Una nueva oportunidad para el seguro individual de empleo
Los fondos comunitarios para financiar reformas estructurales y el respaldo de varios grupos pol¨ªticos a la iniciativa ofrecen una ocasi¨®n para desarrollar la iniciativa
El mercado de trabajo se ha visto seriamente afectado por la pandemia del Coronavirus, impulsando en 915.000 el n¨²mero de desempleados, y manteniendo el pasado mes de junio aun a 1.830.000 de trabajadores protegidos por ERTE y a 1.470.000 aut¨®nomos con prestaci¨®n extraordinaria por cese de actividad. La urgencia por atender a estos colectivos, lejos de ser un desincentivo para abordar las reformas pendientes, deber¨ªa suponer un est¨ªmulo para hacerlo. Un seguro individual de empleo, de implantaci¨®n gradual, que acompa?e a los nuevos trabajadores durante toda su vida laboral, podr¨ªa contribuir a dinamizar y hacer m¨¢s eficiente nuestro mercado de trabajo, e impulsar la recuperaci¨®n.
Este seguro podr¨ªa ser rescatado por el trabajador en funci¨®n de la necesidad para reforzar sus rentas en las diferentes transiciones a las que se enfrente a lo largo de su carrera profesional, cada vez m¨¢s vol¨¢til. Podr¨ªa ser ejecutado como refuerzo de rentas en un primer empleo en el marco del contrato para la formaci¨®n y el aprendizaje, o ante una modificaci¨®n de condiciones laborales por necesidad del trabajador o de la empresa, o como fuente para financiar el refuerzo de sus competencias laborales, o en una transici¨®n entre un empleo y otro complementando una indemnizaci¨®n por extinci¨®n de contrato indefinido, o, finalmente, en la transici¨®n final desde el empleo a la jubilaci¨®n como complemento a su pensi¨®n.
Un Seguro Individual de Empleo, con estas caracter¨ªsticas, reforzar¨ªa la flexiseguridad de nuestro marco de relaciones laborales, impulsando la flexibilidad para la empresa y la seguridad para el trabajador, reduciendo los incentivos a la contrataci¨®n temporal sin causa, facilitando la formaci¨®n permanente de los trabajadores, as¨ª como su movilidad laboral. En definitiva, contribuir¨ªa a la creaci¨®n de empleo, reducci¨®n de la temporalidad y mejora de la competitividad de la econom¨ªa espa?ola.
Muchas han sido las ocasiones en las que se han propuesto cuentas individuales de capitalizaci¨®n. La m¨¢s destacada fue con motivo del Acuerdo Social y Econ¨®mico para el crecimiento, el empleo y la garant¨ªa de las pensiones firmado el de 2 de febrero de 2011 entre las confederaciones empresariales (CEOE y CEPYME) y sindicales (CC OO y UGT), que se llev¨® a la Ley, y que mandataba la constituci¨®n antes de junio de 2011 de un fondo de capitalizaci¨®n para los trabajadores, mantenido a lo largo de su vida laboral, para hacer efectivo en los supuestos de despido, de movilidad geogr¨¢fica, para el desarrollo de actividades de formaci¨®n o en el momento de su jubilaci¨®n. Fondo que nunca vio la luz.
Casi 10 a?os despu¨¦s, la necesidad de abordar una reforma de esas caracter¨ªsticas es m¨¢s evidente a¨²n. Y, a diferencia de entonces, concurren aparentemente dos circunstancias adicionales que podr¨ªan facilitar su aprobaci¨®n; recursos comunitarios para financiar reformas estructurales, y respaldo parlamentario. Recursos disponibles procedentes del Fondo Next Generation EU, SURE y otros fondos comunitarios que deben dedicarse a financiar reformas estructurales en la l¨ªnea con las recomendaciones del semestre europeo y que, bien directamente, o de forma indirecta, liberando recursos a las empresas para financiarlo, podr¨ªan contribuir a su implantaci¨®n gradual. Y respaldo en las Cortes, ya que la propuesta de implantar cuentas individuales de capitalizaci¨®n viene recogida en la Agenda del Cambio impulsada por el Gobierno, en los programas electorales de las principales formaciones de oposici¨®n en las Cortes, y en el proyecto de conclusiones de la Comisi¨®n de Reconstrucci¨®n social y econ¨®mica constituida en el Congreso de los Diputados. Pocas acciones de pol¨ªtica econ¨®mica son tan necesarias y concitan a su vez el respaldo de Interlocutores Sociales, del Ejecutivo y de una amplia mayor¨ªa del poder Legislativo.
Por todo ello, al tiempo que Gobierno, sindicatos y patronal, as¨ª como grupos parlamentarios, siguen alcanzando necesarios acuerdos y refrendando en las Cortes medidas urgentes para hacer frente a las consecuencias econ¨®micas y sociales de la pandemia, ser¨ªa deseable que, avanzaran en el dise?o, acuerdo y ejecuci¨®n de reformas estructurales complementarias en materia de empleo, tales como la implantaci¨®n definitiva de un Seguro Individual de Empleo, que mejore la flexiseguridad de nuestro mercado de trabajo, e impulse con ello la recuperaci¨®n econ¨®mica y social.
Juan Pablo Riesgo es socio de EY y ex secretario de Estado de Empleo
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