Imprescindible Presupuesto

Dependiendo de la gravedad del momento, disponer de un nuevo Presupuesto puede ser conveniente, necesario o imprescindible. Hoy es ineludible, incluso si se retrasa algunas semanas, porque la recesi¨®n es m¨¢xima y porque una plena tercera pr¨®rroga retocada del Presupuesto Montoro de 2018 plasmar¨ªa un rompecabezas incoherente, pues su estructura y argamasa responden a otra coyuntura.

Pero, sobre todo, porque la absorci¨®n de los 140.000 millones de euros que corresponden a Espa?a del fondo europeo de recuperaci¨®n ¡°no se puede abordar sin unos Presupuestos en Espa?a con car¨¢cter inmediato¡±, como alert¨® con tino Pedro S¨¢nchez. La acusaci¨®n de que esa afirmaci¨®n es mentira, lanzada por Pablo Casado, no se sostiene: ni econ¨®mica, ni jur¨ªdica, ni pol¨ªticamente, ni desde la perspectiva institucional europea.

Algunos la apoyan con una cita parcial de la portavoc¨ªa de la Comisi¨®n, seg¨²n la cual ¡°la presentaci¨®n y evaluaci¨®n de los planes presupuestarios y los de recuperaci¨®n y resiliencia son dos procesos separados y distintos¡±. Es obvio. Son dos empe?os diferentes. Pero en el nivel europeo, el Marco Financiero Plurianual ¡ªprograma presupuestario septenal¡ª y el plan de recuperaci¨®n econ¨®mica convergen y se entrecruzan, pues este se encuadr¨® y vehicul¨® desde el primero. Algo similar sucede a nivel nacional.

Porque como indica la misma cita, resulta clave que ¡°los objetivos de cada uno de ellos [plan de recuperaci¨®n y presupuesto nacional] sean coherentes con el otro¡±, por ejemplo, en asuntos como los programas verde y digital.

Y, sobre todo, la portavoz alud¨ªa expl¨ªcitamente, en su versi¨®n completa y no censurada, a esa ¡°interacci¨®n¡±: ¡°Elementos de los planes¡± nacionales de recuperaci¨®n que ¡°se espera que se presenten a la Comisi¨®n desde el 15 de octubre al efecto de obtener acceso a la facilidad¡± europea ¡°deben ser reflejados en iniciativas de reforma e inversi¨®n contenidas en los presupuestos nacionales¡±.

De modo que Bruselas s¨ª establece v¨ªnculo entre un presupuesto nuevo, el que se le presenta en el cuarto trimestre en el marco del Semestre Europeo, y las ayudas de 140.000 millones. Son procedimientos distintos, pero vinculados.

En realidad, los reglamentos del plan Marshall europeo aprobado en julio insisten en que los fondos europeos a dispensar deben formar parte de la pol¨ªtica presupuestaria nacional y ser coherentes con la pol¨ªtica econ¨®mica europea.

As¨ª que, jur¨ªdicamente, defender su completa separaci¨®n en compartimentos estancos es asegurarse dificultades en la UE, y no solo con los frugales.

Presupuestariamente, postular una pr¨®rroga de las cuentas elaboradas hace cuatro a?os implicar¨ªa una tortura, ya que para obtener los subsidios y pr¨¦stamos habr¨ªa que acudir a una cascada de decenas de decretos leyes, de inestable tramitaci¨®n pol¨ªtica e incierto futuro.

Institucionalmente, la imposibilidad de pactar un Presupuesto de nueva planta provocar¨ªa en Bruselas inc¨®gnitas mayores sobre la sostenibilidad de las reformas e inversiones necesarias, pues en gran medida son apuestas plurianuales.

Socavar la idea de un Presupuesto por mero ejercicio opositor, impedir su tramitaci¨®n desde el filibusterismo o vetar su culminaci¨®n sin motivos de fuerza abrumadoramente mayor equivale a patriotismo mentecato.