Los costes de la independencia

En 2012 Artur Mas inici¨® el proceso independentista en Catalu?a. Hasta entonces la mayor¨ªa de economistas que apoyaban la independencia reconoc¨ªan que esta ten¨ªa costes y que la primera generaci¨®n de catalanes en una rep¨²blica vivir¨ªa peor que sus padres.

En la era de Internet y las noticias falsas, la independencia necesitaba un relato ilusionante y ¨¦pico. Y un grupo de economistas colaboraron activamente para garantizar a los catalanes que con la independencia vivir¨ªan mejor desde el primer d¨ªa: pagar¨ªan menos impuestos, tendr¨ªan mejor sanidad, educaci¨®n, viviendas, etc¨¦tera.

El problema de la macroeconom¨ªa es la dificultad de hacer experimentos para evaluar los efectos de una decisi¨®n. En la primera semana de octubre el proceso independentista se aceler¨® y empez¨® a ser cre¨ªble. Pero sucedi¨® todo lo contrario de lo que los economistas independentistas hab¨ªan anticipado.

Dijeron que las agencias les mejorar¨ªan el rating, y todos afirmaron que se lo bajar¨ªan. La Generalitat ya ten¨ªa calificaci¨®n de bono basura, pero habr¨ªan empeorado su acceso a los mercados. Sin acceso a los mercados, la primera decisi¨®n que tendr¨ªa que haber tomado un Gobierno independiente habr¨ªa sido un fuerte recorte de las pensiones y del sueldo de los funcionarios al no poder financiar el d¨¦ficit.

Dijeron que Catalu?a ser¨ªa un lugar m¨¢s atractivo para invertir. Pero la realidad es que miles de empresas decidieron cambiar su sede de Catalu?a a otra regi¨®n de Espa?a. Lo que ense?an los manuales de econom¨ªa es que la incertidumbre afecta negativamente a la inversi¨®n empresarial. Antes del oto?o de 2017 el empleo en Barcelona crec¨ªa con la misma intensidad que en Madrid. En la actualidad el empleo en Barcelona crece un 40% menos.

Esta semana, en una comisi¨®n del Parlamento de Catalu?a, dos bancos han reconocido que la causa de cambiar su sede fue la fuga de dep¨®sitos de 11.600 millones, el 5% del PIB catal¨¢n, en tan solo una semana. Para no perder el sentido de la magnitud, la fuga de dep¨®sitos en Grecia en 2015 fue del 15% de su PIB en casi un a?o. Se trata de dos bancos centenarios que han vivido la guerra civil, dos guerras mundiales, la quiebra de Lehman Brothers y varias crisis bancarias. Dos entidades gestionadas por catalanes que tuvieron que tomar una decisi¨®n muy dif¨ªcil para proteger a sus depositantes: cambiar su sede fuera de Catalu?a.

Una fuga de dep¨®sitos es un ataque de p¨¢nico colectivo, similar al actual del coronavirus. La decisi¨®n del cambio de sede y la garant¨ªa del seguro de dep¨®sitos espa?ol respaldado por el euro y el BCE bastaron para frenar en seco la fuga de dep¨®sitos.

Las ideas son libres pero los hechos son ¨²nicos. La econom¨ªa de mercado es eficiente pero extremadamente fr¨¢gil. Los seres humanos necesitan entornos de certidumbre para tomar decisiones de inversi¨®n y creaci¨®n de empleo y el intento de independencia gener¨® todo lo contrario. Como nos ense?a Jared Diamond en su nuevo libro, no se puede resolver una crisis si las sociedades no reconocen que hay una crisis.