Teresa Ribera: ¡°No es razonable que los consumidores est¨¦n pagando un precio tan alto¡±

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, lleg¨® el mi¨¦rcoles a N¨¢poles, donde asiste jueves y viernes a la reuni¨®n del G20 sobre medio ambiente y clima, despu¨¦s de defender en el Congreso de los Diputados el real decreto de reducci¨®n del IVA y supresi¨®n del impuesto de electricidad de forma temporal para paliar la imparable escalada del precio de la luz, que est¨¢ provocando inquietud entre los consumidores espa?oles. Aterriz¨® en la ciudad mediterr¨¢nea con los ¨¢nimos caldeados por esta circunstancia. La electricidad marc¨® el pasado martes el mayor precio de la historia y desde entonces sigue encaramada en m¨¢ximos, aunque con alguna rebaja casi testimonial. Esto llev¨® a la ministra a enviar una carta al vicepresidente de la Comisi¨®n Europea, Frans Timmermans, en la que le pide abrir el debate sobre el cambio de dise?o del sistema energ¨¦tico, sobre todo en la fijaci¨®n de precios, basado en el mercado marginalista, es decir, el de la ¨²ltima tecnolog¨ªa que entra en el pool (la combinaci¨®n de energ¨ªas, e¨®licas, fotovoltaicas, hidroel¨¦ctricas, nuclear, gas...) que marca el precio en el mercado mayorista. En este caso, es el gas natural, que se usa en las centrales de ciclo combinado, el ¨²ltimo que entra en el sistema. Como es el m¨¢s caro por la fuerte demanda de China y restricciones de Rusia contribuye a disparar el precio de la luz. A ello se suma la incidencia de la alta cotizaci¨®n de los derechos de emisi¨®n de CO?, por encima de 50 euros tonelada, casi un 30% m¨¢s que hace un a?o.

Ah¨ª radica el debate abierto por la ministra. ¡°Estamos abiertos a los an¨¢lisis que se han venido haciendo sobre c¨®mo dise?ar el mercado para que funcione, bien incorporando renovables, de costes operativos bajos, una vez que se fuera facilitando la salida de energ¨ªas generadas con recursos f¨®siles, de precios m¨¢s altos. Hay distintas opciones; pero nos parece fundamental que desde el marco regulatorio europeo haya se?ales que den cobertura a iniciativas m¨¢s novedosas sobre el mercado marginalista con el objetivo de generar se?ales de precios adecuados y una justa distribuci¨®n de los beneficios de la transformaci¨®n del mix de generaci¨®n (las energ¨ªas que entran en el sistema cada d¨ªa para fijar el precio)¡±, dice Ribera en conversaci¨®n telef¨®nica con EL PA?S.

La vicepresidenta plantea una modificaci¨®n del sistema y destaca que ¡°cuando existe un elenco de tecnolog¨ªas que tienen precios que se manejan en una horquilla sin apenas diferencias, es sencillo poner un coste marginal; pero cuando la diferencia es tan grande y la energ¨ªa que se toma como referencia [el gas natural] solo supone entre el 10% y el 15% de la electricidad que se produce, no es razonable que los ciudadanos est¨¦n pagando un precio tan alto¡±. Es decir, Ribera admite que el sistema ser¨ªa adecuado si hubiera poca diferencia de precios entre unas energ¨ªas y otras, pero en la actualidad cuando hay grandes diferencias entre la energ¨ªa m¨¢s barata y el gas natural esto provoca que aunque solo se use un 10% de energ¨ªa diaria generada por esta fuente, todas se pagan al precio del gas, lo que dispara el precio de la luz.

Reformas para reducir cargas y peajes

Teresa Ribera aborda tambi¨¦n los cambios ejecutados en el sistema espa?ol. ¡°Hemos buscado otras formas de captaci¨®n de precios en el mercado mayorista. Hemos pasado de ser un desierto en las firmas de PPA [contratos de compraventa] a convertirnos en la meca de PPA; hemos pasado de tener una sola tarifa a varias; cada vez hay m¨¢s autoconsumo; estamos acometiendo reformas estructurales prestando atenci¨®n al objetivo de reducir cargas y peajes y pensando de qu¨¦ manera se puede contribuir desde todos los sectores con el Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema El¨¦ctrico¡±.

¡°Es importante mantener la calma¡±, comenta mientras se?ala la mala suerte de que los precios se hayan disparado justamente cuando se pon¨ªa en marcha el nuevo sistema tarifario para cambiar los h¨¢bitos de consumo. ¡°No hab¨ªa ning¨²n informe que manejara esta referencia de precios¡±, se explica. Luego a?ade: ¡°Hay que concentrarse en los perfiles de poblaci¨®n donde el impacto es real, no solamente los m¨¢s pobres, sino tambi¨¦n en las clases medias. Tenemos que hacer un esfuerzo, mientras cambia la regulaci¨®n del mercado y logramos que haya una actitud diferente en Bruselas, no solo en el consumidor vulnerable, tenemos que extenderlo hacia arriba, no exactamente con las mismas medidas que las de pobreza energ¨¦tica porque el formato es diferente, pero con otro tipo de tarifa m¨¢s protegida. Es un debate de fondo que no se puede improvisar¡±.

Y completa: ¡°Nos queda una reflexi¨®n profunda sobre la fiscalidad porque cuando tengamos un mercado del todo renovable y el precio se estabilice en torno a 40 euros MWh de promedio, las cuentas fiscales ser¨¢n otras.

Dudas sobre la gesti¨®n de Bruselas del mercado de CO?

A la vista de la reacci¨®n de pol¨ªticos, asociaciones de consumidores y ciudadanos el sistema actual es muy cuestionable desde el punto de vista econ¨®mico y social. Tambi¨¦n lo es el coste del CO?, que se va a discutir en el paquete Fit For 55, la propuesta legislativa europea para lograr una reducci¨®n de emisiones en Europa del 55% en 2030. Las empresas que producen emisiones tienen que comprar derechos de emisi¨®n de CO?. Existe un mercado para la compraventa de estos derechos, que esta semana est¨¢ en plena efervescencia. Para la ministra, los derechos de emisi¨®n representan un elemento transformador que facilita las inversiones, pero el precio que han alcanzado se est¨¢ convirtiendo en una especie de guillotina implacable para los consumidores. Ribera se pregunta si es eficaz que la gesti¨®n est¨¦ centralizada en Bruselas. ¡°Es un debate que se inicia ahora. No prejuzgamos, pero s¨ª tenemos alguna duda sobre si es el m¨¢s adecuado¡±, aduce mientras queda en el aire si se debiera asignar un sistema de comercio de derechos de emisi¨®n a sectores diferentes con unas reglas diferentes.

¡°Las expectativas de precios del mercado de emisiones han reventado. Ha saltado por los aires¡±

Seg¨²n Ribera, ¡°si este mecanismo sirve para dar se?ales de inversi¨®n, entonces el precio se tiene que mantener en el umbral que resulte razonable¡±. Recuerda que las previsiones de la Comisi¨®n contemplaban que estuviera en torno a los 25 euros para 2025 y a los 50/55 euros para 2030. ¡°Estas expectativas se han reventado, ha saltado por los aires. Si, ni siquiera se contemplaba, merece la pena revisarlo¡±, afirma, para a?adir: ¡°Quiz¨¢ lo m¨¢s razonable es pensar que, una vez que la Comisi¨®n act¨²a como banco central (es decir, controla la liquidez y, por tanto, la horquilla de precios en la que se puede mover), nos podemos plantear cu¨¢les son los operadores que pueden acceder al mercado. Si solamente pueden operar los incumbentes [las plantas que est¨¢n obligadas a comprar y vender derechos] se pueden controlar los precios. Si puede comprar cualquiera es muy dif¨ªcil mantener el formato inversor¡±.

Ah¨ª pone el dedo en la llaga: ¡°Hoy sabemos que una de las razones por las que han subido los precios es porque ha habido una toma de posici¨®n de inversores muy diferentes, en ocasiones extracomunitarios, que saben que este mercado ha pasado de ser un vector transformador a una especie de commodity (producto de comercializaci¨®n que se puede intercambiar por otro similar, como las materias primas). Esto es delicado, porque queremos que funcione como vector transformador, no como algo sobre lo que ganar dinero. Los inversores se dan cuenta de la escasez de CO? y por ello invierten¡±.

A su juicio, se generan dificultades en la gesti¨®n del sistema con un notable impacto en los consumidores. ¡°Debemos velar por que la transformaci¨®n del sistema energ¨¦tico sea positiva y genere beneficios de la manera m¨¢s r¨¢pida posible en los consumidores. Y no un sistema en el que hay otros beneficios para actores que no son fundamentales en este proceso de transformaci¨®n¡±, sentencia.

El gas seguir¨¢ caro hasta febrero o marzo

El mercado de los derechos de emisi¨®n es una de las causas de que el precio de la electricidad se haya disparado junto con el del gas natural, que sufre alzas descomunales por la fuerte demanda en Asia (principalmente, China) y porque Rusia ha cerrado el grifo de suministro. Esta circunstancia ha provocado que Polonia y Alemania frenen la transici¨®n energ¨¦tica y consuman m¨¢s carb¨®n, que ahora les resulta m¨¢s barato que el gas. Como consecuencia, se produce una especie de incentivo para los inversores y perjuicio para el resto, que sufre las consecuencias de que sea un precio ¨²nico. La Comisi¨®n revisar¨¢ en agosto las perspectivas del mercado, estando en juego si se retiran derechos para el a?o que viene, lo que miran con preocupaci¨®n muchos de los pa¨ªses europeos, entre ellos Espa?a, sobre todo porque se calcula que el gas va a seguir caro hasta febrero o marzo, siempre dependiendo de Rusia.

Para Ribera, el vicepresidente de la Comisi¨®n Europea responsable de las pol¨ªticas de cambio clim¨¢tico, Frans Timmermans, debe animarse a abordar el debate de fondo. ¡°Vamos a tener que batirnos el cobre. Hay un grupo de pa¨ªses preocupados por los efectos sociales. Nos va a costar. Es importante insistir en ello. No soy sospechosa de querer reventar el mercado de derechos de emisi¨®n, ni la se?al de CO? ni la transici¨®n energ¨¦tica; pero, si no se alivia, veo riesgos serios en el proceso para consumidores dom¨¦sticos e industriales. No puede ser que la recuperaci¨®n industrial de Europa encuentre obst¨¢culos por una falta de c¨¢lculo sobre la capacidad real de este impacto. Desde el punto de vista del consumidor dom¨¦stico pasa lo mismo. Hay que pensar en un funcionamiento del mercado el¨¦ctrico adecuado a lo que es hoy el mercado, en el que las tecnolog¨ªas se mueven en precios muy diferentes. Eso requiere una respuesta diferente, ya no me vale un ¨²nico precio. Lo que creo es que hay que pensar el abanico de medidas¡±.