Impuestos y luz
Si la bajada del IVA de la luz acaba siendo permanente nos alejar¨ªa de la senda de consolidaci¨®n fiscal
Tras el fuerte repunte del precio de la luz este mes el Gobierno ha decidido bajar su IVA del 21% al 10%. La paradoja es que la derecha que acusa de subidas masivas de impuestos al Gobierno fue la que nos subi¨® el IVA y es la izquierda quien lo baja. Aplicando la bajada sobre la ¨²ltima encuesta de Presupuestos Familiares del INE de 2019, supondr¨ªa una menor recaudaci¨®n de 1.300 millones, si solo se aplica a los hogares. Es un bien de primera necesidad y la legislaci¨®n de IVA permite la reducci¨®n. En principio es transitoria hasta final de a?o y no afectar¨ªa a los compromisos de Bruselas, pero si acaba siendo permanente nos alejar¨ªa de la senda de consolidaci¨®n fiscal.
Se podr¨ªa haber limitado a las rentas bajas y a un consumo m¨ªnimo como han hecho otros pa¨ªses. Para el tercio de espa?oles con menor renta la luz supone el 6% de su gasto total y para el tercio de mayor renta el 3%. Y se deber¨ªa haber tomado la decisi¨®n subiendo otros impuestos sobre consumos energ¨¦ticos contaminantes para que la decisi¨®n fuera neutral sobre los presupuestos.
Esta medida alivia la situaci¨®n de nuestras familias, especialmente las de menor renta y las m¨¢s golpeadas por la crisis generada por la pandemia, pero ni resuelve su situaci¨®n de pobreza o precariedad ni resuelve el problema de extrema volatilidad del precio de la luz desde el pasado mes de enero. Las tecnolog¨ªas solar y e¨®lica para producir electricidad se desarrollaron en los a?os ochenta, pero hasta la ¨²ltima d¨¦cada no fueron competitivas en precio. Ahora son ambas las formas m¨¢s baratas de producir electricidad.
El sistema necesita una fuente primaria que garantice que en picos de demanda no haya apagones de luz en nuestro pa¨ªs. La mayor¨ªa de pa¨ªses est¨¢n descartando el petr¨®leo y el carb¨®n por sus elevadas emisiones y la nuclear por la contaminaci¨®n de sus residuos y los riesgos de accidentes como Chern¨®bil o Fukushima que fue lo m¨¢s parecido al infierno de Dante que ha vivido la humanidad. Y est¨¢n optando por el gas. Se habla mucho del hidr¨®geno, pero puede tardar d¨¦cadas en ser competitivo en coste para su uso masivo. La demanda de gas en Asia es muy intensa actualmente y eso ha provocado una fuerte subida de precios que explica un alza del precio de la luz en Espa?a de 40 euros por megavatio y es la principal causa del problema.
La otra es el coste de los derechos de emisiones de di¨®xido de carbono. La mayor¨ªa de europeos estamos a favor de reducir las emisiones, pero no queremos asumir el coste que supone la transici¨®n a una econom¨ªa descarbonizada. La crisis de los chalecos amarillos en Francia estall¨® tras un intento de subida del precio del combustible. En pa¨ªses con la tasa de paro m¨¢s alta, como Espa?a, los costes de la transici¨®n ser¨¢n m¨¢s complejos de asimilar socialmente.
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