Pablo ?lvarez: ¡°Si no hay una sucesi¨®n clara podr¨ªamos vender Vega Sicilia¡±

¡°Esta cosecha es muy buena, en cantidad y en calidad¡­ es lo ¨²nico bueno que recordaremos de este a?o¡±. Una niebla ligera cubre los vi?edos de Vega Sicilia en Valbuena del Duero (Valladolid). Pablo ?lvarez Mezquiriz (Bilbao, 1954), propietario junto a sus hermanos de la bodega m¨¢s exclusiva del pa¨ªs y consejero delegado de Tempos Vega Sicilia, cuenta que sus fincas, con 650 hect¨¢reas de vi?as, fueron una tabla de salvaci¨®n durante el confinamiento. ¡°Segu¨ª viniendo a trabajar y daba paseos por aqu¨ª¡±.

El pasado martes estaban vendimiando una parcela de vi?a joven que venden a terceros porque no da el nivel de calidad para sus vinos. ¡°Lo nuestro se acab¨® el jueves 1 de octubre¡±. Y despu¨¦s, a esperar: ¡°La cosecha 2020 de ?nico saldr¨¢ a la venta en 2030 y el 2020 del Valbuena en 2025¡±.

Calcula que este a?o habr¨¢n utilizado unas 36.000 mascarillas para el personal en todo el grupo, un holding familiar compuesto tambi¨¦n por Bodegas Ali¨®n, Pintia en Toro, Bodegas Tokaj Oremus en Hungr¨ªa, la finca agr¨ªcola El Quexigal y las empresas asociadas Benjam¨ªn de Rothschild (con la que elaboran en La Rioja su vino Mac¨¢n) y Europvin (20%). Juntas facturaron el a?o pasado 56,8 millones de euros con un resultado neto envidiable: 31,2 millones. En los ¨²ltimos a?os los m¨¢rgenes han variado en funci¨®n de las cosechas, pero la facturaci¨®n ha sido similar. En 2018 fueron 53,6 millones (27,7 de beneficios) y un a?o antes, 52,3 millones (con 19,3 de resultado neto).

En este ejercicio tan extra?o esperan resultados aceptables apoyados en la fortaleza del mercado del lujo. ¡°En el ¨²ltimo c¨¢lculo que hicimos pensamos que podemos dejar de vender un 10% de todas las botellas que producimos¡±. Ese porcentaje est¨¢ concentrado en los vinos de Tokaj, que evolucionan con altibajos ¡ªnada nuevo desde que compraron las bodegas en Hungr¨ªa en 1994¡ª. Por el contrario, esperan que todos sus tintos se agoten. ¡°Nos hemos ido defendiendo, vemos que las tiendas siguen comprando y las diferencias que ha habido en el mercado internacional [frente al nacional] las estamos recolocando¡±. Una recuperaci¨®n que sienten en la misma direcci¨®n que los contagios, de oriente a occidente. ¡°China en concreto ha pedido m¨¢s vino del que ten¨ªamos adjudicado. Europa est¨¢ muy estable. Am¨¦rica est¨¢ sufriendo, fue la ¨²ltima que entr¨® en el proceso [del coronavirus]. EE UU, M¨¦xico y Brasil son los tres pa¨ªses que han reducido los pedidos¡±.

En Espa?a, su principal mercado comprador, est¨¢n de suerte porque el canal Horeca (de hoteles, restaurantes y cafeter¨ªas) apenas pesa un 10% en el total. A¨²n as¨ª ese porcentaje tiene detr¨¢s muchas botellas que se dejar¨¢n de adquirir, m¨¢s de 100.000 dado que, seg¨²n la a?ada, elaboran entre 1,1 y 1,5 millones de unidades de todas sus marcas. Lo que no adquiera el canal Horeca lo distribuir¨¢n entre particulares con sus famosos cupos.

Aunque la cantidad que produce el grupo vin¨ªcola no es despreciable, ?lvarez insiste en que su producci¨®n es limitada. ¡°En 150 a?os los propietarios siempre han respetado la filosof¨ªa de Vega Sicilia. Nadie ha querido explotar la marca para vender millones de botellas. Vega Sicilia ha seguido con este principio y lo ha hecho bien durante much¨ªsimos a?os y por eso somos la bodega m¨¢s reconocida del mundo entre las espa?olas. Eso lo podr¨ªan haber hecho otras, pero cambiaron su filosof¨ªa de trabajo para vender m¨¢s. Me parece muy respetable, pero son mundos diferentes¡±.

Ya en la nave de elaboraci¨®n, los ¨²ltimos racimos de cabernet sauvignon se despalillan y pasan a la mesa de selecci¨®n donde se comprueba su estado casi grano a grano, alimentando la leyenda del vino exclusivo con el que han construido una gran marca sin invertir un c¨¦ntimo en publicidad. ¡°Una bodega de estas puede llegar a ganar mucho dinero con paciencia, a medio y largo plazo¡±, reflexiona ?lvarez, un hombre corpulento que contesta amablemente a cualquier pregunta, incluidas las obligadas sobre la familia, que se rompi¨® en 2009 tras una guerra societaria que a¨²n dar¨¢ alg¨²n que otro coletazo y que dividi¨® en dos bandos a los siete hermanos. ¡°En las familias siempre hay l¨ªo. Yo siempre digo que lo peor de las empresas familiares es la familia¡±, dice, e inmediatamente corrige: ¡°Lo m¨¢s problem¨¢tico, no lo peor¡±. Pese a que los caminos del legado familiar de David ?lvarez, su padre ya fallecido, van ya cada uno con su rumbo (Eulen, controlada por su hermana Mar¨ªa Jos¨¦, y las bodegas en manos del n¨²cleo duro del resto de hermanos), hay heridas que escuecen. ¡°Eulen nunca nos ha ayudado financieramente¡­ jam¨¢s. Creo que algunos a?os ganamos m¨¢s que Eulen [que factura casi 1.600 millones y tiene 85.000 empleados frente a los 90 empleos de las bodegas]. Eulen no nos ha ayudado porque no ha sido necesario, nunca lo ha hecho¡±.

Aparcada esa batalla, en Vega Sicilia todav¨ªa quedan otras por librar. M¨¢s pronto que tarde tendr¨¢n que tomar medidas sobre la sucesi¨®n y sobre ese delicado equilibrio entre la gesti¨®n, las ganas de ver crecer los dividendos y el respeto por el legado de los vinos hechos sin prisas. ¡°Siempre he dicho que a los 70 a?os [ahora tiene 65] no voy a dar la mejor uva¡±. Ceder el testigo siempre es dif¨ªcil, pero a¨²n m¨¢s para alguien que lleva trabajando en el mismo negocio desde 1986, cuatro a?os despu¨¦s de que su padre adquiriese una bodega que solo exportaba a tres pa¨ªses (hoy son 115) y que puso enteramente en sus manos.

Los siete accionistas tienen por debajo una generaci¨®n de 15 descendientes. Ahora trabajan en un protocolo de sucesi¨®n. Si no hay un relevo claro, ?una venta podr¨ªa ser la salida? ¡°S¨ª, ?por qu¨¦ no?¡±, contesta casi sin pensar, y recalca que, de seguir la saga, los miembros del clan que quieran quedarse tendr¨¢n que merecerlo. ¡°No por ser miembros de la familia van a trabajar en la bodega¡±.

Durante los ¨²ltimos a?os varios inversores se han acercado a sondear la compra de la empresa. Sin embargo, valorar un grupo tan exclusivo como sus vinos no es f¨¢cil. ¡°Nunca hemos llegado a hablar de precio con nadie que haya venido. Es indudable que el precio de Vega Sicilia es muy alto. Est¨¢ considerada entre las grandes del mundo. Si aplic¨¢ramos los precios de Francia esto vale varias fortunas, pero seguimos siendo espa?oles, no franceses¡±.

Mientras la continuidad se decide, los proyectos avanzan. Como se niegan a elevar la producci¨®n para mantener la calidad, su ¨²nica manera de crecer es creando o comprando nuevas bodegas. ¡°Siempre tenemos ideas, pero hasta que no est¨¢n terminadas¡­¡±. Negocios que tardan tanto en madurar como el buen vino. ¡°Lo que buscamos primero es la vi?a. Creemos que es la base de la calidad¡±. Estudian operaciones para crecer tanto en Espa?a como en el exterior. Por sus palabras, parece que ?lvarez ha tirado la toalla en Jerez, donde hace 15 a?os intent¨® comprar una bodega peque?a sin ¨¦xito. Una regi¨®n que admira aunque ¡°quiz¨¢ haya perdido un poco del prestigio que tuvo¡±. Admite que su alianza con Rothschild todav¨ªa no da beneficios. ¡°A principios de 2000 nos preguntaron si pod¨ªamos hacer algo juntos. Nosotros est¨¢bamos pensando en ir a La Rioja y les pareci¨® bien. La experiencia es que necesitamos siete a?os de ventas para llegar a ganar dinero con una bodega. El que quiera hacerlo antes¡­ ojal¨¢ tenga suerte pero no es f¨¢cil. Prestigiar un vino¡­ vender un vino es complicado¡±. Sobre todo si se distribuye a un precio muy alto. ¡°En el tema de los precios hay mucho l¨ªo. No es lo mismo hacer 120.000 botellas que 800¡±. ?Cu¨¢nto hay que pagar por ¨¦l? ¡°Lo que el consumidor est¨¦ dispuesto¡±, zanja.

Valor y precio, ese d¨²o que Vega Sicilia sabe exprimir al m¨¢ximo guard¨¢ndose de no pasar de moda en un mundo en que, como admite ?lvarez, hay mucha literatura. ¡°Los bodegueros hablan mucho y se dicen pocas verdades¡±. Su empresa mantiene inalterable su curioso sistema de cupos, consistente en distribuir la producci¨®n anual entre una lista de 3.500 elegidos. Un 20% de ellos son tiendas, tanto grandes como peque?as, pero todos los miembros de la lista, desde El Corte Ingl¨¦s a la Casa Real o una modesta vinoteca, adquieren las botellas al mismo precio. El ?nico de 2010 ha salido al mercado este a?o por 185 euros; el Valbuena a 67 euros y el Ali¨®n, a 66. Una magnum de ?nico Reserva Especial cuesta de partida 590 euros. A partir de ah¨ª, la cotizaci¨®n se puede multiplicar, en especial cuando vuela fuera de Espa?a o cuando se descorcha en un restaurante.

En 2018, por ejemplo, clientes e importadores adquirieron todas las botellas disponibles de ?nico y Valbuena: m¨¢s de 470.000 unidades. En la memoria de las cuentas, el grupo ya avanzaba que en a?os sucesivos ir¨ªa reduciendo el vino disponible por el efecto de las cosechas y as¨ª fue: de esos mismos vinos solo hubo 314.098 unidades un a?o despu¨¦s. Su departamento comercial es flexible con los clientes, pero la regla est¨¢ en que quien no compra nada durante dos a?os desaparece de la lista. Una pol¨ªtica que ?lvarez defiende como la ¨²nica que les funciona.

El mercado exterior

Fuera del pa¨ªs se apoyan en distribuidores a los que ?lvarez intenta visitar a menudo (antes del coronavirus viajaba durante m¨¢s de 150 d¨ªas al a?o). En eso critica la falta de reflejos de los productores espa?oles a los que, por una parte, admira ¡ª"hay muchos buenos vinos en este pa¨ªs"¡ª, al tiempo que lamenta que no trabajen m¨¢s el mercado internacional. ¡°Lo mismo pasa con el aceite. Espa?a es el primer productor del mundo y hay gente fuera que piensa que es un producto italiano. Si no te conocen nadie te compra¡±.

Aunque lo parece, el camino de Vega Sicilia no ha sido f¨¢cil. Su filosof¨ªa, m¨¢s parecida a la de un chateaux franc¨¦s, tard¨® en comprenderse en el pa¨ªs del vino a granel. Ha tenido varios en¨®logos ¡ªel actual, Gonzalo Iturriaga, procedente de Habla¡ª, un puesto sobre el que recae una gran presi¨®n, desde fuera y desde dentro. Pablo ?lvarez considera que en el gremio de la enolog¨ªa crecen las estrellas: ¡°Hay m¨¢s que en el cielo¡±, bromea. ¡°Los hay buenos, son gente que trabaja, sabe, trata de respetar lo que cada a?o la naturaleza nos est¨¢ dando. Pero no son dioses¡±.

En los ¨²ltimos a?os el gremio de los en¨®logos en general ¡ª"directores t¨¦cnicos", los denomina ?lvarez¡ª tienen que lidiar con el cambio clim¨¢tico. Aunque el jefe de Vega Sicilia, al menos, no parezca preocupado por el asunto. ¡°Yo no veo una gran problem¨¢tica. Ah¨ª hay dos cosas: que estemos contaminando, eso es un tema que depende solo de nosotros y se puede corregir, y el cambio clim¨¢tico natural. En el clima hay ciclos, si pudi¨¦ramos analizar los 4.500 millones de a?os en la Tierra¡­ se han pasado ciclos clim¨¢ticos diferentes¡­ Es verdad que hay d¨¦cadas m¨¢s calurosas, pero eso no quiere decir que el hecho de que la temperatura suba ya no haya nadie que lo pare¡±.

Su escepticismo no impide que en Vega Sicilia trabajen con t¨¦cnicas medioambientalmente menos agresivas. Ninguna de sus parcelas est¨¢ certificada en agricultura ecol¨®gica, algo que en Francia, por ejemplo, est¨¢ cada vez m¨¢s extendido, pero en 1984 eliminaron los herbicidas. Dos a?os despu¨¦s comenzaron a controlar la botritys de forma natural y en 2003 eliminaron los insecticidas qu¨ªmicos. Trabajan con el Instituto de la Vi?a y El Vino de la Universidad de Le¨®n y tienen una patente propia a base de extractos naturales como medio de protecci¨®n frente a los hongos de la madera. ¡°La base est¨¢ en la tierra, no le demos m¨¢s vueltas¡±. Tambi¨¦n en las barricas. El grupo es uno de los poqu¨ªsimos de Espa?a con toneler¨ªa propia. Un plus de exclusividad que tambi¨¦n tienen sus corchos, testados antes de su utilizaci¨®n por dos grupos diferentes para minimizar el riesgo de degradaci¨®n.

Y como bodega que se precie, albergan una importante colecci¨®n de obras de arte que suma una pieza cada a?o bajo un ¨²nico criterio: pintura contempor¨¢nea espa?ola. M¨¢s de cinco millones de euros se han gastado ya en lienzos. Vi?as, maquinaria, arte... incluso un palacete y un jard¨ªn japon¨¦s en pleno campo vallisoletano. Sumados todos sus activos alcanzan los 160 millones de euros en libros. Un negocio que para cualquier banquero es poco comprensible, por la enorme cantidad de inmovilizado que reposa en sus naves. Para ¨¦l es una parte clave de su vida. ¡°No s¨¦ lo que he podido aportar a este mundo. Lo que hago es respetar lo que he visto y he aprendido¡±. Para ?lvarez un gran vino ¡°debe ser elegante, complejo, que te haga sentir algo¡±. Hasta ahora, las botellas de Vega Sicilia llevan la firma de su hermana, presidenta no ejecutiva. Si la sucesi¨®n va bien y logra dar un paso a un lado, este hombre tranquilo y discreto tiene un sue?o: ver su r¨²brica alg¨²n d¨ªa en la etiqueta.