El remonte del puerto de C¨¢diz
El muelle gaditano termina 2020 con uno de los mayores crecimientos del pa¨ªs en tr¨¢fico de mercanc¨ªas
Tres hitos llaman la atenci¨®n cuando se llega a C¨¢diz desde el mar: la silueta de la catedral, las m¨¢s de 120 torres miradores que coronan antiguas casas palacio y las modernas gr¨²as de mercanc¨ªas del puerto. Las tres hablan de la prosperidad venida del comercio mar¨ªtimo en momentos distintos. Templo y torres se levantaron con el dinero venido del mar en el esplendoroso siglo XVIII. Y los gigantes de hierro, hoy en movimiento, le recuerdan a la capital que tanto tuvo en el pasado que la oportunidad a¨²n puede llegar de las mercanc¨ªas de ultramar.
Justo cuando la pandemia sacude cualquier estad¨ªstica que se precie, en el puerto de C¨¢diz andan de enhorabuena. Ha cerrado 2020 como el puerto espa?ol que m¨¢s creci¨® en el tr¨¢fico de mercanc¨ªas y el ¨²nico, junto a Vigo, que ha presentado resultados positivos. En total, el muelle gaditano ha movido 4,4 millones de toneladas, un 0,13% m¨¢s. El porcentaje se hace m¨¢s evidente si se tiene en cuenta que los contenedores crecieron un 154% hasta suponer 1,6 millones de ese total. ?Qu¨¦ ha pasado para que C¨¢diz rompa la tendencia general en pleno coronavirus? ¡°Que se ha descubierto la importancia hist¨®rica que la ciudad ha tenido como puerta mar¨ªtima¡±, analiza Te¨®fila Mart¨ªnez, presidenta de la Autoridad Portuaria.
Con el pujante turismo de cruceros detenido por el virus, en C¨¢diz han visto c¨®mo sus gr¨²as de contenedores han retomado una actividad que fue perdiendo gradualmente durante d¨¦cadas. De hecho, en contexto, C¨¢diz hoy es una infraestructura peque?a que est¨¢ muy lejos de los 107 millones de toneladas que movi¨® la vecina Algeciras en 2020. ¡°Durante mucho tiempo C¨¢diz fue determinante en los contenedores, pero con el tiempo el avance de la t¨¦cnica hizo que la reemplazara Algeciras¡±, explica la profesora de la Universidad de C¨¢diz y experta en tr¨¢ficos mar¨ªtimos, Mar¨ªa del Mar Cerb¨¢n.
Para recuperar algo de ese movimiento perdido, la Autoridad Portuaria de la Bah¨ªa de C¨¢diz (APBC) se embarc¨® en 2012 en el ambicioso proyecto de construir una nueva terminal de contenedores. Tras rellenar las primeras 22 hect¨¢reas con un coste de 120 millones de euros, las siguientes fases extender¨¢n el terreno total hasta m¨¢s de 60 hect¨¢reas en las que se podr¨¢n mover en el futuro m¨¢s de un mill¨®n y medio de contenedores, seg¨²n estimaciones de la APBC.
Pero sin ni siquiera entrar la ampliaci¨®n en funcionamiento completo, el puerto ya ha comenzado a generar el inter¨¦s inversor de navieras como Containerships y Boluda Corporaci¨®n Mar¨ªtima, esta ¨²ltima ha puesto en marcha nuevas l¨ªneas, como la de C¨¢diz-Canarias y la conexi¨®n con Sevilla. Estas incorporaciones, materializadas en 2020, han hecho crecer el balance de mercanc¨ªas del a?o. Y Mart¨ªnez cree que ¡°servir¨¢n para rentabilizar fortalezas¡±, como las conexiones ferroviarias que unir¨¢n al muelle con el corredor central ferroviario.
A Jaime Macpherson la copla no le suena mal tras una larga traves¨ªa en el desierto. El due?o de la empresa de servicios mar¨ªtimos y de transporte que lleva su apellido ve ahora el resurgir del puerto de C¨¢diz con cautela: ¡°Aunque Algeciras es grande, C¨¢diz puede dar servicio a quien all¨ª se siente peque?o. Boluda ha visto la oportunidad y la ha aprovechado¡±. Su opini¨®n no es balad¨ª, viene respaldada por las m¨¢s de seis generaciones familiares vinculadas al comercio de ultramar desde que su antepasado Donald Macpherson lleg¨® en C¨¢diz en 1810.
El despacho de Macpherson, ubicado en la planta baja de un palacete del XVII que perteneci¨® a su familia, es posiblemente el ¨²ltimo testigo en activo de ese esplendor de comerciantes y consignatarios del pasado. En un escritorio de aires brit¨¢nicos y cuajado de libros con anotaciones de maniobras comerciales del pasado vinculadas al vino de Jerez, el empresario defiende un legado que a¨²n sigue vivo en la ciudad. M¨¢s all¨¢ de ese patrimonio art¨ªstico y de los apellidos italianos, brit¨¢nicos y hasta armenios que salpican los nombres de los gaditanos, Macpherson lo tiene claro: ¡°Aqu¨ª hay ganas de hacer cosas. Aunque estemos limitados a donde estamos, aqu¨ª sigue habiendo esp¨ªritu emprendedor¡±.
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