Fusiones: competencia, empleo y transparencia

Las reacciones al anuncio de la fusi¨®n entre Caixabank y Bankia ponen al descubierto la profundidad de la transformaci¨®n que est¨¢ registrando la econom¨ªa espa?ola, acelerada por la pandemia. La operaci¨®n tiene importantes repercusiones sobre la viabilidad de las empresas, la competencia, el empleo, la naturaleza p¨²blica de las compa?¨ªas y la transparencia.

La noticia de la fusi¨®n para constituir la primera entidad financiera espa?ola ha sido celebrada por el mercado con una euforia sorprendente. Bankia y CaixaBank experimentaron alzas en Bolsa del 33% y 12%, respectivamente. Aunque el mercado no puede ser el ¨²nico criterio, es indudable que la respuesta de los inversores evidencia las serias dificultades de Bankia para seguir en solitario. Durante los ¨²ltimos cinco a?os, Bankia ha perdido el 75% de su valor, hasta situarse en el 30% de su registro en libros. La rentabilidad es inferior al 3% cuando el coste de su capital es casi el triple. En resumen, un modelo de negocio dif¨ªcilmente sostenible a largo plazo.

La concentraci¨®n del tercer y cuarto banco del pa¨ªs supone una innegable restricci¨®n de la competencia como han se?alado las principales organizaciones de consumidores OCU, Adicae, Asufin y Facua. Unas asociaciones que han se?alado la p¨¦rdida de derechos por una menor posibilidad de elecci¨®n. Es cierto, no obstante, que la competencia en el sector financiero no depende ¨²nicamente del n¨²mero de bancos sino tambi¨¦n de la creciente concurrencia de entidades externas en medios de pago y concesi¨®n de cr¨¦ditos.

Las alzas burs¨¢tiles han sido propulsadas por unas mayores expectativas de rentabilidad que dependen sustancialmente de la reducci¨®n de costes derivada de la eliminaci¨®n de unas 1.400 oficinas y entre 6.000 y 8.000 empleos. La probable generalizaci¨®n de fusiones, no solo financieras, puede agravar seriamente la destrucci¨®n de empleos. Es necesario intensificar seriamente los esfuerzos para facilitar la recolocaci¨®n de estos trabajadores en las nuevas actividades vinculadas a la salud, educaci¨®n, digitalizaci¨®n y transici¨®n ecol¨®gica.

Esta fusi¨®n tiene la particularidad de afectar a Bankia, una entidad propiedad del Estado en un 62%, que ha recibido m¨¢s de 24.000 millones de euros de ayudas. La Plataforma por una Banca P¨²blica ha expresado su oposici¨®n a la fusi¨®n. Considera que es ¡°necesario introducir el inter¨¦s p¨²blico en una actividad como la bancaria, que se manifiesta como de creciente trascendencia hasta resultar asimilable a un servicio p¨²blico¡±. Esta reflexi¨®n es importante porque el sector p¨²blico no desaparece en el sector financiero y tendr¨¢ un 15% del capital en la mayor entidad. Ser¨ªa conveniente que la representaci¨®n p¨²blica en el consejo de administraci¨®n defendiera expl¨ªcitamente los intereses colectivos y no como hasta ahora, que de nada ha servido tener mayor¨ªa.

La p¨¦rdida de competencia y de empleos debe compensarse con un sustancial aumento de la transparencia. La entidad resultante debe garantizar la devoluci¨®n de las ayudas. La operaci¨®n s¨®lo merecer¨¢ la confianza de los ciudadanos si la nueva entidad desarrolla un nuevo modelo de banca, con contratos transparentes, sin cl¨¢usulas abusivas, que acabe con la litigiosidad que inunda los juzgados.