Doctrina Powell, versi¨®n espa?ola
La Moncloa ultima un paquete de medidas para empresas, aut¨®nomos y familias con el objetivo de evitar el desplome de la econom¨ªa por el coronavirus. La moratoria de hipotecas, una l¨ªnea multimillonaria de garant¨ªas para proporcionar liquidez y la flexibilidad laboral forman parte de ese paquete
Doctrina Powell, le llaman los analistas militares: cuando una econom¨ªa se enfrenta a un colapso ¡ªll¨¢mese Lehman Brothers, Covid-19 o II Guerra Mundial¡ª la gradualidad entra?a m¨¢s riesgos y tiene m¨¢s costes que la acci¨®n agresiva. En plata: hay que sacar toda la artiller¨ªa. ¡°Si llevas una pistola de agua en el bolsillo, puede que tengas que sacarla; si llevas un bazuca y la gente lo sabe, tal vez nunca tengas que sacarlo¡±, dijo el m¨¢ximo responsable de la econom¨ªa estadounidense, John Paulson, cuando estall¨® Lehman Brothers. Frente al desastroso desempe?o de Bruselas, Fr¨¢ncfort y Berl¨ªn en 2008, Washington aplic¨® esa doctrina y le fue sensiblemente mejor. Y ahora Estados Unidos (y el Reino Unido) hace exactamente lo mismo: su banco central acaba de aprobar un dr¨¢stico recorte de tipos de inter¨¦s y una inyecci¨®n de 700.000 millones de d¨®lares en la econom¨ªa, que se complementa con un potente est¨ªmulo fiscal por parte de la Administraci¨®n de Trump. En Bruselas llevan unos d¨ªas pregunt¨¢ndose si son galgos o podencos, y el BCE perdi¨® el jueves pasado la oportunidad de ir por delante de los acontecimientos. El Eurogrupo (la reuni¨®n de ministros de Econom¨ªa del euro) decepcion¨® este lunes ¡ªcomo suele¡ªy anunci¨® que la doctrina europea es que cada palo aguante su vela. Y los grandes pa¨ªses han empezado a hacer la guerra por su cuenta con artiller¨ªa pesada.
Alemania ha anunciado garant¨ªas ilimitadas para que no se seque la liquidez. Italia anunci¨® un paquete de 25.000 millones de euros hace unos d¨ªas que contiene medidas de liquidez, de ayuda a las familias, a las empresas y a los aut¨®nomos y un aumento del gasto sanitario de 3.500 millones. Y Macron ha salido a escena con la fanfarria de las grandes ocasiones: habla de ¡°guerra sanitaria¡± y de ¡°guerra econ¨®mica y financiera¡±, con un plan urgente de apoyo a la econom¨ªa que incluye 45.000 millones como desembolso inmediato para trabajadores y empresas. Incluye suspensiones temporales de empleo (8.700 millones en dos meses); pago diferido de impuestos y cotizaciones (32.000 millones) y un fondo de solidaridad para pymes y aut¨®nomos que hayan perdido m¨¢s del 70% de sus ingresos (2.000 millones). Y anuncia garant¨ªas multimillonarias del Estado para todos los nuevos cr¨¦ditos bancarios por importe de 300.000 millones, un bazuca parecido al que ha sacado Alemania y que, en general, solo se pueden permitir pa¨ªses con un enorme m¨²sculo fiscal.
Llega el turno de Espa?a, con un paquete que estar¨¢ en volumen entre el italiano y el franc¨¦s, y que tambi¨¦n incluye medidas de liquidez, ayudas a las familias, flexibilizaci¨®n de las suspensiones temporales de empleo, medidas fiscales y ayudas a familias, pymes y aut¨®nomos, seg¨²n las fuentes consultadas en La Moncloa.
A pesar de los agoreros que insisten en que Espa?a no tiene margen fiscal, el coste de no aplicar esos est¨ªmulos puede ser brutal: una depresi¨®n econ¨®mica y ataques en los mercados, con la famosa prima de riesgo de nuevo en danza. Pero tambi¨¦n esa acci¨®n agresiva entra?a costes por el agujero fiscal que conlleva (un fuete incremento del d¨¦ficit y la deuda p¨²blica). Ese parece el menor problema a d¨ªa de hoy, pero es el temor de una parte del Gobierno. Espa?a presenta una muy mala posici¨®n de partida, con una deuda p¨²blica del 100% del PIB (y una elevada proporci¨®n en manos de extranjeros), un d¨¦ficit del 2,5% del PIB que ha sido incapaz de eliminar con crecimientos del 3% en el ¨²ltimo lustro, y un desempleo del 14%. En 2008, Espa?a encar¨® la crisis con super¨¢vit, con una deuda del 35% del PIB y un paro del 8%, y aun as¨ª el vendaval se llev¨® por delante al sistema financiero, que escond¨ªa en sus balances una burbuja inmobiliaria jupiterina, y a punto estuvo de llevarse a toda la econom¨ªa. Con los actuales mimbres, es normal que una parte del Gobierno est¨¦ preocupada y tema futuras cuchilladas en los mercados financieros. Por aquella frase de Richard Fischer: ¡°Los mercados recuerdan a los cerdos asilvestrados: si encuentran una debilidad, un mal olor, se lanzan a por ello¡±.
Pero el Ejecutivo no tiene otra opci¨®n que sacar su propio bazuca. Queda por ver el tama?o, clave para el an¨¢lisis que van a hacer los mercados del futuro desempe?o de la econom¨ªa espa?ola. Estas son las principales medidas del paquete de est¨ªmulo que aprobar¨¢ hoy el Consejo de Ministros.
- Liquidez y garant¨ªas. El Ejecutivo usar¨¢ como palanca el Instituto de Cr¨¦dito Oficial (ICO) para evitar que las empresas, en especial las pymes, pierdan acceso al cr¨¦dito. Las empresas con s¨²bitas ca¨ªdas de los ingresos pueden tener enormes problemas de liquidez, que se convierten autom¨¢ticamente en problemas de solvencia y las abocan al cierre. El Gobierno se propone cortar ese bucle diab¨®lico con un manguerazo parecido al que han dado Alemania, Francia e Italia: acceso a cr¨¦ditos baratos con garant¨ªas del Estado, o acceso directamente a l¨ªneas de cr¨¦dito p¨²blicas para mantener abiertas las empresas y negocios afectados por la Covid-19. El Ejecutivo barajaba hace unos d¨ªas hasta 100.000 millones de euros.
- Pymes y aut¨®nomos. El objetivo es que aguanten el tir¨®n las peque?as y medianas empresas y los aut¨®nomos que se enfrentan a dr¨¢sticas ca¨ªdas del volumen de negocio, para evitar que se pierda tejido productivo y empleo. Para ello, La Moncloa plantea suspensi¨®n del pago de impuestos y cotizaciones sociales, y moratorias para el pago de hipotecas (no est¨¢ nada claro si tambi¨¦n de alquileres) de los locales para tratar de que esos negocios no bajen la persiana.
- Familias. El Gobierno busca impedir que las familias con ca¨ªdas a plomo de los ingresos sufran cortes de los servicios b¨¢sicos: electricidad, gas y agua. Habr¨¢ prestaciones para los padres que tienen que quedarse en casa a cuidar a sus hijos, como ha hecho Italia. La medida m¨¢s sustancial, una moratoria en el pago de las hipotecas de la primera vivienda y de los alquileres para colectivos vulnerables: b¨¢sicamente, personas que hayan reducido sus ingresos o est¨¦n en situaci¨®n de desempleo por la Covid-19. Y pretende parar los desahucios. La moratoria de alquileres, que piden algunos colectivos y apoyaba una parte del Gobierno, en principio no estar¨¢ en ese plan.
- Flexibilidad laboral. El presidente Pedro S¨¢nchez ha preanunciado que mejorar¨¢ el marco normativo de las suspensiones temporales de empleo (ERTE), con expedientes de regulaci¨®n temporal acelerados y retroactivos cuando las empresas demuestren un desplome de actividad. La semana pasada, las empresas contuvieron la destrucci¨®n de empleo, pero esta semana los expedientes de regulaci¨®n de empleo han regresado con fuerza. Los ERTE permiten que los trabajadores se reincorporen despu¨¦s del par¨®n y sigan recibiendo el 75% de su salario sin perder derecho a prestaciones por desempleo. Adem¨¢s, el Gobierno prepara una normativa para permitir a los despedidos por los efectos de la Covid-19 cobrar el paro aunque no cumplan todos los requisitos. Esas pueden ser las medidas m¨¢s costosas.
- Paquete fiscal. No hay nada sobre la mesa parecido al Plan E de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, pero el flanco que lideran Pablo Iglesias y Jos¨¦ Luis ?balos pretende activar un paquete de inversi¨®n p¨²blica, muy centrado en ¨¢reas como medio ambiente y la tecnolog¨ªa, para aprovechar el margen fiscal que ofrece Bruselas. La gran preocupaci¨®n, sin embargo, es sostener sectores como el turismo y el autom¨®vil, que suman en torno al 30% del PIB espa?ol y que pueden suponer una enorme bolsa de desempleo si no resisten el embate de los efectos econ¨®micos del coronavirus.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.