Una bola de nieve llamada gesti¨®n pasiva
La inversi¨®n vinculada a ¨ªndices crece a tal ritmo que los supervisores advierten de su impacto en los mercados
El complicado 2020 ha reforzado algunas tendencias en la forma de invertir el dinero. La gesti¨®n pasiva, basada en colocar el dinero al albur de los ¨ªndices de Bolsa, renta fija o materias primas mediante fondos cotizados (ETF) o fondos indexados vivi¨® el pasado a?o un r¨¦cord hist¨®rico: entradas netas en ETF (compras menos ventas) de 756.000 millones de d¨®lares (624.800 millones de euros), muy por encima de los 660.000 millones de 2017.
Estos fondos se dedican a replicar el comportamiento de los ¨ªndices y su ¨¦xito radica en eso mismo, en alejarse lo menos posible ¡ªpor abajo o por arriba¡ª de lo que hace el indicador en un periodo de tiempo. Para ello, bien compran todos los activos del ¨ªndice o utilizan productos derivados (futuros, opciones) con los que replicar el mismo. Un objetivo que no difiere del de los fondos activos donde los gestores eligen bonos o acciones concretas, y a los que finalmente se juzgar¨¢ sobre su capacidad para batir al ¨ªndice en el mercado que operan.
Con datos facilitados por la gestora BlackRock, el patrimonio total de los fondos cotizados alcanz¨® a cierre del pasado a?o los 7,86 billones de d¨®lares. Y el fondo cotizado m¨¢s grande del mundo mueve nada menos que 250.000 millones de d¨®lares. Actualmente, representan algo menos del 30% del total de fondos de inversi¨®n cuando en 2008 eran el 10%.
Las ventajas de esta forma de inversi¨®n son bastante evidentes: unas comisiones muy inferiores a los fondos de gesti¨®n activa y la posibilidad para el inversor de diversificar entre compa?¨ªas, emisiones de bonos, y en todo el mundo si se desea. Pero su cada vez m¨¢s abultado volumen abre inc¨®gnitas sobre c¨®mo esta forma de invertir puede afectar a los mercados y, por tanto, a la liquidez, la formaci¨®n de los precios, o a la propia eficiencia de las inversiones.
Un estudio publicado por la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) apunta a que los ETF pueden influir en el perfil de riesgo, rentabilidad, liquidez, correlaci¨®n y eficiencia de la informaci¨®n de los activos a los que se referencian. Asimismo, los autores del trabajo subrayan que ¡°la concentraci¨®n de operaciones en un n¨²mero reducido de contrapartidas, gestoras o especialistas puede generar riesgos para el sistema financiero en caso de producirse impagos o actuaciones coordinadas por parte de las principales entidades financieras relacionadas con los ETF¡±. Unos peligros que hacen referencia a aquellos fondos pasivos que utilizan estructuras de derivados, sobre todo cuando no se negocian en los mercados oficiales, sino que se pactan con un grupo financiero.
?scar Gil Flores, profesor del M¨¢ster en Bolsa y Mercados Financieros del Instituto de Estudios Burs¨¢tiles (IEB), apunta a una cierta homogeneidad en los valores de un ¨ªndice. ¡°Cuando la inversi¨®n se centra en replicar las posiciones de un ¨ªndice, esto tiene un efecto directo en la contrataci¨®n de sus valores. En consecuencia, los movimientos en el mercado tienen efectos mucho m¨¢s amplificados, puesto que no hay diversificaci¨®n entre activos, geograf¨ªas y sectores, si pertenecen a un ¨ªndice de referencia con mucha inversi¨®n a trav¨¦s de productos indexados¡±, explica.
Un punto de vista que no comparte Aitor Jauregui, responsable para Espa?a, Portugal y Andorra del gigante BlackRock. Jauregui explica que los fondos de gesti¨®n activa cuentan con un patrimonio en el mundo de 32 billones de d¨®lares, cuatro veces m¨¢s que los ligados a ¨ªndices y, adem¨¢s, apunta que por cada d¨®lar que se rota en la gesti¨®n indexada, se mueven 20 en la activa.
Para defender el peque?o impacto de la inversi¨®n indexada en los mercados, el responsable de BlackRock tira de datos: ¡°El valor de la renta variable global es de 70 billones de d¨®lares, mientras que el del mercado de renta fija y deuda alcanza los 110 billones de d¨®lares. Sin embargo, el dinero de ETF e indexados en todo el mundo alcanza los 7,86 billones de d¨®lares de los cuales solo dos billones est¨¢n en renta fija y otros cinco billones en acciones burs¨¢tiles. Esto supone que este tipo de gesti¨®n representa menos del 2% del valor de los mercados de deuda y renta fija, y el 7% de los burs¨¢tiles. El impacto sobre el mercado es, pues, peque?o¡±, indica.
Impacto en el precio
Pero la inquietud sobre el auge de estos productos surge de c¨®mo se estructuran y de los productos en los que invierten. La preocupaci¨®n entre los supervisores de los mercados por los fondos cotizados no se debe tanto a la naturaleza de los ETF como a que utilizan estrategias de estructuraci¨®n, pr¨¦stamo de valores y elecci¨®n de activos complejos que podr¨ªan generar problemas. En este sentido, el estudio publicado por la CNMV, y firmado por Carlos Aparicio Roqueiro y Francisco Javier Gonz¨¢lez Pueyo, explica que especial atenci¨®n merecen los fondos cotizados sobre materias primas y empresas de menor capitalizaci¨®n y liquidez. ¡°Es posible que, a corto plazo, los precios de estos valores subyacentes se vean influidos significativamente por los precios de algunos ETF que tienen un peso importante en el mercado de dichos activos¡±, concluyen.
Otra visi¨®n positiva sobre la inversi¨®n en ETF la ofrece Kevin Koh Maier, director de Inversiones de Finizens, ¡ªfirma dedicada a la gesti¨®n pasiva con ETF de otras gestoras¡ª que explica que ¡°la diversificaci¨®n de un fondo ligado al ¨ªndice hace que cualquier evento especialmente negativo en una compa?¨ªa ni siquiera la note el inversor en su rentabilidad total¡±. Adem¨¢s, considera que los ETF han dado buena muestra de su liquidez en momentos complicados como en marzo y abril del pasado a?o. ¡°El ¨ªndice suele ser m¨¢s l¨ªquido que un valor y, de momento, no se han visto problemas en este sentido¡±. Este experto tambi¨¦n avisa de los distintos sesgos que, por ejemplo, tienen los diferentes ¨ªndices de las Bolsas del mundo. Por ejemplo, en Europa los ¨ªndices tienen un mayor peso de econom¨ªa tradicional con bancos y aseguradoras frente a los estadounidenses m¨¢s volcados en la tecnolog¨ªa.
Lastre fiscal
Los fondos cotizados o indexados llegaron a Espa?a en 2006, aunque antes hubo una malograda experiencia llamada Fastibex, empresa de cartera cotizada que se dedicaba a invertir en los valores del Ibex 35 y que se termin¨® liquidando en 2003. La idea de la inversi¨®n indexada apareci¨® en la Bolsa de Toronto (Canad¨¢) a finales de los noventa, y a Europa lleg¨® en el a?o 2000 por iniciativa de las Bolsas de Fr¨¢ncfort y Londres.
En Espa?a no existen estad¨ªsticas muy fiables de ETF y fondos indexados en manos de los ahorradores, sin que la Asociaci¨®n de Instituciones de Inversi¨®n Colectiva (Inverco) haga una diferenciaci¨®n clara de este tipo de inversi¨®n. Uno de los aspectos m¨¢s relevantes que diferencia a los ETF frente al resto de fondos de inversi¨®n es su tratamiento fiscal. Los fondos ETF cotizan como las acciones, lejos del r¨¦gimen de los fondos. Pero su principal inconveniente frente a sus hermanos es que siempre se paga cuando se vende el ETF y no es posible reinvertir ese dinero en otro fondo para evitar la tributaci¨®n como s¨ª ocurre con el resto de fondos de inversi¨®n.
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