Espa?a, abocada a subir los impuestos seg¨²n los expertos
Economistas se?alan que la deuda acumulada en esta crisis obligar¨¢ a hacer ajustes para sanear las cuentas
La hecatombe econ¨®mica causada por la pandemia dejar¨¢ una herencia amarga en las cuentas p¨²blicas: un d¨¦ficit desbocado y una deuda en niveles in¨¦ditos desde principios del siglo pasado. Estas previsiones ya han hecho saltar todas las alarmas y el fantasma de los ajustes ha vuelto a planear sobre la econom¨ªa. Aunque no ser¨¢ ni hoy ni ma?ana, todo apunta a que en el medio plazo habr¨¢ que intentar cuadrar el c¨ªrculo. La pregunta es c¨®mo. Los expertos recuerdan que Espa?a a¨²n tiene un ampl¨ªo margen fiscal respecto al resto de Europa y reflexionan sobre c¨®mo atajar la cada vez m¨¢s abultada factura de las pensiones.
Todav¨ªa es pronto para saber c¨®mo ser¨¢ la vida tras la pandemia. Pero la magnitud de la crisis ya obliga a pensar en el despu¨¦s. Un futuro que augura ajustes para compensar el esfuerzo may¨²sculo que est¨¢n realizando las Administraciones en el presente, con las arcas p¨²blicas tensionadas por el lado del gasto y desinfl¨¢ndose los ingresos. As¨ª lo sugiri¨® hace dos semanas la Autoridad Fiscal (Airef), que augur¨® futuros ajustes para revitalizar las depauperadas cuentas p¨²blicas tras el coletazo de la covid-19. Y as¨ª lo remarc¨® hace unos d¨ªas el gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, al invocar ¡°una estrategia clara de saneamiento¡± en el medio plazo a trav¨¦s de un pacto de varias legislaturas. Lo que suele traducirse en recortes y alza de impuestos.
Bruselas decidi¨® no pedir recortes ahora a los pa¨ªses pese a que el d¨¦ficit est¨¢ desbocado y la deuda p¨²blica amenaza con alcanzar niveles sin precedentes en m¨¢s de un siglo. Sin embargo, record¨® que cuando pase la tormenta habr¨¢ que retomar la consolidaci¨®n fiscal. ¡°Como pa¨ªs hay que decidir: si desmantelar parte del Estado de bienestar o aumentar los ingresos¡±, dice Ignacio Conde-Ruiz, profesor de la Complutense y subdirector de Fedea.
¡°Est¨¢ escrito que se van a pedir esfuerzos, pero hay que ir con much¨ªsimo cuidado para que no se frene la inversi¨®n¡±, alerta Valent¨ªn Pich, presidente del Consejo de Economistas. Ahora nadie duda de que hay que gastar m¨¢s y endeudarse: mientras las rentas y el consumo sigan deca¨ªdos y los beneficios empresariales mermados, aumentar la imposici¨®n fiscal puede ser contraproducente, seg¨²n todos los economistas consultados. Pero el momento de la consolidaci¨®n llegar¨¢ y habr¨¢ que tirar de un lado u otro de la manta: aumentar los ingresos o reducir los gastos.
El tsunami econ¨®mico golpea dejando muchos interrogantes y pocas evidencias, aunque contundentes: hachazo al PIB, m¨¢s paro y una importante ¡°mochila de deuda y d¨¦ficit¡±, dice Pich, que se tardar¨¢ en vaciar. El Gobierno calcula una ca¨ªda del crecimiento del 9,2% en 2020, un salto de la deuda hasta el 115,5% del PIB y un d¨¦ficit del 10,3% (m¨¢s de 100.000 millones), por el aumento del gasto en sanidad y protecci¨®n social y un desplome de recaudaci¨®n de unos 25.700 millones. Una previsi¨®n que otros ven excesivamente optimista y que puede empeorar si hay un rebrote en oto?o.
Pero tambi¨¦n est¨¢ la otra cara de la moneda: se prev¨¦ un vigoroso repunte en 2021 que compensar¨¢ parte del derrumbe. ¡°Otra cosa es que sea tanto como para no poner orden en las cuentas p¨²blicas¡±, matiza Francisco P¨¦rez, director del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas (IVIE). El tambi¨¦n catedr¨¢tico de la Universidad de Valencia explica que, a medida que la situaci¨®n se normalice, algunos desembolsos, como el sanitario, ir¨¢n reduci¨¦ndose. Otros se quedar¨¢n m¨¢s tiempo, como el causado por el previsible aumento de la desigualdad y la renta m¨ªnima que se pondr¨¢ en marcha para limarla. ¡°El gasto tambi¨¦n se puede disminuir con una mejora de la eficiencia y modificaciones en el funcionamiento de las Administraciones¡±, apunta P¨¦rez. Por el lado de los ingresos, aboga por meter mano, ante todo, a la mir¨ªada de beneficios y deducciones que merman la recaudaci¨®n ¡ªla Airef, que prepara un estudio sobre ello, sit¨²a su coste en unos 55.000 millones¡ª, y luego ir a por aquellas figuras que, en su opini¨®n, m¨¢s potencial tienen: revisar los tipos reducidos del IVA y aumentar la fiscalidad verde.
La presi¨®n fiscal en Espa?a se situaba en 2018 en el 35% del PIB, seg¨²n Eurostat, seis puntos por debajo de la eurozona. Las figuras que m¨¢s se alejan del promedio son las que m¨¢s recaudan: el IRPF y las cotizaciones sociales, reflejo de un mercado laboral lastrado por un elevado paro y baja ocupaci¨®n. Tambi¨¦n la recaudaci¨®n por IVA, impuestos verdes y sociedades es algo inferior.
Pero pese a tirar de los ingresos, hay gastos que lo condicionan todo. Y entre todos destaca el de las pensiones, que se come casi dos de cada cinco euros del desembolso total de las Administraciones. A partir del pr¨®ximo a?o empezar¨¢ a jubilarse la generaci¨®n del baby boom y la carga para la Seguridad Social ser¨¢ a¨²n m¨¢s pesada. Tambi¨¦n crecer¨¢ la factura para pagar a los inversores por tener una deuda p¨²blica cercana al 120% del PIB. Una minuta m¨¢s elevada que la actual.
Jos¨¦ Carlos D¨ªez, de la Universidad de Alcal¨¢, considera casi inevitable tocar las pensiones, cuya factura en 2019 se situ¨® en los 135.000 millones. Propone que la edad de jubilaci¨®n se mueva ya a los 67 a?os ¡ªen lugar que esperar hasta 2027¡ª, que las pensiones empiecen a calcularse sobre el total de la vida laboral y se congelen en 2020 y 2021. ¡°A partir de 2022, en funci¨®n de la situaci¨®n, revalorizar las m¨¢s bajas¡±, detalla. En cuanto a los ingresos, coincide en que hay que eliminar los agujeros que merman la recaudaci¨®n, adem¨¢s de subir los tipos m¨¢s altos del IRPF y el IVA.
La ministra de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, ha asegurado que no habr¨¢ ¡°recortes masivos de gasto ni subidas masivas de impuestos¡±. Por lo menos ahora y salvo lo que ya est¨¢ sobre la mesa: la tasa Google y a las transacciones financieras, que conf¨ªa activar en el ¨²ltimo tramo del a?o. Su estimaci¨®n de recaudaci¨®n (1.800 millones entre las dos) no cubrir¨ªa ni dos d¨¦cimas de d¨¦ficit. La llegada del coronavirus ha aparcado las otras subidas que planteaba el Gobierno ¡ªa las rentas altas v¨ªa IRPF y patrimonio, entre otras¡ª, y tampoco parece tener mucho recorrido el impuesto a los ricos propuesto por Unidas Podemos.
¡°El problema es que tenemos tipos marginales altos y efectivos bajos porque todas las bases imponibles est¨¢n llenas de agujeros¡±, insiste Conde-Ruiz. Tambi¨¦n su propuesta pasa por suprimir los huecos por donde se pierden ingresos, adem¨¢s de revisar los precios p¨²blicos como matr¨ªculas universitarias o peajes de carretera. ¡°En cuanto a las pensiones, hay que buscar un mecanismo de control, por ejemplo alargar la vida laboral, igual para quien se jubile dentro de 10 a?os¡±, detalla.
El catedr¨¢tico en Econom¨ªa de la Universitat de Barcelona e investigador del IEB Alejandro Esteller incide en el mismo punto: ¡°Hay que tener claro qu¨¦ sector p¨²blico se quiere, y si queremos mantenerlo o que sea m¨¢s grande, habr¨¢ que aumentar los ingresos¡±. ?C¨®mo? ¡°Creo que la ¨²nica opci¨®n es tocar el IRPF¡±. Pero no solo los tipos marginales m¨¢ximos, sino los intermedios, junto a una subida de los tipos del ahorro y la eliminaci¨®n de deducciones y bonificaciones que hacen perder ingresos.
Jorge Onrubia, profesor en la Complutense, coincide con el an¨¢lisis y sugiere una receta fiscal basada en dos patas. Por un lado una reforma permanente para ¡°compensar esos seis puntos de diferencia en la presi¨®n fiscal¡± con la eurozona, que pasar¨ªa por ¡°cubrir los huecos existentes y reestructurar beneficios fiscales¡±, reforzar los impuestos verdes y los especiales al tabaco y al alcohol y armonizar y modificar el impuesto de sucesiones y donaciones. Por el otro lado, propone un recargo temporal en el IRPF a partir del importe m¨¢ximo del subsidio de desempleo (unos 15.000 euros brutos al a?o) para cubrir la factura de la crisis, algo parecido a lo que hizo el Gobierno de Mariano Rajoy en 2012. ¡°No soy partidario de recortar pensiones o en funcionarios ni veo al Gobierno actual haci¨¦ndolo, salvo que lo imponga la UE¡±, a?ade. Esa ser¨¢ otra inc¨®gnita a despejar.
Unas cuentas que no estaban preparadas ante el virus
Espa?a se enfrenta a la pandemia sin tener los deberes hechos: no solo no ha logrado reducir su d¨¦ficit estructural ¡ªse hab¨ªa comprometido con la UE a un ajuste del 0,65% del PIB¡ª, sino que lo ha ampliado. Ni siquiera el s¨®lido crecimiento de los ¨²ltimos a?os ha permitido cerrar la brecha. ¡°Desde 2014 Espa?a no ha hecho lo que hab¨ªa que hacer: ha bajado impuestos de forma estructural y ha aumentado gasto de manera estructural¡±, contextualiza Ignacio Conde-Ruiz, de Fedea. ¡°Esto tenemos que resolverlo independientemente de que haya llegado la pandemia¡±.
La incapacidad para reducir el d¨¦ficit estructural no ha permitido reducir la deuda al ritmo deseado y ahora la pelota se har¨¢ inevitablemente m¨¢s grande y pesada.
¡°Tenemos un sector p¨²blico que no est¨¢ muy preparado en el largo plazo y obviamente tampoco en el corto ante un shock de este calibre, lo que es l¨®gico¡±, resume el catedr¨¢tico Alejandro Esteller. Sin embargo, se?ala que la clave est¨¢ en la sostenibilidad, y conf¨ªa en que no haya problemas mayores por la vigencia de los tipos bajos y el apoyo que vendr¨¢ de Europa. ¡°Dicho esto, ahora hay m¨¢s riesgo¡±, alerta.
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