¡°Ni antes ¨¦ramos villanos, ni ahora somos h¨¦roes¡±

Si ya de por s¨ª el del camionero es un oficio solitario y desagradecido, siempre demasiado lejos de casa, con sueldos que no dan para hacerse rico y tan exigente que una distracci¨®n puede costar la vida, la emergencia sanitaria est¨¢ llevando m¨¢s all¨¢ de sus l¨ªmites al sector. ¡°No ¨¦ramos villanos antes ni ahora h¨¦roes. No creo que no se pueda tratar peor a la gente¡±, sentencia ?scar Prieto, aut¨®nomo leon¨¦s de 48 a?os. Se queja de las dur¨ªsimas condiciones en que trabaja, en las que incluso algo tan b¨¢sico como acceder a los aseos de un ¨¢rea de servicio era hasta hace poco un lujo. Desde el lunes tiene a sus cuatro camiones parados y ha despedido a la mitad de los empleados.

A Jota, que prefiere no ser identificado, le pasa lo mismo con la mitad de su flota de 40 tr¨¢ileres. De 44 trabajadores mantiene a 35. ¡°Hasta cierto punto tengo que dar gracias porque sigo teniendo camiones funcionando pese a que han cerrado un tercio de mis clientes¡±, explica este empresario de 57 a?os especializado en la alimentaci¨®n que trabaja para grandes superficies como Carrefour y Mercadona, a pleno rendimiento, pero tambi¨¦n para cadenas de restauraci¨®n de comida r¨¢pida, colegios y residencias. Ah¨ª la facturaci¨®n se desplomar¨¢ en seco. ¡°Estamos tirando de fondos. El peligro es que estamos a final de mes con una falta de liquidez terrible", advierte. El Gobierno dice que avalar¨¢ el 80% de los cr¨¦ditos a empresas, pymes y aut¨®nomos afectados. Pero nadie se f¨ªa.

En Espa?a hay algo m¨¢s de 400.000 conductores y m¨¢s del 95% de las empresas tienen cinco veh¨ªculos o menos. El 90% de las mercanc¨ªas se transportan por carretera, en un sector que gener¨® m¨¢s de 18.000 millones en 2019. Esta dependencia del asfalto, con m¨¢s de 4.000 fallecidos y 56.000 personas contagiadas por el Covid-19, convierte a los camioneros en los eslabones vitales y an¨®nimos de la red de abastecimiento. El Gobierno ha autorizado que puedan ir dos personas en cabina para darse relevos o las tareas de carga y descarga. Los talleres mec¨¢nicos tienen la orden de no abrir al p¨²blico en general, solo a camiones y furgonetas de reparto para asegurar el flujo de mercader¨ªas. ¡°Somos absolutamente imprescindibles. La sanidad es fundamental, pero si nosotros no llevamos los suministros todo se para¡±, reivindica Julio Villaescusa, presidente de la Federaci¨®n Nacional de Asociaciones de Transporte de Espa?a (Fenadismer). Las normas de tiempos de conducci¨®n y descanso en los transportes de mercanc¨ªas se han relajado, aunque no pueden superar las 56 horas al volante a la semana o 90 bisemanales. Cada cuatro horas y media es obligatoria una pausa de 45 minutos. Entretanto, el tr¨¢fico de veh¨ªculos pesados ya representa al 55,76% de los trayectos de largo recorrido: 221.338 de 396.927. Desde la entrada en vigor del estado de alarma los desplazamientos de larga distancia han ca¨ªdo un 61,61%, seg¨²n los ¨²ltimos datos, del mi¨¦rcoles, de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT). En el caso de los camiones, el descenso fue del 19,68% tras un pico del 40% el pasado domingo.

transportistas bcn

¡°Ahora mucho blablabl¨¢, pero somos los mismos desgraciados que molestan a la gente en las vacaciones en Semana Santa y las salidas del fin de semana", resoplaba el martes E. de 53 a?os, que tambi¨¦n pide anonimato, mientras realizaba la ruta Bilbao-Algeciras en 24 horas. Y vuelta a empezar: ¡°Tengo compa?eros que no saben si van o vienen. Aunque quitando a los de la alimentaci¨®n, que est¨¢n trabajando a tope por el p¨¢nico de la gente a quedarse sin comida en casa, lo del resto es un drama. No hay actividad". Aun as¨ª pod¨ªa decirse que E. estaba en uno de sus mejores d¨ªas: ¡°?Es el primer d¨ªa que me han dado un plato caliente, un cocido! Me lo he tomado en el cami¨®n aunque he pagado lo mismo que si hubiera estado sentado en el comedor". Pero no olvidaba c¨®mo a lo largo de la semana pasada encaden¨® ¨¢reas de servicio que no le atend¨ªan. Pese a contravenir el real decreto del estado de alarma, que establece la adopci¨®n de ¡°las medidas necesarias para garantizar el abastecimiento alimentario". ¡°Por no poder garantizar la higiene y limpieza, los servicios permanecer¨¢n cerrados para males mayores", es el cartel que recita de carrerilla Manuel L¨®pez, camionero de 42 a?os que opera por la meseta. ¡°Tocaba repostar y ya. Y ver desde la cabina c¨®mo llegaba una patrulla de la Guardia Civil y encabronarte porque a ellos s¨ª les abr¨ªan la puerta de los ba?os. ?Soluci¨®n? Pues a cagar en mitad del campo", todav¨ªa masca las palabras.

Pero en tiempos excepcionales no solo aflora la miseria. Tambi¨¦n los comportamientos ejemplares. Como el del restaurante El Hacho, en la A-92, cerca de Lora de Estepa (Sevilla). Ante las dificultades para atender a los transportistas en los primeros compases de la crisis, sus due?os decidieron colocar en una furgoneta en el exterior agua, refrescos, zumos, dulces, termos de caf¨¦ y leche¡­ Y con el siguiente mensaje: ¡°No admitimos dinero¡±. Un gesto que se ha hecho viral tras el v¨ªdeo de un conductor de Transportes La Murciana. ¡°Cuando todo empez¨® tuvimos que cerrar el negocio, pero empezaron a llegar camioneros que llamaban a los cristales, ped¨ªan que les ech¨¢ramos un caf¨¦¡­ Era desgarrador. ?Es que est¨¢n solos, no tienen en muchos kil¨®metros donde pararse! No se merecen esta situaci¨®n, son los que est¨¢n haciendo que el pa¨ªs funcione¡±, expone Jessica Borrego, una de las due?as. ¡°Estamos con los camioneros. Esta lucha es de todos¡±, es la leyenda, en uno de los carteles colgados, que se ha convertido en una de las banderas de los profesionales de la carretera.

Tras el caos de la semana pasada, Gobierno y comunidades han reaccionado ante la avalancha de transportistas que reclamaban una atenci¨®n decente. Los problemas digestivos, de huesos y diabetes entre los veteranos son corrientes tras a?os del estr¨¦s por llegar al destino, de comer cada d¨ªa en un sitio¡­ El Bolet¨ªn Oficial del Estado (BOE) public¨® el mi¨¦rcoles una disposici¨®n del Ministerio de Transportes por la que se regula la apertura de 360 alojamientos tur¨ªsticos, que se mantendr¨¢n cerrados al p¨²blico en general, para dar servicio a trabajadores de sectores vitales durante la emergencia sanitaria. En concreto, tambi¨¦n se establece que se ¡°podr¨¢ permitir el acceso a las instalaciones y servicios de aseo y restauraci¨®n a los transportistas profesionales de mercanc¨ªas, aunque no se encuentren alojados¡±.

¡°La administraci¨®n va 10 d¨ªas tarde. Se siente mucho desamparo en todo lo que no son grandes n¨²cleos como Madrid, Barcelona, Valencia o Zaragoza, sobre todo en las rutas de las zonas m¨¢s deprimidas y despobladas¡±, apunta Jorge Serrano, coordinador de ¨¢rea de transportes de la Federaci¨®n Nacional de Trabajadores Aut¨®nomos (ATA).

La incertidumbre que de verdad pesa es la supervivencia econ¨®mica en un sector con muchas subcontratas. El primer paquete de avales que el Ejecutivo ha lanzado esta semana, de 20.000 millones de euros, tendr¨¢ efectos retroactivos desde el 18 de marzo. Pero aun as¨ª los camioneros no se lo creen. Se sienten excluidos. El escepticismo es total. ¡°Somos un sector que tiene acceso a muy pocas ayudas habitualmente. Para nosotros es un punto m¨¢s dif¨ªcil que para el resto, un cami¨®n no es como un inmueble. Valen mucho dinero y hay m¨¢s riesgos, son m¨¢quinas que se deprecian con relativa rapidez. Cuando pasas por el ¨¢rea de estudios de riesgos de un banco, digamos que las empresas de transportes nunca somos bienvenidas¡±, expone Serrano. ¡°Pregunta en cualquier banco a ver lo que hay y te dicen que no hay nada para las peque?as empresas¡±, zanja Prieto. Como ejemplo de su desaz¨®n diaria destaca que a principios de semana le ofrec¨ªan llevar una carga desde Madrid al sur de Valencia, una distancia de casi 400 kil¨®metros, por 200 euros. ¡°Solo la ida, cuando se deber¨ªa cobrar 1,10 euros por kil¨®metro para cubrir los gastos de combustible, los distintos seguros¡­. Y si no tienes carga para la vuelta es tu puto problema¡±. Dijo que no. ¡°Dicen que mal de muchos, epidemia. No consuelo de tontos. Pues hay una pandemia¡­ Bueno, esta semana al menos estoy en mi casa¡±, se esfuerza en ser optimista Prieto.

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