La eterna discriminaci¨®n en los trabajos de igual valor
La justicia europea falla que la igualdad retributiva no solo afecta a empleos id¨¦nticos, sino a los comparables
La discriminaci¨®n salarial entre hombres y mujeres est¨¢ prohibida, ya realicen el ¡°mismo trabajo¡± o un ¡°trabajo de igual valor¡±. As¨ª lo ha recalcado el Tribunal de Justicia de la Uni¨®n Europea en una reciente sentencia, la cual hace referencia a empleos que se pueden comparar, aunque no son exactamente iguales. En concreto, la corte ha respondido a un tribunal del Reino Unido que elev¨® una pregunta sobre la aplicaci¨®n directa del Tratado de Funcionamiento de la Uni¨®n Europea, que consagra el principio de igualdad de retribuci¨®n. Y ello en el litigio que ha enfrentado a unos 6.000 trabajadores de la famosa cadena brit¨¢nica de supermercados Tesco con la propia empresa.
Los empleados de las tiendas, mayoritariamente mujeres, demandaron a la entidad porque cobraban menos que los trabajadores de sexo masculino que prestaban servicios en los centros de distribuci¨®n. Alegaron que ten¨ªan derecho a comparar su trabajo con el de ellos, aunque se realizara en establecimientos distintos, y que les eran de aplicaci¨®n condiciones laborales comunes, las cuales emanaban del mismo empresario. ¡°Cada Estado miembro debe garantizar la aplicaci¨®n del principio de igualdad de retribuci¨®n entre trabajadores y trabajadoras para un mismo trabajo o para un trabajo de igual valor¡±, ha zanjado el tribunal europeo.
En este sentido, Gemma Fabregat, catedr¨¢tica de Derecho Laboral de la Universidad de Valencia y of councel de la firma Sagardoy Abogados, explica que un trabajo tiene ¡°igual valor¡± que otro, a pesar de que el contenido es diferente, cuando se basa en requisitos similares, como pueden ser ¡°el nivel acad¨¦mico, el conocimiento de idiomas, la responsabilidad o el nivel de carga de trabajo¡±, entre otros.
Por ejemplo, se ha comparado a efectos de igualdad retributiva el trabajo del personal de limpieza, donde priman las mujeres, con el del personal de jardiner¨ªa, donde son mayor¨ªa los hombres. ¡°A d¨ªa de hoy, con la maquinaria que existe, ?por qu¨¦ un trabajo de distribuci¨®n exige m¨¢s fuerza f¨ªsica que el de las cajeras?¡±, cuestiona la jurista. ¡°Si se emplea la misma fuerza, no habr¨ªa raz¨®n de ser del complemento¡± salarial por esta causa.
La catedr¨¢tica explica que la legislaci¨®n espa?ola est¨¢ blindada ante situaciones de discriminaci¨®n salarial. De hecho, el art¨ªculo 28.1 del Estatuto de los Trabajadores ya recoge el mandato que se desprende de la sentencia europea. ¡°El empresario est¨¢ obligado a pagar por la prestaci¨®n de un trabajo de igual valor la misma retribuci¨®n sin que pueda producirse discriminaci¨®n alguna por raz¨®n de sexo¡±, dispone el precepto.
A fin de disipar dudas sobre qu¨¦ empleos se consideran ¡°de igual valor¡±, Ignacio del Fraile, socio de Laboral del despacho G¨®mez-Acebo y Pombo, se?ala que ¡°no m¨¢s tarde del pr¨®ximo mes de octubre se deber¨ªa publicar una orden ministerial con un procedimiento de valoraci¨®n de puestos de trabajo¡±.
En cualquier caso, el letrado se?ala que ¡°si un trabajador considera que est¨¢ recibiendo menos salario que otro realizando las mismas funciones¡±, deber¨¢ interponer ¡°una demanda alegando vulneraci¨®n de derechos fundamentales¡±, como es el de igualdad entre hombres y mujeres. Podr¨¢ reclamar ¡°no solo la regularizaci¨®n salarial a futuro, sino las diferencias correspondientes al ¨²ltimo a?o. Dicha reclamaci¨®n de cantidad podr¨ªa afectar a cualquier tipo de cuant¨ªa salarial, ya sea remuneraci¨®n fija, atrasos, comisiones o retribuci¨®n variable¡±. Y si hubiera sido ya despedido, tambi¨¦n ¡°podr¨ªa hacer valer la desigualdad retributiva¡± al impugnar la decisi¨®n del empresario.
En este sentido, Del Fraile explica que los procedimientos de vulneraci¨®n de derechos fundamentales tienen dos particularidades. Por un lado, ¡°el trabajador puede reclamar una indemnizaci¨®n por los da?os y perjuicios que le haya causado la conducta empresarial, incluyendo los posibles da?os morales¡±. Y por otro, ¡°no hay una inversi¨®n de la carga de la prueba¡±, de forma que compete al empleado probar la discriminaci¨®n. ¡°Pero si acredita la concurrencia de indicios de que se ha producido una violaci¨®n del derecho fundamental, corresponder¨¢ a la empresa aportar una justificaci¨®n objetiva y razonable de las medidas adoptadas¡± para dejar sin efecto la acusaci¨®n.
Precisamente, a fin de combatir la desigualdad salarial, la Comisi¨®n Europea ha propuesto una directiva para garantizar la transparencia retributiva de hombres y mujeres. El Ejecutivo comunitario entiende que la falta de claridad ¡°es uno de los principales obst¨¢culos para hacer cumplir el principio de igualdad¡±. En concreto, ¡°impide al personal comparar su retribuci¨®n con la de sus colegas del otro sexo que realizan un mismo trabajo o un trabajo de igual valor. Se crea as¨ª una zona gris que favorece la perpetuaci¨®n del sesgo de g¨¦nero en la fijaci¨®n de los salarios¡±, explica.
De las principales medidas propuestas por la Comisi¨®n, Clara Ma?oso, socia de Laboral de Araoz & Rueda Abogados, destaca la ¡°transparencia retributiva para solicitantes de empleo¡±. Y es que ¡°se pretende no solo que en la entrevista o antes de la misma las empresas informen a los candidatos del salario inicial, sino tambi¨¦n que no puedan preguntarles por su salario actual o hist¨®rico¡± para no perpetuar situaciones discriminatorias. En segundo lugar, llama la atenci¨®n sobre el derecho de los trabajadores a obtener informaci¨®n ¡°sobre los niveles retributivos medios¡± de hombres y mujeres. Una cuesti¨®n ¡°clave para que las posibles v¨ªctimas puedan iniciar las acciones necesarias¡± para corregir la desigualdad.
Aunque la normativa europea todav¨ªa tiene que ser tramitada, la letrada explica que en Espa?a ya hay medidas para castigar a las empresas que incurren en discriminaci¨®n salarial. De hecho, este comportamiento ¡°se sanciona con hasta 187.515 euros¡±.
35 a?os para lograr la paridad
Si las cosas siguen igual, en Espa?a se necesitar¨¢n 35 a?os para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres, seg¨²n el ?ndice ClosinGap. Anna Merino, una de las autoras del informe, explica que el Estado tendr¨ªa que ahondar en ¡°pol¨ªticas de igualdad¡± para acelerar el proceso. La consultora de PwC destaca que es fundamental que los hombres concilien, pues las mujeres asumen la mayor parte del trabajo no remunerado. Esto repercute en unas tasas de inactividad y parcialidad laboral m¨¢s elevadas. Sin embargo, calculan que si no existieran brechas de g¨¦nero, el PIB hubiera sido un 18,5% superior solo en 2019.
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