Caso Conguitos: ?se puede acusar a una marca de racista?
Dos iniciativas reclaman la retirada de la simbolog¨ªa de los bombones al considerarla vejatoria para la comunidad negra
¡°Somos los Conguitos y estamos requetebi¨¦n, vestidos de chocolate, con cuerpo de cacahu¨¦¡±. Este es el famoso estribillo con el que a mediados de los a?os 90 se anunciaba la marca Conguitos en un anuncio televisivo que es ya historia de la publicidad en Espa?a. Por aquel entonces muy pocos pod¨ªan imaginar que, tres d¨¦cadas despu¨¦s, el popular dulce fabricado por el grupo aragon¨¦s Lacasa iba a ser tachado por algunos de racista.
Hace solo unas semanas, en medio del movimiento Black Lives Matter (la ola mundial de protestas contra la discriminaci¨®n surgida tras el asesinato del estadounidense George Floyd), se registraron dos peticiones en la plataforma Change.org para que la empresa dejara de utilizar tanto la marca Conguitos como el ic¨®nico dibujo (la caricatura de un guerrero africano). Seg¨²n explicaron sus impulsores, los envases y la denominaci¨®n convert¨ªan a los bombones en un ¡°producto estigmatizador¡± para las personas de raza negra. Ambas iniciativas cuentan con miles de apoyos, aunque, a la vez, han surgido muchas voces que cuestionan por excesiva la interpretaci¨®n de sus promotores.
La controversia, planteada de momento en t¨¦rminos puramente ¨¦ticos, puede tener una derivada jur¨ªdica relevante. La ley de marcas contempla la posibilidad de denegaci¨®n e incluso retirada de todos aquellos nombres y signos comerciales que puedan ir en contra de la legislaci¨®n, el orden p¨²blico o las buenas costumbres. Como subraya Encarna Robles, abogada de ClarkeModet, se trata de una prohibici¨®n expresada en t¨¦rminos muy gen¨¦ricos que ¡°puede variar dependiendo del contexto social y del pa¨ªs concreto donde se solicita el registro¡±. Ello supone no solo que las autoridades tienen un amplio margen de valoraci¨®n, sino que, adem¨¢s, los criterios pueden evolucionar con el paso de los a?os.
Solo en Espa?a, cada a?o se presentan m¨¢s de 50.000 solicitudes de inscripci¨®n ante la Oficina de Patentes y Marcas (OEPM). Muchas de ellas no logran superar el examen previo al registro por el car¨¢cter ofensivo de la denominaci¨®n o de la imagen elegida. ¡°No es necesario que el funcionario haga un juicio de valor extremadamente profundo para justificar su decisi¨®n. Basta con que la marca resulte disonante o inadecuada a simple vista¡±, explica Inmaculada de la Haza, agente de propiedad industrial en Balder. En este sentido, De la Haza destaca el ejemplo de Sudaca, una marca comercial de vinos y otras bebidas alcoh¨®licas que fue denegada hace cinco a?os por ser la expresi¨®n empleada para referirse despectivamente a latinoamericanos. A nivel europeo, tampoco fue aprobada la l¨ªnea de dispositivos electr¨®nicos Black Blasterds debido a su parecido con un insulto en ingl¨¦s dirigido a personas negras (black bastards).
No obstante, no siempre es tan sencillo detectar cu¨¢ndo se traspasan los umbrales de lo tolerable. As¨ª lo demuestra el caso de La Mafia se Sienta a la Mesa, que dio lugar a resoluciones dispares. La denominaci¨®n, de una cadena de restaurantes italianos, obtuvo el visto bueno de las autoridades en Espa?a, en donde est¨¢ plenamente reconocida. Sin embargo, choc¨® con la oposici¨®n del Gobierno italiano cuando intent¨® obtener la protecci¨®n de la Oficina Europea de Propiedad Intelectual (Euipo). La empresa se defendi¨® alegando que su nombre alud¨ªa ¨²nicamente a la saga cinematogr¨¢fica de El Padrino, pero la justicia europea concluy¨® que la marca deb¨ªa rechazarse porque daba ¡°una imagen positiva¡± de una organizaci¨®n criminal. En opini¨®n de Nemesio Fern¨¢ndez, abogado de Lerroux IP, la sentencia pone de manifiesto c¨®mo la percepci¨®n una misma palabra ¡°puede variar entre consumidores de pa¨ªses culturalmente cercanos¡±.
Distinta sensibilidad
Este cambio de sensibilidad tambi¨¦n se produce por el simple paso del tiempo. Prueba de ello es el florecimiento del debate en torno a Conguitos, cuya simbolog¨ªa se ve cuestionada por algunos sectores (minoritarios, eso s¨ª) 60 a?os despu¨¦s de haber obtenido el visto bueno de las autoridades. Pero, ?realmente la empresa podr¨ªa verse forzada a revisar su imagen? Encarna Robles asegura que s¨ª, ya que ¡°la acci¨®n contra las marcas no caduca nunca, ni siquiera cuando se han asentado en el mercado y son popularmente reconocidas¡±. Un hipot¨¦tico proceso contra Conguitos, sin embargo, tendr¨ªa algunas particularidades que lo hacen poco probable. Para empezar, deber¨ªa ser impulsado por una asociaci¨®n o un particular ajenos a la OEPM, dado que esta instituci¨®n p¨²blica no puede actuar de oficio y carece de competencias para anular una licencia. Por tanto, la ¨²nica v¨ªa ser¨ªa que los detractores de la marca solicitaran su retirada a trav¨¦s de una demanda en la jurisdicci¨®n mercantil, asumiendo los costes del proceso.
El abogado Jos¨¦ Isern, experto en propiedad intelectual, confirma que una acci¨®n de este tipo obligar¨ªa a los jueces a analizar si la marca se amolda al nuevo contexto social o si, por el contrario, supone un signo ofensivo. Para ello har¨ªan falta informes sociol¨®gicos y otros medios de prueba. El procedimiento ser¨ªa largo y podr¨ªa conllevar consecuencias negativas para la compa?¨ªa que ¡°se jugar¨ªa su reputaci¨®n y, con ella, a parte de su clientela ¡°. Isern est¨¢ convencido de que, de continuar las cr¨ªticas, el fabricante tratar¨¢ de buscar una soluci¨®n alternativa, como modificar el dise?o del envase manteniendo el nombre del producto. Conguitos ya elimin¨® la lanza del guerrero para reforzar su car¨¢cter desenfadado. ¡°Creo que el siguiente paso ser¨¢ directamente prescindir de la caricatura porque es el elemento m¨¢s desactualizado y a la empresa no le interesa mantenerlo desde un punto de vista estrat¨¦gico¡±, concluye Isern.
Cambios en Estados Unidos
En las ¨²ltimas semanas, distintas compa?¨ªas han decidido cambiar su imagen corporativa al calor del movimiento Black lives matter. En Estados Unidos, PepsiCo se ha comprometido a reconvertir el nombre y el logotipo de tortitas y siropes Aunt Jemina, ya que los actuales ¡°perpet¨²an los estereotipos raciales¡± seg¨²n la empresa. En los envases puede verse a una mujer negra sonriente que, en opini¨®n de los consumidores m¨¢s cr¨ªticos, evoca la ¨¦poca esclavista del pa¨ªs. Un caso similar es el del arroz precocinado Uncle Ben¡¯s, cuya identidad est¨¢ representada tambi¨¦n por un hombre de color. La compa?¨ªa asegura que est¨¢ evaluando todas las posibilidades para hacer ¡°evolucionar¡± la marca, aunque no ha aclarado si la retirar¨¢ definitivamente del mercado.
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