La Europa m¨¢s innovadora afianza el paso
El futuro de la industria del continente, especialmente con respecto a la competencia con EE UU y China, a debate en Madrid
En una lucha entre gigantes por la supremac¨ªa tecnol¨®gica, ser solamente grandes no basta. "La antigua comisaria italiana Emma Bonino dec¨ªa que en Europa hay dos clases de pa¨ªses: los peque?os y los que todav¨ªa no saben que son peque?os", recuerda el exdirector de la Agencia Europea de Defensa, el diplom¨¢tico Jorge Domecq. La Uni¨®n Europea, que ha garantizado la paz y el crecimiento econ¨®mico de la regi¨®n durante los ¨²ltimos 60 a?os, parece haberse convertido en el instrumento necesario para ser el tercero en liza entre Estados Unidos y China. Pero tras la traum¨¢tica salida del Reino Unido, el bloque comunitario debe iniciar una autoevaluaci¨®n en profundidad: qu¨¦ es, qu¨¦ busca, qu¨¦ rutas ha de tomar de ahora en adelante.
Un debate que formalmente empieza el 9 de mayo, D¨ªa de Europa, con la Conferencia sobre el Futuro organizada por la Comisi¨®n y el Parlamento, pero que deber¨ªa extenderse a todos los ¨¢mbitos de la sociedad civil de los Estados miembros. Y es con ese objetivo que EL PA?S, con la colaboraci¨®n de EY, ha celebrado esta semana en Madrid una conversaci¨®n sobre la econom¨ªa digital europea, que ser¨¢ la primera de una serie de debates sobre el futuro de Europa bajo el nombre Europa Futura.
Si se miran los datos de capitalizaci¨®n burs¨¢til en la industria tecnol¨®gica, el panorama es desolador para las empresas europeas. Para encontrar una firma de software basada en la UE en el ¨ªndice Fortune 500 hay que bajar hasta la 33? posici¨®n de entre las tecnol¨®gicas (la 427? en el total) para hallar a la alemana SAP. "En Europa nos hace falta osad¨ªa", apunta Alicia Richart, directora general de la Asociaci¨®n Espa?ola para la Digitalizaci¨®n (?DigitalES). "Nos hace falta ambici¨®n". Para el comisario europeo de Mercado Interior, el franc¨¦s Thierry Breton, "Europa es el primer mercado mundial, lo cual no est¨¢ nada mal y da mucha envidia a nuestros amigos fuera". Para ¨¦l, estos resultados est¨¢n marcados por el desarrollo de un modelo de negocio, el de las redes sociales y la publicidad digital, que se ha construido sobre una gran cantidad de datos personales. "Esto Estados Unidos y China lo han desarrollado muy r¨¢pido", reconoce. "El mercado europeo todav¨ªa est¨¢ muy fragmentado". Aun as¨ª, recuerda, "este ascenso no ha implicado una gran revoluci¨®n tecnol¨®gica. Ha sido una revoluci¨®n de marketing, de comunicaci¨®n, de uso, pero no tecnol¨®gica de primera importancia".
Industria militar: fabricar lo que hace falta
Las inversiones tecnol¨®gicas hechas por y para las Fuerzas Armadas pueden tener repercusiones positivas en el mundo civil. La presi¨®n de EE UU (que quiere que sus socios de la OTAN inviertan m¨¢s dinero en la defensa com¨²n) tambi¨¦n est¨¢ obligando a repensar la inversi¨®n en material. El principal pilar es el Fondo de Defensa Europeo, que se espera que est¨¦ plenamente operativo en 2021. ¡°Tenemos una necesidad de una Europa de la defensa¡±, considera F¨¦lix Arteaga, del Real Instituto Elcano. ¡°Pero hay que reflexionar: ?defensa, para qu¨¦? La estrategia actual no nos orienta el nivel de ambici¨®n¡±. ¡°Si pensamos que podemos aplicar pol¨ªtica industrial pura y dura a la industria europea de defensa, nos equivocamos¡±, indica el diplom¨¢tico Jorge Domecq. ¡°El Fondo Europeo de Defensa no puede convertirse en una mera subvenci¨®n industrial que produzca sistemas que nuestras Fuerzas Armadas no necesitan y que al final acaben comprando¡±.
Ahora empieza una segunda fase, la de la aplicaci¨®n de la econom¨ªa de los datos a los procesos industriales. "En el mundo de los datos personales puede que nos hayamos quedado un poco atr¨¢s, pero en el 5G, con el Internet de las cosas y su potencia en el sector industrial, Europa puede recuperar un poco del peso perdido", considera Ignacio Rel, socio responsable de Consultor¨ªa de EY Espa?a. "Porque como potencia industrial somos uno de los l¨ªderes mundiales". "El aut¨¦ntico saber hacer industrial ya no est¨¢ en Estados Unidos y todav¨ªa no est¨¢ en China: est¨¢ en Europa", apunta Breton.
La esperanza europea en el sector se sostiene sobre dos pilares: el desarrollo de la tecnolog¨ªa m¨®vil de quinta generaci¨®n (5G) y de las infraestructuras necesarias para recoger y procesar las enormes cantidades de datos derivadas de esa tecnolog¨ªa de forma segura. Y ahora, a la ecuaci¨®n hay que sumarle los riesgos de la seguridad digital. "Durante a?os hemos compartido capas l¨®gicas y tecnol¨®gicas", recuerda Richart. "Utiliz¨¢bamos chips y sistemas operativos hechos en todo el mundo". Pero ya no es as¨ª. Los incidentes de ataques inform¨¢ticos y robo de datos se han multiplicado durante los ¨²ltimos a?os, y la mayor presencia de la informaci¨®n en los procesos industriales ha hecho a las empresas y Gobiernos mirar con circunspecci¨®n el origen de la tecnolog¨ªa. El Gobierno estadounidense quiere bloquear la expansi¨®n de la industria china, a la que acusa de espionaje industrial y colaboraci¨®n con el Gobierno de Pek¨ªn. Para Breton, Europa no necesita a los chinos. "En el 5G, lo queramos o no, los l¨ªderes somos nosotros. Tenemos un 56% de las patentes esenciales", apunta Breton. "Mi papel es que siga siendo as¨ª y que ya estemos invirtiendo en el 6G".
Richart hizo referencia a un modelo exitoso y europeo, el de la alianza Airbus, que convirti¨® un mercado fragmentado de empresas aeron¨¢uticas europeas que compet¨ªan entre s¨ª sin demasiado ¨¦xito en un leviat¨¢n capaz de mirar a los ojos (y superar) a la estadounidense Boeing. Un ejemplo que la Comisi¨®n quiere volver a impulsar. "Hoy en d¨ªa nadie sabe hacer las infraestructuras en la nube superseguras que soportar¨¢n las aplicaciones cr¨ªticas", considera Breton. "Lo que la Comisi¨®n ha hecho es lanzar una alianza, como la de las bater¨ªas, para hacer esa clase de infraestructuras. Para construir sector por sector: financiero, sanitario, de transporte, plataformas espec¨ªficas". El comisario, no obstante, alerta: el mercado europeo no es un mercado cerrado. "Bajo nuestras condiciones, nuestras reglas, nuestros valores, todo el mundo es bienvenido. Lo mismo pasa con la inteligencia artificial".
No solo se trata de tecnolog¨ªa. "La lucha geopol¨ªtica tambi¨¦n es el conflicto por el talento", indica Richart. "La apuesta por el talento como palanca de acci¨®n es vital, porque es la oportunidad para convertir Europa en l¨ªder tecnol¨®gico", se?ala Federico Linares, presidente de EY Espa?a. "En este sentido, es necesario hacer una firme apuesta por la formaci¨®n que prepare para los trabajos del futuro, muchos de los cuales ahora solo intuimos. La apuesta por el talento es vital porque es la oportunidad para convertir Europa en l¨ªder tecnol¨®gico". Y aqu¨ª tambi¨¦n el mapa geopol¨ªtico est¨¢ abierto. El talento joven europeo se mueve hacia donde encuentra una comunidad tecnol¨®gica m¨¢s receptiva y (sobre todo) mejores salarios.
Brexit: ahora toca acelerar
Las inversiones tecnol¨®gicas hechas por y para las Fuerzas Armadas pueden tener repercusiones positivas en el mundo civil. La presi¨®n de EE UU (que quiere que sus socios de la OTAN inviertan m¨¢s dinero en la defensa com¨²n) tambi¨¦n est¨¢ obligando a repensar la inversi¨®n en material. El principal pilar es el Fondo de Defensa Europeo, que se espera que est¨¦ plenamente operativo en 2021. "Tenemos una necesidad de una Europa de la defensa", considera F¨¦lix Arteaga, del Real Instituto Elcano. "Pero hay que reflexionar: ?defensa, para qu¨¦? La estrategia actual no nos orienta el nivel de ambici¨®n". "Si pensamos que podemos aplicar pol¨ªtica industrial pura y dura a la industria europea de defensa, nos equivocamos", indica el diplom¨¢tico Jorge Domecq. "El Fondo Europeo de Defensa no puede convertirse en una mera subvenci¨®n industrial que produzca sistemas que nuestras Fuerzas Armadas no necesitan y que al final acaben comprando".
Las regulaciones de calidad y seguridad pueden ayudar y estorbar a la vez el desarrollo de un entorno empresarial tecnol¨®gico en Europa. Lo mismo pasa con la pol¨ªtica fiscal. "Se est¨¢n aplicando modelos tributarios de la econom¨ªa real del siglo XX basada en activos fijos a la econom¨ªa digital del siglo XXI basada en plataformas tecnol¨®gicas", indica Rel. "En este sentido, las potencias econ¨®micas mundiales, Estados Unidos, China y la Europa unida, deben acordar bases que eviten asimetr¨ªas". "Hay que actualizar las figuras impositivas tradicionales", reconoce Xiana M¨¦ndez, secretaria de Estado de Comercio del Gobierno de Espa?a. "La legislaci¨®n est¨¢ pensada para negocios anal¨®gicos, sin tener en cuenta la prestaci¨®n transfronteriza, y tampoco se tiene en cuenta el valor del usuario, el valor de sus datos, como generador del beneficio". En ese sentido, el Gobierno de Espa?a ya ha empezado a moverse a trav¨¦s de un impuesto a las grandes firmas tecnol¨®gicas, pero solo el hecho de que su puesta en vigor se haya retrasado da fe de las dificultades que debe superar. "Cualquier iniciativa multilateral es conveniente", se?al¨® M¨¦ndez en referencia a una potencial tasa conjunta de los pa¨ªses de la OCDE.
"El reto que tenemos por delante en Europa pasa por unir fuerzas entre los Estados miembros para promover y facilitar el avance en el liderazgo tecnol¨®gico, posicion¨¢ndonos como referente en la nueva revoluci¨®n industrial digital", apunta Linares. "Para ello se hace necesario establecer unas bases econ¨®micas y de seguridad jur¨ªdica para la empresa europea que le permitan impulsar la innovaci¨®n; y las organizaciones deben asumir el compromiso de apostar por un crecimiento sostenible". Todo esto en un entorno de creciente hostilidad a la UE, simbolizada en el Brexit. "Toda comunidad necesita resolver las tensiones entre su identidad y los resultados pr¨¢cticos, su utilidad", apunta F¨¦lix Arteaga, investigador principal del Real Instituto Elcano. "Hace falta, primero, reconstruir un relato idealizado de futuro, algo que movilice".
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