La pandemia dispara la deuda de Estados, empresas y familias en 22 billones de d¨®lares en todo el mundo
El endeudamiento total cerrar¨¢ el a?o en el 365% del PIB global. El Instituto de Finanzas Internacionales advierte de siete billones en vencimientos solo en el bloque emergente a lo largo de 2021
El horizonte econ¨®mico pinta particularmente incierto desde el inicio de la pandemia ¡ª?cu¨¢nto afectar¨¢n las nuevas restricciones al crecimiento en el tramo final del a?o? ?c¨®mo de fuerte ser¨¢ el rebote en 2021?¡ª, pero algunas cosas, pocas, se pueden dar totalmente por seguras. Primero, que el zarpazo de la crisis sanitaria dejar¨¢ tras de s¨ª la mayor recesi¨®n desde la Segunda Guerra Mundial en Occidente. Segundo, que la acci¨®n denodada de los Gobiernos por contener la hemorragia ¡ª?qu¨¦ habr¨ªa sido esta vez de la actividad y el tejido productivo sin la mano del sector p¨²blico?¡ª y de las empresas y hogares por sobrevivir provocar¨¢ el mayor aumento de deuda global desde que hay registros: los 255 billones de d¨®lares (215 billones de euros) con los que ech¨® el tel¨®n 2019 se convertir¨¢n en 277, seg¨²n la ¨²ltima proyecci¨®n del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, la patronal global de la banca), presentada este mi¨¦rcoles. El aumento, de 22 billones de d¨®lares, es, por ponerlo en contexto, 15 veces el PIB de Espa?a o 18 veces el de M¨¦xico.
Medido sobre PIB ¡ªla mejor forma de ver su peso real¡ª, el endeudamiento total cerrar¨¢ el a?o en el 365%, un nuevo r¨¦cord. O, dicho de otra forma, el mundo tendr¨ªa que dedicar ¨ªntegramente lo que produce en casi cuatro a?os para dejar en cero el casillero de los pasivos. La mayor parte de esa cifra se la dividen, casi a partes iguales, Gobiernos y empresas no financieras, que deben, respectivamente, m¨¢s del 100% del PIB cada una. La banca, con el 90% del PIB, y los hogares, que cerrar¨¢n este ejercicio cerca del 70%, completan el cuadro. En todos los casos, tras el fort¨ªsimo aumento de los meses de confinamiento estricto, el ritmo de subida ha aminorado en los ¨²ltimos meses, en los que la paulatina reapertura de la actividad en todos los sectores ha permitido recuperar ingresos y flujos de caja y ha permitido acudir menos al mercado ¡ªreduciendo el numerador de la ratio¡ª, y la ¡°fuerte recuperaci¨®n¡± econ¨®mica ha frenado en seco el hundimiento del denominador.
360 billones en una d¨¦cada
La pandemia, con todo, no hace m¨¢s que de fuelle sobre un fuego activo desde hace tiempo. La deuda ven¨ªa creciendo desde mucho antes de que cinco letras y dos n¨²meros (covid-19) se colasen en el d¨ªa a d¨ªa de todos los rincones de la Tierra: crec¨ªa mucho m¨¢s lento que este 2020 en el que, por d¨ªas, la econom¨ªa parec¨ªa diluirse como un azucarillo en caf¨¦ caliente, pero crec¨ªa. El a?o pasado, por ejemplo, la ratio total de deuda global sobre PIB ya creci¨® en 11 billones de d¨®lares ¡ªde 244 a 255, que se dice pronto¡ª incluso con la econom¨ªa todav¨ªa en terreno positivo. El virus, sin embargo, ha avivado la llama: seg¨²n los c¨¢lculos del organismo que re¨²ne a la flor y nata de las finanzas mundiales apuntan a que, de seguir creciendo al ritmo promedio de los 15 ¨²ltimos a?os, 2020 inclusive, la deuda global superar¨¢ los 360 billones de d¨®lares en 2030, 85 m¨¢s que hoy.
Hay razones para temer el panorama que dibuja este mi¨¦rcoles el IIF bajo un t¨ªtulo ilustrativo (Deuda global: La covid-19 enciende un fusible). ¡°La incertidumbre sobre c¨®mo la econom¨ªa global podr¨¢ desapalancarse en el futuro sin implicaciones adversas para la actividad econ¨®mica es significativa¡±, advierte el ente con sede en Washington. Pero tambi¨¦n para una tranquilidad relativa: como dec¨ªa en una reciente entrevista con este diario uno de los grandes economistas de nuestros d¨ªas, Olivier Blanchard, los tipos de inter¨¦s por los suelos evitar¨¢n una cura de austeridad que ser¨ªa letal para una econom¨ªa que a¨²n tiene que recuperar el paso. A su manera, la propia patronal bancaria tambi¨¦n da por sentenciada la palabra maldita de la ¨²ltima crisis. ¡°La pr¨®xima d¨¦cada¡±, reflexionan en voz alta sus t¨¦cnicos, ¡°podr¨ªa traer consigo una respuesta fiscal reflacionaria, en marcado contraste con el sesgo de austeridad en la d¨¦cada de 2010¡±. En plata: hoy todos somos keyneasianos, las pol¨ªticas expansivas de gasto han llegado para quedarse y, a largo plazo, la inflaci¨®n hoy ausente parece ¡ªa ojos del IIF¡ª una posible v¨ªa para licuar pasivos.
La brecha entre pa¨ªses ricos y emergentes
Las medias globales esconden siempre realidades muy diversas. En las ¡°econom¨ªas maduras¡±, como el IIF define al mundo rico, la deuda total cabalga ya ampliamente por encima del 430%, tras crecer en m¨¢s de 50 puntos desde finales de 2019. Un solo pa¨ªs, Estados Unidos, que ha tirado de chequera al m¨¢ximo para salir del hoyo, supone por s¨ª solo la mitad de ese incremento. Pero, m¨¢s all¨¢ del gigante norteamericano, la patronal financiera mundial apunta al aumento de la deuda en tres mercados ¡ªJap¨®n, el Reino Unido y Espa?a¡ª como especialmente significativa. Y solo un nombre de este grupo, Irlanda, una de las econom¨ªas menos golpeadas del mundo este a?o, escapar¨¢ a la t¨®nica general de aumento de la deuda: all¨ª, el desendeudamiento de familias y empresas compensar¨¢ el incremento en las emisiones del Gobierno para capear el temporal.
Los emergentes, por su parte, siguen su propia senda. Aunque all¨ª la deuda sobre PIB tampoco ha dejado de subir como la espuma durante la pandemia, esta cerrar¨¢ 2020 casi en la mitad que en las econom¨ªas avanzadas: en el entorno del 250%. Sin embargo, con el grifo de los mercados abierto durante toda la crisis ¡ªalgo extra?o en perspectiva hist¨®rica¡ª, las empresas chinas han empujado al alza la deuda en d¨®lares para cubrir sus necesidades de corto plazo, elevando los riesgos e inflando el resultado final del bloque.
Aunque el mundo chapotea hoy en liquidez ¡ªdel que los pa¨ªses de renta media se han beneficiado en gran medida¡ª y el activismo de los bancos centrales les ha permitido seguir financi¨¢ndose a bajo coste, el IIF aprovecha su informe para lanzar un potente aviso a navegantes: ¡°En los emergentes, las p¨¦rdidas de ingresos [del sector p¨²blico, sobre todo] han hecho que la carga del servicio de la deuda sea mucho m¨¢s onerosa, a pesar del beneficio de menores costos de endeudamiento¡±. De aqu¨ª a finales de 2021 vencer¨¢n, seg¨²n sus c¨¢lculos, siete billones de d¨®lares de deuda en los pa¨ªses de renta media. Y la deuda denominada en d¨®lares, m¨¢s dif¨ªcil de devolver con tipos de cambio deprimidos, representar¨¢ el 15% de esa cifra. Atentos.
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