La Reserva Federal proh¨ªbe a sus altos funcionarios comprar acciones y bonos para evitar conflictos de intereses

El conflicto de intereses que amenazaba con socavar la reputaci¨®n de la Reserva Federal (Fed, banco central estadounidense) se ha resuelto en teor¨ªa este jueves con la prohibici¨®n a sus directivos de comprar acciones y bonos. El anuncio obedece a la revisi¨®n del c¨®digo ¨¦tico aplicable a los ejecutivos de entidad a ra¨ªz de recientes esc¨¢ndalos sobre operaciones burs¨¢tiles por parte de varios de ellos, que salpicaron a su m¨¢ximo responsable, Jerome Powell.

En un comunicado publicado este jueves, el organismo detalla que sus altos funcionarios ¡ªincluidos los presidentes de los bancos regionales, los gobernadores de Washington y los responsables de formular pol¨ªticas¡ª no podr¨¢n comprar acciones u otros valores, y que solo podr¨¢n invertir en veh¨ªculos de inversi¨®n diversificados, como los fondos de inversi¨®n. Su actividad burs¨¢til quedar¨¢ limitada en general, y durante los periodos de mayor tensi¨®n en los mercados financieros la Fed podr¨¢ decretar apagones comerciales, ¡°no permiti¨¦ndose compras ni ventas¡±, seg¨²n el comunicado.

Otras pautas ¡°para ayudar a evitar incluso la apariencia de cualquier conflicto de intereses en el momento de tomar decisiones de inversi¨®n¡± incluyen avisar con 45 d¨ªas de antelaci¨®n de la compra y venta de valores, contar con la aprobaci¨®n previa de dichas transacciones y mantener las inversiones durante al menos un a?o, para impedir cualquier intento de especulaci¨®n. Los 12 presidentes regionales de la Fed estar¨¢n obligados a revelar p¨²blicamente las transacciones financieras en un plazo de 30 d¨ªas, una pol¨ªtica que ya se aplica a los gobernadores y altos funcionarios con sede en Washington, seg¨²n la Fed.

El anuncio, que ¨²nicamente establece las pautas generales, que deber¨¢n desarrollarse e incorporarse como reglas a la Fed en las pr¨®ximas semanas y meses, se produce tras el esc¨¢ndalo generado por las transacciones efectuadas por dos altos funcionarios de sendos bancos regionales en 2020, lo que motiv¨® la salida de ambos y min¨® la confianza en el banco central en un momento especialmente delicado, la profunda crisis originada por la pandemia. Robert S. Kaplan negoci¨® millones de d¨®lares en acciones de petr¨®leo y gas el a?o pasado mientras dirig¨ªa el banco de la Reserva Federal de Dallas. Su colega Eric S. Rosengren compr¨® y vendi¨® valores vinculados a bienes ra¨ªces, que son sensibles a la pol¨ªtica de la Fed, mientras dirig¨ªa el banco de la Reserva Federal de Boston. Ambos dimitieron en septiembre despu¨¦s de que se desatara la pol¨¦mica.

Rosengren aleg¨® motivos de salud para renunciar, mientras que Kaplan admiti¨® que el esc¨¢ndalo podr¨ªa detraer esfuerzos de la Fed en un momento cr¨ªtico como el de la pandemia, y dijo no querer alimentar la controversia. El esc¨¢ndalo, no obstante, ha salpicado tambi¨¦n al n¨²mero dos de la Fed, Richard Clarida, y al propio Powell. En una operaci¨®n burs¨¢til que la Fed asegur¨® estaba prevista, Clarida, un profesor de Columbia, movi¨® entre uno y cinco millones de d¨®lares de un fondo de bonos a fondos de acciones en febrero de 2020, solo un d¨ªa antes de que Powell anunciara que el banco central podr¨ªa tomar medidas para amortiguar el impacto econ¨®mico de la pandemia.

Powell, por su parte, vendi¨® entre uno y cinco millones en fondos indexados en octubre de 2020, lo que gener¨® dudas sobre la credibilidad del presidente de la Fed, recuerda el portal Politico. ¡°Estas nuevas y estrictas normas ponen el list¨®n muy alto para asegurar al p¨²blico al que servimos que todos nuestros altos funcionarios mantienen un enfoque ¨²nico en la misi¨®n p¨²blica de la Reserva Federal¡±, ha dicho Powell este jueves en el comunicado.

Con su involucramiento personal en el esc¨¢ndalo, el caso se hab¨ªa convertido en una patata demasiado caliente para Powell, a punto de finalizar su mandato y cuando aguarda la luz verde de la Casa Blanca para seguir al frente de la instituci¨®n, algo a lo que el sector m¨¢s progresista de los dem¨®cratas, con voces especialmente cr¨ªticas como la de la senadora Elizabeth Warren, se niega.

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