La econom¨ªa se hunde, la Bolsa sube: ?qu¨¦ est¨¢ pasando?
No presten atenci¨®n al Dow Jones; conc¨¦ntrense en esos puestos de trabajo que est¨¢n desapareciendo
Las noticias econ¨®micas han sido tremendas. El informe sobre el PIB publicado el mi¨¦rcoles en referencia al primer trimestre no tiene importancia. Una econom¨ªa que se contrae a una tasa anual cercana al 5% se habr¨ªa considerado algo terrible en tiempos normales, pero este informe solo captaba las primeras gotas de una precipitaci¨®n torrencial. Datos m¨¢s espec¨ªficos muestran que la econom¨ªa est¨¢ cayendo por un precipicio. La Oficina Presupuestaria del Congreso proyecta una tasa de desempleo del 16% a finales de a?o, y ese c¨¢lculo podr¨ªa quedarse corto.
Sin embargo, los precios de las acciones en EE UU, que bajaron las primeras semanas de la crisis de la covid-19, han recuperado buena parte de esas p¨¦rdidas. En la actualidad han vuelto m¨¢s o menos al lugar donde iniciaron la ca¨ªda, cuando se hablaba de lo bien que iba la econom¨ªa. ?Qu¨¦ est¨¢ ocurriendo?
Bien, siempre que se reflexione sobre las repercusiones econ¨®micas de los precios burs¨¢tiles se deben recordar tres normas. La primera, que la Bolsa no es la econom¨ªa. La segunda, que la Bolsa no es la econom¨ªa. Y la tercera, que la Bolsa no es la econom¨ªa.
Es decir, la relaci¨®n entre el comportamiento de las acciones ¨Cregido en buena medida por la oscilaci¨®n entre la avaricia y el miedo¨C y el crecimiento econ¨®mico real siempre ha sido entre laxa e inexistente. Recordemos la famosa ocurrencia del gran economista Paul Samuelson, all¨¢ por la d¨¦cada de 1960, cuando dijo que el mercado burs¨¢til hab¨ªa predicho nueve de las cinco recesiones anteriores.
Pero yo dir¨ªa que hay razones m¨¢s profundas para la actual desconexi¨®n entre el mercado burs¨¢til y la econom¨ªa real: los inversores est¨¢n comprando acciones en parte porque no tienen ning¨²n otro sitio al que ir. De hecho, se tiene la sensaci¨®n de que las acciones est¨¢n tan altas precisamente porque la econom¨ªa en conjunto est¨¢ tan d¨¦bil.
?Cu¨¢l es, en resumidas cuentas, la principal alternativa a invertir en acciones? Comprar deuda p¨²blica. Sin embargo, en los tiempos que corren, la deuda p¨²blica ofrece una rentabilidad incre¨ªblemente baja. El tipo de inter¨¦s de los bonos del Estado estadounidenses a 10 a?os es de solo el 0,6%, frente al 3% a finales de 2018. Y si lo que quieren son bonos protegidos contra la inflaci¨®n futura, la rentabilidad es negativa, de -0,5%.
De modo que comprar acciones de empresas que siguen siendo rentables a pesar de la recesi¨®n provocada por la covid-19 parece de lo m¨¢s atractivo.
?Y por qu¨¦ est¨¢n tan bajos los tipos de inter¨¦s? Porque el mercado de bonos prev¨¦ que la econom¨ªa se mantenga deprimida varios a?os, y cree que la Reserva Federal mantendr¨¢ las pol¨ªticas de dinero f¨¢cil en un futuro predecible. Como he dicho antes, se tiene la sensaci¨®n de que las acciones est¨¢n fuertes precisamente porque la econom¨ªa real est¨¢ d¨¦bil.
Ahora bien, una pregunta que sin duda podr¨ªan plantearse es por qu¨¦, si la debilidad econ¨®mica es en todo caso buena para las acciones, el mercado se hundi¨® brevemente a principios de a?o. La respuesta es que durante unas semanas de marzo el mundo se balance¨® al borde de una crisis financiera similar a la de 2008, lo que hizo que los inversores huyesen de todo lo que presentara el m¨¢s m¨ªnimo asomo de riesgo.
Sin embargo, esa crisis se evit¨® gracias a las medidas extremadamente audaces de la Reserva Federal, que se apresur¨® a comprar activos en un volumen y una gama sin precedentes. Sin esas medidas estar¨ªamos afrontando una cat¨¢strofe econ¨®mica a¨²n mayor.
Y esta es, por cierto, una de las razones por las que deber¨ªan preocuparnos los intentos de Donald Trump de nombrar personas afines y sin preparaci¨®n, con historial de haber apoyado doctrinas econ¨®micas descabelladas, para el consejo directivo de la Reserva Federal. Imaginemos d¨®nde estar¨ªamos ahora si la Reserva Federal hubiera respondido a una crisis financiera inminente de la misma manera que el Gobierno de Trump ha respondido a una pandemia inminente.
Pero volviendo a la desconexi¨®n entre las Bolsas y la realidad econ¨®mica, resulta que este es un fen¨®meno de larga duraci¨®n, que se remonta al menos a mediados de la d¨¦cada de 2000. Piensen en todas las cosas negativas que hemos descubierto de la econom¨ªa contempor¨¢nea desde, digamos, 2007. Hemos descubierto que las econom¨ªas avanzadas son mucho menos estables, est¨¢n mucho m¨¢s sujetas a crisis peri¨®dicas, de lo que pr¨¢cticamente todos cre¨ªamos posible.
El aumento de la productividad se ha desplomado, demostrando que la expansi¨®n impulsada por la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n en la d¨¦cada de 1990 y comienzos de la de 2000 fue un hecho aislado. Los resultados econ¨®micos generales han sido mucho peores de lo que la mayor¨ªa de los observadores preve¨ªa hace unos 15 a?os.
Sin embargo, a los mercados burs¨¢tiles les ha ido muy bien. En v¨ªsperas de la crisis de la covid-19, la relaci¨®n entre la capitalizaci¨®n burs¨¢til y el PIB ¨Cla medida favorita de Warren Buffett¨C estaba muy por encima de su nivel de 2007, y un poco por encima del m¨¢ximo alcanzado durante la burbuja de las puntocom. ?Por qu¨¦?
Sin duda, la principal respuesta es considerar la alternativa. Si bien el empleo acab¨® recuper¨¢ndose de la Gran Recesi¨®n, esa recuperaci¨®n solo se alcanz¨® gracias a unos tipos de inter¨¦s hist¨®ricamente bajos. La necesidad de mantener los tipos bajos era un indicio de la debilidad econ¨®mica subyacente: las empresas parec¨ªan reacias a invertir a pesar de los altos beneficios, prefiriendo a menudo recomprar sus propias acciones. Pero los tipos bajos eran buenos para los precios burs¨¢tiles.
?He mencionado que el mercado burs¨¢til no es la econom¨ªa?
Nada de esto deber¨ªa tomarse como afirmaci¨®n de que las actuales valoraciones burs¨¢tiles son perfectas. Intuyo que los inversores est¨¢n demasiado ansiosos por recibir buenas noticias; pero la verdad es que no tengo la menor idea de ad¨®nde se dirige el mercado.
La cuesti¨®n, m¨¢s bien, es que la resistencia de los mercados tiene, de hecho, cierto sentido a pesar de las terribles noticias econ¨®micas, y por la misma raz¨®n, no contribuye a que esas noticias resulten menos terribles. No presten atenci¨®n al Dow Jones; conc¨¦ntrense en esos puestos de trabajo que est¨¢n desapareciendo.
Paul Krugman es premio Nobel de Econom¨ªa. ? The New York Times, 2020. Traducci¨®n de News Clips.
Informaci¨®n sobre el coronavirus
- Aqu¨ª puede seguir la ¨²ltima hora sobre la evoluci¨®n de la pandemia
- As¨ª evoluciona la curva del coronavirus en Espa?a y en cada autonom¨ªa
- Preguntas y respuestas sobre el coronavirus
- Gu¨ªa de actuaci¨®n ante la enfermedad
- En caso de tener s¨ªntomas, estos son los tel¨¦fonos que se han habilitado en cada comunidad
- Pinche aqu¨ª para suscribirse a la newsletter diaria sobre la pandemia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.