El G20 respalda el mayor recorte de la historia en la oferta de crudo pero evita fijar cifras a su compromiso
EE UU y el resto de pa¨ªses petroleros acuerdan actuar para estabilizar los precios, pero no logran pactar un n¨²mero concreto. La OPEP y Rusia se hab¨ªan comprometido a retirar 10 millones de barriles
Habr¨¢ recorte en la producci¨®n mundial de petr¨®leo y ser¨¢ el mayor de siempre, pero el diablo est¨¢ y seguir¨¢ estando en los detalles. Los ministros de Energ¨ªa del G20 han ratificado este viernes el acuerdo alcanzado 24 horas antes por la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP, liderada de facto por Arabia Saud¨ª) y Rusia. Sin embargo, el compromiso del resto de pa¨ªses productores de crudo de asumir su cuota de responsabilidad y arrimar el hombro en un tijeretazo en el que, si quiere tener ¨¦xito, todos tendr¨¢n que sacrificarse, se queda en palabras. Estados Unidos y el resto de pa¨ªses productores se han mostrado a ¨²ltima hora de la noche de este viernes dispuestos a hacer todo lo que est¨¦ en su mano para estabilizar unos precios en ca¨ªda libre ante el desplome de la demanda por el coronavirus. Pero han eludido fijarse un objetivo concreto de reducci¨®n de su oferta que complementase con otros cinco millones de barriles diarios el recorte r¨¦cord de 10 millones (casi la d¨¦cima parte de la oferta mundial) con el que Riad y Mosc¨² hab¨ªan enterrado el jueves el hacha de guerra tras una fugaz pero brutal batalla de precios que ha llevado la cotizaci¨®n del crudo a m¨ªnimos de casi dos d¨¦cadas.
El comunicado del G20 ¡°reconoce los compromisos de algunos productores para estabilizar los mercados energ¨¦ticos¡±. Seg¨²n desvel¨® tras la conferencia telem¨¢tica el titular canadiense de Energ¨ªa, Seamus O¡¯Reagan, el grupo de pa¨ªses industrializados trat¨® de ¡°encontrar los mecanismos para lograr la estabilidad de precios¡± y todos los pa¨ªses convinieron la necesidad de ¡°un mercado petrolero estable y que funcione bien¡±. ¡°Pero a¨²n no estamos donde deber¨ªamos estar¡±, admiti¨® el negociador de la que, a lomos de las reservas de crudo no convencional, ya se ha convertido en la cuarta potencia petrolera mundial. ¡°La industria ha sufrido muchos choques a lo largo de su historia, pero ninguno como el que estamos viendo hoy. Espero que [el acuerdo] ayude a restaurar parte de la muy necesaria estabilidad¡±, hab¨ªa dicho poco antes del inicio de la reuni¨®n el jefe de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa, Fatih Birol. Mucha ret¨®rica y poca concreci¨®n: el ¨²nico elemento duro del comunicado final es la creaci¨®n de un ¡°grupo de trabajo¡± abierto a todos los miembros del G20 de forma voluntaria y que se encargar¨¢ de ¡°monitorear¡± las medidas tomadas en respuesta a la crisis. Las conversaciones deber¨ªan seguir en las pr¨®ximas horas para fijar objetivos concretos de reducci¨®n de la oferta.
Tras el jarro de agua fr¨ªa de principios de marzo, cuando la OPEP y Rusia fueron incapaces de pactar un recorte casi siete veces menor que el sellado este viernes, Riad y Mosc¨² no pod¨ªan permitirse un nuevo patinazo. Qued¨® claro el jueves, cuando ambas ¡ªjunto con el resto de pa¨ªses de la conocida como OPEP+ u OPEP ampliada¡ª pactaron recortar unos 10 millones de barriles en mayo y en junio, y que disminuir¨¢ gradualmente desde entonces hasta quedar en nada en la primavera de 2022, cuando el virus sea ya un mal recuerdo y la maquinaria productiva haya recuperado todo el br¨ªo perdido. Es, de por s¨ª, un tijeretazo muy significativo: equivale, casi, a los bombeos del reino del desierto, primer productor mundial hasta que la sacudida del fracking le desbanc¨® en favor de Estados Unidos. Pero estaba a expensas del concurso del propio gigante norteamericano, de Brasil, de Canad¨¢, de Noruega y, en fin, el resto de grandes nombres del olimpo petrolero mundial. Y ese visto bueno definitivo ha llegado este viernes, aunque a medias y de manera mucho m¨¢s timorata de lo que se esperaba: con tanta grandilocuencia ret¨®rica ¡ªtomar¨¢n ¡°las medidas inmediatas que sean necesarias para asegurar la estabilidad del mercado energ¨¦tico¡±¡ª como falta de claridad en las cifras. Sin objetivos concretos de recorte, la promesa se queda en palabras.
Con la coordinaci¨®n internacional en sus horas m¨¢s bajas, tanto en lo pol¨ªtico como lo econ¨®mico, las reuniones de las dos ¨²ltimas jornadas ¡ªprimero, de la OPEP y Rusia; despu¨¦s, de los ministros del G20¡ª se presentaban como una ocasi¨®n de oro para sacar algo en claro. Y el sabor que dejan es agridulce. Por un lado, han permitido poner punto final al enfrentamiento a cara de perro entre el primer y segundo exportador mundiales, Arabia Saud¨ª (que ostenta la presidencia rotatoria del G20) y Rusia, que hab¨ªa convertido el mercado petrolero en lo m¨¢s parecido al salvaje oeste durante 34 largos d¨ªas y que hab¨ªa a?adido una dosis adicional de volatilidad sobre unos mercados financieros que atraviesan sus horas m¨¢s dif¨ªciles desde la Gran Recesi¨®n. Pero, por otro, se vuelve a demostrar que pasar de las musas al teatro sigue siendo harto complicado en un foro con tantos Gobiernos involucrados y tantos intereses contrapuestos.
La rapidez del acuerdo del jueves por la tarde entre saud¨ªes y rusos contrasta con todas las trabas y dificultades que se sucedieron a continuaci¨®n. El primero en poner el grito en el cielo fue un actor inesperado: M¨¦xico. El pa¨ªs norteamericano, hist¨®ricamente petrolero pero sumido en una crisis de producci¨®n que le ha hecho perder posiciones en el concierto internacional, se neg¨® en la madrugada del jueves al viernes a aceptar su parte del trato e hizo subir el voltaje de la reuni¨®n cuando ya todo parec¨ªa hecho. Se le exig¨ªa una reducci¨®n de los bombeos mexicanos de unos 400.000 barriles diarios, cifra que, ante la presi¨®n mexicana, baj¨® hasta el entorno de los 350.000. EE UU intervino, comprometi¨¦ndose ¡ªseg¨²n lo desvelado por Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador¡ª a ampliar su recorte en 250.000 barriles y que M¨¦xico solo tuviese que retirar 100.000 del mercado. Pero ni siquiera as¨ª el acuerdo fue posible, seg¨²n afirma Reuters citando dos fuentes presentes en la mesa virtual de di¨¢logo. Este s¨¢bado seguir¨¢n las conversaciones para tratar de sumar a M¨¦xico al barco de los recortes y poder, entonces s¨ª, salir con una cifra de recortes por pa¨ªs.
Con los parqu¨¦s cerrados este viernes santo, habr¨¢ que esperar al lunes para ver qu¨¦ acogida tiene entre los inversores este respaldo ret¨®rico del G20 a la estrategia de recortes. El jueves, la primera impresi¨®n no fue buena: frente al optimismo generalizado por el acuerdo entre Arabia Saud¨ª y Rusia y a pesar de haber llegado a subir m¨¢s de un 10% a lo largo de la jornada, el barril de brent cerr¨® la sesi¨®n retrocediendo m¨¢s de un 4%. En paralelo, el banco de inversi¨®n UBS avisaba de que ni tan siquiera el que ya es el mayor recorte de la historia, el pactado entre Riad y Mosc¨², ser¨¢ suficiente para nivelar un mercado que hoy vive la mayor una in¨¦dita descompensaci¨®n entre oferta y demanda, con un sobrante que se calcula entre 20 y 30 millones de barriles por d¨ªa despu¨¦s de que la pandemia evaporase casi la tercera parte del consumo. Los mercados no entienden de recortes r¨¦cord mientras los aviones sigan en tierra, los coches en el garaje y las f¨¢bricas, a medio gas. Tampoco mientras el compromiso de los pa¨ªses ajenos a la OPEP+ se plasme ¨²nicamente en palabras y no en cifras rotundas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.