Rutte, el m¨¢s duro de los ¡®halcones¡¯
Holanda lidera la oposici¨®n de los eurobonos, que reclaman Espa?a, Portugal e Italia para combatir la crisis sanitaria
¡°Repugnante¡±. El primer ministro portugu¨¦s, Ant¨®nio Costa, eleg¨ªa sin apenas pensarlo esa palabra para desacreditar la ocurrencia del ministro de Finanzas holand¨¦s, Wopke Hoekstra, de sugerir que algunos pa¨ªses ped¨ªan dinero para hacer frente a la pandemia por derrochadores. El ¨¦nfasis del adjetivo empleado por Costa, que incluso repiti¨®, describ¨ªa el hast¨ªo del Sur de Europa hacia la actitud de La Haya, erigida como l¨ªder de los halcones, de abusar del cuento de la hormiga y la cigarra para cerrarse en banda a la creaci¨®n de unos eurobonos para afrontar la mayor emergencia que vive el continente desde la Segunda Guerra Mundial.
El comentario del ministro holand¨¦s en el pasado Ecofin soliviant¨® a Lisboa, Madrid y Roma. ¡°Holanda quer¨ªa anticiparse a lo que ven¨ªa, pero fue una provocaci¨®n¡±, dicen fuentes diplom¨¢ticas. ¡°Lo que ven¨ªa¡± cuando Hoekstra tom¨® la palabra en el Ecofin del lunes era una ofensiva de nueve pa¨ªses para la creaci¨®n de los eurobonos ante la celebraci¨®n de una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno. Para Holanda, esa idea supon¨ªa cruzar el Rubic¨®n. ¡°No veo ninguna circunstancia bajo la cual cambiemos nuestra posici¨®n¡±, advirti¨® Mark Rutte, primer ministro holand¨¦s.
¡°Est¨¢ muy claro que el Gobierno de Rutte sigue con las mismas posiciones de l¨ªnea dura en la UE, como viene haciendo desde la crisis de la deuda soberana¡±, sostiene Natascha van der Zwan, de la Universidad de Leiden. En el ¨²ltimo a?o, Holanda ha estado al frente de varios bloqueos en el seno de la UE, casi siempre por cuestiones econ¨®micas. Torpede¨® la creaci¨®n de un potente presupuesto para la zona euro ¡ªaun cuando as¨ª lo ha reclamado hasta el BCE¡ª, obstaculiz¨® las negociaciones para un presupuesto de la UE y ahora pretende ligar cualquier ayuda a Italia o Espa?a por la pandemia a un programa de rescate con condiciones.
Los Pa¨ªses Bajos, el quinto socio de la UE en tama?o econ¨®mico, aspiran a ocupar el hueco liberal que deja Londres. Para ello, en el terreno econ¨®mico han dejado de lado su alianza tradicional con B¨¦lgica y Luxemburgo ¡ªpartidarios de una mayor integraci¨®n de la zona euro¡ª y han tejido alianzas con n¨®rdicos y b¨¢lticos para frenar los argumentos de Francia e imponer su doctrina de disciplina fiscal. ¡°Entre ser cola de le¨®n o cabeza de rat¨®n, Holanda intenta lo segundo¡±, dice un diplom¨¢tico. La Haya se ha erigido como l¨ªder de ese grupo, bautizado como nueva Liga Hanse¨¢tica.
El sur de Europa ve en Rutte el encargado de hacer el trabajo sucio a la canciller, Angela Merkel, que prefiere no tener que bajar al barro. Pero, seg¨²n public¨® el diario holand¨¦s De Volkskrant, en la cumbre de febrero Merkel desaprob¨® el ¡°comportamiento infantil¡± del holand¨¦s, que irrit¨® tambi¨¦n a Emmanuel Macron o Pedro S¨¢nchez. Esos choques con Berl¨ªn, Par¨ªs o Madrid han llevado a sus socios hanse¨¢ticos a tomar cierta distancia respecto a Holanda. ¡°No es sostenible decir siempre no sin proponer nada a cambio¡±, sostienen fuentes diplom¨¢ticas. Desde otro de los pa¨ªses del norte se expresa tambi¨¦n cierta preocupaci¨®n: ¡°No es agradable ver que en Bruselas se ha popularizado la expresi¨®n de ¡®Mark Rutte y los siete enanitos¡¯¡±.
Esa alianza ya mostr¨® sus flaquezas en la negociaci¨®n del Presupuesto de la UE, cuando los b¨¢lticos cerraron filas en torno a los fondos de cohesi¨®n e Irlanda y Finlandia hicieron lo propio con la pol¨ªtica agraria. E Irlanda, por ejemplo, apoya los eurobonos. La posici¨®n de Rutte y Hoekstra tampoco es un¨¢nime en Holanda. Ni entre los halcones. El presidente del Banco de Holanda, Klaas Knot, se desmarc¨® al defender la pol¨ªtica fiscal para garantizar la solidaridad y una respuesta europea a la crisis. Los laboristas y verdes holandeses se han desmarcado tambi¨¦n de la posici¨®n de Rutte. Incluso dentro de la coalici¨®n de Gobierno ha habido voces cr¨ªticas desde el liberal D66.
Los analistas ven en la negativa de compartir costes de Rutte, l¨ªder de los liberales de VVD, y de Hoekstra, democratacristiano, una forma de atraer votos que ir¨ªan a la extrema derecha. ¡°En parte es producto de su ideolog¨ªa, puesto que la derecha es en general menos solidaria y es defensora de la austeridad, tanto dentro como fuera de casa. Hoekstra y Rutte est¨¢n yendo a los votantes de la derecha populista antes de las elecciones del a?o que viene¡±, sostiene Catherine de Vries, de la Universidad Bocconi.
Van der Zwan explica que la austeridad practicada en la ¨²ltima d¨¦cada ha tensionado el sistema sanitario, pero tambi¨¦n ha permitido que ahora Rutte se presente ante las familias y empresas con generosas ayudas. ¡°Son medidas que pueden recordar los votantes holandeses cuando elijamos Gobierno en marzo de 2021. Lamentablemente, todav¨ªa hay bastantes votantes que est¨¢n a favor de una posici¨®n de l¨ªnea dura dentro de la UE y que sienten que no deber¨ªan pagar un rescate al sur de Europa¡±, a?ade.
Un estilo propio que ha forjado una estirpe
Los ministros de Finanzas holandeses han sido capaces de crear una suerte de estirpe en un tiempo r¨¦cord. En las poco m¨¢s de dos d¨¦cadas de existencia del Eurogrupo han forjado un estilo propio: lenguaraces, impasibles y partidarios de sacar mucho el palo y poco la zanahoria. Y, sobre todo, f¨¦rreos defensores de la ortodoxia. No les tembl¨® el pulso para se?alar a Alemania y Francia cuando rompieron las reglas fiscales en la d¨¦cada pasada, para apretar las tuercas a Espa?a, Grecia y Portugal durante las peores fases de la crisis del euro o arremeter el a?o pasado contra Italia. El Sur todav¨ªa recuerda la frase del exjefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem refiri¨¦ndose a los pa¨ªses del Sur: ¡°No puedo gastarme el dinero en alcohol y mujeres y despu¨¦s pedir ayuda¡±.
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