Jap¨®n, entre recesi¨®n y estancamiento
El modelo nip¨®n arrastra debilidades profundas que anestesian la econom¨ªa desde inicios de los noventa de manera casi ininterrumpida
La reca¨ªda de la econom¨ªa japonesa en el cierre del a?o pasado y la contracci¨®n de la actividad que se espera a ra¨ªz de la crisis del coronavirus, amenazan con devolver al pa¨ªs el espectro del declive estructural, tras un breve periodo de leve crecimiento.
La recesi¨®n que se cierne inexorablemente sobre su econom¨ªa se debe a factores especiales, como el recorte del consumo como consecuencia del fuerte incremento del IVA que entr¨® en vigor en octubre ¡ªuna decisi¨®n que retrospectivamente aparece como err¨®nea y que fue motivada por la voluntad de equilibrar las cuentas p¨²blicas¡ª en un pa¨ªs con una deuda que roza 2,4 veces el tama?o de la econom¨ªa. Tambi¨¦n contribuyen la fuerte reducci¨®n de la llegada de turistas y la par¨¢lisis de la exportaci¨®n de suministros desde China, vital para su industria.
Se espera que la actividad recupere algo de ox¨ªgeno tras una hipot¨¦tica remisi¨®n de la epidemia y con los Juegos Ol¨ªmpicos que se celebrar¨¢n en Tokio el pr¨®ximo verano.
Sin embargo, el modelo nip¨®n arrastra debilidades m¨¢s profundas que anestesian la econom¨ªa desde inicios de los noventa de manera casi ininterrumpida. Y es que el primer ministro Abe no parece haber encontrado la receta contra el s¨ªndrome de la japonizaci¨®n, una combinaci¨®n de estancamiento econ¨®mico y de inflaci¨®n cuasi nula que no parece reaccionar a la administraci¨®n de potentes est¨ªmulos monetarios.
El declive demogr¨¢fico lastra el principal motor de la econom¨ªa, que es el consumo. Desde principios de siglo, la poblaci¨®n japonesa se ha reducido en medio mill¨®n, mientras que en la UE crec¨ªa en 25 millones, 47 en EE?UU y cerca de 200 en China. Ante la escasez de mano de obra, la tasa de paro, en torno al 2,2%, es una de las m¨¢s bajas del mundo. No obstante, las mujeres, especialmente aquellas con hijos, se enfrentan a dificultades para acceder a un empleo regular, es decir estable y con perspectivas de evoluci¨®n profesional en consonancia con su cualificaci¨®n. Cerca del 40% de asalariados, la mayor¨ªa mujeres, tienen un empleo no-regular, algo que no cambiar¨¢ sin una reforma laboral.
El estancamiento tambi¨¦n se debe a que los hogares y las empresas prefieren ahorrar y acumular excedentes, algo que tiende a deprimir la demanda. El Gobierno ha intentado suplir a esa falta de gasto privado con mayor protagonismo de la pol¨ªtica fiscal, con pocos resultados hasta la fecha.
Adem¨¢s, ante la anemia de la demanda interna, Jap¨®n hab¨ªa apostado por el comercio internacional. Con cierto ¨¦xito durante los a?os de expansi¨®n de la mundializaci¨®n, a juzgar por la acumulaci¨®n de abultados excedentes externos (en los ¨²ltimos 40 a?os Jap¨®n solo ha conocido un d¨¦ficit). Pero con la multiplicaci¨®n de tensiones proteccionistas y la desaceleraci¨®n del mercado chino, el motor externo se ha averiado.
Para afrontar estos riesgos, Jap¨®n dispone de empresas competitivas, un nivel tecnol¨®gico y educativo avanzado y una sociedad cohesionada. Si pusiera en valor esas ventajas, nos podr¨ªa sorprender.
Raymond Torres es director de Coyuntura y An¨¢lisis Internacional de Funcas. Este art¨ªculo ha sido elaborado por Agenda P¨²blica para EL PA?S.
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