El periplo de McAfee en Catalu?a: un hotel abandonado y una f¨¢brica de criptomonedas
El creador del popular antivirus se empez¨® a dejar ver a finales de 2019 en Espa?a, donde pas¨® el confinamiento
Para conocer los pasos de John McAfee, hallado muerto el mi¨¦rcoles en prisi¨®n, solo hac¨ªa falta seguir sus redes sociales. Salvo algunas mentiras, o intentos de despiste, McAfee relat¨® su periplo por Catalu?a el ¨²ltimo a?o y medio. Hab¨ªa viajado hasta Tarragona para visitar a unos amigos, seg¨²n sus propias palabras, y se vio atrapado por la pandemia. Pero la polic¨ªa sospecha que all¨ª asent¨® su campo base, desde donde se mov¨ªa por Europa. Las autoridades creen que viv¨ªa en un hotel semiabandonado de Cambrils, el Daurada Park. Dos a?os antes, en una inspecci¨®n administrativa, los Mossos encontraron en los bajos del establecimiento una f¨¢brica de criptomonedas.
?Era esa la misi¨®n de McAfee en Catalu?a? ?Retirarse a un lugar discreto, como Cambrils, en un hotel semiabandonado, para fabricar criptomonedas? Su abogado, Javier Villalba, no da detalles de qu¨¦ hac¨ªa en Catalu?a o d¨®nde se alojaba. No es azaroso. Adem¨¢s de la causa por no presentar las declaraciones a Hacienda entre 2014 y 2018 por la que fue ordenada la extradici¨®n de McAfee, contra ¨¦l pesa una segunda petici¨®n de Estados Unidos a la Audiencia Nacional, todav¨ªa embrionaria, donde se le acusa de ganar dinero con criptomonedas sin declararlo.
Fuentes de su entorno niegan que McAfee estuviera relacionado con las personas rusas que compraron el hotel Daurada Park, un antiguo lugar muy popular en la zona, con una gasolinera donde la gente se paraba a repostar, que se devalu¨® cuando construyeron una autov¨ªa. Ahora hay que desviarse para acceder hasta ¨¦l. Pero en sus redes sociales, los seguidores del empresario no dudaron en identificar el hotel a trav¨¦s de las fotograf¨ªas que McAfee colgaba. En la actualidad est¨¢ cerrado, custodiado por un vigilante.
Durante sus vueltas al mundo, los m¨¢s de un mill¨®n de fans que el creador del antivirus ten¨ªa en Twitter y los m¨¢s de 55.000 en Instagram (la cuenta ha sido borrada) viajaban virtualmente con ¨¦l, probando a adivinar d¨®nde se encontraba. En diciembre de 2019, uno de sus seguidores le pregunta: ¡°?Qu¨¦ haces en Cambrils? Se trata de un municipio de la costa de Tarragona, en Catalu?a, con 33.300 habitantes¡±. El empresario no responde. Pero poco despu¨¦s, en enero de 2020, ¨¦l mismo cuelga una fotograf¨ªa con dos amigos en Salou, una localidad cercana a Cambrils. Asegura que viaja a Catalu?a con frecuencia, donde tiene amigos.
En marzo, la pandemia le sorprende a¨²n en Tarragona. McAfee cuelga fotograf¨ªas con supermercados vac¨ªos y r¨®tulos en catal¨¢n. Sus seguidores, de nuevo, le sit¨²an en el mapa. McAfee despotrica de las medidas para contener la covid. Tambi¨¦n se deja ver en la playa, o conduciendo por la zona de Tarragona. Algunos afirman haberse cruzado con ¨¦l en el supermercado. McAfee no oculta que est¨¢ en Espa?a, de donde se queja que no puede salir. Intenta viajar a Alemania sin mascarilla ¨Den sus redes cuelga fotos con un tanga por cubrebocas¨D, y le obligan a regresar al aeropuerto de Reus.
Ya en julio, la Polic¨ªa Nacional recibe la notificaci¨®n de Interpol para detener a McAfee por evasi¨®n fiscal. El empresario entonces juega en sus redes a fingir que est¨¢ en otros lugares. Algunas de las im¨¢genes que cuelga tienen se?uelos involuntarios, como una botella de agua de la marca Bezoya, que lo sit¨²a en Espa?a, o un restaurante en la playa de La Pineda, en Tarragona. La polic¨ªa se pone tras su pista. Las informaciones apuntan a que va a coger un vuelo privado desde Reus para viajar al extranjero. Pero los agentes llegan tarde. McAfee vuela una semana antes de lo que ellos cre¨ªan.
El fundador del antivirus regresa de nuevo a Espa?a. Finalmente, el s¨¢bado 3 de octubre, polic¨ªas del aeropuerto de El Prat, en Barcelona, lo detienen. Ten¨ªa la intenci¨®n de viajar a Estambul, pero salta en el sistema que tiene pendiente una orden internacional de detenci¨®n por evasi¨®n fiscal. Al d¨ªa siguiente, despu¨¦s de declarar en la Audiencia Nacional, ingresa en la prisi¨®n de Brians 2, en Sant Esteve de Sesrovires (Barcelona).
¡°La familia est¨¢ destrozada por la p¨¦rdida¡±, asegura el abogado de McAfee, Javier Villalba. Siguen a la espera de personarse en la causa de su muerte que ha abierto el Juzgado de Primera Instancia e Instrucci¨®n 5 de Martorell, pero ya anuncia que pedir¨¢n una segunda autopsia (a¨²n se desconoce la conclusi¨®n de la primera) para determinar las causas de su fallecimiento. Los Mossos y el Departamento de Justicia apuntan a que se trata de un suicidio. Los funcionarios de la prisi¨®n le encontraron en su celda, colgado, horas despu¨¦s de que le hubiesen informado de la decisi¨®n de la Audiencia Nacional de extraditarle.
Villalba repite que no hab¨ªa nada, ni en su actitud ni en sus comentarios, que hiciese sospechar que pudiese suicidarse. E insiste en que su extradici¨®n a Estados Unidos no era inmediata. A¨²n pod¨ªan recurrir la decisi¨®n del tribunal, hab¨ªa una segunda causa sobre la que decidir¡ ¡°Estamos muy indignados, vamos a llegar hasta el final¡±, repite, y critica tambi¨¦n el hecho de que una persona pueda morir cuando est¨¢ bajo tutela de las instituciones penitenciarias.
McAfee tambi¨¦n relat¨® a trav¨¦s de Twitter su estancia en prisi¨®n. En su cuenta, se puede ver como sus intervenciones pasan por distintas etapas. Al principio, se muestra m¨¢s benevolente, e incluso alaba la comida en la prisi¨®n. El 15 de octubre de 2020, advierte de que si le encuentran muerto ahorcado (¡°al estilo Epstein¡±, dice, en referencia al empresario acusado de acoso sexual que se suicid¨® en Estados Unidos) no es ¡°culpa¡± de ¨¦l.
Pero poco a poco su tono se ensombrece. Cuando lleva tres meses encerrado, asegura en Twitter que si quienes dictan las leyes tuviesen que pasar ¡°un solo d¨ªa en prisi¨®n¡± antes de redactarlas, ¡°las penas por los cr¨ªmenes no violentos ser¨ªan dr¨¢sticamente menos severas¡±. Dos meses antes de ser hallado muerto en su celda, escribe: ¡°Llevo casi siete meses encarcelado en Catalu?a. No hablo catal¨¢n, y poco espa?ol, por lo que el contacto humano es limitado. No hay distracciones, no hay escapatoria de la soledad, del vac¨ªo, de m¨ª mismo. Este ha sido el periodo m¨¢s dif¨ªcil de mi vida¡±.
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