Llegan los ex¨¢menes virtuales: as¨ª se evita que los alumnos hagan trampas

Tras m¨¢s de dos meses sin acudir a su centro, Daniel Gonz¨¢lez tiene ya completamente asimiladas sus rutinas acad¨¦micas virtuales. El contacto con los profesores de este estudiante madrile?o de segundo de Bachillerato ha sido constante y ahora, en ¨¦poca de ex¨¢menes, divide las ma?anas a raz¨®n de dos pruebas diarias. La mec¨¢nica es siempre la misma: se conectan a una video llamada a trav¨¦s de Microsoft Teams, con el v¨ªdeo y el micr¨®fono abiertos, y unas reglas estrictas: la c¨¢mara ha de enfocar tanto a la cara como al papel, las manos y la mesa en la que est¨¦n trabajando; imprimen el examen que les mandan los profesores, lo rellenan a mano y luego lo escanean o fotograf¨ªan para, con la ayuda de una app, crear un archivo PDF que remitir¨¢n a sus profesores por medio de Teams, en un m¨¢ximo de 10 minutos tras finalizar cada examen.

Daniel es solo uno de los m¨¢s de 8.200.000 estudiantes no universitarios que estas semanas culminar¨¢n un final de curso acad¨¦mico totalmente extraordinario. Junto a ellos, alrededor de 1.600.000 universitarios, y todos habiendo completado, en mayor o menor grado, un proceso de digitalizaci¨®n que en el mejor de los casos estaba planteado a tres o cuatro a?os vista. M¨¢s all¨¢ de las clases por Internet, las pruebas de evaluaci¨®n remotas han hecho necesarias nuevas f¨®rmulas basadas en la tecnolog¨ªa que aprovechen los medios a disposici¨®n de los alumnos; y siempre garantizando la integridad de todo el proceso. Algo que no es nada f¨¢cil.

Ex¨¢menes a distancia, y sin trampas

El titular es que no hay nada infalible: al igual que en una prueba presencial, los alumnos pueden apa?¨¢rselas para copiar, y por ello profesores y centros recurren a todo tipo de m¨¦todos, herramientas y recursos. La profesora de Lengua de Daniel, por ejemplo, evit¨® este lunes el peligro de que sus estudiantes dieran el cambiazo a alguna hoja del examen pidi¨¦ndoles que escribieran, a mitad de cada folio, su nombre en letras grandes y ocupando todo el ancho de la hoja. Pero asegurar la inviolabilidad de la evaluaci¨®n en la educaci¨®n superior requiere de muchas otras precauciones.

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¡°Respecto a las pruebas, lo que estamos haciendo es evaluar diferentes tipos, como las de desarrollo individuales (lo que ser¨ªa un ensayo): yo te mando un trabajo, y t¨² lo tienes que hacer y luego defender, para que tengas que argumentar el porqu¨¦ de tu exposici¨®n¡±, explica Jos¨¦ Manuel Mas, director acad¨¦mico del ¨¢rea universitaria de ESIC Business & Marketing School. ¡°Otra posibilidad es la prueba oral, uno a uno; que es la mejor forma de comprobar la autor¨ªa y evitar que se copie. Lo que ocurre con estos sistemas es que son inviables con grupos de muchos alumnos¡±. Y eso obliga a realizar cambios en la prueba que tendr¨¢n que afrontar.

Las medidas de seguridad de las universidades se estructurar¨¢n en varios niveles, desde el tipo y n¨²mero de preguntas al tiempo disponible para contestarlas y el software para prevenir casos de plagio o intervenciones de terceros. ¡°Se ha pedido al profesorado que no hagan ex¨¢menes memor¨ªsticos, sino que sean pruebas donde el alumnado tenga que razonar y probar lo que sabe¡±, cuenta Jos¨¦ Luis Aznarte, vicerrector adjunto de gesti¨®n inteligente de la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED).

Su Aula Virtual de Ex¨¢menes (AvEx) juega tambi¨¦n, al igual que otras instituciones acad¨¦micas, con variables esenciales como son el disponer de un amplio banco de preguntas para que cada alumno reciba un test ¨²nico, con preguntas asignadas aleatoriamente, y un tiempo muy ajustado al n¨²mero de cuestiones a responder, lo que hace muy dif¨ªcil que haya tiempo para buscar ayuda externa. Esta plataforma servir¨¢, a su vez, para realizar el pr¨®ximo 4 de julio el examen de acceso a la abogac¨ªa que fue cancelado el pasado 28 de marzo.

¡°La idea esencial es que las pruebas en AvEx se parezcan lo m¨¢s posible a las habituales pruebas presenciales en los centros asociados¡±, asegura Aznarte. En el caso de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), se preparan tres enunciados diferentes, uno para cada uno de los tres d¨ªas que se ofrecen para cada convocatoria y asignatura: ¡°En los ex¨¢menes presenciales, alguno de los d¨ªas es en fin de semana, porque muchos estudiantes trabajan o tienen cargas familiares, as¨ª que con los virtuales hacemos lo mismo¡±, a?ade Emili Rubi¨®, vicegerente de Operaciones. El alumno verifica su identidad en la plataforma por medio de su DNI y sus credenciales de acceso, y la toma aleatoria de fotograf¨ªas en el transcurso de la prueba sirve para evitar posibles irregularidades.

El reconocimiento facial, una respuesta no tan obvia

A la hora de preguntarse c¨®mo hacer los ex¨¢menes de forma remota, una respuesta en teor¨ªa evidente hubiera sido el recurrir a los sistemas de reconocimiento facial para que se encarguen de vigilarlos: ¡°El problema es que nosotros hemos llegado a la conclusi¨®n de que esas tecnolog¨ªas no est¨¢n ni mucho menos maduras, y no sabemos si lo van a estar alg¨²n d¨ªa¡±, comenta Aznarte, qui¨¦n adem¨¢s apunta a problemas jur¨ªdicos, t¨¦cnicos y ¨¦ticos: ¡°No es solamente un problema de privacidad. La Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos (AEPD) ha llegado a la conclusi¨®n de que, para procesar autom¨¢ticamente las caras de la gente, necesitas su consentimiento. El problema es que, en este contexto, no est¨¢ muy claro que el consentimiento sea libre, porque no les ofreces ninguna alternativa. Por lo tanto, est¨¢s imponi¨¦ndolo¡±.

El problema es tambi¨¦n de ¨ªndole jur¨ªdica, ya que ni la ni el Reglamento General de Protecci¨®n de Datos (RGDP), ni la ley europea equivalente, hacen una menci¨®n expl¨ªcita a las tecnolog¨ªas de reconocimiento facial, lo que provoca que haya un cierto vac¨ªo legislativo; y adem¨¢s falta jurisprudencia al respecto. Luego est¨¢n los problemas t¨¦cnicos, ya que en estas circunstancias excepcionales no se le pueden pedir a los alumnos las condiciones necesarias para que estas herramientas funcionen adecuadamente; y los de naturaleza ¨¦tica, ¡°porque esta tecnolog¨ªa es v¨ªctima de sesgos preocupantes que tienen que ver con, por ejemplo, su dificultad para reconocer a gente con la piel m¨¢s oscura¡±, a?ade Aznarte.

El software de apoyo

Para verificar la autor¨ªa y el correcto desarrollo de los ex¨¢menes, las instituciones educativas disponen de programas que dificultan cualquier tipo de irregularidad. Productos como Turnitin o Urkund se usan para prevenir el plagio tanto en las pruebas de evaluaci¨®n como en los trabajos acad¨¦micos, y otros como TestWe sirven para tomar temporalmente el control del ordenador y evitar que terceras personas puedan suplantar, de forma remota, al estudiante sentado enfrente de la pantalla. En Milanuncios, sin ir m¨¢s lejos, hay anuncios de personas que se ofrecen para hacerte los ex¨¢menes a cambio de una cierta cantidad de dinero. La necesidad de estos sistemas parece, por tanto, clara, pero ?qu¨¦ efectividad tienen en realidad?

Universidades, escuelas de negocios y otras instituciones educativas recurren desde hace a?os a programas como Turnitin; sistemas que detectan posibles plagios usando su propia base de datos e Internet. ¡°Nosotros usamos dos tipos de software diferentes, uno de tecnolog¨ªa propia y otra externa. El primero sirve para, en el caso de las evaluaciones, comparar ex¨¢menes entre s¨ª, mientras que el segundo lo hace con fuentes accesibles en la Red¡±, cuenta Rubi¨®. Son sistemas que detectan posibilidades de copia; as¨ª, Turnitin no solo te dice el porcentaje, sino que identifica exactamente cu¨¢les son los textos copiados y de d¨®nde proceden.

El umbral entre lo que es aceptable y lo que no var¨ªa mucho de un caso a otro. Mientras un texto de opini¨®n con el 50 % copiado no es aceptable, otro jur¨ªdico con un mont¨®n de jurisprudencia y un 30 % de copia s¨ª puede serlo: ¡°Yo, por ejemplo, suspend¨ª un trabajo con solo un 5 % de copia, porque coincid¨ªa exactamente con las conclusiones. Y si copias las conclusiones, es como si no lo hubieras hecho¡±, esgrime Mas. Es decir: el proceso no es autom¨¢tico, ya que siempre ser¨¢ necesario que los profesores interpreten los resultados.

En estas circunstancias, la dificultad de controlar el entorno en el que se est¨¢ desarrollando el examen resulta evidente, y es aqu¨ª donde herramientas como TestWe, que instituciones como ESIC est¨¢n valorando, juegan un papel muy relevante. Sirven para tomar el control del ordenador y bloquearlo, de manera que solo puedas acceder al contenido de la prueba, sin navegar por Internet, evitando accesos desde ubicaciones remotas y monitorizando a los alumnos de forma individual, mediante c¨¢maras que tienen en cuenta numerosos factores: si alguien entra en la habitaci¨®n, si el estudiante est¨¢ solo o hacia d¨®nde mira, adem¨¢s de localizar elementos en la pantalla, como el m¨®vil del alumno. No obstante, no toma decisiones, ¡°sino que se limita a enviar alertas; no suspende: esa prerrogativa, si fuera necesario, es competencia del profesor¡±, a?ade Mas.

Programas invasivos... y no infalibles

A pesar de sus ventajas, estos sistemas no est¨¢n a prueba de fallos, asegura Aznarte: ¡°T¨² puedes bloquear que alguien est¨¦ usando Zoom en Windows, al mismo tiempo que hace el examen; pero ?qu¨¦ ocurre si lo hace en un sistema Linux? ?O si tiene una m¨¢quina virtual corriendo al mismo tiempo en tu ordenador? No puedes controlar eso en absoluto¡±. Ning¨²n software, afirma, es capaz de controlar que, por ejemplo, t¨² tengas dos teclados y dos monitores conectados a un mismo ordenador. ¡°Hay una web bastante divertida, de un tipo que te da trucos en ingl¨¦s para violar este tipo de medidas de seguridad. La lista es largu¨ªsima, y todos son factibles, desde un punto de vista inform¨¢tico¡±. Se trata adem¨¢s de tecnolog¨ªas invasivas que obligan a descargar un programa en la computadora; ¡°con el problema de que muchos alumnos pueden estar usando un ordenador familiar o de empresa, por lo que quiz¨¢ carezcan de los derechos de administraci¨®n necesarios¡± para instalar nada, reflexiona Mas.

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