Una inyecci¨®n fiscal para la econom¨ªa brit¨¢nica
El Reino Unido f¨ªa su recuperaci¨®n al proceso de vacunaci¨®n y a unos presupuestos expansivos basados en la subida de los impuestos
¡°La econom¨ªa brit¨¢nica va a ser una de las ¨²ltimas en recuperarse de la pandemia¡±, titulaba el Financial Times a primeros de 2021 su encuesta anual sobre el a?o entrante. Una encuesta muy sombr¨ªa a pesar de que ya entonces hab¨ªan empezado a inyectarse las primeras vacunas contra la covid-19. ¡°El crecimiento de la econom¨ªa brit¨¢nica el a?o que viene ser¨¢ el m¨¢s r¨¢pido desde 1948¡±, proclamaba The Guardian exactamente dos meses despu¨¦s. Eso es lo que pronostic¨® la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria brit¨¢nica en v¨ªsperas de que el canciller del Exchequer y ministro de Econom¨ªa, Rishi Sunak, presentara su proyecto de presupuestos a los Comunes a principios de marzo.
Parecen mensajes contradictorios, pero no lo son. El primero es una visi¨®n con cierta perspectiva del futuro a corto plazo. El segundo es una foto de lo que ocurrir¨¢ en 2022, y punto. Dicho de otra manera: la econom¨ªa brit¨¢nica est¨¢ recibiendo un chute de anticuerpos que se traducir¨¢, si se cumplen los pron¨®sticos, en un crecimiento del 4% este a?o y un espectacular 7,3% en 2022, el dato de crecimiento m¨¢s alto desde 1948. Pero eso no es m¨¢s que el rebote desde el abismo actual y no va a tener continuidad: las previsiones futuras son mucho m¨¢s moderadas, con crecimientos en torno al 1,6% y 1,7% entre 2023 y 2025.
La inyecci¨®n de anticuerpos se refleja en el ¨ªndice de confianza de los consumidores de la consultora YouGov, publicado d¨ªas antes del debate presupuestario, y que se sit¨²a en 105,4 puntos, dos m¨¢s que en enero, pero todav¨ªa por debajo de los 107,5 puntos de hace un a?o. La confianza de los consumidores es clave en un a?o en el que el crecimiento econ¨®mico se supone que va a llegar de la mano del consumo interno. ¡°No me sorprender¨ªa que las cifras mejoren a medida que nos vamos adentrando en la primavera si tenemos en cuenta que se ha prolongado el mecanismo de ayudas de los expedientes de regulaci¨®n de empleo, la fortaleza con la que se est¨¢ llevando a cabo el despliegue de las vacunaciones y el reciente anuncio de la hoja de ruta para salir del cierre de la econom¨ªa¡±, opina el director de reputation research de YouGov, Darren Yaxley.
Desde luego, esa mejora no parece que pueda llegar del sector exterior, que se desplom¨® de manera espectacular en enero, en particular el comercio entre el Reino Unido y la UE. Las importaciones brit¨¢nicas procedentes de Alemania, Francia e Italia cayeron un 29%, un 13% y un 38%, mientras que las exportaciones brit¨¢nicas a esos pa¨ªses cayeron de forma a¨²n m¨¢s pronunciada: 56%, 20% y 70%, respectivamente. Los expertos, sin embargo, prefieren no ser muy tajantes sobre el significado de esas cifras a largo plazo porque hay diversas inc¨®gnitas, desde la influencia de la pandemia hasta la acumulaci¨®n de mercanc¨ªas justo antes del Brexit por miedo a que no hubiera acuerdo o, simplemente, la posibilidad de que esas ca¨ªdas sean un efecto temporal por el desconcierto que se vive en las fronteras en las primeras semanas de aplicaci¨®n de la nueva legislaci¨®n que rige entre la UE y el Reino Unido.
Lo que s¨ª parece estar claro es que Londres ha decidido que, desde el punto de vista de la comunicaci¨®n pol¨ªtica, el Brexit no existe. El Brexit fue el elefante invisible en la presentaci¨®n de los presupuestos. En su discurso de m¨¢s de 6.000 palabras en los Comunes, Rishi Sunak no pronunci¨® ni una sola vez la palabra maldita, Brexit, y solo mencion¨® dos veces a la Uni¨®n Europea. La primera vez, para enfatizar las ventajas comparativas del techo del IVA brit¨¢nico frente al europeo, y la segunda, para confirmar la creaci¨®n de diversos puertos francos, ¡°una pol¨ªtica que solo podemos poner en marcha ahora que estamos fuera de la UE¡±. Una afirmaci¨®n por otra parte incorrecta porque el Reino Unido tuvo puertos francos hasta que en 2012 decidi¨® suprimirlos.
Lo que no pudo ocultar el canciller del Exchequer es que las pol¨ªticas econ¨®micas brit¨¢nicas de los pr¨®ximos a?os suponen un cambio revolucionario en el credo pol¨ªtico del Partido Conservador. El presupuesto del Gobierno de Boris Johnson es tan pol¨ªtico como econ¨®mico, algo que no deber¨ªa sorprender porque para eso est¨¢n los Presupuestos del Estado: para hacer pol¨ªtica.
Cuentas p¨²blicas
El presupuesto de los tories se podr¨ªa resumir de forma muy sint¨¦tica y as¨ª lo ha hecho la prensa brit¨¢nica: ¡°Gasta hoy, paga ma?ana¡±. Gasta hoy significa que Sunak ha prorrogado la pr¨¢ctica integralidad de las ayudas p¨²blicas por la covid-19, y en particular el esquema de protecci¨®n a los trabajadores desempleados, equivalente a los ERTE en Espa?a, y ventajas fiscales para las empresas. En total, los incrementos de gasto para el actual a?o fiscal rondan los 65.000 millones de libras (casi 76.000 millones de euros), incluyendo 23.000 millones de euros para desempleados y aut¨®nomos y casi 20.000 millones de ayudas a corto plazo para las empresas.
Para pagar todo eso y mucho m¨¢s (el d¨¦ficit presupuestario rozar¨¢ el 17% del PIB este a?o, el nivel m¨¢s alto desde 1944, y el crecimiento de la deuda p¨²blica alcanzar¨¢ los 600.000 millones de libras, m¨¢s de 700.000 millones de euros, en dos a?os de pandemia), el Gobierno ha anunciado a partir de 2023 la mayor subida de impuestos en el Reino Unido desde 1993. Aunque la medida estrella es el espectacular aumento del impuesto de sociedades, que pasar¨¢ del 19% actual al 25%, tambi¨¦n los salarios modestos van a pagar la factura a trav¨¦s de la congelaci¨®n del m¨ªnimo exento de tributaci¨®n del IRPF, uno de los mecanismos m¨¢s populares y di¨¢fanos de reducci¨®n de impuestos de todo el sistema fiscal.
Hasta ahora, el ¨²ltimo canciller del Exchequer que aument¨® el impuesto de sociedades fue el laborista Denis Healey en 1974, y los presupuestos amenazan con asociar la imagen del Reino Unido con un r¨¦gimen de altas tributaciones precisamente coincidiendo con la puesta en pr¨¢ctica del Brexit. El actual optimismo de los brit¨¢nicos puede durar poco si acaban haci¨¦ndose viejos pagando la factura de la covid-19¡ ?y del Brexit!
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