Queremos seguir siendo j¨®venes y guapos pese a la pandemia
Los espa?oles se gastaron m¨¢s de 2.600 millones de euros en 2020 en tratamientos est¨¦ticos en pleno confinamiento y con crisis econ¨®mica
M¨¢s de 25 millones de personas en el mundo se someten cada a?o a una cirug¨ªa o a un tratamiento est¨¦tico. Las m¨¢s practicadas son el aumento de pecho, la liposucci¨®n y la blefaroplastia para retirar el exceso de piel en los p¨¢rpados, as¨ª como las inyecciones faciales de toxina botul¨ªnica y de ¨¢cido hialur¨®nico.
El inter¨¦s de la sociedad por estas intervenciones se ha disparado en los ¨²ltimos a?os por el culto a la imagen que potencian, hasta la extenuaci¨®n, las redes sociales. Millones de personas de todo el mundo buscan aumentar la autoestima, la confianza y la salud psicof¨ªsica a golpe de talonario. Recurren a estas pr¨¢cticas, que pueden ser m¨¢s o menos invasivas, para mejorar su imagen, corregir alg¨²n defecto f¨ªsico y retrasar (o borrar) las huellas que ha dejado el paso de los a?os. Resulta complicado calcular el valor de una industria tan colosal y, de hecho, hay pocas estad¨ªsticas. La consultora Fortune Business Insights afirma que el tama?o mundial del mercado de la cirug¨ªa est¨¦tica fue de 50.670 millones de d¨®lares (42.900 millones de euros) en 2018 y prev¨¦ que alcance los 66.960 millones de d¨®lares (m¨¢s de 56.700 millones de euros) en 2026.
Los espa?oles no son ajenos al fervor por las cirug¨ªas (quir¨²rgicas) y los tratamientos est¨¦ticos (no quir¨²rgicos). Cada vez hay m¨¢s demanda y a edades m¨¢s tempranas. Un ejemplo: hace unos a?os la edad de entrada a la medicina est¨¦tica eran los 35 a?os. Ahora, chicas de 20 a?os se inyectan ¨¢cido hialur¨®nico para rellenar labios y toxina botul¨ªnica para alisar la frente.
La oferta de tratamientos es extens¨ªsima: injertos de pelo, estiramiento de rodillas y muslos, aumento de gl¨²teos, cirug¨ªas ¨ªntimas como la labioplastia, el mommy makeover (recuperar el tono muscular a trav¨¦s de operaciones como la abdominoplastia tras dar a luz), rellenos con grasa... Cualquier parte del cuerpo que imagine es susceptible de ser mejorada o reparada. Y no siempre hay que pasar por quir¨®fano.
En torno a 400.000 personas contrataron una intervenci¨®n el pasado a?o en Espa?a. M¨¢s de ocho de cada diez fueron mujeres, aunque los hombres suponen ya el 15% y creciendo (hace muy pocos a?os solo representaban el 2%). Las espa?olas demandan, sobre todo, cirug¨ªas de aumento de pecho (tambi¨¦n de elevaci¨®n y reducci¨®n) y liposucciones, pr¨¢cticamente lo mismo que las mujeres del resto del mundo. Los hombres se decantan por corregir la ginecomastia, la liposucci¨®n de alta definici¨®n (marca los abdominales), el injerto capilar, la blefaroplastia, la otoplastia (corregir y remodelar las orejas) y la eliminaci¨®n de papada.
La demanda no flojea
La fortaleza del sector espa?ol se viene forjando desde hace algunos a?os. La industria ¡°ha registrado un crecimiento de entre el 15% y el 20% en la ¨²ltima d¨¦cada¡±, se?ala Francisco G¨®mez Bravo, cirujano pl¨¢stico y presidente de la Asociaci¨®n Espa?ola de Cirug¨ªa Est¨¦tica Pl¨¢stica (Aecep), organizaci¨®n que aglutina a 155 cirujanos de prestigio.
Pero su robustez ha quedado al descubierto precisamente con la pandemia, que apenas ha impactado en sus cuentas. Ni en su demanda. La facturaci¨®n del sector (englobando procedimientos quir¨²rgicos y tratamientos est¨¦ticos) alcanz¨® 2.660 millones de euros en 2020, tan solo un 5% menos que en 2019, cuando fue de 2.800 millones de euros, seg¨²n la Aecep. Si se tiene en cuenta solo la cirug¨ªa pl¨¢stica est¨¦tica ¡ªm¨¢s costosa: entre 3.000 y 6.000 euros de media¡ª, ¡°la facturaci¨®n cay¨® un 30% en 2020¡±, a?ade N¨¦lida Grande, vicepresidenta de la Sociedad Espa?ola de Cirug¨ªa Pl¨¢stica, Reparadora y Est¨¦tica (Secpre). Estos descensos se circunscriben a los dos meses y medio de confinamiento estricto en los que las cl¨ªnicas permanecieron cerradas. As¨ª, el sector, que genera en torno a 100.000 puestos de trabajo, pas¨® el examen con cierta holgura: pensemos que, por ejemplo, los ingresos de la moda textil en Espa?a cayeron un 25%, que la restauraci¨®n perdi¨® el 42% de su facturaci¨®n y que el cine registr¨® un descenso del 72%.
Incluso se podr¨ªa decir que la pandemia ha sido un revulsivo para este sector porque, adem¨¢s de la demanda acumulada de pacientes ya convencidos, atrajo a nuevos clientes que nunca hab¨ªan pisado una cl¨ªnica, que por vez primera se acercaron a este mundo de rellenos, pr¨®tesis, c¨¢nulas y jeringuillas. De hecho, en la primavera de 2020 hubo saturaci¨®n en muchos centros est¨¦ticos y largas listas de espera. ¡°A partir de junio empez¨® un bum, fue una cosa espectacular. La gente se oper¨® de forma m¨¢s alegre, el dinero en esta ocasi¨®n no ha sido el factor decisivo para tomar la decisi¨®n, cosa que s¨ª ocurr¨ªa en a?os anteriores¡±, constata C¨¦sar Casado, responsable del servicio de Cirug¨ªa Pl¨¢stica, Est¨¦tica y Reparadora del Hospital Ruber Internacional.
Que en aquellos meses tan complicados de contagios ¡ªa¨²n hoy lo son¡ª tant¨ªsimas personas acudiesen a las cl¨ªnicas est¨¦ticas es algo que sorprendi¨® incluso a los m¨¦dicos. ¡°No hab¨ªamos previsto que esto pudiese ocurrir, que los pacientes despu¨¦s de la primera ola se animasen a dar el paso¡±, arguye Francisco G¨®mez Bravo. El cirujano Antonio de la Fuente, que lleva 45 a?os realizando cirug¨ªas pl¨¢sticas y est¨¦ticas, recuerda que los pacientes ¡°acud¨ªan con la decisi¨®n tomada, algo que no es habitual, puesto que suelen visitar a varios especialistas antes de decidirse¡±. Aunque en su consulta hay una clientela muy estable, s¨ª notaron ¡°un ligero aumento de mujeres j¨®venes, de entre 20 a 30 a?os¡±, a?ade. Algo que corroboran en la Secpre: ¡°Se operaron muchas m¨¢s pacientes j¨®venes que solicitaron intervenciones mamarias¡±.
Varios fueron los motivos de este bum de retoques en medio de oleadas continuas de contagios. El principal fue el colch¨®n de ahorro acumulado por los hogares espa?oles: la tasa se dispar¨® hasta el 14,8% en 2020, la m¨¢s alta de la serie hist¨®rica, seg¨²n el INE. ¡°Aunque muchas personas se vieron afectadas econ¨®micamente durante esta crisis pand¨¦mica, otras tantas mantuvieron su n¨®mina sin poder gastar en vida social, de manera que tuvieron recursos para afrontar una cirug¨ªa¡±, afirma G¨®mez Bravo.
Tambi¨¦n influy¨® la reducci¨®n de los viajes de trabajo por parte de pacientes ejecutivos, que tuvieron m¨¢s tiempo para la recuperaci¨®n y el postoperatorio. Adem¨¢s, la mascarilla permiti¨® ocultar las cicatrices y la inflamaci¨®n. Y el teletrabajo facilit¨® no tener que dar explicaciones a los curiosos.
Otra causa fue el efecto dismorfia que producen las videollamadas en la percepci¨®n de uno mismo. ¡°La perspectiva y forma de la lente de las c¨¢maras deforma los rostros y cuerpos con efectos poco favorecedores, lo que signific¨® un aumento de la demanda de intervenciones faciales¡±, confirma el presidente de la Aecep. En definitiva, ¡°hemos sido m¨¢s conscientes de los efectos del envejecimiento¡±, a?ade Grande. Y de la fatiga pand¨¦mica. Hab¨ªa una necesidad creciente de verse y sentirse mejor ¡ªen este punto conviene recordar que, aunque la cirug¨ªa busca la salud psicof¨ªsica de los pacientes, sobre todo cuando hay anomal¨ªas f¨ªsicas que merman la autoestima, no en todos los casos la soluci¨®n pasa por una cl¨ªnica est¨¦tica¡ª.
En esos meses pand¨¦micos una de las cirug¨ªas m¨¢s solicitadas, tanto por hombres como por mujeres, fue la blefaroplastia, que creci¨® en torno al 30%, seg¨²n la Aecep. ¡°Es la cirug¨ªa de correcci¨®n de exceso de piel en los p¨¢rpados y la reducci¨®n de las bolsas de los ojos porque los pacientes se fijaban m¨¢s en la zona facial y, sobre todo, en los ojos¡±, comenta Grande. En la cl¨ªnica Guilarte se?alan otra operaci¨®n estrella: la rinoplastia. ¡°Llevar una mascarilla genera una relativa insuficiencia respiratoria. Si a esto le sumas que por la nariz no respiras bien, esto hace que estudies una posible obstrucci¨®n nasal y te sometas a una rinoplastia¡±, dice el cirujano pl¨¢stico Rub¨¦n Guilarte. Y en medicina est¨¦tica, las reinas indiscutibles fueron las inyecciones de toxina botul¨ªnica (conocida popularmente como b¨®tox, un nombre comercial) y de ¨¢cido hialur¨®nico en el tercio facial superior ¡ªque deja al descubierto la mascarilla¡ª para conseguir el rejuvenecimiento de la mirada.
No se puede decir que este auge por mejorar el aspecto exterior sea solo consecuencia del encerramiento pand¨¦mico. El buen ritmo no ha parado durante este a?o. De hecho, ¡°en 2021 la demanda ya ha aumentado aproximadamente un 10% respecto a la ¨¦poca precovid¡±, calculan en la Aecep. De ello dan cuenta algunas cl¨ªnicas. ¡°La demanda sigue y tenemos la fortuna de tener la agenda de 2021 ya cerrada¡±, dice Rub¨¦n Guilarte. En su cl¨ªnica han detectado que el gasto medio por cliente ha pasado de los 7.000 euros en 2019 a los 8.000 de 2020. Este a?o ronda ya los 10.000 euros.
M¨¢s de lo mismo en la cl¨ªnica Bruselas: ¡°Este a?o ya hemos incrementado la demanda en un 12% con respecto a niveles precovid¡±, se?ala Christopher Oyola, director m¨¦dico de este centro que, desde el a?o 2000, ha realizado m¨¢s de 12.000 cirug¨ªas y pone 70 implantes al mes de bal¨®n g¨¢strico Elipse ¡ªconsiste en tragar una c¨¢psula¡ª para la p¨¦rdida de peso. Y Cesar Casado, del Hospital Ruber Internacional, cree que ¡°los nuevos clientes que se acercaron por primera vez a la medicina est¨¦tica lo volver¨¢n a hacer¡±.
L¨ªderes mundiales
Por todo esto, los expertos no descartan que este a?o Espa?a logre avanzar posiciones en el escalaf¨®n mundial. Ocupa el puesto 17 en el ranking de los pa¨ªses que m¨¢s cirug¨ªas realizan, seg¨²n los datos de la Sociedad Internacional de Cirug¨ªa Pl¨¢stica Est¨¦tica (Isaps) relativos a 2019. En la categor¨ªa de aumento de pecho se sit¨²a en el puesto ocho. No est¨¢ nada mal, teniendo en cuenta que se mide con gigantes como Brasil y Estados Unidos. Solo los ciudadanos estadounidenses gastaron m¨¢s de 9.000 millones de d¨®lares en cirug¨ªa pl¨¢stica est¨¦tica en 2020, seg¨²n datos de la Sociedad Americana de Cirug¨ªa Est¨¦tica. Les siguen Jap¨®n, M¨¦xico, Italia, Alemania, Turqu¨ªa, Francia, la India y Rusia.
El sector espa?ol empez¨® a ganar tama?o gracias a dos hitos. Hace unos a?os las cirug¨ªas y tratamientos est¨¦ticos eran algo minoritario, al alcance solo de personajes del papel cuch¨¦. El coste era elevado y hab¨ªa pocos profesionales. En la larga fase de expansi¨®n de la econom¨ªa espa?ola (desde los a?os noventa hasta 2008), los bancos empezaron a financiar tratamientos de cirug¨ªa est¨¦tica, algo impensable hasta entonces. Y, por otro lado, la apertura al mercado com¨²n europeo permiti¨® que llegaran a Espa?a cirujanos pl¨¢sticos de otras partes de Europa con el t¨ªtulo homologado. Y as¨ª, un mayor segmento de la poblaci¨®n empez¨® a acceder a intervenciones a un precio m¨¢s asequible.
Hoy no hace falta tener una cuenta corriente excesivamente boyante para hacerse alg¨²n retoque. ¡°La idea de poder someterse a una cirug¨ªa o tratamiento se ha ido normalizando entre la sociedad¡±, se?ala Olaya, de la cl¨ªnica Bruselas. En este centro dicen haber notado un ligero incremento del pago en met¨¢lico de cantidades inferiores a mil euros, aunque el 60% de sus pacientes financia las intervenciones.
La cirug¨ªa y la medicina est¨¦tica se han colado en la lista de la compra de los espa?oles. ¡°Podemos decir que se ha convertido en una commodity, es decir, algo que la gente busca habitualmente, a lo que ya no renuncia¡±, comenta Cristina S¨¢nchez, directora general adjunta de las cl¨ªnicas Dorsia, donde la demanda en 2020 se increment¨® un 20% interanual. Solo en cirug¨ªa de pecho, Dorsia tiene un 30% de cuota del mercado en Espa?a.
Esta ense?a, que funciona con el modelo de franquicia y est¨¢ presente hasta en centros comerciales, es una muestra del tir¨®n del sector. ¡°Prevemos terminar 2021 con 130 cl¨ªnicas por toda Espa?a, adem¨¢s de iniciar la andadura internacional con aperturas en Francia y Portugal. La demanda crece cada a?o¡±, se?ala S¨¢nchez. Sus precios son m¨¢s econ¨®micos que los que se pueden encontrar en las consultas privadas de los cirujanos, pero no les gusta hablar de low cost, sino de ¡°lujo asequible¡±, apunta S¨¢nchez. El gasto medio por paciente estuvo en 2.000 euros en 2020, un 10% m¨¢s que en 2019. En lo que va de 2021 el tique medio ha aumentado un 15%.
Al auge de este negocio millonario ha contribuido, y mucho, la enorme demanda de todo tipo de tratamientos est¨¦ticos, esos que no emplean t¨¦cnicas de cirug¨ªa mayor ni requieren anestesia general. De hecho, el n¨²mero de centros ha crecido un 30% en menos de tres a?os, hasta alcanzar 5.244 establecimientos, seg¨²n la Sociedad Espa?ola de Medicina Est¨¦tica (Seme).
Como pagar el gimnasio
¡°Para muchas personas los retoques est¨¦ticos son considerados ya como un gasto de primera necesidad. Por ejemplo, para muchas pacientes la toxina botul¨ªnica y el ¨¢cido hialur¨®nico son comparables a la suscripci¨®n al gimnasio o el pago de la peluquer¨ªa, lo ven como un gasto anual m¨¢s¡±, dice la cirujana pl¨¢stica Isabel de Benito, de la cl¨ªnica Porcuna & De Benito.
El impulso de los tratamientos est¨¦ticos se debe a varios factores. El primero es su coste: es mucho m¨¢s bajo ¡ªde media entre 300 y 500 euros¡ª que el de una cirug¨ªa pl¨¢stica est¨¦tica y, sobre todo, es reversible. De hecho, es a lo que muchas mujeres y hombres se agarran para retrasar la entrada a un quir¨®fano.
El bum de esta rama se debe a ¡°las mejoras tecnol¨®gicas, con tratamientos mucho m¨¢s eficaces y seguros. Y no podemos olvidar la importancia que la imagen ha ido adquiriendo en el bienestar de las personas, tanto por un aumento de la longevidad (tambi¨¦n la laboral) como por las redes sociales¡±, valora Petra Vega, presidenta de Seme.
Cuatro de cada diez espa?oles ya acuden a la medicina est¨¦tica. ¡°Se hacen unos 100.000 tratamientos distintos cada a?o¡±, dice Vega. Hay que tener en cuenta que muchos de ellos necesitan varias sesiones, de una a tres al a?o. Lo que se solicita en mayor medida son las inyecciones de toxina botul¨ªnica y de ¨¢cido hialur¨®nico para rejuvenecer el rostro. ¡°Las ventas de estos dos tratamientos han crecido por encima del 10% en los ¨²ltimos a?os. La toxina botul¨ªnica fue el m¨¢s demandado, seguido del relleno de labios, a pesar del uso de las mascarillas¡±, dicen en Laboratorios Galderma, que comercializa el ¨¢cido hialur¨®nico Restylane y la toxina botul¨ªnica Azzalure. Solo de Restylane, que cumple 25 a?os desde su lanzamiento, se han vendido 50 millones de tratamientos en el mundo.
Ahora que las mascarillas no son obligatorias en exteriores ha ganado importancia la parte inferior del rostro. ¡°Ha aumentado la demanda de tratamientos para los labios y alrededores, cuando antes los protagonistas absolutos eran los ojos¡±, confirma Mar Mira, codirectora de la cl¨ªnica de medicina est¨¦tica Mira+Cueto.
Puede que lo cuenten menos o, directamente, que no lo digan, pero cada vez m¨¢s hombres sucumben a la medicina est¨¦tica. Se estima que el mercado mundial masculino crecer¨¢ a una tasa anual de un 7% hasta 2024, seg¨²n Seme. ¡°Los hombres ahora piensan de otra manera, y a nivel est¨¦tico, quieren verse bien, igual que las mujeres¡±, indica Cristina S¨¢nchez.
Revoluci¨®n del injerto
Prueba de ello es la revoluci¨®n de los injertos de pelo, sobre todo en hombres en torno a 30 a?os. Espa?a se ha convertido en muy pocos a?os en un referente mundial en trasplante de pelo y m¨¢s ahora que se han reducido los viajes a pa¨ªses como Turqu¨ªa. En Espa?a se realizan m¨¢s de 2.000 injertos de pelo al mes, calcula el especialista Jaime Tufet. En su centro de Cirug¨ªa Capilar Internacional se hacen unas 60 intervenciones mensuales.
En este campo, las mujeres siempre han sido minor¨ªa: suponen entre el 5% y el 10% de los pacientes. Aunque en los centros de Svenson las mujeres son el 52%, frente al 48% de los hombres. ¡°Los problemas capilares y la alopecia han dejado de ser un tema tab¨² para ellas¡±, se?alan en esta empresa, que se estableci¨® en Espa?a hace 50 a?os y que cuenta con 40 centros propios en los que se aplican m¨¢s de 120.000 tratamientos capilares al a?o.
La pandemia no fren¨® el deseo de muchos espa?oles de estrenar pelo, una intervenci¨®n que ronda los 4.500 euros, aunque puede llegar hasta casi 6.000 euros. ¡°El 2020 ha sido el a?o del m¨¢ximo pico de crecimiento, haciendo que todas las cl¨ªnicas capilares estuviesen con una ocupaci¨®n del 100%¡±, dice Tufet.
Y del pelo a los dientes. O m¨¢s bien al dise?o de sonrisas. ¡°La demanda de est¨¦tica dental est¨¢ en auge. La tecnolog¨ªa digital ha permitido que los tratamientos de carillas sean menos invasivos y las ortodoncias con alineadores trasparentes m¨¢s r¨¢pidas y c¨®modas. Tambi¨¦n los blanqueamientos dentales son muy demandados¡±, se?ala Carlos Saiz, odont¨®logo experto en est¨¦tica dental, al que alg¨²n medio de comunicaci¨®n ha bautizado como el dentista de los famosos. Ha tratado a m¨¢s de 16.000 pacientes con la t¨¦cnica de microcarillas sin tallado del diente natural, un tratamiento que cuesta desde 650 euros por diente. ¡°Tras el confinamiento de marzo no notamos una recesi¨®n en el n¨²mero de tratamientos est¨¦ticos, sino m¨¢s bien un ligero aumento¡±, indica Saiz.
Mucho ha llovido desde que en 1887 se realiz¨® la primera rinoplastia est¨¦tica en Estados Unidos. El sector ha tenido que sobreponerse a la mala imagen que supuso el uso abusivo y desafortunado de la silicona. De hecho, ¡°rara es la vez que no ves a pacientes con estos productos¡±, indica Antonio de la Fuente. Y al llamado efecto Michael Jackson ¡ªtantas operaciones desfiguraron su rostro¡ª.
Lo ha conseguido perfeccionando las t¨¦cnicas, cada vez menos invasivas. El reto del sector es obtener resultados cada vez m¨¢s naturales, a pesar de que en algunas culturas, como la latinoamericana, la moda sea la exuberancia. El presidente de la Aecep cree que Espa?a vive la tercera innovaci¨®n t¨¦cnica. ¡°Hubo una primera fase en la que las cirug¨ªas eran muy notorias. La segunda fase se bas¨® en evitar el look operado. Ahora avanzamos al siguiente nivel: que un pecho con pr¨®tesis no solo quede bien en la foto, sino que al tocarlo uno no se d¨¦ cuenta de que no es una mama¡±, indica G¨®mez Bravo. Naturalidad en el tacto y el movimiento.
Intrusismo y redes sociales
Cirujanos y cl¨ªnicas est¨¢n muy expuestos al ojo p¨²blico. Muchos recurren a las redes sociales y a las influencers para publicitar sus tratamientos y cirug¨ªas. Tiene su parte buena: ¡°Ha ayudado a que haya un auge de la cirug¨ªa¡±, cree Francisco G¨®mez Bravo, presidente de la Aecep. Y tiene su parte mala: que supuestos profesionales, que en realidad no lo son, usen las redes sociales para publicitarse. ¡°Hemos visto c¨®mo se utilizan fotogramas enga?osos: desde efectos de la luz que pueden alterar la percepci¨®n de los resultados, hasta el uso del Photoshop vendiendo un resultado falso. No hay un control y es muy peligroso. Hay personas que se aprovechan, falsos cirujanos, sin t¨ªtulos de especialista¡±, a?ade el cirujano pl¨¢stico. ¡°A la gente le confunde y acaban creando expectativas poco realistas, que generan frustraci¨®n¡±, apunta Mar Mira, de la cl¨ªnica de medicina est¨¦tica Mira+Cueto. Precisamente Noruega acaba de prohibir a los influencers y a las marcas retocar fotos sin avisar. La nueva ley del pa¨ªs n¨®rdico busca luchar contra la publicidad enga?osa y los ideales de belleza irreales. Instagram anunci¨® en 2019 que retirar¨ªa aquellos filtros que imitan la cirug¨ªa est¨¦tica, por sus efectos sobre la salud mental de los m¨¢s j¨®venes.
Es una puerta abierta que potencia el intrusismo, uno de los grandes males del sector. ¡°Se ha abierto una especie de popurr¨ª de muchos profesionales que se denominan especialistas en pr¨¢cticas para las que no est¨¢n formados¡±, dice la Aecep, que exige a todos sus miembros, aparte de la carrera de medicina y la especialidad de Cirug¨ªa Pl¨¢stica, Est¨¦tica y Reparadora, una experiencia ejerciendo de al menos cinco a?os m¨¢s. ¡°El hecho de que un m¨¦dico, solo por serlo pueda hacer de todo es algo del siglo pasado. Necesitamos aumentar la concienciaci¨®n entre los pacientes, para que puedan y sepan informarse bien, por su salud¡±, a?aden en la Sepcre. Porque, no acudir a las manos adecuadas tiene graves riesgos para la salud, muchas veces irreversibles.
Todo empez¨® con una rinoplastia
1. PRIMERA NARIZ. La cirug¨ªa pl¨¢stica est¨¦tica es una especialidad bastante moderna comparada con otras disciplinas m¨¦dico-quir¨²rgicas. En 1887 se hace la primera rinoplastia est¨¦tica en EE UU y en 1907 se publica el primer libro sobre la materia titulado The Correction of Featural Imperfections, de Charles Conrad Miller.
2. GUERRAS. Durante la Primera Guerra Mundial la cara de miles de soldados qued¨® desfigurada. Se crearon, sobre todo en Inglaterra, campamentos de especialistas dedicados a la reconstrucci¨®n facial. En Espa?a, la cirug¨ªa est¨¦tica empez¨® a realizarse con cierta normalidad despu¨¦s de la Guerra Civil, concretamente en 1940. Especialistas extranjeros formaron a cirujanos militares espa?oles para ayudar a los heridos que precisaban reconstrucciones faciales.
3. HOLLYWOOD. En la ¨¦poca dorada de Hollywood, en los a?os veinte del siglo pasado, las cirug¨ªas de las celebridades permitieron que la sociedad conociese ese tipo de intervenciones. Una de las operaciones m¨¢s sonadas fue la rinoplastia de la cantante y actriz Fanny Brice. Pioneros en Europa fueron la cirujana Suzanne No?l en Par¨ªs (Francia), conocida por su t¨¦cnica de estiramiento facial, y el cirujano Joseph Lister en Alemania.
4. P?O XII. En los a?os cincuenta la disciplina se extiende por todo el mundo, es el verdadero auge de la cirug¨ªa. El Papa P¨ªo XII hizo en 1958 un reconocimiento p¨²blico de la especialidad durante el d¨¦cimo congreso italiano de cirujanos pl¨¢sticos, en el que defendi¨® la importancia de la cirug¨ªa pl¨¢stica para resolver problemas de sufrimiento psicol¨®gico que otras especialidades no solucionaban.
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