Empieza la pelea para evitar las trampas del teletrabajo
El empleo a distancia ha irrumpido por emergencia en miles de empresas, pero hay que organizarlo y se abre la discusi¨®n para establecer las reglas
Nos hemos lanzado a la piscina del teletrabajo y lo estamos descubriendo sobre la marcha. Ya le vemos las ventajas, sufrimos los inconvenientes y sospechamos las trampas, pero en realidad esto que hemos hecho hasta ahora no ha sido teletrabajo, ha sido una cosa a lo loco y de supervivencia. Hay que organizarlo, en eso coincide todo el mundo. ?C¨®mo? Ah¨ª empiezan las diferencias, ya esta misma semana con el anteproyecto de la ley que prepara el Gobierno, publicado por EL PA?S. Plantea que ser¨¢ voluntario, la empresa deber¨¢ pagar todos los costes, el trabajador puede negociar un horario flexible y tiene derecho a desconectar, es decir, a no responder correos o llamadas en su tiempo de descanso.
Esto abre muchas preguntas. ?Hasta d¨®nde llega ese coste? Una buena silla ergon¨®mica, una pantalla grande, el wifi, pero quiz¨¢ tambi¨¦n el aire acondicionado si es necesario, o parte de la factura de la luz. La empresa, por otro lado, deber¨ªa verificar que el lugar de trabajo es id¨®neo para los criterios de salud laboral: es decir, mandar un responsable a la casa del empleado para comprobarlo.
La CEOE no ha reaccionado bien. Su presidente, Antonio Garamendi, ha replicado: ¡°Si se me ponen condiciones imposibles es que yo ma?ana puedo contratar en Portugal¡±. Y una frase anecd¨®tica que refleja las suspicacias: ¡°No ser¨ªa l¨®gico que si luego uno se hace un huevo frito en casa y le salta el aceite sea un accidente laboral¡±. Fuentes de la patronal matizan que ¡°es una oportunidad para completar el trabajo presencial, pero no puede ser todo teletrabajo, es necesario crear cultura de equipo y de empresa¡±. En eso coinciden con los sindicatos, que tambi¨¦n prefieren combinar f¨®rmulas. ¡°No m¨¢s de cuatro d¨ªas de teletrabajo a la semana, y que la jornada no supere la normal¡±, resume Gonzalo Pino, secretario de Pol¨ªtica Sindical de UGT.
Hay ya camino hecho, convenios ya negociados en grandes empresas, como en Telef¨®nica, empresas del IBEX y algunos bancos. ¡°Buenos ejemplos y buenas pr¨¢cticas hay, pero es que la realidad de Espa?a no es esa, sino peque?as y medianas empresas, que no tienen tantos recursos¡±, explica ?lvaro Vicioso, responsable de acci¨®n sindical del sector de servicios de UGT. Es en ese campo ¡ªoficinas, consultor¨ªa, teleoperadores, ingenier¨ªa¡ª donde hay m¨¢s terreno para el teletrabajo. Un estudio de IvieLab, del Instituto Valenciano de Investigaciones Econ¨®micas, indica que en 2019 solo un 4,8% de los empleados teletrabajaban, pero en la cuarentena se dispar¨® al 34%.
Lo cierto es que los empresarios no ven con malos ojos el trabajo a distancia, que facilita la conciliaci¨®n y tiene ventajas innegables. ¡°Se ahorra 10.000 euros al a?o por empleado que teletrabaja, en espacio, limpieza, electricidad¡±, apunta Oriol Amat, catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad Pompeu Fabra, uno de los autores del libro Vivir y trabajar (Profit, 2019). Tambi¨¦n estima que la productividad aumenta entre un 10% y un 25%, se gana mucho tiempo. ¡°Una gran consultor¨ªa espa?ola acaba de calcular que con videoconferencias se puede ahorrar medio mill¨®n de euros en viajes¡±, explica. Quiz¨¢ deje de ser normal estar yendo y viniendo de Madrid a Barcelona para muchas reuniones.
Para Eusebi Col¨¤s-Neila, profesor de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la misma universidad, una de las claves, tambi¨¦n para aumentar la confianza en el empleado, es ¡°cambiar el foco a trabajar por objetivos, una tarea en un tiempo determinado, y que tenga margen para organizarse como quiera. Ahora ha sido en casa pero con el horario de siempre, no funcionaba¡±.
¡°La inversi¨®n de una empresa para un trabajo en casa es m¨ªnima comparada con el ahorro de reducci¨®n de espacios, que supone entre un 20% y un 30% menos de alquiler, por ejemplo. Esto empez¨® hace ya 10 a?os, ahora se acelera. Con la pandemia est¨¢n aumentando las empresas que optan por f¨®rmulas de teletrabajo parciales¡±, asegura Mois¨¦s Arrimadas, director de recursos humanos del Grupo intu, con 20 a?os de experiencia en multinacionales. ¡°Hay que ser inteligentes para buscar f¨®rmulas que permitan lograr todo eso que da el caf¨¦, comer con los compa?eros, crear equipo¡±. Opina que es ahora, cuando los jefes han perdido capacidad de control presencial sobre los empleados, cuando se han visto los buenos jefes. Ya ha hecho muchas entrevistas de trabajo a distancia. ¡°Llegar¨¢n los contratos, y desgraciadamente, los despidos por videoconferencia¡±.
Lo que inquieta a los sindicatos son las posibles perversiones del asunto, m¨¢s a¨²n en un momento de grave crisis donde el trabajo lo tomas o lo dejas. Puede haber discriminaci¨®n en la selecci¨®n: si puedes teletrabajar entras, si no, no. ¡°El riesgo son los sectores con m¨¢s trabajo precario y peque?as empresas, puede ser la ley de la selva¡±, advierte Carlos Guti¨¦rrez, secretario de Juventud y Nuevas Realidades del Trabajo de CC OO. ¡°Tiene mucho peligro, hay que regularlo porque se puede acabar con falsos aut¨®nomos y un modelo mercantil, cobrar por lo que produces, como los riders, pero con un inform¨¢tico que graba datos o un teleoperador¡±, piensa ?lvaro Vicioso, de UGT.
Son dos los principales temores de las centrales. Uno, que la nueva ley no entre en detalles y deje todo a la negociaci¨®n colectiva. Temen tener que regatear empresa a empresa c¨®mo tienen que ser los auriculares de un teleoperador. Y dos, los sindicatos no tienen forma de vigilar que se cumpla la ley. ?C¨®mo se hace una inspecci¨®n de trabajo si cada empleado est¨¢ en su casa?
Eva Rimbau, profesora de los Estudios de Econom¨ªa y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya, experta en teletrabajo, ve una gran oportunidad. ¡°Pero hay que ir m¨¢s all¨¢ de pensar que solo es una forma de ahorro para el empresario o, para el trabajador, trabajar donde quieras. El anteproyecto est¨¢ bien, pero entiende el teletrabajo como un derecho del trabajador, y no es eso, es un modelo organizativo que, eso s¨ª, debe aplicarse con todas las garant¨ªas. Hay que dejar a las empresas que decidan sobre su modelo. Si no, no se van a implicar, lo ver¨¢n solo como un coste¡±.
En realidad todo ha ocurrido demasiado r¨¢pido. ¡±En el teletrabajo lo que deb¨ªa ocurrir en cinco a?os ha ocurrido en cinco d¨ªas¡±, resume Carlos Delgado Kloos, vicerrector de la Universidad Carlos III, catedr¨¢tico de Ingenier¨ªa Telem¨¢tica y experto en educaci¨®n a distancia. Apunta un factor que se suele obviar: cree que la tecnolog¨ªa de telecomunicaciones ha estado a la altura. ¡°Salvo en lugares remotos y algunas zonas rurales, Espa?a est¨¢ muy bien respecto a Europa en ancho de banda y redes. El objetivo es tener todo cableado con fibra en 2024 o 2025¡±.
Oriol Amat, experto en teletrabajo de la Universidad Pompeu Fabra, ha analizado las ventajas e inconvenientes del modelo y apunta que ¡°los estudios dicen que la mayor¨ªa de empleados que lo prueban est¨¢ satisfecha¡±. Valoran sobre todo el ahorro de tiempo y dinero de transporte, y la libertad de movimiento. Amat ha detectado en grandes empresas estos d¨ªas que al permitirse el regreso ¡°muchos empleados han dicho: ¡®?Ah, pero no volvemos en septiembre?¡±. Para la sociedad casi todo son ventajas, de medio ambiente, menos demanda de transporte p¨²blico, pero se reduce el negocio de algunos sectores, como aviones, trenes, restaurantes, o incluso ropa. ¡°Si solo se va a la oficina dos o tres d¨ªas el consumo en la zona baja un 40%¡±.
El paso cultural m¨¢s importante es asumir que el lugar de trabajo ya es el¨¢stico, y una vez que empresario y trabajador lo aceptan se abren otras posibilidades: ni en oficina, ni en casa, sino en un lugar intermedio. Las empresas pueden llegar a acuerdos con espacios de trabajo compartido, incluso municipales, y as¨ª el trabajador no se mueve de su zona. ¡°En Holanda hay cheques para coworking. El Estado subvenciona una parte y los pueblos se pelean por ver qui¨¦n aporta m¨¢s para atraer gente¡±, explica Celia Ferrero, vicepresidenta de la asociaci¨®n de aut¨®nomos ATA. Es un enfoque para revitalizar barrios y ¨¢reas rurales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.