La pandemia provoca una ¡°brusca ralentizaci¨®n¡± de los precios en los pa¨ªses ricos

La pandemia de coronavirus est¨¢ impulsando las din¨¢micas desinflacionistas que golpean desde hace a?os a las econom¨ªas avanzadas. Los precios subieron apenas un 0,9% interanual en abril en la media de los pa¨ªses de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE, el think tank de los pa¨ªses ricos), ocho d¨¦cimas menos que en marzo y 1,4 puntos porcentuales menos que en febrero, seg¨²n los datos publicados este martes. Abril es el primer ¡ªy, si todo marcha bien, ¨²ltimo¡ª mes afectado ¨ªntegramente por las medidas de confinamiento de la covid-19, mientras que en marzo el distanciamiento social solo afect¨® a la segunda quincena.

La moderaci¨®n absoluta de los precios otorga a¨²n m¨¢s margen de maniobra a los bancos centrales en sus planes de est¨ªmulo de la econom¨ªa, pero tambi¨¦n es un palo en la rueda para la diluci¨®n futura de la deuda: uno de los canales cl¨¢sicos para reducir el peso del endeudamiento es a trav¨¦s de la subida de precios, pero esta vez todo apunta a que ser¨¢ v¨ªa muerta: los datos de mayo, todav¨ªa preliminares, apuntan en la misma direcci¨®n y no hay nada en el horizonte que permita atisbar un dr¨¢stico cambio de tendencia.

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El principal vector de esta ¡°brusca ralentizaci¨®n¡± de los precios ¡ªen palabras de los t¨¦cnicos de la OCDE¡ª fue el crudo y la electricidad, hundidos ante el desplome de la demanda. El coste de la energ¨ªa se desplom¨® un 12,2% en abril tras haber retrocedido ya un 3,7% en marzo y en la que ya es su mayor ca¨ªda en casi un lustro: desde septiembre de 2015, cuando la cotizaci¨®n del petr¨®leo entr¨® tambi¨¦n en ca¨ªda libre. El contrapunto lo pusieron los precios de los alimentos, que en abril subieron un 4,2%, casi el doble que un mes antes y en la que ya es su mayor subida desde enero de 2012. Este movimiento se debe, en gran medida, al aumento de la demanda de los hogares durante el confinamiento: lo que antes se consum¨ªa en bares y restaurantes ha pasado a consumirse ¨ªntegramente en los domicilios.

Excluida la energ¨ªa y los alimentos, los componentes siempre m¨¢s vol¨¢tiles de la cesta, la ralentizaci¨®n de la inflaci¨®n fue igualmente abultada: del 2,1% de marzo pas¨® al 1,6% de abril. Es la cifra m¨¢s baja desde febrero de 2014, cuando muchas econom¨ªas europeas a¨²n pugnaban por salir de una doble crisis (la financiera de 2008 y 2009 y la de deuda soberana en el sur de la Uni¨®n en 2012) que hab¨ªa puesto contra las cuerdas al euro y que se demostr¨® igualmente desinflacionaria (y, en algunos casos, directamente deflacionaria).

Todo apunta a que la tendencia a la baja de la inflaci¨®n seguir¨¢ en mayo. Todav¨ªa sin datos definitivos, la oficina estad¨ªstica europea (una buena aproximaci¨®n, por el peso de los pa¨ªses del Viejo Continente sobre la media de la OCDE) apunta en una primera estimaci¨®n a una nueva ralentizaci¨®n de los precios: hasta el 0,1%, frente al 0,3% de abril, al calor de las nuevas ca¨ªdas en el precio de la energ¨ªa.

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