Bruselas acepta que Espa?a deje sin concretar las reformas laboral y de pensiones a la espera del di¨¢logo social

El plan de recuperaci¨®n espa?ol ha recibido este mi¨¦rcoles un rotundo respaldo de la Comisi¨®n Europea, que le dio su m¨¢xima puntuaci¨®n en 10 de los 11 criterios que deb¨ªa evaluar. Bruselas destaca sobre todo que Espa?a haya decidido ejecutar las reformas estructurales de inmediato, lo cual le abre las puertas a una mayor financiaci¨®n en los primeros compases del despliegue del plan. Solo en el pr¨®ximo a?o y medio Espa?a recibir¨¢ 37.000 millones de euros, aunque supeditados a un paquete de actuaciones, entre ellas, modificaciones en la legislaci¨®n laboral. El Ejecutivo comunitario acepta, adem¨¢s, que las reformas del mercado de trabajo y de las pensiones queden abiertas, a expensas del di¨¢logo social.

El Gobierno de Pedro S¨¢nchez no ha tenido que sufrir para que su plan pase el primer examen de la Comisi¨®n. Espa?a necesitaba obtener al menos siete m¨¢ximas puntuaciones (A) para recibir la luz verde de Bruselas. Se llev¨® diez, y una B porque persisten algunos interrogantes sobre los costes de las inversiones programadas de aqu¨ª a 2026. Sin embargo, Bruselas avala un plan que concentra una gran cantidad de sus 416 hitos y objetivos en los primeros a?os para ¡°maximizar¡± su impacto en la ¡°r¨¢pida reconstrucci¨®n de la econom¨ªa¡±. Bruselas cree que el plan puede tener un impacto de hasta el 2,5% del producto interior bruto (PIB) espa?ol solo con las inversiones. En caso de ejecutarse todas las reformas, fuentes comunitarias apuntan a que el salto podr¨ªa ser de hasta 10 puntos a medio plazo.

Fuentes comunitarias definieron el plan espa?ol como ¡°integral¡± y destacaron la inversi¨®n en la transici¨®n digital (el 28% de todos los fondos), con partidas como una de 3.000 millones para la digitalizaci¨®n de las pymes u otra de 3.400 millones para transformar el sector tur¨ªstico. Pero una de las se?as de identidad del plan es el fuerte enfoque social y, sobre todo, la integraci¨®n de la igualdad de g¨¦nero. Entre otros programas, el plan espa?ol destina 1.600 millones a la modernizaci¨®n de la educaci¨®n, 2.100 millones a formaci¨®n y educaci¨®n profesional, 600 millones a la puesta al d¨ªa de los servicios sociales, 1.000 millones a sanidad. La Comisi¨®n pone tambi¨¦n ¨¦nfasis en medidas que contribuyen a fomentar la econom¨ªa verde, como la renovaci¨®n de edificios, a la que se destinar¨¢n 3.400 millones de euros.

Concentrar las reformas en los primeros a?os del plan permitir¨¢ a Espa?a hacerse con m¨¢s combustible para la recuperaci¨®n. Esta decisi¨®n, sin embargo, tambi¨¦n condiciona los desembolsos. El Gobierno, que si pasa el filtro del Consejo recibir¨¢ 9.000 millones en prefinanciaci¨®n, cree que ya ha efectuado las actuaciones necesarias para que la Comisi¨®n le apruebe otros 10.000 millones en diciembre. El siguiente pago, no obstante, ya depender¨¢ de que cumpla con algunas de las reformas pactadas, por ejemplo, en la legislaci¨®n laboral o de pensiones. Bruselas cree que sus compromisos atienden a sus recomendaciones, pero es consciente de que el ¡°dise?o final¡± de las modificaciones en esos dos ¨¢mbitos ha ¡°quedado abierto¡±, puesto que ser¨¢ resultado del di¨¢logo social, seg¨²n la documentaci¨®n que acompa?a la evaluaci¨®n del plan. Entre otras actuaciones est¨¢ la modernizaci¨®n de la negociaci¨®n colectiva o de las pol¨ªticas activas de empleo, que la Comisi¨®n pone como ejemplo de equilibrio entre reformas e inversiones.

Sostenibilidad fiscal

Bruselas sabe que fiar la reforma laboral o de las pensiones a la negociaci¨®n colectiva supone un ¡°riesgo¡± para el impacto a largo plazo del plan. Aun as¨ª, tambi¨¦n cree que los objetivos del di¨¢logo social est¨¢n bien definidos y que siempre es mejor un cambio respaldado por los agentes sociales que otro cuyo rechazo ponga en peligro su aprobaci¨®n en el Parlamento. La evaluaci¨®n s¨ª se detiene, sin embargo, en la reforma de las pensiones. El documento se?ala que la reforma presentada supone volver a vincularlas con la inflaci¨®n, pero acepta las medidas que el Gobierno plantea para mitigar ese incremento, como acercar la edad efectiva de jubilaci¨®n a la legal o aumentar el periodo de cotizaci¨®n para el c¨¢lculo de las pensiones. Si estas no son suficientes, Bruselas advierte de que ese incremento de gasto deber¨ªa rebajarse ¡°todav¨ªa m¨¢s mediante ajustes fiscales¡± en el futuro. Y ah¨ª la Comisi¨®n se remite a las reformas tributarias, que Espa?a se compromete a culminar en marzo de 2023. ¡°Sobre esta base, se puede concluir que el plan contribuye a abordar la sostenibilidad fiscal¡±, sostiene el documento.

Seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, no se prev¨¦ que el Consejo vaya a tumbar planes nacionales. Sin embargo, s¨ª se seguir¨¢ con lupa el desempe?o de cada pa¨ªs. Los pagos se ir¨¢n desbloqueando cada seis meses de aqu¨ª a 2026. Si Espa?a no cumple con un hito o un objetivo, no podr¨¢ pedir los desembolsos de fondos de ese periodo. Pero incluso ah¨ª Bruselas prev¨¦ un cierto margen, puesto que el Ejecutivo comunitario prefiere que una reforma se demore porque el di¨¢logo social precisa m¨¢s tiempo a que descarrile. Por ello, el reglamento prev¨¦ que la Comisi¨®n pueda efectuar pagos parciales del dinero para inversiones y reformas o bien que Espa?a demore una petici¨®n de fondos.

De cualquier modo, el Ejecutivo comunitario rezuma optimismo ahora con el plan espa?ol. Adem¨¢s de asegurar una mayor sostenibilidad financiera a medio y largo plazo, Bruselas espera que las medidas del plan ¨Cdesde la reducci¨®n de la segmentaci¨®n en el mercado laboral hasta el incremento de las capacidades de los trabajadores¡ª permitan una mayor productividad y cohesi¨®n social en Espa?a a largo plazo. Tambi¨¦n espera que acelere la competitividad del pa¨ªs gracias a las transiciones verde y digital. Los documentos de la Comisi¨®n se?alan que ese salto no solo llevar¨¢ a una modernizaci¨®n del tejido productivo, sino tambi¨¦n a la diversificaci¨®n empresarial de muchas regiones que ahora dependen del sector tur¨ªstico.