La guerra de Palencia para fabricar m¨¢s munici¨®n para Defensa
La ¨²nica productora espa?ola de bal¨ªstica reclama que el ministerio les asigne encargos que pide al extranjero
Una empresa de Noruega ubicada en Palencia le pide al ministerio de Defensa de Espa?a que no compre balas en Bulgaria, Brasil o Sud¨¢frica. La plantilla y la direcci¨®n de la entidad han reclamado apoyo al departamento que dirige Margarita Robles para incrementar su producci¨®n de cartucher¨ªa. Nammo ha recibido adjudicaciones por valor de 8,7 millones de euros de un total de 62 en liza, destinados a producir y adquirir bal¨ªstica. La mayor parte del monto ha recalado en el extranjero, por sus precios m¨¢s competitivos, para malestar de la ¨²nica f¨¢brica de estas caracter¨ªsticas en suelo espa?ol. Esta esgrime que el Tratado de la Uni¨®n Europea permite que en situaciones excepcionales, como una pandemia, los miembros asignen directamente la producci¨®n de la munici¨®n a compa?¨ªas nacionales, sin el rigor econ¨®mico que exigen los concursos p¨²blicos, y que Espa?a es el ¨²nico pa¨ªs que no se ha acogido a ello.
El grupo escandinavo Nammo aterriz¨® en la ciudad en 2013, cuando compr¨® la vieja F¨¢brica de Armas, creada en 1926 durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Ha pasado casi un siglo desde esos primeros trabajos en la factor¨ªa, que comenz¨® a generar armamento durante la Guerra Civil, y ahora el grupo reclama implicaci¨®n. David Revilla, presidente del comit¨¦ de empresa, precisa que Palencia podr¨ªa producir los art¨ªculos marciales, de distintos calibres, pero la prioridad econ¨®mica del ministerio impide que este trabajo se quede en casa. Tambi¨¦n critica este argumento puramente monetario tanto por las condiciones laborales de los lugares donde han reca¨ªdo estos contratos, con un baj¨ªsimo precio de la mano de obra, como por el impacto indirecto que ocasionar¨ªa una firme apuesta por la fabricaci¨®n espa?ola.
El debate radica sobre el estatuto comunitario. El art¨ªculo 346 establece que los estados pueden adoptar medidas necesarias para ¡°la protecci¨®n de los intereses esenciales de su seguridad y que se refieran a la producci¨®n o al comercio de armas, municiones y material guerra¡±. La compa?¨ªa noruega cree esta norma avala el respaldo ministerial, pero portavoces de Defensa insisten en que la aplicaci¨®n del art¨ªculo solo puede hacerse ¡°en los supuestos justificados que permiten su invocaci¨®n¡±.
La empresa cuenta con unos 180 empleados fijos y 30 eventuales, pero si Defensa eligiera a Nammo, esta treintena de trabajadores se duplicar¨ªa durante ¡°cuatro o seis a?os¡± para acometer el encargo. La provincia palentina, escasa de buenas noticias y de entidades potentes m¨¢s all¨¢ del automovil¨ªstico Renault o las galletas de Siro, agradecer¨ªa este empuj¨®n.
Seg¨²n las cuentas de la empresa, decantarse por Brasil, Sud¨¢frica o Bulgaria conlleva un ahorro de 1,7 millones de euros, pero Revilla calcula que el impacto tributario de contratar a unas 30 personas asciende a 3,45 millones para las arcas p¨²blicas, adem¨¢s de la actividad que esta cuant¨ªa dejar¨ªa en la zona. Varias adjudicaciones previas finalizadas este a?o y recogidas en acuerdos marco fueron para Palencia, pero las nuevas atribuciones de febrero de 2021 han reca¨ªdo en otros territorios pese a que, seg¨²n Nammo, se cumpl¨ªan los requisitos de los pliegos. ¡°Ocho millones sobre 62 son una miseria¡±, a?ade el responsable del comit¨¦, que apunta a los acuerdos europeos. Los pol¨ªticos y los encargados del ministerio con quienes han hablado, insiste, les dan la raz¨®n ¡°y buenas palabras¡±, pero no act¨²an.
El secretario de Industria del sindicato Comisiones Obreras en Palencia, ?scar Antol¨ªn, lamenta que ¡°solo se mire el c¨¦ntimo¡± y se d¨¦ ese valioso trabajo a empresas extranjeras ¡°con malas condiciones laborales¡±. Las n¨®minas que se quedan en Espa?a, recuerda, pagan impuestos y repercuten en el Estado. Adem¨¢s, t¨¦cnicos de Defensa y de la Guardia Civil inspeccionan regularmente los cartuchos y se cercioran de su calidad, algo que Antol¨ªn sospecha m¨¢s complicado a miles de kil¨®metros: ¡°Detr¨¢s de esas armas hay un soldado nuestro, puede ser un peligro¡±.
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