En la formaci¨®n de Bankia se asumi¨® mucho riesgo

La sentencia absolutoria por la salida a Bolsa de Bankia me parece l¨®gica. Porque no creo que un tribunal de justicia pueda aceptar una teor¨ªa conspiratoria bastante inveros¨ªmil como la que se habr¨ªa deducido de una sentencia condenatoria. Que supondr¨ªa que la direcci¨®n de la entidad financiera se hubiera puesto de acuerdo con el Gobierno y los diversos organismos supervisores, para timar a los inversores que acudieran a la operaci¨®n de salida a Bolsa de Bankia. Creo que est¨¢ claro que nadie pretend¨ªa eso. Otra cosa es que todos ellos se hayan equivocado en su trabajo, como parece evidente a la vista de lo que despu¨¦s ocurri¨® realmente.

Por otra parte, sobre la supuesta falsedad de las cuentas de la entidad, no debemos caer en el sesgo retrospectivo. No hay que sacar una conclusi¨®n a partir de lo que se ha conocido despu¨¦s, es decir la evoluci¨®n econ¨®mica real. Sino tener en cuenta la informaci¨®n de que se dispon¨ªa y las previsiones existentes en aquel momento, que resultaron no acertadas. La clave del asunto era la calidad de los activos de la entidad y las provisiones que hubieran debido dotarse en funci¨®n de sus expectativas de cobro, lo que determinar¨ªa la cuenta de resultados real y el importe del patrimonio neto de la entidad. Todo ello depend¨ªa del entorno econ¨®mico previsto. Que era ciertamente menos negativo que el que luego depar¨® la realidad. De hecho, la necesidad de enormes provisiones posteriores no ocurri¨® solo en Bankia, sino en todas las entidades financieras de nuestro pa¨ªs. Si las cuentas de Bankia se califican como falsas, quiz¨¢s hubi¨¦ramos podido decir algo similar sobre las correspondientes al resto del sector.

Dicho todo esto, me parece tambi¨¦n evidente que Bankia era un proyecto muy dif¨ªcil y con mucho riesgo. Nunca entend¨ª una fusi¨®n como aquella entre dos entidades con una situaci¨®n problem¨¢tica como Bancaja y Caja Madrid, a la que se a?adieron otras cinco de menor tama?o. Porque, como dice la sabidur¨ªa popular, ¡°dos cojos no andan mejor que uno¡±. Sino probablemente peor.

Adem¨¢s, ni las agencias de rating, ni los auditores ni los analistas tuvieron tampoco demasiado acierto. Y, en aquella ¨¦poca, las pruebas de estr¨¦s a las entidades financieras no ten¨ªan el rigor que han alcanzado posteriormente. De haberlo tenido, habr¨ªamos podido clasificar a los bancos por su capacidad de resistencia ante un entorno peor del esperado. Y, sin duda, Bankia hubiera estado entre las peores en esa clasificaci¨®n. Una de las m¨¢s d¨¦biles del sector. De manera que, si hubiera habido suerte con la evoluci¨®n econ¨®mica posterior, a lo mejor el sector bancario espa?ol se habr¨ªa librado y las entidades hubieran sobrevivido. Pero con un entorno estresado, como en realidad ocurri¨®, el list¨®n de supervivencia se ubicar¨ªa m¨¢s alto y las peores podr¨ªan quebrar. Es lo que ocurri¨®, alcanzando a Bankia, que fue una fusi¨®n de riesgo. Cuya debilidad se puso de manifiesto en su falta de capital, por lo que tuvo que salir a Bolsa. En una operaci¨®n en la que, sin duda, todos confiaban en un desenlace favorable pero que ten¨ªa algunas papeletas para fracasar. Y le tocaron.

En definitiva, mi resumen es que la sentencia resulta l¨®gica y no me sorprende, pero que en la formaci¨®n de Bankia se asumi¨® mucho riesgo. Y tambi¨¦n en la oferta.