencia de estas ¨²ltimas, los impuestos y las transferencias p¨²blicas apenas logran corregir las diferencias de renta.
Pese a la lectura habitual de la inequidad como mera medida econ¨®mica, la ONU anima a ir un paso m¨¢s all¨¢. "Tenemos todav¨ªa un sentido de la desigualdad del siglo XX, ¨²nicamente vinculado a la renta per c¨¢pita", apunta Steiner. "Pero estas desigualdades econ¨®micas iniciales han dado lugar a una nueva generaci¨®n de inequidad: microdesigualdades que parten de la percepci¨®n de que 'mi hijo nace en una situaci¨®n de desventaja'. Y eso revela una falta de movilidad social". En Am¨¦rica Latina, esa ruptura del ascensor social se hace especialmente evidente.
Salvo los citados casos de Argentina ¡ªque pierde dos lugares en la clasificaci¨®n global pero que, pese a todo, sigue siendo el ¨²nico representante latinoamericano junto con Chile entre los pa¨ªses con IDH muy alto¡ª, Venezuela ¡ªque retrocede 26 puestos desde 2013, el mayor retroceso en todo el mundo y que suma su cuarta ca¨ªda anual consecutiva¡ª y Nicaragua, la evoluci¨®n del indicador de desarrollo humano es positiva en la regi¨®n. Con un importante pero: es la zona del mundo que registra el menor avance en este apartado desde 2010: menos del 0,5% anual, la mitad que Asia del Sur y el ?frica subsahariana. En el lado opuesto, las mayores mejoras en 2018 se registran en Per¨², que escala cuatro puestos, y en Bolivia, que ya se ha sumado al grupo de pa¨ªses con desarrollo econ¨®mico alto y que es, de lejos, el pa¨ªs en el que m¨¢s mejoran las condiciones de vida de sus ciudadanos en las tres ¨²ltimas d¨¦cadas. En ambos casos, matiza Concenci?o, buena parte de la mejora es achacable al crecimiento econ¨®mico?Dos buenas noticias, en todo caso, en un entorno marcadamente negativo por el efecto arrastre de la desigualdad sobre el desarrollo humano.
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