Las otras curvas econ¨®micas que urge aplanar
Los Gobiernos, centrados ahora en combatir los efectos de la covid-19, deben enfrentarse tambi¨¦n a dos retos: luchar contra el cambio clim¨¢tico y reducir la pobreza
?Aplanar la curva! ?Aplanar la curva! Esta ha sido la obsesi¨®n en las noches m¨¢s oscuras de la pandemia. El ser humano ha buscado una soluci¨®n sabiendo, como narra el fil¨®sofo Amartya Sen, ¡°que la presencia de enfermedades mata a las personas y la ausencia de medios de vida tambi¨¦n¡±. El hombre ha recurrido a una econom¨ªa arrinconada por el capitalismo actual: la de los cuidados. Una vez le preguntaron a la antrop¨®loga Margaret Mead (1901-1978) cu¨¢l era el primer indicio de civilizaci¨®n. ?Una vasija de arcilla, objetos religiosos, instrumentos de caza? La experta contest¨® que era un f¨¦mur humano curado descubierto en una excavaci¨®n arqueol¨®gica de 15.000 a?os de antig¨¹edad. ¡°Mead quer¨ªa explicar que para que una persona sobreviviera a esa fractura, debi¨® de haber sido atendida lo suficiente hasta que el hueso sanase¡±, aclar¨® Jeffrey Oak, experto en ?tica formado en la Universidad de Yale. ¡°Y otros individuos tuvieron que proporcionarle refugio, protecci¨®n, comida y agua durante un largo periodo de tiempo¡±.
15.000 a?os despu¨¦s tenemos un desaf¨ªo similar, pero a escala planetaria. Vivimos la ¨¦poca del f¨¦mur roto. La mayor¨ªa de los pa¨ªses occidentales han conseguido aplanar la curva de contagios del virus, pero quedan, al menos, otras tres curvas que suponen el mayor reto de las ¨²ltimas cinco d¨¦cadas: ¡°doblegar¡± la curva de la emergencia clim¨¢tica (la inmensa amenaza), de la desigualdad y la pobreza. Todas estas l¨ªneas sin ¨¢ngulo est¨¢n cambiando el planeta. Nadie aguarda, como relata el economista Giorgos Kallis, que una vez que la pandemia est¨¦ controlada el mundo se una para rebajar la curva del clima. Pero los pol¨ªticos ¡ªcont¨® la fil¨®sofa Hannah Arendt y recuerda Kallis¡ª promueven lo inesperado, lo que no tiene precedentes. Transitamos tiempos sin precedentes que dan la oportunidad a pol¨ªticas inesperadas y a voces con esperanza.
Los desaf¨ªos econ¨®micos
que hay que resolver
La ayuda p¨²blica contiene la inequidad
Evoluci¨®n mensual del ¨ªndice de Gini en Espa?a
Gini antes de transferencias del sector p¨²blico
Gini post-transferencias del sector p¨²blico
60
55
50
45
40
35
30
Feb.
Mar.
Abr.
May.
Feb.
Mar.
Abr.
May.
2019
2020
La covid-19 incrementa la pobreza
Evoluci¨®n y previsible impacto de la covid
sobre la pobreza relativa.
En % sobre la poblaci¨®n
Umbral
de pobreza
anclado
30
25
20
15
10
5
0
26
23,1
22,3
22,2
20,8
21,5
20,7
19,8
2008
10
12
14
16
18
Estim.
Post
Covid
M¨¢s di¨®xido de carbono,
m¨¢s calentamiento global
Concentraci¨®n
de CO2
Incremento de
la temperatura
1,2ºC
1,0
0,8
0,6
0,4
0,2
0,0
-0,2
420PPM
400
380
360
340
320
300
280
1880
2016
Fuentes: CaixaBank Research, INE, Oxfam
Intermon, Mariano Marzo, NASA-NOAA,
Economist Intelligence Unit y Gestha
EL PA?S
Los desaf¨ªos econ¨®micos
que hay que resolver
La ayuda p¨²blica contiene la inequidad
Evoluci¨®n mensual del ¨ªndice de Gini en Espa?a
Gini antes de transferencias del sector p¨²blico
Gini post-transferencias del sector p¨²blico
60
55
50
45
40
35
30
Feb.
Mar.
Abr.
May.
Feb.
Mar.
Abr.
May.
2019
2020
La covid-19 incrementa la pobreza
Evoluci¨®n y previsible impacto de la covid
sobre la pobreza relativa.
En % sobre la poblaci¨®n
Umbral
de pobreza
anclado
30
25
20
15
10
5
0
26
23,1
22,3
22,2
20,8
21,5
20,7
19,8
2008
10
12
14
16
18
Estim.
Post
Covid
M¨¢s di¨®xido de carbono,
m¨¢s calentamiento global
Concentraci¨®n
de CO2
Incremento de
la temperatura
1,2ºC
1,0
0,8
0,6
0,4
0,2
0,0
-0,2
420PPM
400
380
360
340
320
300
280
1880
2016
Fuentes: CaixaBank Research, INE, Oxfam
Intermon, Mariano Marzo, NASA-NOAA,
Economist Intelligence Unit y Gestha
EL PA?S
Los desaf¨ªos econ¨®micos que hay que resolver
La ayuda p¨²blica contiene la inequidad
Evoluci¨®n mensual del ¨ªndice de Gini en Espa?a
El ¨ªndice de Gini puede tomar valores
entre 0 y 100.Cifras m¨¢s elevadas
reflejan niveles de desigualdad
m¨¢s altos y viceversa
Gini antes de transferencias del sector p¨²blico
Gini post-transferencias del sector p¨²blico
60
55
50
45
40
35
30
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
Febrero
Marzo
Abril
Mayo
2019
2020
Umbral
de pobreza
anclado
La covid-19 incrementa la pobreza
Evoluci¨®n y previsible impacto de la covid sobre la pobreza relativa.
En % sobre la poblaci¨®n
30
25
20
15
10
5
0
26
23,1
22,3
22,2
22,1
21,6
20,8
20,7
21,5
20,6
20,4
20,4
19,8
2008
2009
2010
2011
2012
2013
2014
2015
2016
2017
2018
Estim.
Post
Covid
Estim.
Post
Covid
M¨¢s di¨®xido de carbono, m¨¢s calentamiento global
Concentraci¨®n de CO2
Incremento de la temperatura
1,2ºC
1,0
0,8
0,6
0,4
0,2
0,0
-0,2
420PPM
400
380
360
340
320
300
280
1880
2016
Fuentes: CaixaBank Research, INE, Oxfam Intermon, Mariano Marzo, NASA-NOAA,
Economist Intelligence Unit y Gestha
EL PA?S
¡°?S¨ª! S¨ª se puede aplanar¡±, exclama Mario Molina, premio Nobel de Qu¨ªmica en 1995 por sus trabajos sobre los efectos nocivos de los compuestos clorofluorocarbonados (CFC) en la capa de ozono. ¡°Pero hay que reconocer que exige un esfuerzo may¨²sculo de la sociedad. Sin embargo es lo que le conviene. Ya entramos en la emergencia clim¨¢tica; los impactos del cambio clim¨¢tico podr¨ªan ser catastr¨®ficos para el planeta, no solamente desde la mirada econ¨®mica, sino tambi¨¦n considerando posibles efectos en la calidad de vida. ?C¨®mo? Generando migraciones masivas [el Banco Mundial estima que en 2050 habr¨¢ 143 millones de migrantes clim¨¢ticos], sequ¨ªas, lluvias torrenciales, ondas de calor, incendios forestales¡±. El coste de estas amenazas podr¨ªa llegar, acorde con The Economist Intelligence Unit, a los 7,9 billones de d¨®lares en esa fecha.
Problema existencial
Otro tiempo, el de los gobernantes, tampoco ayuda. ¡°Los Gobiernos duran de media entre cuatro y ocho a?os y no entran a fondo en estos temas de largo plazo que resultan tan importantes¡±, lamenta Guillermo de la Dehesa, presidente honorario del Centre for Economic and Policy Research (CEPR) London. Necesitamos lo inesperado de los pol¨ªticos. Porque la ciencia nos lleva al abismo de lo posible. ¡°Es casi un problema existencial para la humanidad, especialmente pensando en los pobres y quienes viven en pa¨ªses subdesarrollados¡±, alerta A.R. Ravishankara, profesor de Ciencias Atmosf¨¦ricas de la Universidad de Colorado. Y a?ade: ¡°Resulta importante saber que incluso si los humanos toman medidas inmediatas en su empe?o de ¡®aplanar la curva clim¨¢tica¡¯, a¨²n sentir¨¢n los impactos de sus acciones pasadas mucho m¨¢s all¨¢ de sus vidas¡±.
Una parte del equilibrio del clima ya est¨¢ perdido, y los avances parecen retrocesos. La Agencia Internacional de la Energ¨ªa (IEA, por sus siglas en ingl¨¦s) espera que las emisiones de gases de efecto invernadero caigan este a?o un 8% respecto a 2019. El mayor descenso anual desde la Segunda Guerra Mundial. Esta ca¨ªda ¡ªdescribe The Economist¡ª revela una verdad crucial sobre la crisis del clima. Resolverla va m¨¢s all¨¢ de abandonar los coches, los aviones o los trenes. Incluso si la gente cambia, radicalmente, su forma de vida, al planeta a¨²n le falta un 90% de descarbonizaci¨®n para cumplir el principal objetivo del acuerdo de Par¨ªs: limitar el calentamiento global a 1,5?C por encima de los niveles preindustriales.
Un equilibrio delicado
Doblegar las curvas de la miseria y la emergencia clim¨¢tica exigir¨¢ equilibrios . ¡°Es dif¨ªcil compensar las medidas a corto plazo para combatir la pobreza y las de largo aliento para abordar el cambio clim¨¢tico. Sobre todo cuando las finanzas p¨²blicas se ven afectadas por el impacto de la covid-19¡±, avisa John Ferguson, de The Economist Intelligence Unit.
Y muchos habitantes se preguntar¨¢n: ?qu¨¦ quedar¨¢ cuando no quede nada? ¡°A medida que cambiamos los ecosistemas y los h¨¢bitat naturales, pueden surgir enfermedades latentes para las que no tenemos inmunidad¡±, advierte el escritor Fareed Zakaria en The Washington Post. El bi¨®logo Barry Commoner (1917-2012) lo enunci¨® en su primera ley de la ecolog¨ªa: ¡°Todo est¨¢ conectado con todo lo dem¨¢s¡±. ?Todo est¨¢ ya perdido? ¡°Si queremos aplanar la curva necesitamos reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y eliminar el CO2 de la atm¨®sfera¡±, aconseja Cameron Hepburn, profesor de Econom¨ªa Medioambiental de la Universidad de Oxford. El hombre sabe c¨®mo cerrar esa caja negra. Infraestructuras verdes, restaurar los ecosistemas y plantar ¨¢rboles para eliminar y almacenar di¨®xido de carbono. Adem¨¢s cuadran las cuentas. La Comisi¨®n Global de Adaptaci¨®n ¡ªliderada, entre otros, por Bill Gates¡ª calcula que invertir 1,8 billones de d¨®lares en resiliencia contra el clima en la pr¨®xima d¨¦cada puede generar 7,1 billones en beneficios.
El duro impacto econ¨®mico de
la emergencia clim¨¢tica
P¨¦rdida del PIB para 2050 en %
Europa
Occidental
Europa del Este
3,0
Am¨¦rica
del Norte
1,7
1,1
Oriente
Medio
3,7
2,6
4,7
3,8
?sia-Pac¨ªfico
?frica
Latinoam¨¦rica
Las lagunas fiscales de Espa?a
Diferencia de tributaci¨®n de IRPF e IS
de Espa?a con la media europea
Impuestos directos
Impuestos a la renta personal
Impuestos a las ganancias corporativas
Otros
34,74%
40,20%
40,55%
14
12
10
8
6
4
2
0
13,30%
13,30%
11,05%
9,57%
9,47%
7,76%
2,72%
2,75%
2,47%
1,08%
1,012%
0,82%
ESPA?A
UE 27
UE 19
P¨¦rdida d
recaudaci¨®n
en Espa?a
Ranking
de Espa?a
en la UE 27
Con la UE 27
Impuestos
Directos
A la renta personal
A las gan. corporativas
Otros
Recaudaci¨®n total
13
12
17
11
18
–27.085
–21.847
–3.029
–2.208
–65.649
Fuentes: CaixaBank Research, INE, Oxfam
Intermon, Mariano Marzo, NASA-NOAA,
Economist Intelligence Unit y Gestha
EL PA?S
El duro impacto econ¨®mico de la emergencia
clim¨¢tica
P¨¦rdida del PIB para 2050 en %
Europa
Occidental
Europa del Este
3,0
Am¨¦rica
del Norte
1,7
1,1
Oriente
Medio
3,7
2,6
4,7
3,8
?sia-Pac¨ªfico
?frica
Latinoam¨¦rica
Las lagunas fiscales de Espa?a
Diferencia de tributaci¨®n de IRPF e IS
de Espa?a con la media europea
Impuestos directos
Impuestos a la renta personal
Impuestos a las ganancias corporativas
Otros
34,74%
40,20%
40,55%
14
12
10
8
6
4
2
0
13,30%
13,30%
11,05%
9,57%
9,47%
7,76%
2,72%
2,75%
2,47%
1,08%
1,012%
0,82%
ESPA?A
UE 27
UE 19
P¨¦rdida d
recaudaci¨®n
en Espa?a
Ranking
de Espa?a
en la UE 27
Con la UE 27
Impuestos
Directos
A la renta personal
A las gan. corporativas
Otros
Recaudaci¨®n total
13
12
17
11
18
–27.085
–21.847
–3.029
–2.208
–65.649
Fuentes: CaixaBank Research, INE, Oxfam
Intermon, Mariano Marzo, NASA-NOAA,
Economist Intelligence Unit y Gestha
EL PA?S
El duro impacto econ¨®mico de la emergencia clim¨¢tica
P¨¦rdida del PIB para 2050 en %
Europa del Este
Am¨¦rica
del Norte
3,0
Europa
Occidental
1,7
1,1
Oriente
Medio
3,7
2,6
4,7
3,8
?sia-Pac¨ªfico
?frica
Latinoam¨¦rica
Las lagunas fiscales de Espa?a
Diferencia de tributaci¨®n de IRPF e IS de Espa?a con la media europea
34,74%
40,20%
40,55%
14
12
10
8
6
4
2
0
13,30%
13,30%
Impuestos
directos
11,05%
9,57%
9,47%
Impuestos a la
renta personal
7,76%
Impuestos a las
ganancias
corporativas
2,72%
2,75%
2,47%
1,08%
Otros
1,012%
0,82%
ESPA?A
UE 27
UE 19
P¨¦rdida de recaudaci¨®n en Espa?a
por la menor presi¨®n fiscal
Ranking
de Espa?a
en la UE 27
Con la UE 27
Con UE 19
Impuestos directos
Impuestos a la renta personal
Impuestos a las ganancias corporativas
Otros
Recaudaci¨®n total
13
12
17
11
18
–27.085
–21.847
–3.029
–2.208
–65.649
–27.002
–20.582
–3.324
–3.096
–69.829
Fuentes: CaixaBank Research, INE, Oxfam Intermon, Mariano Marzo, NASA-NOAA,
Economist Intelligence Unit y Gestha
EL PA?S
Pero la curva gira y el destino conduce hoy hacia un acantilado. Si se mantienen las pol¨ªticas energ¨¦ticas actuales ¡ªprev¨¦ la IEA¡ª la demanda de combustibles f¨®siles aumentar¨¢ cerca de un 30% entre 2018 y 2040, sin un pico a la vista. En esta escalada, otras fuentes s¨ª hacen cima. El think-tank Carbon Tracker estima que, con un aumento de las renovables y un previsible descenso de los combustibles f¨®siles, las emisiones pod¨ªan alcanzar su techo en 2023. El discurso de las energ¨ªas sostenibles lleva tiempo en el aire. Las renovables son m¨¢s baratas que las propuestas f¨®siles en gran parte del mundo, los sistemas de almacenamiento mejoran d¨ªa a d¨ªa y se pueden crear millones de empleos verdes.
La ca¨ªda del crudo facilita cortar los subsidios a esa energ¨ªa contaminante, destaca Chris Iggo, gestora de Axa Investment Managers, y aplicar el impuesto al carbono. Europa defiende esta estrategia e incluso Joe Biden, aspirante dem¨®crata a la Casa Blanca, respalda el gravamen, que podr¨ªa aportar el 1% al PIB del mundo. Un dinero esencial para socorrer los d¨¦ficits p¨²blicos de los pa¨ªses m¨¢s afectados por la crisis. ¡°Desgraciadamente, con el compromiso moral solo no basta¡±, puntualiza Mariano Marzo, catedr¨¢tico de la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Barcelona. ¡°Sin la tecnolog¨ªa y la inversi¨®n en pol¨ªticas no vamos a ning¨²n sitio. Lo que ha pasado es que antes de la revoluci¨®n industrial hab¨ªa un equilibrio en el CO2. Pero despu¨¦s hemos sacado carbono de la Tierra y lo hemos inyectado a la atm¨®sfera y no tenemos nada que chupe eso¡±. Existe lo que el docente llama ¡°soluciones naturales¡±. Masas forestales, cuidar el suelo, humedales. Aunque no parece suficiente. ¡°Es un desaf¨ªo sist¨¦mico que requiere de una tecnolog¨ªa que todav¨ªa no est¨¢ ah¨ª¡±, subraya. ?C¨®mo contestar a este pragmatismo clim¨¢tico? Quiz¨¢ con compromiso.
La covid-19 ha demostrado que las bases de la prosperidad son precarias. Que amenazas largamente anunciadas, e ignoradas, sacuden nuestras vidas y hacen tambalear todo lo que parec¨ªa tan s¨®lido. Los da?os de la emergencia clim¨¢tica pueden ser m¨¢s lentos que la pandemia pero m¨¢s masivos y duraderos. ¡°En esta situaci¨®n hay una forma efectiva para aplanar la curva, que los ciudadanos y quienes toman las decisiones entendieran que atacar las causas del cambio clim¨¢tico es, tambi¨¦n, una cuesti¨®n de salud p¨²blica¡±, reflexiona Mar¨ªa Neira, directora de Medio Ambiente, Salud y Cambio Clim¨¢tico de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS). Ser¨¢ dif¨ªcil encontrar una ¨¦poca con un p¨²blico m¨¢s receptivo y dispuesto a recordar los versos de T.S. Eliot. ¡°As¨ª es como acaba el mundo / No con un estallido, sino con un quejido¡±.
Cuatro fuerzas
Otro quejido profundo, cuya voz crea su propia curva, es la desigualdad. El historiador de la Universidad de Stanford Walter Scheidel relata en su libro El gran nivelador (editorial Cr¨ªtica, 2018) que solamente cuatro fuerzas en la historia han logrado reducir la inequidad de forma sostenida: la guerra, la revoluci¨®n, el fracaso de los Estados y las pandemias. Estos d¨ªas rebaja la tensi¨®n de su discurso. Descarta que la crisis sanitaria haya sido una consecuencia directa de la desigualdad. ¡°Pero la forma en la que ha afectado a diferentes pa¨ªses y distintos grupos de poblaci¨®n dentro de esas naciones est¨¢ estrechamente relacionada con inequidades estructurales¡±, desgrana el experto. ¡°Esto resulta claro si analizamos, por un lado, la correlaci¨®n entre ingresos, clase, raza y, por otro, la morbilidad y la mortalidad. El coronavirus ha evidenciado las desigualdades existentes y las ha empeorado al mismo tiempo¡±.
La inequidad viaja como un globo terr¨¢queo girado por la mano de un ni?o. En Estados Unidos, uno de los pa¨ªses m¨¢s desiguales del planeta, defienden la promesa de que con cada nacimiento surge la oportunidad de reconstruir la sociedad del pa¨ªs. Los economistas Darrick Hamilton y William Darity Jr. proponen que el Gobierno d¨¦ a todo reci¨¦n nacido una cuenta con 1.000 d¨®lares, con un dep¨®sito anual de otros 2.000 en funci¨®n de los ingresos familiares. Estos baby bonos podr¨ªan usarse para garantizar la educaci¨®n, comprar una casa o iniciar un negocio. Una idea de luces largas y reflejos inciertos. ¡°Aunque la legislaci¨®n es capaz de abordar ciertas formas de discriminaci¨®n de la noche a la ma?ana, las desigualdades sist¨¦micas solo pueden reducirse mediante intervenciones sostenidas a largo plazo. Abarcan desde pol¨ªticas fiscales redistributivas hasta inversiones equitativas en educaci¨®n, vivienda y cuidados m¨¦dicos. En t¨¦rminos de perspectiva hist¨®rica, la revoluci¨®n es el ¨²nico atajo verdadero, y esto a menudo ha generado m¨¢s problemas de los que ha resuelto¡±, observa Walter Scheidel.
Estado del Bienestar
El ni?o sigue girando el globo y ahora apunta a Espa?a. A las colas del hambre, a la desigualdad. La covid-19 ha hecho visibles fracturas en el Estado del bienestar al igual que ocurri¨® en la crisis de 2008. El Gobierno ha armado un Ingreso M¨ªnimo Vital para proteger a los m¨¢s fr¨¢giles. Hasta 1.015 euros en caso de hogares sin ingresos y varios miembros y 461,50 para quien viva solo. Ya hay m¨¢s de 600.000 solicitudes y, en principio, se beneficiar¨¢n 2,3 millones de personas. ?La soluci¨®n? M¨¢s bien adobe de barro y paja sobre las grietas. ¡°El ingreso m¨ªnimo vital era necesario. Pero la desigualdad, que ha ido aumentando en la ¨²ltima d¨¦cada, exige m¨¢s medidas¡±, se?ala Emilio Ontiveros, presidente de Analistas Financieros Internacionales (AFI). ¡°Hay que crecer. Soy partidario del crecimiento, pero mejor: con una mayor dotaci¨®n en educaci¨®n. Y quienes tenemos trabajo debemos soportar m¨¢s carga fiscal y asegurarnos de que todos tengan las mismas oportunidades; que la cuna no condicione el futuro de nadie¡±.
Acaparamiento de riqueza
Los 2.153 principales multimillonarios del mundo acaparan m¨¢s riqueza que 4.600 millones de personas, seg¨²n un informe que ha publicado este a?o Oxfam.
Doblegar la curva de la desigualdad necesita cambios profundos culturales, sociales, impositivos. Dir¨ªase que necesita un nuevo pa¨ªs. El Gobierno parece decidido a empezar por los impuestos. La justificaci¨®n es que la presi¨®n fiscal en Espa?a (el volumen de recaudaci¨®n sobre el PIB) es muy inferior a la media de la UE. De hecho, los T¨¦cnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) estiman una p¨¦rdida en la recaudaci¨®n en Espa?a por esa menor presi¨®n de 65.649 millones frente a la Europa de los Veintisiete. ?Pero aguantar¨¢ la econom¨ªa m¨¢s tensi¨®n con su elevado desempleo y precariedad? Deber¨¢ hacerlo, porque hay una algarada fiscal en marcha. Aunque el gravamen a las grandes fortunas haya sido aparcado por Podemos en las negociaciones de la reconstrucci¨®n. La tributaci¨®n debe ser una estrategia de redistribuci¨®n masiva. En Espa?a y fuera. El economista de Oxford, Paul Collier, cree que existe una excesiva concentraci¨®n de talento en las grandes urbes, lo que castiga (acaparan los mejores trabajos) y vac¨ªa otras ciudades. ¡°Una de sus propuestas es subir el IBI, por ejemplo, a ese abogado de la City de elevados ingresos que vive solo en una vivienda peque?a¡±, aclara Federico Steinberg, investigador principal de El Real Instituto Elcano. Llegan cambios. Nuevas palabras. ¡°Tenemos que abandonar la peligrosa noci¨®n de crecimiento continuo, que resulta imposible en un sistema finito, y redistribuir la riqueza dentro y entre los pa¨ªses para asegurarnos de que todos tengan una calidad de vida decente¡±, resume Trevor Hancock, profesor em¨¦rito de pol¨ªtica social de la Universidad de Victoria (Canad¨¢).
Esas voces que atraviesan el oc¨¦ano quedan varadas en orillas espa?olas. Rafael Dom¨¦nech, responsable de An¨¢lisis Econ¨®mico de BBVA Research, lleva a?os defendiendo la digitalizaci¨®n contra el alquitr¨¢n de la desigualdad. ¡°Aquellos pa¨ªses que m¨¢s han avanzado en econom¨ªa digital tienen tasas de desempleo m¨¢s bajas y menores ¨ªndices de inequidad¡±, defiende. La pandemia acelerar¨¢ la digitalizaci¨®n pero tambi¨¦n trae tramontana de cara. ?C¨®mo aseguramos la igualdad de oportunidades en esta nueva sociedad digital? ?De qu¨¦ forma evitamos que unas pocas empresas se queden con sus beneficios? ¡°En esto, es fundamental garantizar la competencia efectiva¡±, apunta. ¡°Necesitamos que las ganancias se distribuyan de la mejor forma posible¡±.
Impacto notable
Un reciente trabajo de CaixaBank Research, la Universidad Pompeu Fabra y el Institute of Political Economy and Governance apuntala esta urgencia. Han analizado con t¨¦cnicas de Big Data, y de forma an¨®nima, tres millones de n¨®minas y el titular congela la realidad: ¡°El impacto de la crisis que vivimos est¨¢ siendo fort¨ªsimo, especialmente en algunos colectivos de la poblaci¨®n¡±. S¨®lo hay que fijarse en el ¨ªndice de Gini. El indicador b¨¢sico para medir la desigualdad salarial. ¡°En abril hab¨ªa aumentado m¨¢s de 10 puntos respecto al nivel que ten¨ªa en febrero. Nunca hab¨ªamos observado variaciones de esta magnitud en un mismo pa¨ªs en un periodo de tiempo tan breve: en tan solo dos meses creci¨® un 25%. Para hacerse una idea, la diferencia en este ¨ªndice entre Alemania y Estados Unidos en 2016 era de ese orden¡±, alerta Oriol Aspachs, director de Estudios de CaixaBank Research. Las ayudas p¨²blicas han contribuido a mitigar la desigualdad. Pero el problema es un tiz¨®n encendido en 670.900 familias sin ingresos: la miseria. ¡°Tengo 71 a?os y jam¨¢s pens¨¦ ver que la duod¨¦cima econom¨ªa m¨¢s importante del mundo tuviera en 2020 al 27% de la poblaci¨®n en condiciones de pobreza. Es tremendo¡±, lamenta Emilio Ontiveros. Otro economista, Jos¨¦ Carlos D¨ªez, advierte: ¡°La pobreza va a ser brutal en 2020 y 2021¡±.
Philip Alston, antiguo relator Especial de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, recorri¨® 12 d¨ªas Espa?a a primeros de a?o. La segunda semana de julio presentaba su informe ante la Asamblea General. La cuarta econom¨ªa de la Uni¨®n Europea ¡ªescribe Alston en una noticia recogida por EL PA?S¡ª se recuper¨® tras la crisis. Pero se han beneficiado sobre todo los ricos, y los poderes p¨²blicos han fallado a los pobres. ¡°Como consecuencia de ello sigue habiendo situaciones de gran pobreza muy extendidas [25,3% de la poblaci¨®n est¨¢ en riesgo de exclusi¨®n social], una alta tasa de paro [15,33%], un desempleo juvenil cr¨®nico, una crisis de la vivienda de enormes proporciones, programas de protecci¨®n social muy insuficientes, un sistema educativo segregado y anacr¨®nico y pol¨ªticas tributarias y de gasto que favorecen mucho m¨¢s a las clases acomodadas que a las pobres¡±. En monta?ismo esto ser¨ªa un ochomil, no una curva.
Pero ah¨ª est¨¢ Espa?a, frente a su Annapurna. The Economist achaca el problema de la pobreza ¡°a que los sucesivos Gobiernos se han concentrado en las infraestructuras de transporte, en un gran pa¨ªs monta?oso, antes que en la asistencia social¡±. Algo as¨ª como alta velocidad en vez de comedores. Sin embargo, la miseria exige una cordada m¨¢s gruesa. La oeneg¨¦ Oxfam Interm¨®n calcula que si el PIB cae este a?o un 9% y el paro llega al 19%, el n¨²mero de pobres podr¨ªa aumentar en m¨¢s de 700.000, hasta alcanzar los 10,8 millones de personas.
La creatividad de las ¡®especies fugitivas¡¯
Un a?o antes del magnicidio, el 12 de septiembre de 1962, John F. Kennedy anunciaba, en un discurso hist¨®rico en la Universidad de Rice (Houston, Texas), su intenci¨®n de llegar a la Luna al finalizar la d¨¦cada. ¡°Elegimos ir a la Luna en esta d¨¦cada, y tambi¨¦n afrontar los otros desaf¨ªos, no porque sean f¨¢ciles, sino porque son dif¨ªciles, porque esta meta servir¨¢ para organizar y medir lo mejor de nuestras energ¨ªas y aptitudes¡±, lanz¨®. Pues si algo distingue al ser humano es su capacidad de innovaci¨®n y de emprendimiento. Anthony Brandt, profesor de composici¨®n musical en la Universidad de Rice y David Eagleman, neurocient¨ªfico en Stanford, ambos dos referencias mundiales en sus disciplinas, escriben en su libro The Runaway Species (Las especies fugitivas) de 2017: ¡°Por encima de todo, ese impulso implacable nos hace ¨²nicos entre las criaturas vivientes. Est¨¢ integrado en nuestro cerebro, en nuestra biolog¨ªa, y es por eso que no vemos a ardillas construyendo ascensores en las copas de los ¨¢rboles o caimanes inventando lanchas r¨¢pidas¡ La creatividad vive en la previsibilidad entre explorar lo desconocido y explotar lo que sabemos. Doblamos, rompemos y mezclamos todo lo que observamos, y el fruto de ese trabajo mental resulta en versiones nuevas y mejoradas del mundo¡±. Ah¨ª reside nuestra esperanza y nuestro futuro como especie. ¡°En un momento de dificultades mundiales, uno de los aspectos positivos de la pandemia es la creatividad que ha inspirado, ya que las personas de todo el planeta han ideado soluciones grandes y peque?as para superar los desaf¨ªos actuales¡±, reflexiona Anthony Brandt. ¡°Este exuberante ingenio es un buen augurio para enfrentar a m¨¢s largo plazo amenazas como la pobreza, la desigualdad o el cambio clim¨¢tico. Debemos recordarnos constantemente que la imaginaci¨®n humana es un recurso ilimitado que nos hace excepcionalmente adaptables y resistentes¡±. Aunque sea dif¨ªcil.
Dos fases
¡°Atravesamos dos fases: amortiguar la ca¨ªda del consumo y aumentar los ingresos. Hay empresas que se han beneficiado mucho en esta crisis y habr¨ªa que gravarlas de forma extraordinaria. Tambi¨¦n est¨¢ pendiente el impuesto digital y de transacciones financieras; Espa?a necesita recaudar m¨¢s¡±, resume ??igo Mac¨ªas, coordinador de investigaciones de la organizaci¨®n. A?o tras a?o, la progresividad se ha ido diluyendo. En una d¨¦cada, lo recaudado por el impuesto de sociedades se redujo a la mitad, hasta llegar a un 11%. Falla la redistribuci¨®n, la solidaridad. ¡°Abordar la pobreza necesita recursos sustanciales, y gran parte deber¨ªa proceder de los m¨¢s acomodados. Tanto a trav¨¦s de un aumento de los impuestos personales como de una mejor tributaci¨®n de las compa?¨ªas que operan de forma global¡±, recomienda Nicholas Barr, profesor en la London School of Economics (LSE).
Sin embargo, la econom¨ªa y un capitalismo basado en la codicia de las matem¨¢ticas y no en las personas han arrastrado a millones de seres humanos al callej¨®n que discurre entre la precariedad y la miseria. Es hora de escuchar otras voces. Retroceder 15.000 a?os a un f¨¦mur roto. ¡°La lecci¨®n que ense?a esta crisis es que todos somos parte del mismo mundo. Lo que afecta a uno de nosotros puede afectarnos a todos. Tenemos que actuar juntos para combatir las pandemias, luchar contra la pobreza y enfrentar el mayor reto actual: el cambio clim¨¢tico. Solo hay un planeta y debemos cuidarlo juntos o todos podemos perecer¡±, avisa Peter Singer, profesor de bio¨¦tica en la Universidad de Princeton. Las decisiones del hombre decidir¨¢n si vive en el mejor de los tiempos o en el peor de los tiempos.
Una nueva geometr¨ªa del mundo
En los ¨²ltimos meses, la curva parece la geometr¨ªa que mide el mundo. Y aplanar, el infinitivo que la explica. La idea de ralentizar el avance del virus para que los servicios de salud no se desbordaran ha sido comprendida y aceptada, r¨¢pidamente, por cientos de millones de personas. Pero adem¨¢s de evidenciar la fragilidad del ser humano, el coronavirus ha trazado otras curvas que tambi¨¦n hay que eliminar, revertir o cambiar. Todos los verbos que lleven hacia una sociedad mejor conjugan bien.
El racismo es una curva infinita en Estados Unidos pese a que hace 150 a?os que se aboli¨® la esclavitud. Los afroamericanos sienten que sus vidas valen menos. El asesinato de George Floyd por un polic¨ªa blanco el 25 de mayo pasado en una mugrienta esquina de Minneapolis evidencia el escaso valor de la moneda. Pero tambi¨¦n las estad¨ªsticas ¡ªapunta The Economist¡ª revelan que tienen m¨¢s dif¨ªcil encontrar paz en sus vidas. Un tercio de los ni?os negros nacidos en 2001 probablemente pasar¨¢n alg¨²n tiempo encarcelados, comparado con uno de cada 17 chicos blancos.
En 1968, los hogares negros ganaban alrededor del 60% frente a los hogares blancos, y pose¨ªan activos que eran menos del 10% de los que ten¨ªa una familia blanca t¨ªpica. La situaci¨®n contin¨²a siendo la misma o peor. ¡°Esta Administraci¨®n, a pesar de innumerables llamadas de grupos de derechos civiles, ha llevado a retrocesos sin precedentes que contin¨²an teniendo impactos devastadores, particularmente para las mujeres, personas LGBTQ+ y de color¡±, critica Vanita Gupta, presidenta de la Conferencia de Liderazgo sobre Derechos Civiles y Humanos. Esta injusticia sucede en un pa¨ªs donde 250.000 personas, seg¨²n la Universidad de Columbia, mueren al a?o de pobreza y unas 50.000 se suicidan. La salud mental es otra curva preocupante que da forma al pa¨ªs. Un art¨ªculo de mayo de la revista The Lancet advert¨ªa de que los efectos sobre el bienestar mental de la pandemia podr¨ªan ¡°superar las consecuencias mismas de la covid-19¡±. Espa?a no se libra. La Universidad Aut¨®noma de Barcelona y el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS-CCOO) analizaron las condiciones de trabajo de m¨¢s de 20.000 personas durante el confinamiento. El 55,1% mostr¨® alto riesgo en su salud mental.
Crecemos hacia un planeta masificado. La poblaci¨®n mundial ronda los 7.800 millones de personas pero se espera que sean 8.000 en 2023, 9.000 durante 2037 y 10.000 al alcanzar 2056. Y tratamos a un planeta finito como si sus recursos fueran ilimitados. Los pa¨ªses del mundo necesitan 1,75 tierras para mantener los niveles actuales de consumo, calcula Global Footprint Network. Y ya lo avisa la escritora cient¨ªfica Dawn Stover en The Bulletin: ¡°Podemos construir m¨¢s ventiladores pero no m¨¢s planetas¡±. Podemos perder parte del azul de la Tierra. El consumo mundial de agua ¡ªadvierte la ONU¡ª se ha multiplicado por seis en los ¨²ltimos 100 a?os y aumenta a un ritmo constante del 1% anual debido al crecimiento demogr¨¢fico y al cambio en los patrones de consumo.
Una de las respuestas pensando sobre todo en Espa?a ¡ªcon un 75% de su territorio en riesgo de desertificaci¨®n¡ª reside en el color. ¡°Hace falta una desalaci¨®n verde porque el problema de la tradicional es que quema combustibles f¨®siles¡±, sostiene el economista Jos¨¦ Carlos D¨ªez. Pero las curvas arden. El cambio clim¨¢tico, la inequidad, la pobreza, el racismo, la salud mental, la sobrepoblaci¨®n, el h¨ªper consumo, las enfermedades cr¨®nicas. Incluso el propio sentido de la existencia dobla la esquina. En 2014, Zeke Emanuel, onc¨®logo y director del Instituto para la Transformaci¨®n Sanitaria de la Universidad de Pensilvania, public¨® en The Atlantic un art¨ªculo titulado: ?Por qu¨¦ espero morir a los 75? Argumenta que vivir demasiado nos deja en un estado de declive, ¡°que no es mucho peor que la muerte, pero es una elecci¨®n personal¡±. Una manera de combar la curva final en una nueva geometr¨ªa del mundo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.