Desencuentros equinocciales de Trabajo y Seguridad Social

El centro de atenci¨®n de esta semana en el mundo econ¨®mico (al margen de la fusi¨®n bancaria) se ha centrado en la mesa de negociaci¨®n para ampliar los ERTE, que continuar¨¢ el lunes. El presidente de la patronal, Antonio Garamendi, aprovech¨® la presencia del gobernador del Banco de Espa?a, Pablo Hern¨¢ndez de Cos, ante su Junta Directiva el mi¨¦rcoles para acusar al Gobierno de no dar datos reales y reclamar la ampliaci¨®n de los ERTE como ¡°la ¨²nica manera de salir de la crisis¡±. Eso dijo y el gobernador le respald¨® (¡°van a tener que mantenerse los ERTE un tiempo prolongado y no hay que tener miedo a esa prolongaci¨®n¡±). Los sindicatos, por su parte, han pedido seriedad y aunque Unai Sordo, secretario general de CC OO, reconoci¨® la dificultad, su hom¨®logo de UGT, Pepe ?lvarez, no se cort¨® al pedir al Gobierno seriedad y certidumbre, adem¨¢s de ¡°tener la seguridad de que el conjunto del Gobierno da soporte a las decisiones¡±.

Es ah¨ª, en esa frase, en donde se encierra (o se abre) el quid de la cuesti¨®n: las diferencias entre los ministerios de Trabajo y de Seguridad Social, segregados al comienzo de la legislatura por el reparto de poderes (y quiz¨¢ con el objetivo perverso de Pedro S¨¢nchez de no dejar toda la cartera en manos de su socio). El caso es que Trabajo qued¨® en manos de Yolanda D¨ªaz, militante de Izquierda Unida cuyo padre fue secretario general de CC OO de Galicia, y la Seguridad Social (con el a?adido de Inclusi¨®n y Migraciones) en las de Jos¨¦ Luis Escriv¨¢, un tecn¨®crata sin adscripci¨®n pol¨ªtica, que, de pertenecer a algo, es a una tendencia socioliberal, alineado con la vicepresidenta tercera y ministra de Econom¨ªa, Nadia Calvi?o.

Aseguran en sus entornos que la relaci¨®n personal entre ellos es muy cordial. Son dos de los ministros que trabajan codo con codo en frecuentes reuniones de forma habitual. Sin embargo, en el terreno ideol¨®gico ya han protagonizado varios desencuentros, que dentro se ven normales ¡°porque son dos departamentos muy vinculados, lo que provoca que se produzcan debates sobre las orientaciones¡±. ¡°Mi impresi¨®n es que hay menos enfrentamiento de lo que se airea, a cualquier requiebro se le da una importancia desmesurada¡±, dice una fuente sindical, que reconoce que ¡°no se ven actitudes cainitas como hemos visto no hace mucho tiempo entre liberales y democristianos en un Gobierno monocolor¡±. No obstante, destaca que se debe a que ¡°se ha adelgazado arteramente el campo de intervenci¨®n del Ministerio de Trabajo¡±. Otra fuente colige que todo es fruto de tener bajo sospecha permanente el Gobierno. Fuentes del entorno de D¨ªaz aseguran que hay entendimiento y colaboraci¨®n y rechazan los desencuentros.

En todo caso, diferencias haylas. En los ERTE, la controversia se centra en los gastos. D¨ªaz, que ha insinuado que Escriv¨¢ no tiene cultura de negociar con los agentes sociales, respalda las peticiones de estos, mientras su compa?ero de gabinete se distancia. Contra ¨¦l van dirigidos principalmente los ataques de la CEOE sobre la falta de transparencia (que niegan en el departamento) y de los sindicatos (como el comunicado de UGT: ¡°la cerraz¨®n de Seguridad Social que impide que se pueda cerrar un acuerdo amplio y beneficioso¡±). El principal escollo radica en las exoneraciones que los agentes son partidarios de que se distribuyan directamente a las empresas y Escriv¨¢ prefiere que sean sectoriales.

A esa disputa de los ERTE se suma la surgida sobre las jubilaciones. Escriv¨¢ manifest¨® que hab¨ªa que prolongar la vida laboral y retrasar la jubilaci¨®n efectiva, ahora en 64,6 a?os, endureciendo la jubilaci¨®n anticipada y fomentado la demorada. No tard¨® D¨ªaz en replicar que no le parece el camino correcto porque, a su juicio, ¡°entorpece la capacidad de incorporar a los j¨®venes al mercado laboral¡±. ¡°Nuestro an¨¢lisis no valida ese diagn¨®stico, hay que mirar a largo plazo, estamos hablando de 25 a?os en adelante y ah¨ª de verdad caer¨¢n las personas en edad de trabajar¡±, contest¨® el ministro.

Otra pol¨¦mica est¨¢ en el ingreso m¨ªnimo vital (IMV). Trabajo ha mostrado ser partidario de acelerar las peticiones y que se concedan ayudas de forma autom¨¢tica. Escriv¨¢ ha dicho que, de ser as¨ª, se dar¨ªan a algunos que no lo necesitasen y se disparar¨ªa el gasto. A ello se uni¨® unas declaraciones del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, en las que afirm¨® que la gesti¨®n del IMV es inaceptable. Seg¨²n Escriv¨¢, no solo no es inaceptable, sino que es un ¨¦xito. Los datos indican que de los 900.000 expedientes recibidos, se han tramitado un tercio y se han concedido 86.000.

LOS CORROS

El salto oriental de S¨¢nchez Gal¨¢n. Ignacio S¨¢nchez Gal¨¢n, presidente de Iberdrola, ya tiene otra plataforma en la que desplegar sus ansias renovables tras su entrada en Jap¨®n. El grupo energ¨¦tico acaba de comprar all¨ª la firma Acacia Renewables al fondo australiano GIG. La empresa adquirida cuenta con dos parques e¨®licos marinos en desarrollo y otros cuatro en cartera, con una capacidad de 2,1 gigavatios (GW). Esto da impulso a la compa?¨ªa espa?ola para ampliar su expansi¨®n al mercado oriental, que no ten¨ªa precisamente en sus preferencias confesadas.

La patronal el¨¦ctrica pide m¨¢s facilidades para invertir. Marina Serrano, presidenta de la patronal el¨¦ctrica Aelec, ha reclamado la ampliaci¨®n del l¨ªmite de inversi¨®n en distribuci¨®n el¨¦ctrica, adapt¨¢ndolo a la nueva realidad del PIB previsto y, en concreto, en digitalizaci¨®n o protecci¨®n del medio ambiente. Para Serrano es fundamental para acometer el proceso de descarbonizaci¨®n y aumentar el grado de electrificaci¨®n de la sociedad. ¡°Es preciso continuar con la senda de las inversiones previstas, que se corresponden con el destino de los fondos de financiaci¨®n europeos¡±.

Imaz y el teletrabajo. Aunque el 74% de espa?oles cree que puede teletrabajar total o parcialmente, seg¨²n la C¨¢mara de Espa?a, hay quien piensa que el teletrabajo puede ser contraproducente. Como el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, que en el Foro Tendencias organizado por EL PA?S y Kreab, se explay¨®: ¡°El teletrabajo mata la innovaci¨®n, el trabajo conjunto, mata el compartir experiencias; ha servido para salir de una situaci¨®n de crisis brutal, pero necesitamos interactuar y eso no puede ser el futuro¡±, dijo con su estilo directo que oblig¨® a sus compa?eros de mesa redonda (Jos¨¦ Aljaro, de Abertis, y Antonio Llard¨¦n, de Enag¨¢s) a ratificar esa postura, aunque matizando.