Los pagos en la pandemia

La covid-19 ha supuesto numerosos cambios en los h¨¢bitos. El confinamiento, las restricciones a la movilidad y a la actividad econ¨®mica y las dudas sobre c¨®mo se transmit¨ªa el coronavirus han modificado conductas tambi¨¦n en materia de medios pago. En nuestro pa¨ªs, la historia de ¨¦xito es Bizum, un pago instant¨¢neo de m¨®vil a m¨®vil que promovi¨® la banca espa?ola en 2016. Aunque creci¨® notablemente los a?os siguientes, ha experimentado un gran impulso durante la pandemia, para transacciones entre particulares y tambi¨¦n con comercios. ¡°Te hago un bizum¡± es ya una expresi¨®n corriente para muchos espa?oles. Ya son m¨¢s de 16 millones de usuarios. Se adelant¨® a aplicaciones que se podr¨ªan haber hecho para los pagos directos de mensajer¨ªas instant¨¢neas como WhatsApp. Si estas hubieran entrado en el mercado espa?ol, habr¨ªan hecho mella en los pagos que gestionan las entidades del pa¨ªs.

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Bizum es tecnolog¨ªa propia bancaria ¡ªy telef¨®nica, l¨®gicamente¡ª, algo de lo que las entidades de cr¨¦dito de nuestro pa¨ªs est¨¢n muy orgullosas. No obstante, este sistema de pago afronta importantes retos: el uso tan intenso, que adem¨¢s se ha expandido a comercios, ha despertado el inter¨¦s del sector bancario por comenzar a cobrar o restringir algo su uso. Habr¨¢ que hacerlo con cautela. Si ha funcionado bien es precisamente por la comodidad, nulo coste y rapidez.

La pandemia no ha ayudado, en cambio, a otras grandes promesas en el ¨¢mbito de pagos anunciadas hace unos a?os, como Libra, ahora denominada Diem, promovida por Facebook y otras empresas tecnol¨®gicas. La falta de respaldo de los supervisores financieros y los propios problemas del proyecto impidieron aprovechar el terreno tan propicio que se cre¨® en la pandemia. Ser¨¢ dif¨ªcil que despegue en el futuro, pero tampoco se puede descartar una segunda intentona con quiz¨¢s algo de mayor respaldo institucional y cierta penetraci¨®n.

Ha habido otros cambios en los pagos en nuestro pa¨ªs, en l¨ªnea con otros, desde 2020. Seg¨²n datos del Observatorio de Digitalizaci¨®n Financiera de Funcas, el porcentaje de poblaci¨®n que ha realizado alg¨²n pago con el m¨®vil subi¨® desde el 62,79% antes de la pandemia, al 65,93% durante el primer confinamiento y hasta el 75,26% en los ¨²ltimos meses de 2020. Por otro lado, el uso de aplicaciones para transferir dinero ¡ªel comentado caso de Bizum, por ejemplo¡ª ha crecido del 55,66% al 58,22% y al 63,22% entre los tres per¨ªodos considerados. En un entorno global, poco a poco, el mundo avanza hacia nuevas formas de pagar entre las que est¨¢ destacando (especialmente en Asia) el uso de c¨®digos QR, extendidos aqu¨ª en restaurantes para consultar men¨²s, pero a¨²n de forma incipiente para pagar. Globalmente, seg¨²n Statista, suponen ya 2,1 billones d¨®lares.

Finalmente, en cuanto al instrumento m¨¢s tradicional, el efectivo, a pesar de una cierta ca¨ªda en el uso durante la pandemia, sigue exhibiendo gran resiliencia. El coronavirus, desde luego, no ha terminado con el efectivo. Contin¨²a teniendo elevada utilidad en muchos contextos (pagos peque?os, determinados comercios y por privacidad) y para muchos grupos sociales a los que algunas tecnolog¨ªas le son m¨¢s ajenas, lejanas o poco accesibles.